• 2 Jesús resucitado es el Señor, y a lo largo de la historia él obliga a ceder a todo lo que se opone al plan de Dios. Los versos 6-9 son como un oráculo de Dios que advierte a todas las naciones que El mismo ha coronado a su rey en Sión, la colina santa de Jerusalén. Y les exige a todos los reyes de la tierra que se sometan. Este rey es el Mesías, el Ungido de Dios (nosotros decimos “el Cristo”). Pero su causa es la de los innumerables pobres que, a través del mundo, aguardan que se le haga justicia. Los reyes de la tierra, los grandes jefes no son sólo los dirigentes que persigue, sino todos los que ejercen poder sobre los espíritus, los que manejan la opinión pública de las masas, y al lado de ellos, las mafias, los poderes ocultos. Dios los enfrenta y a su lado está el Elegido victorioso al que llama aquí Hijo.