Este documento resume algunas de las manifestaciones populares tradicionales de Cantabria como juegos, deportes, canciones y bailes. Describe juegos como la rana, la tuta, la tabas y el castro. También describe deportes rurales como el corte de troncos, los serradores, el tiro de cuerda y la siega. Además, menciona canciones populares y bailes tradicionales como la danza de Ibio y el himno de Cantabria.
6. Juegos tradicionales de Cantabria
La Rana
Este juego consiste en lanzar una ficha de metal para intentar meterla en la boca de
una rana metálica situada en el centro de una mesa, o en alguno del resto de agujeros
de dicha mesa.
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8. La Tuta
El fundamento de este juego es lanzar unos tangos para intentar derribar la tuta, que
se encuentra a unos 22 metros de distancia en una pista de tierra lisa.
Es un juego muy extendido y con muchas variantes, conociéndosele en otros lugares
como uta, tarusa, tanga, tanguilla o tangano.
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10. La Tabas
La taba es un hueso que se encuentra en las patas del cordero. A veces se coloreaban
con anilina u otros productos.
Se echan cuatro tabas al suelo; la quinta se echa al aire y hay que coger una de las del
suelo antes de que caiga. Se repite el proceso hasta que se recojan las cuatro del suelo
sin fallar. La quinta se lanza se nuevo al aire y hay que recogerla sin caer. Existen
diversas variantes en los materiales y las formas de recoger las pitas.
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12. El Castro, Pita o Tara
Sobre unos cuadros pintados en el suelo, que adoptaban diversas
formas, hay que desplazar una piedra, la tara, empujándola con
el pie. Tiene muy diversas reglas.
En Cantabria son importantes los castros con pelota botada, que
se acompañaban de retahílas. Las figuras dibujadas pueden ser
de diferentes formas y las dos maneras más usuales de jugar son:
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Se lanza la pita a la primera casilla, empezando por la parte
inferior, saltando ésta se pasa a la pata coja y se van
recorriendo las demás. Al regresar se recoge la pita para
salir.
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Se lanza la pita al cuadro que corresponda y entrando a la
pata coja, se va empujando con la punta del pie de uno en
uno, hasta recorrer todo el castro. Se vuelve y se lanza la
pita fuera del castro y se pisa al final del trayecto.
Se pierde cuando: la pita cae en raya, el jugador pisa raya, si
descansa en la casilla que no corresponde, si al tirar cae en la
casilla que no le toca o sale fuera del castro.
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14. El mis
Se marcan en el suelo tres rayas paralelas, y cada jugador colocaba dos nueces en la
primera raya. En el centro de la segunda raya se colocaba una nuez pequeñina, que se
llama “mis”. Detrás de la tercera raya, con las piernas abiertas, se sienta un niño que se
ocupa de recoger los cucones que lanzan sus compañeros y compañeras. Este recoge-
cucones, cada vez que se saca el “mis” una nuez como premio. Los jugadores desde un
punto acordado previamente, tiran por dos veces los cucones, que eran nueces grandes y
pesadas, para intentar sacar de su sitio el resto. Se ganan, solamente, las nueces que al
golpearlas se pasaban de la segunda raya y todas si se logra golpear directamente al
“mis” y pasarle de la tercera raya.
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16. El tejo
Se sitúa una piedra grande a una distancia acordada y cada jugador tira con otra
redondeada hacia ella. Quien la aproxima mas, la derriba, la aleja o rompe en cada una
de las tres tandas de tiro que se conceden, gana los puntos establecidos. Cuando alguno
alcanza la puntuación pactada, los demás le llevan a “cuchos”.
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18. La tuta
En este juego se apostaba dinero, lo jugaban adultos y niños
y, en este caso, apostaban cromos y chapas. Cada jugador
lanza dos discos sobre la tuta, para derribarla y el dinero que
queda mas cerca de las tangas (discos) que de la tuta se gana.
Con la primera tanga intentan el derribo de la tuta y con la
segunda la aproximación a las monedas. Cuando se ganaba
todo el dinero apostado se iniciaba una nueva jugada.
El burro
Un niño o niña se coloca de burro, los demás saltan por
encima mientras dicen un verso de una retahíla. Si fallan o se
equivocan en el verso se la quedan y si el juego se termina sin
error, el burro persigue a los saltadores y a quien atrapa se
queda de burro. Mientras saltan deben hacer gestos o golpear
al burro.
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20. El calvo
El calvo es un palo de tres patas que hay que derribar y desplazar lo más lejos posible
de su posición. Los jugadores lanzan desde la línea de tiro, de uno en uno, y, cuando el
calvo cae, los jugadores que han tirado deben recuperar su palo. Ese es el momento que
aprovecha el calvero para lanzar una zapatilla, mechajo, boina, etc. para dar a alguno,
que le sustituirá. Antes ha tenido que pinar el calvo en su lugar.
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22. Deportes tradicionales de Cantabria
El corte de troncos
En una región maderera por antonomasia y derivado
del trabajo de talado de robles y hayas en nuestros
montes, surgen exhibiciones y concursos de corta de
troncos con hacha que se celebran en muchas
localidades de cantabria. Dentro del tronco libre, que es
tradicional en nuestra región, se puede competir a
través de dos modalidades: individualmente o por
parejas. Se trata de hacer en el menor tiempo posible
los cortes establecidos de antemano a los troncos
previamente sorteados. Se solía iniciar al pronunciar el
adulto que actuaba de controlador la frase ¡Arrear
estopa, muchachos! Y se convertía en un esfuerzo
explosivo acompañado por los hachazos que penetran
en la madera.
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26. Los serradores
Los excepcionales bosques autóctonos de Cantabria, que hoy son zonas de escasa
explotación maderera y altísimo valor ambiental, fueron durante siglos espacios en los que
se desarrollaron múltiples tareas de aprovechamiento. Los leñadores que se encargaban de
cortar los árboles con sus afiladas hachas y con sus tronzadores “llevados al aire”, los
carreteros que con sus rabonas y sus parejas de vacas y bueyes bajaban los troncos hasta
los “parques”, los serradores encargados de extraer de aquellos maderos las mejores ripias,
tablones, traviesas y longinas, viguetas y vigas, los carpinteros y otros profesionales, se
convertían en especialistas del trabajo de la madera de castaño, roble o haya.
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30. Tiro de cuerda
Competir en equipo, hombres contra hombres, mujeres contra mujeres, niños y
niñas o en grupos mixtos, servía para llenar los tiempo de ocio en las calles, campas
y leras de nuestras ciudades y pueblos y como divertimento en los días de fiesta.
Solía competirse en grupos de ocho y, conocidos los mejores, se participaba en
concursos celebrados por todos nuestros valles. Con rozas, cuerdas o palos, se
señalaban en el suelo tres líneas, de las cuales, la central, debía coincidir con el
pañuelo atado a la mitad de la cuerda. Colocamos los equipos, el juez da la orden de
tiro y el primero que haga pasar el pañuelo de la línea que tiene más próxima, es el
ganador de la manga. El primero en ganar dos mangas, es proclamado vencedor.
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34. La siega
Si existía una tarea dura en el trabajo del campo, ésta era la siega, en la que los más
escondidos músculos del cuerpo se ponían en tensión en un cadencioso y tenaz
esfuerzo por avanzar con el nombillo o lombillo sin que te alcanzara el segador
sigueinte. Este trabajo también terminó por practicarse como exhibición y concurso
en determinadas celebraciones del verano.
Los dalles bien picados, la coladra para la piedra bien llena de agua y a ¡a competir!
Se habían sorteado previamente las parcelas y, cada segador o cada pareja, debían
segar en el mínimo de tiempo la “jaza” asignada. Para respirar unos segundos y afilar
el corte borrado, se “daba piedra al dalle” dejando sonidos largos y rasgados cuyo
volumen disminuye a medida que la piedra se acerca a la punta.
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36. Salto pasiego
El salto pasiego es otro de los deportes rurales destacados de la región y un claro ejemplo
de cómo el uso de una habilidad o técnica de trabajo va desapareciendo con el paso del
tiempo, dando lugar a la competición y al juego.
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38. Carrera de ollas
Este deporte tradicional en el norte de España consiste en transportar dos ollas llenas de
agua y dar vueltas alrededor de un circuito. El participante que más vueltas pueda dar al
circuito es el ganador.
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40. Tiro de cuerda
Sentados en el suelo los dos participantes y mirandose mutuamente, se colocan unidos
únicamente por las plantas de los pies para posteriormente coger el palo. Cada vez se
variará la posición de las manos sobre el palo por que se dice que la persona que coge el
palo por dentro tiene más ventaja para ganar.
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42. El remo
El remo es un deporte muy tradicional en las localidades costeras. Los orígenes del remo
se remontan atrás varios siglos, cuando varias traineras de cada pueblo se disputaban la
venta del pescado, que se reservaba a la embarcación que antes llegase a la lonja. Fue a
finales del siglo XIX cuando el trabajo se convirtió en deporte y se comenzaron a organizar
regatas entre localidades del Cantábrico.
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44. Las palas
Es un juego que se practica en las playas de Cantabria como mínimo entre dos
jugadores que utilizan una pala de madera maciza, con tamaño similar a una raqueta de
tenis. El juego consiste en situarse unos frente a los otros a una distancia de unos
cuantos metros, golpeando la pelota (normalmente es la misma que para jugar al tenis)
con la pala de manera que la jugada dure el máximo tiempo posible, a destacar que este
deporte no tiene carácter competitivo ya que tampoco hay unas normas predefinidas y
el tiempo lo definen los propios participantes. Se practica durante todo el año, siendo el
verano la época de mayor práctica.
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46. Los bolos
Bolo Palma
Bolo Pasiego
Bolos de Cantabria
Pasabolo Tablón
Pasabolo Losa
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48. Bolo Palma
El bolo palma es una modalidad del juego de los bolos practicada en parte de Asturias y
principalmente en Cantabria. El objetivo del juego es derribar el máximo número de bolos
mediante el lanzamiento a distancia de una bola de madera.
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52. Bolo Pasiego
El Bolo Pasiego es una variante del juego de los bolos, como puede ser el bolo palma,
pero esta modalidad es tradicionalmente practicada en los valles pasiegos. Tiene un
gran parecido a otras formas de juego de los bolos, en la zona del norte de Burgos.
En un carrejo rectangular se posicionan nueve bolos lisos. El lanzamiento se realiza
con bolas grandes de manilla y se lanza y se birla al igual que se realiza en el bolo
palma, aunque con una reglamentación distinta.
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54. Pasabolo Tablón
El Pasabolo tablón es un deporte tradicional de bolos
de Cantabria. Es tradicional de la comarca del Asón-
Agüera, pero también de algunas localidades de la
provincia de Burgos (Castilla y León) y País Vasco.
Es una modalidad de pasabolo que consiste en lanzar
una bola por un tablón y lanzar lo mas lejos posible los
tres bolos que hay al final de la tabla sobre un campo
de hierba de casi 50 metros de largo.
En la campa hay siete rayas con un valor de 10 a 70
(de la más cercana a la más lejana). Si un bolo es
derribado pero no alcanza la primera raya vale 1, y la
mayor jugada son 210 bolos.
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56. Pasabolo Losa
El pasabolo losa es una modalidad de juego de bolos practicada en la comarca de
Trasmiera, en la comunidad autónoma de Cantabria. Su objetivo consiste en llevar los
bolos colocados en una losa o piedra circular más allá de unas determinada raya o línea.
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58. Canciones populares
Las danzas, canciones y músicas populares de Cantabria son de una gran riqueza. A lo
largo de todo el año, especialmente entre San Juan y San Miguel, se suceden por los
pueblos las fiestas en las que se aúnan dos tipos de atracción: la celebración religiosa en
honor de los santos patronos o de la Virgen del lugar y las diversiones paganas con mayor
o menor pervivencia de lo tradicionalmente folclórico. Romerías, músicas y bailes, cultos
sagrados y concursos folklóricos, componen una estampa clásica que se repite con
escasas variaciones.
Tanto los cantos como las danzas tradicionales de la Montaña, y aún el traje regional, son
de una elemental elegancia, pero junto a las simples marzas, mayas y picayos (casi
escuetos recitados) encontramos otras manifestaciones más complicadas, como La Danza
de Ibio, el Baile de las Lanzas (en Ruiloba), el Pericote y el Trepeletré (en Liébana).
Las melodías vocales para solistas o coro a una voz se acompañan rítimicamente a base
de pandero, tarrañuelas, pito, tamboril, y rabel. Este instrumento merece una especial
atención por su carácter antiquísimo y elemental.
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60. Himno de Cantabria
Cantabria querida Y un recuerdo cariñoso
te voy a cantar de pureza regional,
la canción que mi pecho a la montaña dedico
te va a dedicar con vigor tradicional
que es muy grande mi amor vigor tradicional.
a la tierra en que nací. Mi tierruca siempre ha de ser
Quiero que sus sones bella aurora del corazón
puedan traspasar y a ella un beso puro de amor
las montañas más altas y lleno de emosión
y el inmenso mar, siempre he de ofrecer.
como ofrenda leal Hijos de mi Cantabria
al terruño en que viví. nobles de mi querer,
Y es mi cántico amoroso hermanos montañeses
cual arrullo maternal por siempre hemos de ser.
en que todos veneramos Juntos nos agrupemos
la Cantabria fraternal. muy fuerte y muy leal
que la madre Cantabria
un abrazo nos da.
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62. Las marzas
Las Marzas, como su nombre indica, son cantos propios del mes de marzo, concretamente se celebran el último
día de febrero o el primero de marzo. Era costumbre dirigirse a los dueños de la casa antes de empezar con la
frase: ¿Cantamos o rezamos? por si en la casa se estaba de luto. A la hora de la despedida, si los dueños habían
sido dadivosos, se les daba el "buen dao". Para los más huraños o tacaños, existían las marzas "rutonas" o de
"ruimbraga". Aunque gran parte de esta ancestral fiesta se ha perdido aún podemos encontrar jóvenes que salen a
cantar las marzas.
En el valle de Soba, los marceros ataviados con pieles de oveja y cencerros de diversos tamaños eran
acompañados durante la Pascua por el zarramasquero, un joven enmascarado con ramaje y careta de piel de oveja
que porta un ramo de acebo.
También celebran las marzas Torrelavega, Polanco, Piélagos y otras muchas localidades cántabras. En Reinosa se
celebra desde hace más de treinta años el único concurso de marzas de nuestra región.
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64. Misa Popular Cántabra
La Misa Popular Cántabra fue compuesta por Nobel Sámano a finales de los años 90 y está
dirigida por José Luis Ocejo. En ella participan la Coral Salvé de Laredo, el Grupo de
Danzas Nuestra Señora de Covadonga, el Coro Ronda Valle de Camargo, la Escolanía de
Laredo y Luétiga.
En esta misa se introducen el baile y los instrumentos con armonía expresiva, buscando en
la raíz de la canción popular el sentir de la comunidad autónoma, interpretando su
significado y dando expresión actual al canto tradicional.
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66. Bailes de Cantabria
Picayos
Los picayos son netamente montañeses. Se bailan
en distintos lugares de nuestra región,
posiblemente desde el siglo XV. Se les puede
considerar como una prolongación de los actos
religiosos más solemnes y, sobre todo, como una
participación más directa del pueblo en los actos
litúrgicos para glorificar a la Virgen y honrar al
Santo Patrono de su aldea. La danza se divide en 3
partes: la primera es la salutación en la que se pide
permiso a la virgen para rendirle el homenaje del
baile; la segunda, lo constituye el romance del
panegírico al Santo y el canto termina con una
despedida entre cortesía y aviso, costumbre muy
típica de nuestros pueblos.
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68. El Cuevanuco
Danza practicada en el Valle de Pas. Se baila con el cuevanuco usado por las pasiegas como cuna o para llevar mercancías,
indistintamente y en las correrías que realizan para vender sus quesos y mantequillas, del que no se desprenden ni para
echar una "escarpinada" es decir, ni para bailar las danzas típicas. La letra que acompaña a la danza es la respuesta de una
moza montañesa, no pasiega, a un auténtico "cuevanero", "chatarero", o "chatarucio", como se les llama a los pasiegos,
aludiendo al cuévano y a las chátaras que van calzando.
Lo que bailan los pasiegos
En aquel valle de Pas.
BIS
Con la chátara, con la albarca,
Con el cuevanuco atrás.
BIS
Jura y vota, yo le digo.
Con la chátara, con la albarca,
Con el cuévanuco atrás.
BIS
Un pasiego jura y vota
Que me ha de llevar a Pas
BIS
Yo le digo que no quiero
Llevar cuevanuco atrás.
BIS
Jura y vota, yo le digo.
Con la chátara, con la albarca,
Con el cuévanuco atrás.
BIS
La, la, la,…
Lo que bailan los pasiegos
En aquel valle de Pas.
Con la chátara con la albarca,
Con el cuevanuco atrás.
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70. Danza de arcos
Es un baile de romería cuyo origen se remonta a las
fiestas medievales. Los danzantes llevan arcos de
colores, bajo los cuales efectúan diferentes giros.
Existe un personaje característico llamado zorromoco
que es el encargado de espantar a la chiquillería y de
fastidiar a los danzantes. En un momento de la danza
intentan ajusticiar a los danzantes. En un momento de la
danza intentan ajusticiar a este personaje, sin llegar a
conseguirlo.
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72. La Torre de Polanco
Oriunda de la zona de Polanco. Baile de romería en el que los danzantes portan arcos de
colores creando diversas y complicadas figuras. En un momento de la danza y mientras se
mueven alrededor de los mozos sosteniendo los arcos, éstos forman una torre humana como
demostración de su fuerza y habilidad.
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74. La Baila de Ibio
Se trata de una coreografía montada por Matilde de la Torre en 1930. Esta basada en la
Danza de las Lanzas bailada en Ruiloba y conserva el aire marcial de la misma, pero
variando las figuras de la misma. La otra transformación que Matilde de la Torre introdujo
en lo que, hasta aquel momento había sido exclusivamente una danza de hombres, fue el
crear una "Baila de Ibio" femenina, cambiando los palos por otros más adornados e incluso
por arcos de colores. Actualmente de baila mixta.
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76. Jotas Motañesas
Bailes de romería cuyo origen no se conoce con fijeza, pero que seguramente comenzaron
a bailarse en el siglo XV o a principios del XVI. Los mozos y las mozas se reúnen
alrededor de la Ermita de los santos o en la plaza del pueblo y bailan en grupos de dos,
tres, cuatro o más parejas.
77. Jotas Motañesas
Bailes de romería cuyo origen no se conoce con fijeza, pero que seguramente comenzaron
a bailarse en el siglo XV o a principios del XVI. Los mozos y las mozas se reúnen
alrededor de la Ermita de los santos o en la plaza del pueblo y bailan en grupos de dos,
tres, cuatro o más parejas.
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79. Otros bailes
Jota Lebaniega.
La rueda.
No tengo novio.
Las Jotillas de Silió.
El Paloteo.
Cintas.
Pericote.
Trepeletré.
Danza de Pastorcillos.