3. GALACIA “ Atravesaron Frigia y la región de Galacia, pues el Espíritu Santo les había impedido predicar la Palabra en Asia . Estando ya cerca de Misia, intentaron dirigirse a Bitinia , pero no se lo consintió el Espíritu de Jesús. Atravesaron, pues, Misia y bajaron a Tróada . Por la noche Pablo tuvo una visión: Un macedonio estaba de pie suplicándole: «Pasa a MACEDONIA y ayúdanos» (Hech 16,6-9) Tróada Comienza la misión Egea Actividad de Pablo independiente de la comunidad de Antioquía
4. “ Nos embarcamos en Tróada y fuimos derechos a Samotracia , y al día siguiente a Neápolis ; de allí pasamos a FILIPOS , que es una de las principales ciudades de la demarcación de Macedonia, y colonia. En esta ciudad nos detuvimos algunos días.” (Hech 16,11-12) Comienza la misión Egea Es probable que la dirección tomada estuviera desde el comienzo dentro de los planes de Pablo. Después del incidente con Pedro, que lo distanció de la comunidad de Antioquía, resultaba lógico que quisiera alejarse de allí y que emprendiera una misión donde pudiera cumplir el compromiso asumido con los otros Apóstoles: «Nosotros nos iríamos a los gentiles y ellos a los circuncisos» (Gal 2,9). Tróada [Alejandría Troas], la ciudad portuaria situada cerca de la antigua Troya, le permitía pasar a Grecia a través del puerto de Neápolis. Era la misma ruta, en sentido inverso, que había seguido casi cuatro siglos antes Alejandro Magno en su conquista.
5. Cerca de Neápolis Pablo pudo tomar la Via Egnatia, que atravesaba el norte de Grecia y permitía ir desde Bizancio hasta Roma. Tal vez no exageramos si calificamos de «estratégico» el plan apostólico de Pablo. La Vía Egnatia En la foto: un tramo de la Via Egnatia en Filipos. Construida por el procónsul Gnaeus Egnatius entre 146 y 120 aEC para posibilitar el envío de legiones al este y el retorno del botín hacia Roma, su solidez la ha hecho durar hasta la actualidad.
6.
7.
8. Pablo llegó con la terrible impresión que le habían provocado los incidentes de Filipos: Tesalónica «Después de haber padecido sufrimientos e injurias en Filipos, como sabéis, confiados en nuestro Dios, tuvimos la valentía de predicaros el Evangelio de Dios entre frequentes luchas» (1 Tes 2,2). Sitio considerado tradicionalente como la prisión de Pablo en Filipos
9. Tesalónica Por entonces la ciudad tenía unos 40.000 habitantes. Como capital de Macedonia era pequeña, comparada con otras como Corinto (de Acaya), Éfeso (de Asia), Antioquía (de Siria) o Alejandría (de Egipto). Sin embargo era muy importante a causa de su ubicación, ya que constituía un punto de comunicación fundamental entre Oriente y Occidente. Por este motivo su población se mantenía leal a Roma, para seguir gozando de los privilegios que le confería estar situados sobre la Via Egnatia . Puerto de Tesalónica
10. La experiencia de Filipos se repetiría en Tesalónica. El libro de los Hechos responsabiliza a los judíos de la ciudad del malestar de los gentiles Cuál pudo ser el factor determinante del conflicto. Los colonos romanos de Filipos (y probablemente también los macedonios pro-romanos de Tesalónica) sentían demasiado desprecio por los judíos como para atender sus denuncias. Una actitud semejante manifestará un poco más tarde el procónsul Galión (según los Hechos), cuando se presenten cargos contra Pablo en Corinto: «Los judíos, llenos de envidia, reunieron a gente maleante de la calle, armaron tumultos y alborotaron la ciudad» (Hech 17,5). «Galión dijo a los judíos: « Si se tratara de algún crimen o mala acción, yo os escucharía, judíos , con calma, como es razón. Pero como se trata de discusiones sobre palabras y nombres y cosas de vuestra Ley, allá vosotros. Yo no quiero ser juez en estos asuntos». Y los echó del tribunal» (Hech 18,14-16). De modo que otro cargo sería necesario para provocar la reacción de los gentiles.
11. La lealtad que los tesalonicenses mantenían de forma incondicional hacia la dinastía imperial de Augusto pesaría definitivamente a la hora de tolerar o no el mensaje de Pablo. «Esos que han revolucionado todo el mundo se han presentado también aquí, y Jasón les ha hospedado. Además todos ellos van contra los decretos del César y afirman que hay otro rey, Jesús » (Hech 17,6-7). «Tiberio Claudio César Augusto». En el reverso: «Dios Augusto de los Tesalonicenses» Julio César: «theos» («dios»). En el reverso: Octavio (el «hijo de dios») con la inscripción «sebastos» («Augusto» o «sagrado»). Los asesinos de César habían prometieron a sus legiones entregar a Tesalónica al saqueo por no apoyarlos. Pero la victoria de Octavio los salvó de ese destino
12. “ Algunos judíos se convencieron y se unieron a Pablo y Silas” (Hech 17,4) Conflicto entre los judíos de la ciudad que creyeron en el mensaje de Pablo y los que no lo aceptaron En ese tipo de disturbios los romanos no distinguían posturas: sólo veían judíos enfrentados entre sí, que alteraban el orden público. Poco antes se habían tomado medidas en la capital del Imperio contra los judíos por este mismo motivo. [Claudio] «expulsó de Roma a los judíos que continuamente producían tumultos por instigación de Cresto [¿Cristo?]». Suetonio, Vida de Claudio 25,4 Es probable que los judíos de Tesalónica temieran que en su ciudad se produjeran las mismas consecuencias que ya había ocasionado en Roma una predicación semejante a la de Pablo. Pudieron adelantarse a los hechos, dejando en claro su distancia respecto a la comunidad que Pablo estaba iniciando y confirmando su lealtad al emperador.
13. A causa de los procesos judiciales que tuvo que afrontar, Pablo irá comprendiendo cuánto preocupaba a las autoridades romanas la proclamación de «otro Rey» más allá del César. Tal vez por eso usará en muy pocos casos la expresión «Reino de Dios», que aparece sólo siete veces en sus cartas. Estatua de Augusto encontrada en Tesalónica. El emperador está representado en medio de un discurso y con una desnudez característica de las imágenes de los dioses. La condición divina imperial era la ideología que mantenía unido al Imperio romano y la teología que permitía al orgullo y a la tradición griegos aceptar con dignidad el orden público impuesto por los romanos. Imperio Romano y Reino de Dios
14. La joven comunidad Cuando los misioneros dejaron Tesalónica, se había llegado a formar una pequeña comunidad. La mayoría de los nuevos creyentes, o tal vez la totalidad, eran de origen gentil «Os convertisteis a Dios, tras haber abandonado los ídolos, para servir a Dios vivo y verdadero» (1 Tes 1,9). El deseo de permanecer un tiempo prolongado entre ellos Pablo lo demuestra a partir de su preocupación por tener un trabajo, que no le hubiera preocupado si proyectaba sólo una breve estadía «Trabajando día y noche, para no ser gravosos a ninguno de vosotros, os proclamamos el Evangelio de Dios» (2,9).
15. Pero los hechos no resultaron como estaban planeados y Pablo dejó Tesalónica, mientras los recién convertidos se transformaron en objeto de persecución por parte de la población macedonia «Vosotros, hermanos, habéis seguido el ejemplo de las iglesias de Dios que están en Judea, en Cristo Jesús, pues también vosotros habéis sufrido de vuestros compatriotas las mismas cosas que ellos de parte de los judíos» (1 Tes 2,14). Aquí el texto adquiere el carácter de una acusación general, que estará durante siglos presente en la polémica cristiana contra los judíos «Éstos son los que dieron muerte al Señor y a los profetas y los que nos han perseguido a nosotros; no agradan a Dios y son enemigos de todos los hombres , impidiéndonos predicar a los gentiles para que se salven; así van colmando constantemente la medida de sus pecados; pero la Cólera irrumpe sobre ellos con vehemencia» (2,15-16).
16. «Esos tales son unos falsos apóstoles, unos trabajadores engañosos, que se disfrazan de apóstoles de Cristo» (2 Co 11,13). Estos versículos son tan contrarios a la opinión de Pablo hacia los judíos expresada en otros textos que han suscitado la pregunta de si son auténticos, o un añadido posterior. Pero no extrañan tanto cuando consideramos la tendencia polémica de Pablo contra todos aquellos que no comparten su modo de obrar, aún con otros creyentes en Jesús. El tono polémico de estas acusaciones exige cautela al momento de aceptar los juicios de Pablo. En la tendencia polemista de Pablo la generalización aparece como un recurso usado con frecuencia “ De los israelitas es la adopción filial, la gloria, las alianzas, la legislación, el culto, las promesas, y los patriarcas; de ellos también procede Cristo según la carne, el cual está por encima de todas las cosas, Dios bendito por los siglos. Amén” (Ro 9,4-5).
17.
18. «… no agradan a Dios y son enemigos de todos los hombres , impidiéndonos predicar a los gentiles para que se salven» (2,15-16). Se apoya en el fundamento de la ética helenística, que consiste en « honrar a los dioses y ser justo con los hombres ». Los gentiles juzgan el monoteísmo judío como un desprecio a la divinidad (entendida de modo politeísta) y el cultivo de su identidad particular como odio a la humanidad. Odio al género humano «Fueron castigados al principio los que profesaban públicamente esta religión [los cristianos], y después, por indicios de aquéllos, una multitud infinita, no tanto por el delito del incendio [de Roma] que se les imputaba, como por haberles convencido de general odio al género humano ». Tácito, Anales XV,44. «A los que se pasan a sus costumbres la primera cosa que se les enseña y persuade es el menosprecio de los dioses, el despojarse del afecto de sus patrias y el no hacer caso de padres, de hijos ni de hermanos». Tácito, Historias V,5. Pablo será ejecutado durante el reinado de Nerón bajo la misma acusación que antes dirigió contra los judíos.
19. « Éstos son los que dieron muerte al Señor y a los profetas y los que nos han perseguido a nosotros […] impidiéndonos predicar a los gentiles para que se salven » (2,15-16). Finalmente Pablo se sentiría cada vez más resentido con esas «iglesias de Judea», a las que ahora pone como ejemplo de padecimiento. Cuando escriba a los Gálatas, reprochará a los miembros de la Iglesia de Jerusalén el oponerse a la predicación entre los gentiles, como ahora acusa a los judíos: «Antes que llegaran algunos del grupo de Santiago, [Pedro] comía en compañía de los gentiles; pero una vez que aquéllos llegaron, se le vio recatarse y separarse por temor de los circuncisos» (Gal 2,12). Habla de «los judíos» como quienes nada tienen que ver con él: « Circuncidado el octavo día; del linaje de Israel ; de la tribu de Benjamín; hebreo e hijo de hebreos; en cuanto a la Ley, fariseo; en cuanto al celo, perseguidor de la Iglesia » (Flp 3,5-6). Más tarde él los llamará: « mis hermanos, los de mi raza según la carne, los israelitas » (Rom 9,3-4).
20.
21. Mientras tanto, Pablo y Silvano desde Atenas habían seguido su viaje hacia Corinto . Allí se les uniría Timoteo trayéndoles noticias de Tesalónica Pablo se alegra de la perseverancia de los creyentes macedonios, pero también de que ellos conservaran un buen recuerdo de los misioneros y desearan su regreso. Él temería que su demora en regresar fuera considerada en Tesalónica como una falta de compromiso. Así se esfuerza por recordarles su comportamiento intachable durante su permanencia en la ciudad: «Nos acaba de llegar de ahí Timoteo y nos ha traído buenas noticias de vuestra fe y vuestra caridad; y dice que conserváis siempre buen recuerdo de nosotros y que deseáis vernos, así como nosotros a vosotros. Así pues, hermanos, hemos recibido de vosotros un gran consuelo, motivado por vuestra fe, en medio de todas nuestras congojas y tribulaciones. Ahora sí que vivimos, pues permanecéis firmes en el Señor» (3,6-8). «Vosotros sois testigos, y Dios también, de cuán santa, justa e irreprochablemente nos comportamos con vosotros, los creyentes. Como un padre a sus hijos, lo sabéis bien, a cada uno de vosotros os exhortábamos y alentábamos, conjurándoos a que vivieseis de una manera digna de Dios, que os ha llamado a su Reino y gloria» (2,10-12)
22.
23.
24.
25. Se trata de un concepto israelita, que supone el amor de Dios y su fidelidad, con la consiguiente necesidad de una respuesta obediente de parte del hombre en su modo de vivir. Pablo aborda en su carta una teología de la Elección, vinculada al tema del llamado. «Conocemos, hermanos queridos de Dios, vuestra elección». (1 Tes 1,4) [Rabí Aquiba] «Israel es querido, por cuanto que es llamado hijo de Dios. Un extraordinario amor le fue manifestado por cuanto que es llamado hijo de Dios, puesto que está escrito: sois hijos del Señor vuestro Dios . Israel es querido por cuanto que le fue dado un instrumento precioso. Un enorme amor le fue manifestado por cuanto le fue dado un instrumento precioso por medio del cual fue creado el mundo , tal como está escrito: porque os he dado una doctrina buena, no abandonéis mi Ley ». Mishná Abbot 3,14 «Te daré los tesoros ocultos y las riquezas escondidas, para que sepas que yo soy Yahveh, el Dios de Israel, que te llamo por tu nombre. A causa de mi siervo Jacob y de Israel, mi elegido , te he llamado por tu nombre y te he ennoblecido, sin que tú me conozcas» (Is 45,3-4)
26. Siguiendo la tradición profética, algunos textos judíos presentan también a los gentiles como partícipes de la elección y de la salvación. Manifiestan una tendencia universalista en el judaísmo de la Diáspora que pudo influir en Pablo. Pablo aborda en su carta una teología de la Elección, vinculada al tema del llamado. «Así dice YHWH Sebaot: En aquellos días, diez hombres de todas las lenguas de las naciones asirán por la orla del manto a un judío diciendo: «Queremos ir con vosotros, porque hemos oído decir que Dios está con vosotros». Zacarías 8,23 «Por medio de los gentiles elegidos reprobará a Israel, como le ocurrió a Esaú por los madianitas, quienes permitieron que se convirtieran en hermanos suyos por su fornicación e idolatría. Por ello se apartó de Dios. Así, pues, hijos míos, formad parte de los que temen al Señor. Pero vosotros, si procedéis con santidad ante el Señor, volveréis a habitar conmigo en esperanza, y todo Israel se congregará ante el Señor ». Testamento de Benjamín 10,11-12
27.
28. Consultas para el Apóstol Algunos estaban preocupados por la suerte de alguno de los creyentes que habría muerto después de la partida de los misioneros. ¿Qué ocurriría con él? Se habría perdido la posibilidad de participar en la venida de Jesús como Señor, que Pablo había anunciado. ¿Y si cualquiera de ellos muriera también antes de la llegada de Jesús? Tomando como punto de partida y como base de todo razonamiento la fe en Jesús muerto y resucitado, Pablo explica que Dios no abandonará tampoco a los creyentes difuntos «Hermanos, no queremos que estéis en la ignorancia respecto de los muertos, para que no os entristezcáis como los demás, que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y que resucitó, de la misma manera Dios llevará consigo a quienes murieron en Jesús » (4,13-14).
29.
30.
31. Jesús, como soberano victorioso llega a la tierra desde su lugar de Resucitado. Como en la llegada a cualquier ciudad lo primero que se veía al borde del camino eran los sepulcros, los primeros en «recibir» al Señor Jesús victorioso son los muertos, y después los que aún vivan. «Nosotros, los que vivamos, los que quedemos hasta la Venida del Señor no nos adelantaremos a los que murieron. El Señor mismo, a la orden dada por la voz de un arcángel y por la trompeta de Dios, bajará del cielo, y los que murieron en Cristo resucitarán en primer lugar. Después nosotros, los que vivamos , los que quedemos, seremos arrebatados en nubes, junto con ellos, al encuentro del Señor en los aires. Y así estaremos siempre con el Señor». (1 Tes 4,15-17) Pablo espera que él mismo pueda presenciarlo «Parusía» del Señor
32. «Vosotros mismos sabéis perfectamente que el Día del Señor ha de venir como un ladrón en la noche. Cuando digan: « PAZ y SEGURIDAD », entonces mismo, de repente, vendrá sobre ellos la ruina» (5,2-3). ¿Cuándo sucedería esto? En realidad nadie lo podía saber Vista anterior (SECURITAS) y posterior (PAX) de un Altar romano en Preneste Roma prometía y concedía a sus provincias conquistadas «Paz y Seguridad», personificadas a veces como figuras divinas. Pablo desacraliza esta autocomplacencia imperial afirmando a los tesalonicenses que esa tranquilidad sobre la que descansa el universo imperial romano está amenazada por una catástrofe inminente. Entonces quedaría definido el conflicto surgido en Tesalónica sobre la realeza del César y la de Jesús.
33. «Todos vosotros sois hijos de la luz e hijos del día. Nosotros no somos de la noche ni de las tinieblas. Así pues, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios» (5,5-6). El convencimiento de un final próximo de la historia, imponía a los creyentes una espiritualidad de espera. El presente era para ellos la víspera del gran día. Por eso debían vigilar, para que ese «Día» no los sorprendiera como un ladrón “ seamos sobrios; revistamos la coraza de la FE y de la CARIDAD , con el yelmo de la ESPERANZA de salvación” (5,8) ADVENTUS: Columna de Marco Aurelio