Tema 8.- PROTECCION DE LOS SISTEMAS DE INFORMACIÓN.pdf
Hoy
1. Alan:
Hoy, puede ser un día, como otro cualquiera. Puede que hayas conseguido lo que ansiabas o no.
Puede que este lloviendo a cántaros o sea el día más soleado del año. Hoy es un día diferente,
en el cual no encuentro mis sentimientosen ninguna parte, incluso en lo más profundo del ático
de mi alma. Me noto vacío cada vez que respiro. Apenas me doy cuenta de si mi corazón ha
dejado de latir. No lo sé. Por el momento, solo soy capaz de ver oscuridad, a lo mejor, me
encuentro en una pesadilla interminable, en un cuarto oscuro, o en mi cama con los ojos
cerrados indagando en mi subconsciente. Mi última opción puede que sea la más creíble a todo
esto, un poco difícil de ingerir por mi cuenta pero es la más probable. Puede que quizás haya
muerto…
Lo sé, es un poco exagerado pensar esto, yo mismo lo admito. Un día estás tan tranquilo en la
flor de la vida hasta que en el momento más inesperado, ¡Zas! La muerte quiere jugar a su
juego favorito, que como todo el mundo sabe que no hay vuelta atrás para nadie…
Pero, dejando todo esto de lado por un momento, lo que aún me sigo cuestionando es: ¿Dónde
estoy exactamente, si se supone que estoy muerto?No puedo saber mi paradero en medio de la
nada. Miro a mi derecha, miro a mi izquierda, nada, tan solo oscuridad. ¿Será esta la vida que
me espera, desolado y solo en medio de esta noche interminable? Solo espero que haya una
salida.
Entonces, como un milagro que ansiaba esperar, aparece una tenue luz en el horizonte. Me
levanto y comienzo a caminar lentamente, no tengo prisa si te digo la verdad. Pero a los pocos
segundos me encontraba corriendo desesperadamente sin poner fin. Cualquiera que me viera
ahora mismo, no se replantearía en llamar al psiquiatra lo más rápido posible. Pero como tú y
yo sabemos, solo quiero encontrar respuestas, respuestas que tendrán su solución muy pronto.
Cada segundo, se me hace eterno. Cada pisada que doy en la nada, parece no terminar. Con cada
bocanada de aire que tomo, hace que me hierva la sangre. Se acerca el final, lo presiento,
aunque también es porque la luz se hace más nítida por cada paso que voy dando. Ahora, sería
el momento justo de empezar a preguntarme qué es lo que puede estar al final de este trayecto,
¿El cielo? ¿El infierno? Ni siquiera yo mismo lo sé. Pero, el cielo, ese el cual todos y cada uno
soñamos con él, ¿existirá de verdad, o será otra de las muchas mentiras que se cuentan a lo largo
de la historia?
Sacudo la cabeza y sigo adelante, pero lo que me viene a la cabeza a continuación es más
enredado que mis otras especulaciones. Dicen que cuando mueres,segundos antes tu cerebro
provoca imágenes de la vida que has llevado. Desde esos momentos inolvidables que te hicieron
reír, hasta que esos que querías olvidar. Pero, lo que yo no entiendo, es que si supuestamente he
muerto, ¿Por qué acaso no he visto mi vida momentos antes de pasar, y no recuerdo nada de lo
ocurrido? Suspiro y miro hacia delante.* Encontraré las respuestas sean como sea* pienso en
ese mismo instante, mientras termino mi caminata cruzando la luz…
*****************************
Parpadeo un par de veces y vuelvo a la realidad, donde he pasado de estar en la oscuridad
absoluta a atravesar la luz y aparecer en medio de mi habitación, en el piso donde vivo. Todo
sigue como la última vez que lo recuerdo, la ropa desperdigada sobre la mesa con el pórtatil en
2. la zona este del cuarto, mi cama media hecha con la almohada tirada en el suelo, en resumen, el
mismo desastre con el que he vivido siempre. Doy media vuelta y miro hacia el otro lado de la
habitación.
Apenas de un par de meses, podrías haberme visto feliz y radiante, tal y como era. No dejaba
que nada se interpusiera en mi camino, y cuando digo nada, nada era. Si, como puedes imaginar
era un chico normal y corriente, cuya vida le iba bien, o eso creía yo. Un día, no recuerdo
exactamente el día pero sí que nos encontrábamos a finales de un frio Febrero, nada más
despertarme sabía que mi cuento de hadas se había acabado. ¿Qué cómo lo sabía? Yo aún me lo
seguía preguntando.
¿Alguna vez has querido desaparecer y que nadie note la presencia, ser solo un fantasma en el
camino? Si alguna vez os ha pasado, o algo similar, ya sabéis como me sentía. Cuando estás de
esa manera, lo único de lo que eres capaz de hacer es asentir, y mostrar tu sonrisa falsa de
emergencia o te ocultas en esa típica máscara de la que nadie, es capaz de notar apenas su
presencia. Si nunca has tenido dicha sensación debería felicitarte, por la vida que muchos
queremos pretender.
Tras unos segundos de meditación, suspiro por lo bajo y busco mi guitara acústica que tanto
ansiaba encontrar. No fue muy difícil a decir verdad, nada más echar una vista gorda a la
habitación, se notaba que su clavijero, en una esquina de la habitación debajo de la cama, busco
su funda dentro del armario, y salgo de la habitación con el mismo desorden que me la he
encontrado.