El documento ofrece consejos para que los pastores juveniles se mantengan espiritualmente saludables. Recomienda que se evalúe su condición espiritual diariamente, que se relacionen con Dios antes que cualquier otra actividad, y que asistan a la iglesia con el corazón correcto. También identifica señales de advertencia como la pérdida de pasión o fatiga que podrían indicar problemas espirituales. Aconseja volver a los fundamentos de la fe y permanecer constantemente conectado a Dios a través de la oración