2. pues se refiere a la noche del 31 de
octubre, víspera de la Fiesta de Todos
los Santos. La fantasía anglosajona, sin
embargo, ha robado su sentido religioso
para celebrar en su lugar la noche del terror,
de las brujas y los fantasmas. Halloween
marca un triste regreso al antiguo
paganismo, tendencia que se ha propagado
también entre los pueblos hispanos.
3. En el siglo V AC, en la Irlanda de los Celtas, el 31 de
octubre se celebraba el festival de Samhain que
conmemoraba el final del verano y el inicio de un
nuevo año. Al caer la noche, se celebraba la fiesta de los
muertos, así que los espíritus salían y rondaban por
toda la tierra. Para apaciguarlos, se hacían hogueras
enormes y los druidas hacían conjuros. Se decía que
durante esa noche los hechizos y la magia eran más
potentes que en cualquier otro día.
4. El haber escogido la fecha del 31 de octubre no es mera
coincidencia. El 31 de octubre es la fecha de uno de los
cuatro grandes aquelarres, los cuatro días de "medio
trimestre" del calendario céltico. El primero de ellos, el 2 de
febrero (o Imbolc) es el festival de la luz, de la luz de la
sabiduría y el conocimiento, de la luz de la curación y de la
luz del fuego también conocido en los países anglosajones
como "Día de la Marmota", festejaba a Brigit, diosa pagana
del fuego, patrona de la orfebrería, de la poesía y de la
sanación.