ELA critica la política social del Gobierno Vasco y la sumisión al capital
1. NO NOS INVENTAMOS EL DERRIBO SOCIAL
Aitor Esteban (PNV) se refirió a quienes convocamos la huelga general diciendo que
estamos en la inopia y que vivimos en otro mundo. ¡Qué despropósito! Vaya por
delante una convicción, Sr. Esteban: La existencia de organizaciones no tuteladas por
el poder debería ser considerada como un síntoma de normalidad democrática. Sin
embargo, no es así. Los gobiernos no aceptan la crítica si viene del mundo sindical y
social; sí los halagos. ¿Déficit democrático? Es algo más grave. El Gobierno vasco
plantea fórmulas para eludir la representación legítima de organizaciones que le
critican. Entre el poder y el individuo, nada colectivo porque es pernicioso. Así
piensan. Probablemente el Sr. Esteban no comparta nuestra valoración sobre
“políticos y gobiernos obedientes” porque él, personalmente, se encuentre cómodo
rompiendo todos los equilibrios sociales.
¿Nos estaremos inventando lo que vemos? ¿Acepta la política un papel subordinado
ante el capital?
Analicemos los hechos: Reformas laborales y de negociación colectiva para bajar
salarios (cuando el PNV era necesario porque Zapatero no tenía mayoría, sus votos
fueron determinantes para aprobar esas reformas); los presupuestos más antisociales
de la historia por aceptar el “techo de gasto” que dicta Madrid y por la negativa
-durante cinco años de crisis- a cambiar la política fiscal liderada, aprobada y
aplicada por el PNV; recortes en prestaciones sociales; dos reformas de pensiones
(enero 2011 y marzo 2013)…
Y lo que viene. El mayor déficit que autoriza Bruselas (Rajoy decidirá a dónde se
dirige ese margen y en qué medida, si a los presupuestos del Estado y de las
Comunidades Autónomas o a la Seguridad Social) viene acompañada de otra reforma
de pensiones brutal; otra reforma laboral para extender 'minijobs' sin derecho a
prestaciones que agujereen los convenios colectivos; otra rebaja en las prestaciones
de desempleo; una reforma de la Administración para abrir espacio al negocio
privado… Suma y sigue.
En este contexto, en Hego Euskal Herria hay más de 230.000 personas en paro, la
tasa de desempleo (17,7%) supera en 7 puntos la media europea y quienes gobiernan
siguen con su política de recortes, dando lugar a más recesión y más paro. No les
preocupa en absoluto la suerte de las personas sin empleo. ¿Y la banca? Dicen que
necesita otros 80.000 millones de euros. Mientras tanto, no hay crédito. La economía
real está colapsada.
Volvamos un poco la vista atrás. PP, PSOE, PNV, CiU, UPN… votaron en 2005 a favor
del Tratado Europeo hecho para el capital. A quienes nos opusimos nos decían que no
éramos “modernos”. Hoy, la aplicación de ese Tratado por élites ultraliberales que
no se someten a elecciones democráticas, ata de pies y manos a los gobiernos para
unificar en Europa políticas neoliberales y destruir su modelo social. Aceptaban
quedarse sin instrumentos para hacer política mientras se convierte a los Estados y su
deuda pública en objeto especulativo. Recortes y más recortes para que cobren los
especuladores. Manda la Troika, que es cualquier cosa menos democrática. El Estado
está bajo su control. Y el Gobierno Vasco, bajo el control de la Troika y de Madrid.
No existe ninguna bilateralidad entre la CAPV y el Estado. España es hoy puro
neocentralismo.
2. Aceptadas esas premisas por el Gobierno Vasco no hay margen para los grandes
acuerdos. ELA se ha reunido varias veces con representantes del ejecutivo, que
sondeaba posibles acuerdos y nos invitó a la Mesa de Diálogo Social. Le explicamos no
hay “diálogo social”; que esas mesas son un teatro para amortiguar la contestación
social, y que lo que nos interesa se decide fuera de las mismas entre gobiernos y
patronal.
Nos plantearon entrar en un Acuerdo Interprofesional con Confebask. ELA explicó al
gobierno que si caen los salarios (objetivo de las reformas) caerá más el empleo (y la
recaudación fiscal); que la pretensión de salir de la crisis a través de la devaluación
salarial es pura ideología y una estupidez, y que, además, ese hipotético acuerdo,
tras la reforma laboral del PP, no sirve para evitar la caída salarial en las empresas.
También le dijimos que Rajoy prepara otra reforma para “rematar” la anterior.
¿Quién se atreve a cerrar un acuerdo con la patronal cuando vía ley se le va a dar
más? ¿Quién desconoce que el objetivo de la siguiente reforma es que miles de
personas trabajen por debajo del SMI o de lo pactado en los convenios?
En el terreno de los hechos, el gobierno ha presentado un borrador para crear una
Comisión para la Inaplicación de los Convenios: Es un “copia y pega” de lo regulado
en Madrid, que no incorpora, en un tema que puede ser inconstitucional, ningún
obstáculo a la voluntad unilateral del empresario de no aplicar el convenio.
El consejero Sr. Aburto, además, ha lamentado que en la CAPV no sea posible hacer
un acuerdo como el protagonizado por CCOO y UGT con la CEOE en Madrid sobre
ultraactividad. Se ha dado mucho bombo a ese acuerdo sin reparar en su contenido,
que deja en manos de la patronal la prórroga o no de la ultraactividad. Para ello no
hacía falta acuerdo alguno.
Sr. Esteban, con esta política… ¿dónde está el punto de encuentro con gobiernos y
patronal? Los gobiernos quieren que demos cobertura a sus políticas, y no lo vamos a
hacer. Erkoreka y Aburto lo han dejado claro: “El día siguiente a la huelga general no
cambiará nada”. ¿Qué mejor prueba de que el gobierno no piensa cambiar las
políticas que aplica? ¿Qué cambia al día siguiente de las decisiones adoptadas por los
gobiernos? Que estamos peor, que hay más paro, menos derechos y más pobreza.
En el mitin del 30 de mayo dijimos que… “Hoy, la democracia, se expresa en la calle
más que en los Parlamentos, que han sido convertidos en algo irrelevante. Esos
partidos han cedido la soberanía a un capital codicioso, y si se descuidan, acabará
también con ellos”.
Quizás usted no lo entienda, Sr. Esteban. Trabajamos para consolidar un espacio que
defiende lo colectivo, la justicia y la solidaridad; que exige otra política. Pensamos
que es la mejor manera de representar los intereses y expectativas de las personas
que pierden, que cada vez son más.
Mikel Noval
Responsable Política Social ELA