3. «La ciudad de Corinto fue siempre grande y rica, y tuvo abundancia de hombres de valía tanto en el terreno de lo político como en el de la creación artística; tanto allí como en Sición la pintura y las artes plásticas, y toda creación artística relacionada con ellas, tuvieron un florecimiento extraordinario». Estrabón, Geografía VIII, 6,23. Economía Cerámica de Corinto y una de las tantas tiendas de la ciudad.
4. «Se encontró con un judío llamado Aquila, originario del Ponto, que acababa de llegar de Italia, y con su mujer Priscila, por haber decretado Claudio que todos los judíos saliesen de Roma; se llegó a ellos y como era del mismo oficio, se quedó a vivir y a trabajar con ellos. El oficio de ellos era fabricar tiendas » (Hech 18,2-3). «Estando entre vosotros y necesitado, no fui gravoso a nadie; fueron los hermanos llegados de Macedonia los que remediaron mi necesidad» (1 Co 11,9). Los Hechos relatan un encuentro de Pablo con un matrimonio judío exiliado, recién llegado a la ciudad. Aquila y Priscila fueron empleadores de Pablo y no simples socios. Antes de su encuentro Pablo fue un desempleado que pasó necesidad, teniendo que ser auxiliado por los creyentes macedonios
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8. « Sabéis que la familia de Estéfanas son las primicias de Acaya y se han puesto al servicio de los santos » (1 Co 16,15). Pero la medida del éxito en Corinto lo demuestra el surgimiento de otros centros. Así, en el cercano puerto encontramos «la Iglesia de Cencreas» (Rom 16,1) La partida de Pablo de Corinto no estaría determinada por el incidente narrado en Hech 18,12ss, que se resolvió a su favor. La razón pudo estar en la oportunidad de continuar su misión en Asia. Por los saludos de una de sus cartas sabemos que los primeros en aceptar el mensaje de Pablo fueron de la familia de ESTÉFANAS y que en su casa pudo congregarse la primera comunidad “ Bema” o Sede judicial de Corinto
9. Desde Efeso Pablo siguió en contacto con la comunidad de Corinto. Lo hizo mediante cartas, como antes lo había hecho con los Tesalonicenses. «Al escribiros en mi carta que no os relacionarais con los impuros...» (1 Co 5,9). Ésta no se ha conservado y sólo sabemos de su existencia En otra carta les tuvo que aclarar el sentido de su consigna, al parecer mal entendida por sus lectores. « No me refería a los impuros de este mundo en general o a los avaros, a ladrones o idólatras. De ser así, tendriais que salir del mundo. ¡No!, os escribí que no os relacionarais con quien, llamándose hermano, es impuro, avaro, idólatra, ultrajador, borracho o ladrón. Con ésos ¡ni comer!» (1 Co 5,10-11). 1 Corintios
10. «Estoy lleno de alegría por la visita de Estéfanas , de Fortunato y de Acaico, que han suplido vuestra ausencia» (1 Co 16,17). PRIMERA CORINTIOS sería la respuesta de Pablo a varias consultas prácticas . Pablo Efeso Las preguntas planteadas por los corintios habrían estado escritas en una carta que le envió la comunidad «En cuanto a lo que me habéis escrito ...» (1 Co 7,1). Los portadores de la carta de consulta (y tal vez de la respuesta de Pablo en 1 Corintios), serían los primeros convertidos en Corinto (cf. 1 Co 16,15): Corintios
11. Pero Pablo antes se enteró de la situación de la comunidad corintia por boca de otros de sus integrantes Pablo Efeso «Estoy informado de vosotros, por los de Cloe , que existen discordias entre vosotros. Me refiero a que cada uno de vosotros dice: «Yo soy de Pablo», «Yo de Apolo», «Yo de Cefas», «Yo de Cristo» (1 Co 1,11-12). Cuatro capítulos de la carta estarán dedicados al problema de la división. La preferencia de los creyentes por alguna de las figuras referentes de la comunidad, hasta el punto de alinearse de una manera partidaria, nacía de una valoración equivocada de la predicación, realizada según los criterios de la sabiduría mundana.
12. «Pues yo, hermanos, cuando fui a vosotros, no fui con el prestigio de la palabra o de la sabiduría a anunciaros el misterio de Dios, pues no quise saber entre vosotros sino a Jesucristo, y éste crucificado. Y me presenté ante vosotros débil, tímido y tembloroso . Y mi palabra y mi predicación no tuvieron nada de los persuasivos discursos de la sabiduría» (1 Co 2,1-4). Pedro Apolo Pablo « Santiago, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas » (Gal 2,9). «Era un hombre elocuente y versado en las Escrituras [...] refutaba vigorosamente a los judíos en público, demostrando por medio de las Escrituras que Jesús es el Mesías» (Hech 18,24.27-28). No faltarían comparaciones odiosas
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16. «Por esto mismo os he enviado a Timoteo, hijo mío querido y fiel en el Señor; él os recordará mis normas de conducta en Cristo» (1 Co 4,17). Antes de escribir su carta, Pablo ya habría enviado a Timoteo con instrucciones para hacer frente a las divisiones que le habían comentado «los de Cloe». Después habría llegado Estéfanas a Éfeso con las consultas. Entonces el Apóstol se decidió a escribir su carta. Pablo Efeso Comunidad Corinto Timoteo Comunidad Corinto 2 1 Antes de responder a las consultas formuladas por carta, se detiene para tratar algunas situaciones vergonzosas que habría conocido por los comentarios orales, probablemente por «los de Cloe». Pablo
17. El sentimiento de superioridad de algunos tenía que ver con lo MORAL . Habrían comprendido la libertad evangélica que predicaba Pablo como una licencia para mantener comportamientos considerados unánimemente inmorales. Que éste pudo ser un comportamiento no sólo aceptado, sino también justificado dentro de un sector de la comunidad, lo muestra un caso particular, que Pablo reprocha colectivamente «Sólo se oye hablar de fornicación [ porneia ] entre vosotros, y una fornicación tal, que no se da ni entre los gentiles, hasta el punto de que un o vive con la mujer de su padre. Y ¡ vosotros andáis tan hinchados ! Y no habéis hecho más bien duelo para que fuera expulsado de entre vosotros el autor de semejante acción» (1 Co 5,1-2). «Todo me es lícito» (1 Co 6,12). Palabras de Pablo interpretadas abusivamente «… pero no todo me conviene»; el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo» (1 Co 6,12-13). Relativización de su alcance
18. «El santuario de Afrodita tenía tal opulencia que contaba como hieródulas a más de 1000 prostitutas, ofrecidas a la diosa por donantes de uno y otro sexo; como es lógico, atraían a Corinto a mucha gente y contribuían así a su enriquecimiento». Estrabón, Geografía VIII,6,20 «¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? Y ¿había de tomar yo los miembros de Cristo para hacerlos miembros de una prostituta? ¡De ningún modo! ¿O no sabéis que quien se une a la prostituta se hace un solo cuerpo con ella? Pues está dicho: Los dos se harán una sola carne . Mas el que se une al Señor, se hace un solo espíritu con él » (1 Co 6,15-17). «¿O no sabéis que vuestro cuerpo es santuario del Espíritu Santo, que está en vosotros y habéis recibido de Dios, y que no os pertenecéis?» (1 Co 6,19).
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21. Lo inmolado a los ídolos (8,1) ¿Puede un creyente participar en una comida pública vinculada a un templo? comida de carácter CULTUAL: queda totalmente prohibida para el creyente comidas, con carácter sólo SOCIAL, como la fiesta de un gremio, de una familia, o la que un patrón ofrecía a sus clientes: No representan un obstáculo para la fe, aunque la carne haya sido sacrificada en un templo. «Queridos, huid de la idolatría [...] Fijaos en el Israel según la carne. Los que comen de las víctimas ¿no están acaso en comunión con el altar? […] Pero lo que inmolan los gentiles, ¡lo inmolan a los demonios y no a Dios! Y yo no quiero que entréis en comunion con los demonios. No podéis beber de la copa del Señor y de la copa de los demonios. No podéis participar de la mesa del Señor y de la mesa de los demonios» (1 Co 10,14.18-21). «Sabemos que el ídolo no es nada en el mundo y no hay más que un único Dios. Pues … para nosotros no hay más que un solo Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas y para el cual somos; y un solo Señor, Jesucristo» (1 Co 8,4-6).
22. «Mas no todos tienen este conocimiento. Pues algunos, acostumbrados hasta ahora al ídolo, comen la carne como sacrificada a los ídolos, y su conciencia, que es débil, se mancha... Tened cuidado que esa vuestra libertad no sirva de tropiezo a los débiles» (1 Co 8,7-9). «En efecto, si alguien te ve a ti, que tienes conocimiento, sentado a la mesa en un templo de ídolos, ¿no se creerá autorizado por su conciencia, que es débil, a comer de lo sacrificado a los ídolos? Y por tu conocimiento se pierde el débil: ¡el hermano por quien murió Cristo! » (1 Co 8,10-11). Sin embargo no basta sólo el conocimiento que tranquiliza la propia conciencia. Hay que tener en cuenta también al creyente que no logra distinguir entre comida cultual y comida social en el recinto de un templo. Puede pensar que en todos los casos tiene un carácter religioso.
23. Tal vez en este tema nuevamente intervenía el factor social, porque los comedores de los templos de Asclepio (dios de la salud) eran uno de los lugares favoritos de los hombres acaudalados del lugar para celebrar sus banquetes. «Khairemon te invita a una comida en la mesa del dios Serapis en el templo del dios mañana, a saber, día 15, a partir de las nueve» Papiro de Oxirrynco [Egipto] I,110 Especialmente deben evitar comer en las instalaciones de los templos Templo Comedores Abaton (lugar para “incubar”)
24. Los «fuertes» libres de conciencia se aprovecharían de su conocimiento para justificar la asistencia a estos lugares, frecuentados por sus allegados no creyentes de la élite local. Los menos pudientes no tendrían probablemente esta ocasión. Pero en cuanto «débiles» y más escrupulosos contemplarían escandalizados la licencia que se permitían aquellos creyentes. «Me he enterado que muchos que dicen confesar a Jesús y que se llaman cristianos comen de lo sacrificado a los ídolos y afirman que de ahí no se les sigue ningún daño [...] De entre ellos, unos se llaman marcionitas, otros valentinianos, otros basilidianos, otros saturnilianos». Justino, Diálogo con Trifón 35,1.6. [Los valentinianos] «comen sin más la carne sacrificada y se colocan en los primeros puestos en todos los agasajos festivos organizados en honor de los dioses». Ireneo de Lyon, Contra las herejías I,6,3.
25. De todos modos, ninguno de los creyentes podía estar seguro si la carne vendida en el mercado o « macellus » había sido sacrificada en un altar. Pablo quiere tranquilizar esas conciencias, que no tenían ninguna intención de ser partícipes de un acto idolátrico, autorizando la compra ¿Y si eran invitados a comer en la casa de un no creyente? Lo mejor era no preguntar por el origen de la carne. Pero si el anfitrión comentaba la procedencia había que abstenerse, porque ya no se estaría en situación de inadvertencia. «Comed todo lo que se vende en el mercado sin plantearos cuestiones de conciencia; pues del Señor es la tierra y todo cuanto contiene» (10,25-26). «Mas si alguien os dice: «Esto ha sido ofrecido en sacrificio», no lo comáis, a causa del que lo advirtió y por motivos de conciencia. No me refiero a tu conciencia, sino a la del otro; pues ¿cómo va a ser juzgada la libertad de mi conciencia por una conciencia ajena? [...] No deis escándalo ni a judíos ni a griegos ni a la Iglesia de Dios» (10,28-29.32). Templo de Apolo, en Corinto (reconstrucción). El macellus estaba ubicado al lado. Macellus de Pompeya
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28. «Hay diversidad de carismas , diversidad de ministerios , diversidad de operaciones , pero el Espíritu es el mismo; pero el Señor es el mismo; pero es el mismo Dios que obra en todos» (12,4-6). «A cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para PROVECHO COMÚN » (12,7). UNIDAD DIVERSIDAD Los carismas Pablo explica la armonía que debe haber entre las operaciones de los creyentes investidos por ministerios y de los capacitados con carismas. Para eso recurre al modelo del Cuerpo, como realidad unida y organizada. «Muchos son los miembros, mas uno el cuerpo. Y no puede el ojo decir a la mano: «¡No te necesito!» Ni la cabeza a los pies: «¡No os necesito!» Más bien los miembros del cuerpo que tenemos por más débiles, son indispensables» (1 Co 12,20-22). «Somos miembros de un gran cuerpo. La naturaleza nos hizo hermanos a todos, engendrándonos de la misma materia y para el mismo fin. Nacimos para vivir en común». Séneca, Epístolas a Lucilio 95,52.
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31. INMORTALIDAD DEL ALMA Esto pudo llevar a los creyentes corintios a interpretar la resurrección de un modo puramente metafórico. Ésta ya se habría producido en la experiencia de la vida espiritual a través del bautismo y de la eucaristía. Así, la muerte no haría otra cosa que romper las ataduras que todavía retenían sus almas en la tierra. Ésta alcanzaría su plena libertad cuando la muerte la liberara definitivamente del cuerpo. [El alma debe] «vivir en lo posible, tanto en el presente como después, sola en sí misma, desligada del cuerpo como de una atadura... [En la muerte] el alma , la parte invisible, se va a un lugar que es como ella misma... a la presencia del Dios bueno y sabio, adonde, si Dios así lo quiere, ha de ir en breve mi alma». Platón, Fedón 67d, 80bd. Hermes guiando el alma de una mujer muerta
32. «El alma es absolutamente superior al cuerpo; aquello que le da a cada uno de nosotros su ser no es nada más que el alma, mientras que el cuerpo no es más que una sombra que nos acompaña. Así, bien dicho está de los difuntos que el cadáver no es más que un fantasma; el verdadero hombre -eso inmortal llamado el alma- parte para dar cuenta a los dioses del otro mundo, tal como nos enseña una tradición ancestral , trance que los buenos pueden esperar sin recelo, y los malos, empero, con profunda consternación». Platón, Leyes 12.959b. INMORTALIDAD DEL ALMA Esto pudo llevar a los creyentes corintios a interpretar la resurrección de un modo puramente metafórico. Ésta ya se habría producido en la experiencia de la vida espiritual a través del bautismo y de la eucaristía. Así, la muerte no haría otra cosa que romper las ataduras que todavía retenían sus almas en la tierra. Ésta alcanzaría su plena libertad cuando la muerte la liberara definitivamente del cuerpo. Entre los griegos Hermes es quien pesaba el alma de los difuntos. «es YHWH quien pesa los corazones» (Prov 21,2).
33. «Os recuerdo, hermanos, el Evangelio que os prediqué, que habéis recibido y en el cual permanecéis firmes, por el cual también sois salvados, si lo guardáis tal como os lo prediqué... Si no, ¡habríais creído en vano! Porque os transmití, en primer lugar, lo que a mi vez recibí : que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las Escrituras; que se apareció a Cefas y luego a los Doce; después se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales todavía la mayor parte viven y otros murieron. Luego se apareció a Santiago; más tarde, a todos los apóstoles. Y en último término se me apareció también a mí, como a un abortivo» (15,1-8). Pablo responde repitiendo una vez más lo que ya les había predicado durante la estadía fundacional en Corinto «Cristo resucitó de entre los muertos como primicias de los que durmieron. Porque habiendo venido por un hombre la muerte, también por un hombre viene la resurrección de los muertos» (15,20-21). La resurrección corporal (no simplemente metafórica) era el transfondo de la esperanza del judaísmo farisaico. El mensaje pascual presentaba el comienzo de la realización de esta esperanza en la persona de Jesús.
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36. La colecta y Apolo En el último capítulo Pablo responde dos preguntas que también le habrían escrito. Primero detalla cómo realizar «la colecta en favor de los santos». El procedimiento sería el mismo que le habría pedido a los gálatas (1Cor 16,1), probablemente en su segunda visita. Consistiría en ir ahorrando «cada primer día de la semana», para enviar lo recaudado a Jerusalén cuando Pablo llegara a Corinto (16,2). La otra consulta parecería ser un pedido a Apolo para que visitara la comunidad. La respuesta de Pablo muestra que entre los dos apóstoles no había problemas, sino una buena comunicación: «En cuanto a nuestro hermano Apolo, le he insistido mucho para que vaya donde vosotros con los hermanos; pero no tiene intención alguna de ir ahora. Irá cuando tenga oportunidad» (1Cor 16,12). Tal vez la negativa de Apolo estaba motivada por respeto a Pablo y para no aumentar la rivalidad de los grupos.
37. Mediante la carta 1 Corintios Pablo intentó poner orden en aquella comunidad. Lo hizo llamando la atención por los malos comportamientos, pero también poniendo por escrito el nombre de quien debía ser obedecido en medio de las divisiones. «Os hago una RECOMENDACIÓN , hermanos. Sabéis que la familia de Estéfanas son las primicias de Acaya y se han puesto al servicio de los santos. También vosotros mostraos sumisos a ellos y a todo aquel que con ellos trabaja y se afana» (1 Co 16,15-16). «El tipo de [carta] de recomendación es el que se escribe a favor de una u otra persona, entrelazando su alabanza al tiempo que hablamos a quienes no lo conocían anteriormente como si les resultara familiar. Debe hacerse del siguiente modo: Fulano de tal, quien les lleva esta carta , es apreciado por su fidelidad; harán bien en considerarle digno de una buena acogida tanto por mis recomendaciones como por él mismo, y, muy pronto, por la comprobación de ustedes». Pseudo Demetrio, Tipos epistolares 2.
38. «Seguiré en Efeso hasta Pentecostés: porque se me ha abierto una puerta grande y prometedora, y los enemigos son muchos» (1 Co 16,8-9). «Como si yo no hubiera de ir donde vosotros, se han hinchado algunos. Pero iré pronto donde vosotros, si es la voluntad del Señor; entonces conoceré no la palabrería de esos orgullosos, sino su poder» (1 Co 4,18-19). «Si para otros no soy yo apóstol, para vosotros sí que lo soy» (1 Co 9,2). ¿Qué motivo habría para tal cuestionamiento? Toda la defensa frente a quienes lo acusaban se apoya en la justificación de su renuncia a recibir apoyo económico. Tal renuncia molestaba a los corintios. Especialmente porque Pablo sí aceptaba apoyo económico de parte de otras comunidades. Pablo se decidió por una carta y por permanecer por el momento en Asia Esa decisión no debe haber sido fácil, teniendo en cuenta que la actitud orgullosa de las personas más conflictivas se veía fortalecida con la ausencia de Pablo Algún sector de la comunidad no sólo subestimaba la falta de elocuencia de Pablo. También cuestionaba su autoridad
39. Posiblemente la afirmación de que él es « LIBRE DE TODOS » (1 Co 9,19) sea la respuesta. ¿Por que se negaría a acoger la ayuda ofrecida en Corinto? Pablo no estaría dispuesto a quedar incluido en las redes de «patronazgo» que seguirían manteniendo algunos en la comunidad. La problemática de la Cena del Señor las había dejado al descubierto. «Mi timbre de gloria ¡nadie lo eliminará! [...] Ahora bien, ¿cuál es mi recompensa? Predicar el Evangelio entregándolo gratuitamente, renunciando al derecho que me confiere el Evangelio» (1 Co 9,15.18). ¿Qué pasaría si aparecieran en Corinto otros predicadores que sí aceptaran el patronazgo de quienes se sentían despreciados por Pablo?