Los primeros años de la colonia en Ecuador y la labor de Hernando de Santillán
1. Los primeros años
Los quiteños no esperaban que Felipe II designara a
Hernando de Santillán, y le encargara las tareas que
mayor rechazo suscitaban: el control de los
encomenderos y el amparo tutelar de los indios;
2. paradójicamente, se plasmaron en la legislación colonial
como un legado de lucha de las Casas y sus
seguidores.
El presidente compartía las ideas de defensores de
indios, como fray Domingo de Santo Tomás, estos
luchaban por bajar la intensidad de explotación de los
indígenas.
3. En consonancia de las políticas de Santillán, el obispo
Pedro de la Peña, desarrolló acciones tendientes a
conservar a los indígenas en la esfera de control de la
Iglesia.
El proyecto de forjar en las colonias dos “repúblicas”,
una para españoles y otra para indios, fue sostenido por
la legislación colonial.
A pesar de que esta concepción reconocía en teoría la
capacidad de los indígenas para vivir “políticamente”,
como seres dotados de “razón”
de acuerdo a los parámetros occidentales.
Desde la perspectiva indígena, el ideal de las dos
repúblicas suponía, tanto la protección como el
aislamiento, pero también significaba la transformación
de las formas tradicionales de organización económica y
social.
4. “Reducir” en pueblos llamados por tal motivo
reducciones se convirtió en un mecanismo importante
de la política colonial, útil para administrar, para
evangelizar y también para acceder a las tierras
comunales, más fáciles de expropiar una vez
desalojados los indígenas.
Santillán fundó los hospitales de Quito y Guayaquil y
apoyo a la creación de un colegio de caciques.
Hospital de Guayaquil Santa Catalina Mártir Hospital de Quito San Juan de Dios
5. La presión que ejerció sobre los encomenderos le
significó la oposición frontal de la sociedad quiteña.
Terminando su cargo, fue sometido a un “juicio de
residencias” , proceso de fiscalización que se aplicaba a
todos los funcionarios de la corona. Se le obligó a
retornar a España y se le privó del derecho de ejercer
oficios por 8 años.
Al final de su vida abrazó el sacerdocio. Falleció antes
de posesionarse del arzobispado de la Plata, vacante
por la muerte de fray Domingo de Santo Tomás.