El primer párrafo describe una mañana gris en Oviedo, con ancianos caminando solitarios y ladrillos coloreando las calles. La segunda oración resume la historia y cultura de la ciudad reflejada en sus edificios y monumentos. El tercer párrafo describe la plaza del Fontán y cómo los escritores forjaron sus obras maestras allí.
2. Oviedo De gris plomizo se tiñe la mañana entre las melancólicas calles tintadas por el color del ladrillo, con el ruido de fondo de ladridos y pasos. Caminando con paso vacilante un anciano pasea entre las montañas de asfalto, engullido por el mobiliario urbano y la soledad del gentío. Las baldosas alineadas van dibujando el suelo de la ciudad en perfecta armonía, con el casco histórico y los monumentos. Salpicando calles y plazas las esculturas cuentan la historia de la ciudad, marcado por el esplendor de una época olvidada. La música endulza el ambiente triste y apático al son del himno de Asturias, emitido por el replicar de las campanas de la pequeña catedral, icono de Oviedo que se esconde entre los modernos edificios, dando elegancia y señorío a los ovetenses. Y la plaza del Fontán la historia en consonancia con arcos y columnas, describen una época de cultura donde grandes escritores, fraguaban sus obras maestras. El aroma a café y pan recién hecho inunda e embriaga a los transeúntes, mientras ensimismados en tan singular escenario, se representa en este cuadro de Humberto Alonso la obra de sus vidas.
3. Sepultado en vida De forma anónima vivo, nadie me tiene en cuenta porque no importo, trabajo para vivir mientras sin estar muerto sepultado en vida arranco con mis manos el fruto de mi esfuerzo con la única ilusión de terminar una jornada más sin perecer en el intento. No busco fama, pero salimos en las noticias y llenamos las cronológicas, sólo pienso cuando será mi hora. Mientras en casa la familia se pasa el día rezando, esperando una noticia o simplemente el regreso al hogar, que se celebra cada día como si fuera el último. Pero la tensión se respira en el aire y a veces cansado me cuesta respirar, la garganta seca, un nudo permanente ata el estomago, pido al señor que no me haga regresar al infierno; pero cada día vuelvo porque tengo que dar de comer a mi familia. Después del trabajo voy al bar a charlar con los compañeros, allí para olvidar seguimos hablando de trabajo, mientras bebo una pinta de vino. En la televisión otro compañero ha caído, abandonamos nuestro único rato de asueto para ir en rescate de nuestros amigos, no sabemos cuando nos tocara. Después de horas incansables de trabajo salimos con un par de cadáveres, las lágrimas bañan mi cara y la impotencia enturbia mi corazón, agotado sin mediar palabra con semblante serio, apagado y cabizbajo me voy a casa a descansar porque en un par de horas entro a trabajar.
4. Otoño, Cambio de estación El colorido del verano, se apaga lentamente con la alegría de las vacaciones, los días en el campo o la playa y el tiempo invertido en la familia ya han pasado. Dejando lentamente a lo largo del día la estación más alegre para cambiar melancólicamente al otoño, donde los colores ocres van tiñendo el verde de las copas de los árboles. La rutina se va apoderando de nuestras vidas, el trabajo y las responsabilidades enturbian una época que lentamente transcurre dando paso al cambio de temperatura. Nuestro atuendo deja paulatinamente las mangas cortas y los zapatos, sandalias para dar lugar a las chaquetas de entretiempo y la ropa de manga larga. La oscuridad se apodera poco a poco del día, alejando la luminosidad que mostraba la alegría de las gentes latente en el colorido de sus ropas, para dar paso a días apáticos donde los atuendos van apagando su viveza para mostrar la seriedad y la rigidez en sus colores. La gente con suma precisión y sin previo ensayo camina al compás, siguiendo un ritual que día a día muestra el fin de la anárquico verano, para dar paso a la disciplina férrea de la jornada laboral del otoño.
5. La Sangre Oro liquido que eres fuente de vida, que nadie te valora y todo el mundo te posee. Que pocos te comparten y muchos te necesitan, que en tú interior la vida mana y que cambias de forma dependiendo de tú continente. La generosidad de las propiedades que tienes a muchos benefician pero en la escasez no se puede sustituir por ningún otro componente. De color rojo tú aspecto es, da igual la persona que te posea, no varía aunque cambie la raza o el sexo. Con la donación la gente se cura y tras tú perdida el donante se beneficia, con simbiosis complicidad todos salen ganando al renovar el liquido perdido.