3. En los últimos años estamos asistiendo a un desarrollo espectacular de las
tecnologías de la información y la comunicación; el empleo de robots,
ordenadores y telecomunicaciones está cada vez más extendido en todos los
sectores de nuestra sociedad: económico, político, social, doméstico….
Llegando a afectar al propio individuo en su comportamiento y sus hábitos
sociales.
4. Para acceder a toda esa información se debe disponer de medios y, además,
saber manejarlos. Esto puede producir un desequilibrio social entre los
pueblos aún mayor que la clásica división entre ricos y pobres: los
informatizados y los no informatizados, los que pueden disponer de los
medios para acceder a la información y los que no cuentan con ellos…
Además, las investigaciones encuentran una rápida difusión y se enriquecen
con nuevas ideas, ya que es posible la colaboración entre investigadores
separados por miles de km.
5.
6. Que se consolide la falsa idea de que en Internet está toda la cultura, y se
limite la lectura a las páginas web, a la visualización de videos en YouTube,
… en las que la información puede estar poco seleccionada y contrastada, y
en las que la exposición de ideas puede ser superficial. En relación con
esto, uno de los mayores riesgos es que se les dedique tanto tiempo a
estas tecnologías que eso impida acceder a otras manifestaciones de la
cultura y de las relaciones humanas, necesarias para un desarrollo
equilibrado de la personalidad.
7. Sin embargo estas tecnologías de la información y la
comunicación presentan, a su vez, grandes inconvenientes:
Para acceder a toda esa información se debe disponer de medios y, además,
saber manejarlos. Esto puede producir un desequilibrio social entre los
pueblos aún mayor que la clásica división entre ricos y pobres: los
informatizados y los no informatizados, los que pueden disponer de los
medios para acceder a la información y los que no cuentan con ellos…
8. La informatización de tareas en todos los
aspectos de la vida cotidiana nos hace
depender de las máquinas. Es sorprendente,
pero ocurre, que toda la actividad de un
ministerio se paralice porque “se ha estropeado
un ordenador” o “se ha caido una red”