Ibn Al-Haitham estudió los eclipses solares y lunares en el siglo XI al hacer pasar los rayos de luz a través de un pequeño orificio, proyectando imágenes en una pared opuesta. Más tarde, se descubrió que usar una lente mejoraba la nitidez de las imágenes, y en los siglos XVII y XVIII se empezaron a usar cámaras oscuras como instrumentos de dibujo.