1. A pocas semanas de la prueba, la primera buena noticia que tienen para ti dos profesores de Lenguaje y
Comunicación es que nada de lo que veas en la PSU será nuevo: cada pregunta corresponde a contenidos de
la enseñanza media que viste en clases y, por lo tanto, al menos deberían resultarte familiares.
Seguidamente haremos un barrido por algunos de los problemas más comunes que enfrentan los estudiantes
en relación con esta prueba.
Las primeras 15 preguntas de la PSU de Lenguaje van enfocadas a contenidos puntuales de literatura,
lingüística y medios de comunicación; son en alguna medida preguntas “a la antigua” que miden conceptos
básicos y habilidades generales. Para salir bien en esta parte, Jaime Bristilo sugiere establecer relaciones de
contenidos y aplicación: “No sirve un estudio memorístico, pues si bien aparecen algunas pocas
preguntas que aluden a definiciones específicas, la mayoría de ellas tiende a la aplicación”, explica.
Entonces, si se están estudiando, por ejemplo, las funciones del lenguaje, hay que analizar cómo se
relacionan y aplican en los distintos géneros literarios o en los medios de comunicación, entre otras
posibilidades.
Lo medular tiene que ver con las otras 75 preguntas que quedan, según puntualizaMarcos Ávila. Estas miden
la aplicación de los conocimientos adquiridos a través de la lectura y la escritura de textos. “Hay que
considerar que somos lectores y generadores habituales de textos, por ejemplo, cuando leemos el
diario, un trabajo para la asignatura de biología o la cuenta del celular”, explica. Por eso el docente
subraya que ayuda mucho entender que se trata de textos que están en nuestro cotidiano.
Para la sección de manejo de conectores (preguntas 16 a 20), el profesor Bristilorecomienda realizar
ejercicios apoyándose en un resumen que indique las funciones de estos, pues aunque no se preguntan
directamente conceptos en la prueba, conviene saber que establecen una condición para el cumplimiento de
determinada acción y recordar algunos de sus tipos más frecuentes, como por ejemplo, “si”, “si no”,
“mientras”, etc. Del mismo modo, señala Bristilo, hay que aclarar
inmediatamente las dudas que puedan subsistir, como por ejemplo, distinguir “si bien” de “no bien”, “aún”
de “aun”, etc.
Ávila acota que los estudiantes suelen confundirse al identificar los conectores más apropiados para enlazar
los elementos de una oración; sin embargo, a diario usan estos conectores al expresarse. Por lo tanto,
aconseja ante cualquier duda recurrir a la “intuición lingüística” que todo joven posee como hablante
nativo del castellano.
Para la sección de plan de redacción es bueno recordar que las relaciones solicitadas son de orden lógico,
por lo cual hay una serie de esquemas de organización que deben aplicarse. Al contrario de lo que algunos
piensan, asegura Jaime Bristilo, este es, tal vez, el ítem más fácil de la PSU parte Lenguaje.
Respecto a la comprensión lectora, el profesor Ávila recomienda comenzar con un análisis global, desde la
identificación de los temas más sobresalientes. Luego, se debe prestar atención a los tipos de relaciones que
se establecen entre estas ideas. Por ejemplo, en el primer párrafo se presenta la idea, en cambio en el
cuarto se describe. Además, se deben responder las preguntas que interpelan los textos, considerando las
características del acto en que fue enunciado el texto, el emisor y el receptor ideal o bien, cuál de todas las
ideas es la que le da el título al texto.
En otras palabras se trata de identificar las ideas fundamentales en los párrafos para luego hacer la
conexión entre ellas. Los textos de la PSU son fundamentalmente informativos, científicos, sociológicos, y
cuentan con una organización deductiva, parten de una idea amplia que después va acotándose.
En opinión de Bristilo no hay que olvidar que lo primero es comprender el texto y luego comprender muy
bien los enunciados de las preguntas, pues en ellos está lo que se pide aplicar. Puede ser útil subrayar los
verbos o palabras clave en los enunciados, pues así distinguimos si se nos pide reconocer información
textual, inferir, sintetizar, etc. Del mismo modo, siempre subrayar cuando se nos pregunta por la
2. alternativa FALSA o que no corresponde, pues uno tiende por naturaleza a marcar lo que sí es correcto en
relación con el texto.