1. Materia: Educación y promoción a la
salud
Tema: Hepatitis
Maestra: Marlene Maldonado
Santana
Alumnos: Ángel Daniel Brito
Herrera
Esbereidi Lozano Sosa
2. ¿Qué es la hepatitis?
La hepatitis es una inflamación del hígado.
La afección puede remitir espontáneamente o
evolucionar hacia una fibrosis (cicatrización),
una cirrosis o un cáncer de hígado. Los virus
de la hepatitis son la causa más frecuente de
las hepatitis, que también pueden deberse a
otras infecciones, sustancias tóxicas (por
ejemplo, el alcohol o determinadas drogas) o
enfermedades autoinmunitarias.
3. Los virus de la hepatitis se diferencian
unos de otros con las letras del alfabeto
A, B, C, D y E. Distinguir la naturaleza
de una hepatitis vírica de otra depende
del virus que la origina y la duración de
la infección, que puede prolongarse
durante meses mediante una patología
aguda o durante años a través de una
infección crónica.
4. Hepatitis A
Su transmisión se realiza por vía oral-
fecal, cuando una persona sana entra en
contacto con el virus, que al ser
eliminado por las heces, puede
contaminar el agua, las manos o la ropa.
Aunque es habitual contraer esta
hepatitis vírica en entornos sanitarios en
desarrollo, la enfermedad inmuniza a los
infectados desde la infancia, por lo que
la población de estos países está
protegida a edad adulta.
5. Hepatitis B
Se transmite cuando el virus de un
paciente infectado penetra en la sangre
de otra persona, a partir de una herida en
la piel o de las mucosas. Un contagio que
se suele producir al compartir utensilios
no esterilizados o al tener relaciones
sexuales sin protección.
6. Hepatitis C
Aunque los mecanismos de
transmisión en el caso de
este virus son muy
parecidos a los de la
hepatitis B, su contagio es
mucho más limitado.
7. Hepatitis E
Su infección es poco frecuente en un
medio sanitario evolucionado por lo
que, en países como España, tan sólo
se encuentran casos aislados en
viajeros procedentes de áreas donde
la enfermedad es endémica.
8. Duración y síntomas de las hepatitis
Dado el número y la variación de los síntomas de
unos pacientes a otros, en las hepatitis víricas se
suele atender a la duración de la infección.
Su prolongación durante años supone una
enfermedad crónica, que sólo puede ser generada
por las hepatitis víricas B y D, mientras que todos
los virus puede originar una infección aguda que,
en función de sus síntomas, se diferencian en:
9. La hepatitis ictérica ocasiona cansancio, congestión
y pérdida de apetito.
La hepatitis asintomática, a pesar de su frecuencia,
no suele presentar manifestaciones clínicas.
La hepatitis colostásica genera una ictericia muy
marcada, cuyo origen se encuentra en la retención
de la bilis.
La hepatitis recidivante se caracteriza por aparecer
en diferentes brotes, por lo que cuando se supone
que la enfermedad está en remisión, tiene lugar un
segundo brote.
10.
11. Prevención de la hepatitis
Estas son algunas cuestiones a tener en cuenta si quieres
prevenir un contagio de hepatitis:
Mantener hábitos de higiene adecuados, evitar
condiciones de hacinamiento e insalubridad.
Fomentar la potabilización del agua de consumo, y evitar
beber agua en zonas donde las condiciones sanitarias
sean deficientes y no exista un control adecuado.
Evitar compartir agujas, jeringuillas, etc.; los
toxicómanos pueden acudir a los centros sociales para
recibir material esterilizado.
No someterse a intervenciones estéticas (piercings,
tatuajes, cirugías menores, etc.) en centros que no estén
homologados.
Mantener relaciones sexuales con protección.
12. Vacunación de la hepatitis
Actualmente existe y se aplica vacuna contra las
hepatitis A y B; no existe aún vacuna contra la
hepatitis C. La pauta de vacunación en adultos
implica una dosis inicial y una dosis recordatorio
a los 6-12 meses en el caso de la hepatitis A. La
vacunación habitual de la hepatitis B incluye una
dosis inicial, otra al mes, y otra a los seis meses.
Existe una vacuna combinada frente al virus de
la hepatitis A y la B, que se administra en tres
dosis en el mes 0, 1 y 6. La pauta de vacunación
en niños puede variar según el tipo de vacuna y
la edad del paciente.
13. Se recomienda vacunarse contra la hepatitis A todas
aquellas personas que puedan tener contacto con
individuos portadores del virus, enfermos de hemofilia,
personal de guarderías, personal médico y paramédico,
trabajadores en contacto con aguas residuales no
depuradas, usuarios de drogas por vía parenteral, y
personas con múltiples compañeros sexuales, así como
a las personas que vayan a viajar a países en vías de
desarrollo.
La vacuna contra la hepatitis B se aplica a los bebés
recién nacidos, individuos sometidos a diálisis,
enfermos renales, con hepatitis crónica, o portadores
del virus del SIDA, personas que hayan estado en
contacto con individuos portadores, usuarios de drogas
por vía parenteral, y personas con múltiples parejas
sexuales.