La narrativa permite dar sentido e interpretar mejor el mundo al profundizar en los detalles particulares de una manera que organiza los eventos significativos de una experiencia vivida. Requiere habilidades cognitivas como generar hipótesis y argumentos a través de un diálogo para comprender experiencias pasadas en su contexto histórico. Moviliza diferentes saberes y da sentido a la historia para los niños a través de personajes que cobran vida.