La leucemia felina es una enfermedad causada por un retrovirus que se transmite principalmente a través de la saliva o secreciones nasales entre gatos. Los síntomas pueden incluir fiebre, gingivitis, letargia, secreciones nasales y oculares, y pérdida de apetito. No tiene cura pero se puede prevenir con vacunación anual a partir de las 9 semanas y evitando que los gatos salgan de casa para reducir el contagio.