1. EL PROPÓSITO DE KEVIN
Kevin era un niño con tan sólo quince años que vivía en Texas en el domicilio de sus abuelos, ya
que sus padres murieron en un terrible accidente de coche cuando él sólo tenía seis años. Kevin
desde muy pequeño empezó a jugar al baloncesto, pero no era un deporte que se le diera realmente
bien. Un día su abuelo paterno le contó que su padre amaba el baloncesto y que unos de sus sueños
era ser jugador del equipo de Texas, Western. El chico al oír esto se propuso cumplir el sueño de su
padre. Kevin entrenó día y noche para que su padre se sintiera orgulloso de él desde cualquier lugar
que se encontrara. Pero el niño al ver que su nivel de juego no mejoraba fue dejando poco a poco
ese propósito. Cuando Kevin creció y se iba de casa de sus abuelos, haciendo la mudanza encontró
un balón que pertenecía a su padre y eso le hizo ver que quería seguir cumpliendo el sueño de su
padre. Pasaron los años y Kevin seguía esforzándose para conseguir su reto, mejoró muchísimo en
el juego, incluso era el mejor jugador de su equipo. Cuando tenía veintisiete años decidió hacer las
pruebas para entrar en el equipo de Western. Ese mismo día fue a visitar a su abuelo y le contó que
se presentó para entrar en el equipo, su abuelo con orgullo le dijo: 'Muy bien Kevin, pero quiero que
sepas que si te seleccionan o no, tu padre estará muy orgulloso de ti, porque lo importante no es
conseguir tu sueño, si no luchar por él'. Al día siguiente le comunicaron que fue seleccionado para
el equipo. Y en ese instante tuvo claro dos cosas: que su padre estaría sonriendo en ese mismo
momento y que si luchas por algo, lo consigues. M. M. G.
Película: Camino a la gloria