SlideShare una empresa de Scribd logo
1 de 4
Descargar para leer sin conexión
BOTÁNICA
JARDINERÍA MEDITERRÁNEA
José Manuel Sánchez de Lorenzo-Cáceres
Ingeniero Técnico Agrı́cola
E-mail: jmanuel@arrakis.es
Antes de comenzar a hablar de las caracterı́sti-
cas de la jardinerı́a mediterránea y de las plantas
habitualmente utilizadas o de un posible uso, cabe
preguntarnos ¿Qué entendemos por jardinerı́a medi-
terránea?. En mi opinión, bajo este término se englo-
ba, dicho de una manera simple, la jardinerı́a prac-
ticada en cualquier región sometida a un clima de
tipo mediterráneo, caracterizado, de una forma muy
general, por inviernos suaves y secos, veranos secos
y calurosos y lluvias en primavera y otoño, aunque
bien es verdad que, con mayor frecuencia, y ası́ so-
lemos entenderlo casi todos, utilizamos este término
para referirnos únicamente a una jardinerı́a propia
y caracterı́stica del entorno del Mar Mediterráneo,
influenciada, obviamente, por los distintos pueblos y
culturas que lo han habitado a lo largo de la Historia
Y decimos que es una jardinerı́a practicada en
cualquier región sometida a un clima de tipo medi-
terráneo porque este clima no es exclusivo de nues-
tra región mediterránea, pues existen en el mundo
otras cuatro zonas que poseen igualmente un clima
y una vegetación natural del tipo denominado medi-
terráneo, como son la región del Cabo en África del
Sur, parte de California en Estados Unidos, la zona
central de Chile y zonas del suroeste y sur de Austra-
lia.
Las 5 zonas de clima mediterráneo se hallan entre
los 30 o
y 45 o
de latitud. La Región Mediterránea
y California están en el hemisferio norte y Chile, El
Cabo y el sur de Australia están en el hemisferio sur.
Por tanto cabe esperar, y de hecho ası́ es, que mu-
chas de las plantas nativas de algunas de estas zonas
puedan ser cultivadas con éxito en las otras, ya que de
una manera general, sin tener en cuenta otros facto-
res condicionantes, la similitud del clima lo permite.
Pero volviendo al concepto de jardinerı́a medi-
terránea que casi todos tenemos en nuestra mente,
efectivamente ésta se caracteriza por una serie de
elementos que se repiten con frecuencia y que le con-
fieren su personalidad. El uso del agua, los cerra-
mientos, la creación de zonas de sombra para luchar
contra el tórrido sol del verano, el uso de las plantas
aromáticas y de otras bien adaptadas a la climato-
logı́a y al bajo consumo de agua, los aterrazamientos
del terreno, etc. Esta es una jardinerı́a en la que se
observa, al menos en la parte occidental de la región
mediterránea y tras analizar lo que acabamos de de-
cir, una enorme influencia árabe y, en menor cuantı́a,
alguna pincelada renacentista, especialmente en lo
que concierne al uso de estanques, terrazas, escultu-
ras, etc.
Todo esto es cierto si hablamos de una jardinerı́a
mediterránea tradicional, pero hemos de ser cons-
cientes de que los tiempos cambian y, en la actuali-
dad, debido al alto coste de la mano de obra especia-
lizada, la jardinerı́a, como tantas otras actividades,
ha ido tomando un cariz eminentemente práctico,
tendente a abaratar en lo posible los costes de mante-
nimiento, lo que unido, a veces, a la poca profesiona-
lidad, tiene por consecuencia que los nuevos jardines
públicos de nuestros enclaves mediterráneos, salvo
honrosas excepciones, sean un poco de todo, incluyen-
do las grandes praderas de la jardinerı́a anglosajona,
constituyendo todo ello un nuevo estilo algo imperso-
nal y casi estándar que podrı́amos denominar “estilo
ayuntamiento”.
La climatologı́a de la zona mediterránea.
Si tomamos las temperaturas medias mı́nimas de
los últimos 50 años, las representamos en un mapa
y unimos éstas mediante isotermas, obtendrı́amos el
mapa de las diversas zonas climáticas o zonas de rus-
ticidad, en el que la región tı́picamente mediterránea
comprenderı́a las zonas 9 y 10, donde las temperatu-
ras medias mı́nimas oscilan entre los -6 o
C y los 6 o
C.
En realidad, gran parte de la Penı́nsula Ibérica se
halla bajo la influencia del clima mediterráneo, en el
que cabrı́a distinguir:
1. Un clima mediterráneo continental, con una
irregularidad térmica y pluviométrica y una ampli-
tud térmica anual moderada. Es el clima de las me-
setas y del Valle del Ebro.
2. Un clima mediterráneo costero, más benigno
y algo más lluvioso, con precipitaciones irregulares,
siendo seco en verano e invierno y lluvioso en prima-
vera y otoño, con una amplitud térmica anual reduci-
da. Es el clima de la Costa Levantina y Baleares.
3. Un clima mediterráneo del sudoeste, influen-
ciado por las masas de aire húmedo procedentes del
EUBACTERIA 1
BOTÁNICA
Atlántico y, por tanto, más lluvioso, con temperatu-
ras suaves en invierno y una amplitud térmica anual
muy pequeña. Es el clima de Andalucı́a Occidental.
4. Un clima mediterráneo seco, muy caluroso, con
precipitaciones muy escasas e irregulares y una am-
plitud térmica anual muy pequeña. Es el clima de
Murcia y Almerı́a.
En adelante, y cuando nos refiramos a la zona me-
diterránea española estaremos hablando de aquellas
zonas con un clima del tipo 2, 3 y 4.
La vegetación natural propia del clima me-
diterráneo.
Estos rasgos climatológicos conforman una vege-
tación, mayormente arbustiva, frecuentemente con
caracterı́sticas similares a la de otras zonas con clima
mediterráneo, debido en muchos casos a una evolu-
ción convergente. Algunas de estas caracterı́sticas
comunes son: dominancia de especies siempreverdes,
hojas reducidas, con frecuencia lineares o aciculares,
muy a menudo coriáceas (de ahı́ su denominación
de vegetación esclerófila) o con gruesas cutı́culas. Es
común igualmente la presencia de aceites esenciales
aromáticos muy inflamables. En general son especies
que se han adaptado bien a la presencia periódica del
fuego por efecto de los rayos, llegando incluso a ne-
cesitar este fuego para poder propagarse en algunos
casos.
Este tipo de vegetación denominado “maquis” en
nuestro mediterráneo, tiene en la zona del sur de Ca-
lifornia su homólogo en el “chaparral”, y aunque con
especies distintas y otros tipos de suelos más ácidos,
tiene igualmente su equivalente en el “matorral” de
Chile, el “fynbos” de Sudáfrica o el “mallee scrub” de
Australia.
Evolución convergente.
Un ejemplo de evolución convergente lo tenemos
con dos especies utilizadas en jardinerı́a con fines y
requerimientos prácticamente idénticos: Rosmarinus
officinalis (Romero) y Westringia fruticosa (Romero
de costa), procedentes de la Región Mediterránea y
de Australia respectivamente.
Las plantas de climas mediterráneos utiliza-
das en la jardinerı́a mediterránea.
Son, pues, muchas de estas plantas procedentes
de estas regiones con semejanzas climáticas, algu-
nas de ellas desconocidas o poco conocidas, las que,
unidas a las tradicionalmente cultivadas, nos serán
de utilidad en el diseño de los jardines de tipo me-
diterráneo. A todas ellas hay que unir otra serie de
plantas que, aún no procediendo de las zonas men-
cionadas, son resistentes a condiciones adversas, so-
portando la escasez de agua y los calores rigurosos
del verano, caracterı́sticas éstas tan propias de la
región mediterránea. Muchas de estas especies son
utilizadas asiduamente en las técnicas de xerojardi-
nerı́a, casi de obligado cumplimiento, en mi opinión,
en los jardines mediterráneos, donde el agua es ca-
si siempre un factor limitante. Otras especies, de
procedencia subtropical, soportan perfectamente las
suaves temperaturas de las costas mediterráneas,
aunque requieren un aporte mayor de agua, sobre
todo en verano, pudiendo ser utilizadas perfectamen-
te en aquellos lugares donde el aporte de ésta no
esté comprometido. Al final del artı́culo insertamos
unos listados con una amplia selección de especies.
Flora autóctona vs. flora alóctona.
Una polémica siempre presente, defendida con
obcecación por algunos, es la de la utilización de la
flora autóctona frente a la flora alóctona. Estamos de
acuerdo en ello, puesto que la flora autóctona siempre
está mejor adaptada a las condiciones del lugar, pero
la jardinerı́a, que entre otras cosas busca la orna-
mentación, no siempre dispone en la flora autóctona
de las plantas adecuadas para ciertos fines o ciertos
efectos estéticos, teniendo que obtenerlas de otras flo-
ras lejanas.
Los peligros de la flora alóctona.
Pero la introducción con fines ornamentales de
plantas procedentes de otros territorios puede tener
sus peligros cuando se hace de forma incontrolada,
puesto que ciertas especies son potencialmente in-
vasoras. Es el caso de Nicotiana glauca, Pennisetum
setaceum, etc., actualmente extendidas por todo el
mundo. En áreas naturales las plantas invasoras
pueden reducir el hábitat de las especies nativas y
amenazadas, compitiendo con éstas, a veces con ven-
taja, por su facilidad de adaptación.
En otras ocasiones, esas plantas foráneas pueden
ser la fuente de introducción de insectos que se cons-
tituyen en plagas inexistentes con anterioridad, como
el caso del “taladro del geranio” (Cacyreus marsha-
lli), extendido por toda España, de la “mosca blanca”
(Aleudoricus dispersus) que tan gravemente afecta a
muchos cultivos ornamentales en las Islas Canarias
o del “picudo rojo” (Rhynchophorus ferrugineus), tan
letal para las palmeras del género Phoenix.
2 EUBACTERIA
BOTÁNICA
Pennisetum setaceum.
Listados de plantas utilizadas o con posible
uso.
Muchas de las especies listadas están comercia-
lizadas desde antiguo, otras se van comercializando
cada vez con mayor asiduidad y pueden verse ya en
los catálogos de muchos viveros y, otras muchas, por
contra, no se han popularizado lo suficiente hasta la
fecha, pero probablemente su cultivo se irá exten-
diendo en los próximos años.
NOTA: Hemos realizado una selección de espe-
cies, prescindiendo de cactus y plantas crasas, para
evitar listados muy extensos. Tampoco se incluyen
otras plantas procedentes de zonas diferentes a las
de clima mediterráneo ya en uso en la jardinerı́a me-
diterránea o que podrı́an ser utilizadas eficazmente.
Con la misma finalidad de acortar los listados, se
ha procurado mencionar sólo una especie para cada
género.
Especies de la vegetación mediterránea uti-
lizadas en jardinerı́a mediterránea (el listado
puede ampliarse considerablemente)
Acanthus mollis , Acer campestre, Ajuga reptans,
Alnus glutinosa, Alyssum montanum, Amelanchier
ovalis, Anthyllis barba-jovis, Arbutus unedo, Arum
italicum, Atriplex halimus, Bupleurum fruticosum,
Buxus sempervirens, Calluna vulgaris, Carpinus be-
tulus, Celtis australis, Cercis siliquastrum, Cistus
monspeliensis, Clematis flammula, Cneorum tricoc-
con, Colutea arborescens, Coriaria myrtifolia, Cornus
mas, Corylus avellana, Cotinus coggygria, Crataegus
monogyna, Chamaerops humilis, Daphne gnidium,
Erica arborea, Fraxinus ornus, Halimium halimifo-
lium, Hedera helix, Helichrysum stoechas, Iris pseu-
dacorus, Jasminum fruticans, Juglans regia, Laurus
nobilis, Lavandula stoechas, Ligustrum vulgare, Lit-
hodora fruticosa, Lythrum salicaria, Medicago arbo-
rea, Melissa officinalis, Mentha aquatica, Mespilus
germanica, Myrtus communis, Nerium oleander, Olea
europaea, Origanum vulgare, Paliurus spina-christi,
Phillyrea angustifolia, Phlomis fruticosa, Pinus ha-
lepensis, Pistacia lentiscus, Populus alba, Primula
veris, Prunus spinosa, Quercus ilex, Rhamnus ala-
ternus, Rosa pimpinellifolia, Rosmarinus officinalis,
Ruscus aculeatus, Ruta graveolens, Salix alba, Sal-
via officinalis, Sambucus nigra, Saponaria officinalis,
Scabiosa atropurpurea, Sorbus domestica, Spartium
junceum, Taxus baccata, Teucrium fruticans, Thymus
vulgaris, Ulmus minor, Urginea maritima, Viburnum
tinus, Viola odorata, y Vitex agnus-castus.
Especies de la vegetación de Chile utilizadas
en jardinerı́a mediterránea.
Acacia caven, Alstroemeria sp., Azara dentata,
Buddleja globosa, Caesalpinia spinosa, Cassia to-
mentosa, Cestrum parqui, Colletia spinosissima, Cry-
ptocarya alba, Drymis winteri, Eccremocarpus scaber,
Escallonia rubra, Fabiana imbricata, Fuchsia ma-
gellanica, Jubaea chilensis, Lapageria rosea, Luma
apiculata, Maytenus boaria, Peumus boldus, Proso-
pis chilensis, Puya chilensis, Quillaja aponaria, Schi-
nus molle, Schizanthus x wisetonensis, Sisyrinchium
striatum, y Ugni molinae.
Especies de la vegetación de California utili-
zadas en jardinerı́a mediterránea.
Arbutus menziesii, Carpenteria californica, Cea-
nothus thyrsiflorus, Clarkia amoena, Cupressus ari-
zonica, Cupressus macrocarpa, Chilopsis linearis,
Dendromecon harfordii, Eschscholzia californica, Fre-
montodendron californicum, Garrya fremontii, Hete-
romeles arbutifolia, Isomeris arborea, Lavatera as-
surgentiflora, Leptodactylon californicum, Mimulus
cardinalis, Mirabilis californica, Myrica californica,
Phacelia tanacetifolia, Pinus radiata, Rhus laurina,
Romneya coulteri, Salvia apiana, Sidalcea malviflo-
ra, Simmondsia chinensis, Solanum umbelliferum,
Sphaeralcea munroana, Symphoricarpos albus, Tol-
miea menziesii, Torreya californica, Umbellularia ca-
lifornica, Washingtonia filifera, y Zauschneria cana.
Especies de la vegetación de Sudáfrica utili-
zadas en jardinerı́a mediterránea.
Acacia davyi, Acokanthera oblongifolia, Agapant-
hus africanus, Agathosma crenulata, Amaryllis bella-
dona, Anastrabe integerrima, Anisodontea scabrosa,
Arctotis acaulis, Asparagus densiflorus, Barleria ob-
tusa, Bauhinia galpinii, Buddleja salviifolia, Bulbi-
ne frutescens, Carissa grandiflora, Cineraria saxifra-
ga, Clerodendrum glabrum, Clivia miniata, Coleone-
EUBACTERIA 3
BOTÁNICA
ma pulchrum, Crinum moorei, Crocosmia masonio-
rum, Crotalaria capensis, Cunonia capensis, Cusso-
nia paniculata, Chasmanthe aethiopica, Chlorophy-
tum comosum, Dais cotinifolia, Diascia barberae, Die-
tes grandiflora, Dimorphotheca pluvialis, Diosma eri-
coides., Dombeya burgessiae, Dovyalis caffra, Duver-
noia adhatodoides, Ensete ventricosum, Eriocepha-
lus africanus, Erythrina caffra, Euryops pectinatus,
Felicia amelloides, Ficus natalensis, Freesia x hybri-
da, Gazania rigens, Gerbera jamesonii, Gladiolus x
gandavensis, Gloriosa superba, Grewia occidentalis,
Greyia sutherlandii, Haemanthus katherinae, Har-
pephyllum caffrum, Hermannia disermifolia, Indigo-
fera cylindrica, Leonotis leonurus, Leucospermum cor-
difolium, Lobelia erinus, Mackaya bella, Melianthus
major, Moraea polyanthos, Myrsine africana, Nerine
bowdenii, Nuxia floribunda, Ochna serrulata, Ornit-
hogalum thyrsoides, Osteospermum ecklonis, Othon-
na capensis, Oxalis purpurea, Pelargonium peltatum,
Phygelius capensis, Phylica ericoides, Plumbago au-
riculata, Podranea ricasoliana, Polygala myrtifolia,
Protea repens, Psychotria capensis, Rhoicissus capen-
sis, Schotia brachypetala, Senecio angulatus, Spara-
xis tricolor, Sparmannia africana, Strelitzia reginae,
Sutera cordata, Tecomaria capensis, Thunbergia ala-
ta, Tulbaghia violacea, y Zantedeschia aethiopica.
Especies de la vegetación de Australia utili-
zadas en jardinerı́a mediterránea.
Acacia trineura, Agonis flexuosa, Albizia distach-
ya, Alyogyne huegelii , Alyxia ruscifolia, Anigozant-
hos flavidus, Atriplex nummularia, Banksia integri-
folia, Bracteantha bracteata, Brachycome iberidifo-
lia, Brachychiton discolor, Callistemon rigidus, Cas-
sia sturtii, Casuarina cunninghamiana, Chamelau-
cium uncinatum, Dietes robinsoniana, Dodonaea tri-
quetra, Eremocitrus glauca, Eremophila maculata,
Eucalyptus erythrocorys, Ficus rubiginosa, Grevillea
robusta, Hardenbergia violacea, Hibbertia scandens,
Hibiscus splendens, Hymenosporum flavum, Kenned-
ya coccinea, Leptospermum scoparium, Livistona aus-
tralis. Melaleuca armillaris, Myoporum parvifolium,
Olearia phlogopappa, Ozothamnus diosmifolius, Pan-
dorea jasminoides, Pittosporum undulatum, Scaevola
aemula, Schefflera actinophylla, Solanum aviculare,
Westringia fruticosa, y Wodyetia bifurcata˙
Bibliografı́a:
Adriana Hoffmann J. (1978) Flora silvestre de
Chile. Zona central. Fundación Claudio Gay.
Santiago de Chile.
Audrey Moriarty (1982) South African wild flo-
wers guide 2. Outeniqua Tsitsikamma and Eas-
tern Little Karoo. Botanical Society of South
Africa.
Bob Perry (1989) Trees and shrubs for dry Ca-
lifornia landscapes. Plants for water conserva-
tion. Land Design Publishing. Claremont. Cali-
fornia.
Braam van Wyk and Sasa Malan (1988) Field
guide to the wild flowers of the Witwatersrand
and Pretoria Region. Struik Publ. Cape Town.
Denise Greig (1999) Field guide to Australian
wildflowers. New Holland Publ. Sydney
Elsa Pooley (1994) The complete field guide to
trees of Natal Zululand and Transkei. Natal
Flora Publication Trust. Durbam.
Günther Kunkel (1998) Jardinerı́a en zonas ári-
das. Ediciones Alternativas. Almerı́a.
Heidi Gildemeister (1995) Su jardı́n medi-
terráneo. Editorial Moll. Palma de Mallorca.
Heinrich Walter (1977) Zonas de vegetación y
clima. Ediciones Omega. Barcelona.
Hugo Latymer (1995) El jardı́n mediterráneo.
Editorial Blume. Barcelona.
Ira L. Wiggins (1980) Flora of Baja California.
Stanford Unioversity Press. Stanford. Califor-
nia.
James C. Hickman edit. (1993) The Jepson ma-
nual. Higher plants of California. University of
California Press. Berkeley.
Jean Galbraith (1977) Field guide to the wild
flowers of South-East Australia. Collins. Syd-
ney.
Levyns, M.R. (1966) A guide to the flora of the
Cape Peninsula. Juta and Co. Ltd. Cape Town.
Margaret G. Corrick (1996) Wildflowers of Sout-
hern Australia. Five Mile Press. Victoria.
Mary Maytham Kidd (1983) South African wild
flowers guide 3. Cape Peninsula. Botanical So-
ciety of South Africa.
Oleg Polunin and Martin Walters (1989) Guı́a
de la vegetación de Europa. Ediciones Omega.
Barcelona.
Peter Goldblatt and John Manning (2000) Wild-
flowers of the Fairest Cape. National Botanical
Institute.
Pitta Joffe (1993) The gardener’s guide to South
African plants. Tafelberg Publ. Ltd. Cape Town.
Sánchez de Lorenzo Cáceres, J.M. (2001) Guı́a
de las plantas ornamentales. Ediciones Mundi-
Prensa. Madrid.
4 EUBACTERIA

Más contenido relacionado

Similar a Jardineria mediterranea

Diferenciar los cultivos autóctonos de l a región
Diferenciar  los cultivos autóctonos de l   a regiónDiferenciar  los cultivos autóctonos de l   a región
Diferenciar los cultivos autóctonos de l a región
drcrisis5
 
Agroforesteria proyecto pluviosidad vale
Agroforesteria proyecto pluviosidad valeAgroforesteria proyecto pluviosidad vale
Agroforesteria proyecto pluviosidad vale
Chris Lozano
 
Bilogia exposicicion
Bilogia exposicicionBilogia exposicicion
Bilogia exposicicion
majopuce07
 
Ecosistemas-Sabanas,Bosques ecuatoriales y tropicales, Desiertos
Ecosistemas-Sabanas,Bosques ecuatoriales y tropicales, DesiertosEcosistemas-Sabanas,Bosques ecuatoriales y tropicales, Desiertos
Ecosistemas-Sabanas,Bosques ecuatoriales y tropicales, Desiertos
María C
 

Similar a Jardineria mediterranea (20)

Diferentes BIOMAS, Ubicación, Biodiversidad,
Diferentes BIOMAS, Ubicación, Biodiversidad, Diferentes BIOMAS, Ubicación, Biodiversidad,
Diferentes BIOMAS, Ubicación, Biodiversidad,
 
Ecosistemas
EcosistemasEcosistemas
Ecosistemas
 
Diferenciar los cultivos autóctonos de l a región
Diferenciar  los cultivos autóctonos de l   a regiónDiferenciar  los cultivos autóctonos de l   a región
Diferenciar los cultivos autóctonos de l a región
 
Arboles y arbustos poco consumo de agua
Arboles y arbustos poco consumo de aguaArboles y arbustos poco consumo de agua
Arboles y arbustos poco consumo de agua
 
Agroforesteria proyecto pluviosidad vale
Agroforesteria proyecto pluviosidad valeAgroforesteria proyecto pluviosidad vale
Agroforesteria proyecto pluviosidad vale
 
Posidonias by Rocio
Posidonias by RocioPosidonias by Rocio
Posidonias by Rocio
 
Categorías de Biomas
Categorías de BiomasCategorías de Biomas
Categorías de Biomas
 
Educación ambiental frente al cambio climático - Fascículo 8
Educación ambiental frente al cambio climático - Fascículo 8Educación ambiental frente al cambio climático - Fascículo 8
Educación ambiental frente al cambio climático - Fascículo 8
 
Biomas
BiomasBiomas
Biomas
 
Juanluisyepez.biomas
Juanluisyepez.biomasJuanluisyepez.biomas
Juanluisyepez.biomas
 
Selva
SelvaSelva
Selva
 
Biomas terrestres
Biomas terrestresBiomas terrestres
Biomas terrestres
 
Examen final
Examen finalExamen final
Examen final
 
Tipos de ecosistemas
Tipos de ecosistemasTipos de ecosistemas
Tipos de ecosistemas
 
Biomas del mundo
Biomas del mundoBiomas del mundo
Biomas del mundo
 
Ecosistema
EcosistemaEcosistema
Ecosistema
 
Vegetacion monegros goni_2005
Vegetacion monegros goni_2005Vegetacion monegros goni_2005
Vegetacion monegros goni_2005
 
Ecosistemas
EcosistemasEcosistemas
Ecosistemas
 
Bilogia exposicicion
Bilogia exposicicionBilogia exposicicion
Bilogia exposicicion
 
Ecosistemas-Sabanas,Bosques ecuatoriales y tropicales, Desiertos
Ecosistemas-Sabanas,Bosques ecuatoriales y tropicales, DesiertosEcosistemas-Sabanas,Bosques ecuatoriales y tropicales, Desiertos
Ecosistemas-Sabanas,Bosques ecuatoriales y tropicales, Desiertos
 

Último

Cálculo de la huella de Carbono. Seminario Huella Carbono
Cálculo de la huella de Carbono. Seminario Huella CarbonoCálculo de la huella de Carbono. Seminario Huella Carbono
Cálculo de la huella de Carbono. Seminario Huella Carbono
Universidad Popular Carmen de Michelena
 
ELABORACIÓN DEL CHUÑO Existen dos tipos de chuño Negro y blanco.
ELABORACIÓN DEL CHUÑO Existen dos tipos de chuño Negro y blanco.ELABORACIÓN DEL CHUÑO Existen dos tipos de chuño Negro y blanco.
ELABORACIÓN DEL CHUÑO Existen dos tipos de chuño Negro y blanco.
JhonnyTiconaMagne
 
La materia orgánica del suelo y su relación con la sostenibilidad de los ecos...
La materia orgánica del suelo y su relación con la sostenibilidad de los ecos...La materia orgánica del suelo y su relación con la sostenibilidad de los ecos...
La materia orgánica del suelo y su relación con la sostenibilidad de los ecos...
Universidad Popular Carmen de Michelena
 
DESCONEXIONES UN GYE 29 de abril 2024pdf.pdf
DESCONEXIONES UN GYE 29 de abril 2024pdf.pdfDESCONEXIONES UN GYE 29 de abril 2024pdf.pdf
DESCONEXIONES UN GYE 29 de abril 2024pdf.pdf
alvaradoliguagabriel
 
ACTIVIDADESDE PRENDIZAJE DE PRIMERO DE SECUNDARIA
ACTIVIDADESDE PRENDIZAJE  DE PRIMERO DE SECUNDARIAACTIVIDADESDE PRENDIZAJE  DE PRIMERO DE SECUNDARIA
ACTIVIDADESDE PRENDIZAJE DE PRIMERO DE SECUNDARIA
Alcira20
 
La degradación del suelo en los ecosistemas agrícolas. Seminario Seminario "E...
La degradación del suelo en los ecosistemas agrícolas. Seminario Seminario "E...La degradación del suelo en los ecosistemas agrícolas. Seminario Seminario "E...
La degradación del suelo en los ecosistemas agrícolas. Seminario Seminario "E...
Universidad Popular Carmen de Michelena
 
BIVALENTE MODERNA vacuna bivalente COVID 29
BIVALENTE MODERNA vacuna bivalente COVID 29BIVALENTE MODERNA vacuna bivalente COVID 29
BIVALENTE MODERNA vacuna bivalente COVID 29
DreamerAnimes
 

Último (20)

Recursos Naturales del Perú estudios generales
Recursos Naturales del Perú estudios generalesRecursos Naturales del Perú estudios generales
Recursos Naturales del Perú estudios generales
 
EXPOSICION DE DENGUE-DIAGNOSTICO-TRATAMIENTO
EXPOSICION DE DENGUE-DIAGNOSTICO-TRATAMIENTOEXPOSICION DE DENGUE-DIAGNOSTICO-TRATAMIENTO
EXPOSICION DE DENGUE-DIAGNOSTICO-TRATAMIENTO
 
Cálculo de la huella de Carbono. Seminario Huella Carbono
Cálculo de la huella de Carbono. Seminario Huella CarbonoCálculo de la huella de Carbono. Seminario Huella Carbono
Cálculo de la huella de Carbono. Seminario Huella Carbono
 
Los celenterados como organismos vivos .pdf
Los celenterados como organismos vivos .pdfLos celenterados como organismos vivos .pdf
Los celenterados como organismos vivos .pdf
 
aparato reproductor del cuy_REPRODUCCION ANIMAL--ESTHER (3).pptx
aparato reproductor del cuy_REPRODUCCION ANIMAL--ESTHER (3).pptxaparato reproductor del cuy_REPRODUCCION ANIMAL--ESTHER (3).pptx
aparato reproductor del cuy_REPRODUCCION ANIMAL--ESTHER (3).pptx
 
ELABORACIÓN DEL CHUÑO Existen dos tipos de chuño Negro y blanco.
ELABORACIÓN DEL CHUÑO Existen dos tipos de chuño Negro y blanco.ELABORACIÓN DEL CHUÑO Existen dos tipos de chuño Negro y blanco.
ELABORACIÓN DEL CHUÑO Existen dos tipos de chuño Negro y blanco.
 
Cloración y Desinfección de sistemas de agua potable para consumo humano.pptx
Cloración y Desinfección de sistemas de agua potable para consumo humano.pptxCloración y Desinfección de sistemas de agua potable para consumo humano.pptx
Cloración y Desinfección de sistemas de agua potable para consumo humano.pptx
 
La materia orgánica del suelo y su relación con la sostenibilidad de los ecos...
La materia orgánica del suelo y su relación con la sostenibilidad de los ecos...La materia orgánica del suelo y su relación con la sostenibilidad de los ecos...
La materia orgánica del suelo y su relación con la sostenibilidad de los ecos...
 
RAZAS DE AVES DE POSTURA Y ENGORDE Y SUS CARACTERISTICAS
RAZAS DE AVES DE POSTURA Y ENGORDE Y SUS CARACTERISTICASRAZAS DE AVES DE POSTURA Y ENGORDE Y SUS CARACTERISTICAS
RAZAS DE AVES DE POSTURA Y ENGORDE Y SUS CARACTERISTICAS
 
Charlas de medio ambiente para compartir en grupo
Charlas de medio ambiente para compartir en grupoCharlas de medio ambiente para compartir en grupo
Charlas de medio ambiente para compartir en grupo
 
Contaminacion Rio Mantaro y propuesta de soluciones
Contaminacion Rio Mantaro y propuesta de solucionesContaminacion Rio Mantaro y propuesta de soluciones
Contaminacion Rio Mantaro y propuesta de soluciones
 
DESCONEXIONES UN GYE 29 de abril 2024pdf.pdf
DESCONEXIONES UN GYE 29 de abril 2024pdf.pdfDESCONEXIONES UN GYE 29 de abril 2024pdf.pdf
DESCONEXIONES UN GYE 29 de abril 2024pdf.pdf
 
2. citologia vegetal, botanica agricolas
2. citologia vegetal, botanica agricolas2. citologia vegetal, botanica agricolas
2. citologia vegetal, botanica agricolas
 
Diapositiva del 17 de mayo 3R del medio ambiente
Diapositiva del 17 de mayo 3R del medio ambienteDiapositiva del 17 de mayo 3R del medio ambiente
Diapositiva del 17 de mayo 3R del medio ambiente
 
ACTIVIDADESDE PRENDIZAJE DE PRIMERO DE SECUNDARIA
ACTIVIDADESDE PRENDIZAJE  DE PRIMERO DE SECUNDARIAACTIVIDADESDE PRENDIZAJE  DE PRIMERO DE SECUNDARIA
ACTIVIDADESDE PRENDIZAJE DE PRIMERO DE SECUNDARIA
 
La degradación del suelo en los ecosistemas agrícolas. Seminario Seminario "E...
La degradación del suelo en los ecosistemas agrícolas. Seminario Seminario "E...La degradación del suelo en los ecosistemas agrícolas. Seminario Seminario "E...
La degradación del suelo en los ecosistemas agrícolas. Seminario Seminario "E...
 
Introduccion-a-la-Orquidea-Epidendrum.pdf
Introduccion-a-la-Orquidea-Epidendrum.pdfIntroduccion-a-la-Orquidea-Epidendrum.pdf
Introduccion-a-la-Orquidea-Epidendrum.pdf
 
El ajolote mexicano, su desarrollo, significado
El ajolote mexicano, su desarrollo, significadoEl ajolote mexicano, su desarrollo, significado
El ajolote mexicano, su desarrollo, significado
 
domesticación de plantas y evolución genetica
domesticación de plantas y evolución geneticadomesticación de plantas y evolución genetica
domesticación de plantas y evolución genetica
 
BIVALENTE MODERNA vacuna bivalente COVID 29
BIVALENTE MODERNA vacuna bivalente COVID 29BIVALENTE MODERNA vacuna bivalente COVID 29
BIVALENTE MODERNA vacuna bivalente COVID 29
 

Jardineria mediterranea

  • 1. BOTÁNICA JARDINERÍA MEDITERRÁNEA José Manuel Sánchez de Lorenzo-Cáceres Ingeniero Técnico Agrı́cola E-mail: jmanuel@arrakis.es Antes de comenzar a hablar de las caracterı́sti- cas de la jardinerı́a mediterránea y de las plantas habitualmente utilizadas o de un posible uso, cabe preguntarnos ¿Qué entendemos por jardinerı́a medi- terránea?. En mi opinión, bajo este término se englo- ba, dicho de una manera simple, la jardinerı́a prac- ticada en cualquier región sometida a un clima de tipo mediterráneo, caracterizado, de una forma muy general, por inviernos suaves y secos, veranos secos y calurosos y lluvias en primavera y otoño, aunque bien es verdad que, con mayor frecuencia, y ası́ so- lemos entenderlo casi todos, utilizamos este término para referirnos únicamente a una jardinerı́a propia y caracterı́stica del entorno del Mar Mediterráneo, influenciada, obviamente, por los distintos pueblos y culturas que lo han habitado a lo largo de la Historia Y decimos que es una jardinerı́a practicada en cualquier región sometida a un clima de tipo medi- terráneo porque este clima no es exclusivo de nues- tra región mediterránea, pues existen en el mundo otras cuatro zonas que poseen igualmente un clima y una vegetación natural del tipo denominado medi- terráneo, como son la región del Cabo en África del Sur, parte de California en Estados Unidos, la zona central de Chile y zonas del suroeste y sur de Austra- lia. Las 5 zonas de clima mediterráneo se hallan entre los 30 o y 45 o de latitud. La Región Mediterránea y California están en el hemisferio norte y Chile, El Cabo y el sur de Australia están en el hemisferio sur. Por tanto cabe esperar, y de hecho ası́ es, que mu- chas de las plantas nativas de algunas de estas zonas puedan ser cultivadas con éxito en las otras, ya que de una manera general, sin tener en cuenta otros facto- res condicionantes, la similitud del clima lo permite. Pero volviendo al concepto de jardinerı́a medi- terránea que casi todos tenemos en nuestra mente, efectivamente ésta se caracteriza por una serie de elementos que se repiten con frecuencia y que le con- fieren su personalidad. El uso del agua, los cerra- mientos, la creación de zonas de sombra para luchar contra el tórrido sol del verano, el uso de las plantas aromáticas y de otras bien adaptadas a la climato- logı́a y al bajo consumo de agua, los aterrazamientos del terreno, etc. Esta es una jardinerı́a en la que se observa, al menos en la parte occidental de la región mediterránea y tras analizar lo que acabamos de de- cir, una enorme influencia árabe y, en menor cuantı́a, alguna pincelada renacentista, especialmente en lo que concierne al uso de estanques, terrazas, escultu- ras, etc. Todo esto es cierto si hablamos de una jardinerı́a mediterránea tradicional, pero hemos de ser cons- cientes de que los tiempos cambian y, en la actuali- dad, debido al alto coste de la mano de obra especia- lizada, la jardinerı́a, como tantas otras actividades, ha ido tomando un cariz eminentemente práctico, tendente a abaratar en lo posible los costes de mante- nimiento, lo que unido, a veces, a la poca profesiona- lidad, tiene por consecuencia que los nuevos jardines públicos de nuestros enclaves mediterráneos, salvo honrosas excepciones, sean un poco de todo, incluyen- do las grandes praderas de la jardinerı́a anglosajona, constituyendo todo ello un nuevo estilo algo imperso- nal y casi estándar que podrı́amos denominar “estilo ayuntamiento”. La climatologı́a de la zona mediterránea. Si tomamos las temperaturas medias mı́nimas de los últimos 50 años, las representamos en un mapa y unimos éstas mediante isotermas, obtendrı́amos el mapa de las diversas zonas climáticas o zonas de rus- ticidad, en el que la región tı́picamente mediterránea comprenderı́a las zonas 9 y 10, donde las temperatu- ras medias mı́nimas oscilan entre los -6 o C y los 6 o C. En realidad, gran parte de la Penı́nsula Ibérica se halla bajo la influencia del clima mediterráneo, en el que cabrı́a distinguir: 1. Un clima mediterráneo continental, con una irregularidad térmica y pluviométrica y una ampli- tud térmica anual moderada. Es el clima de las me- setas y del Valle del Ebro. 2. Un clima mediterráneo costero, más benigno y algo más lluvioso, con precipitaciones irregulares, siendo seco en verano e invierno y lluvioso en prima- vera y otoño, con una amplitud térmica anual reduci- da. Es el clima de la Costa Levantina y Baleares. 3. Un clima mediterráneo del sudoeste, influen- ciado por las masas de aire húmedo procedentes del EUBACTERIA 1
  • 2. BOTÁNICA Atlántico y, por tanto, más lluvioso, con temperatu- ras suaves en invierno y una amplitud térmica anual muy pequeña. Es el clima de Andalucı́a Occidental. 4. Un clima mediterráneo seco, muy caluroso, con precipitaciones muy escasas e irregulares y una am- plitud térmica anual muy pequeña. Es el clima de Murcia y Almerı́a. En adelante, y cuando nos refiramos a la zona me- diterránea española estaremos hablando de aquellas zonas con un clima del tipo 2, 3 y 4. La vegetación natural propia del clima me- diterráneo. Estos rasgos climatológicos conforman una vege- tación, mayormente arbustiva, frecuentemente con caracterı́sticas similares a la de otras zonas con clima mediterráneo, debido en muchos casos a una evolu- ción convergente. Algunas de estas caracterı́sticas comunes son: dominancia de especies siempreverdes, hojas reducidas, con frecuencia lineares o aciculares, muy a menudo coriáceas (de ahı́ su denominación de vegetación esclerófila) o con gruesas cutı́culas. Es común igualmente la presencia de aceites esenciales aromáticos muy inflamables. En general son especies que se han adaptado bien a la presencia periódica del fuego por efecto de los rayos, llegando incluso a ne- cesitar este fuego para poder propagarse en algunos casos. Este tipo de vegetación denominado “maquis” en nuestro mediterráneo, tiene en la zona del sur de Ca- lifornia su homólogo en el “chaparral”, y aunque con especies distintas y otros tipos de suelos más ácidos, tiene igualmente su equivalente en el “matorral” de Chile, el “fynbos” de Sudáfrica o el “mallee scrub” de Australia. Evolución convergente. Un ejemplo de evolución convergente lo tenemos con dos especies utilizadas en jardinerı́a con fines y requerimientos prácticamente idénticos: Rosmarinus officinalis (Romero) y Westringia fruticosa (Romero de costa), procedentes de la Región Mediterránea y de Australia respectivamente. Las plantas de climas mediterráneos utiliza- das en la jardinerı́a mediterránea. Son, pues, muchas de estas plantas procedentes de estas regiones con semejanzas climáticas, algu- nas de ellas desconocidas o poco conocidas, las que, unidas a las tradicionalmente cultivadas, nos serán de utilidad en el diseño de los jardines de tipo me- diterráneo. A todas ellas hay que unir otra serie de plantas que, aún no procediendo de las zonas men- cionadas, son resistentes a condiciones adversas, so- portando la escasez de agua y los calores rigurosos del verano, caracterı́sticas éstas tan propias de la región mediterránea. Muchas de estas especies son utilizadas asiduamente en las técnicas de xerojardi- nerı́a, casi de obligado cumplimiento, en mi opinión, en los jardines mediterráneos, donde el agua es ca- si siempre un factor limitante. Otras especies, de procedencia subtropical, soportan perfectamente las suaves temperaturas de las costas mediterráneas, aunque requieren un aporte mayor de agua, sobre todo en verano, pudiendo ser utilizadas perfectamen- te en aquellos lugares donde el aporte de ésta no esté comprometido. Al final del artı́culo insertamos unos listados con una amplia selección de especies. Flora autóctona vs. flora alóctona. Una polémica siempre presente, defendida con obcecación por algunos, es la de la utilización de la flora autóctona frente a la flora alóctona. Estamos de acuerdo en ello, puesto que la flora autóctona siempre está mejor adaptada a las condiciones del lugar, pero la jardinerı́a, que entre otras cosas busca la orna- mentación, no siempre dispone en la flora autóctona de las plantas adecuadas para ciertos fines o ciertos efectos estéticos, teniendo que obtenerlas de otras flo- ras lejanas. Los peligros de la flora alóctona. Pero la introducción con fines ornamentales de plantas procedentes de otros territorios puede tener sus peligros cuando se hace de forma incontrolada, puesto que ciertas especies son potencialmente in- vasoras. Es el caso de Nicotiana glauca, Pennisetum setaceum, etc., actualmente extendidas por todo el mundo. En áreas naturales las plantas invasoras pueden reducir el hábitat de las especies nativas y amenazadas, compitiendo con éstas, a veces con ven- taja, por su facilidad de adaptación. En otras ocasiones, esas plantas foráneas pueden ser la fuente de introducción de insectos que se cons- tituyen en plagas inexistentes con anterioridad, como el caso del “taladro del geranio” (Cacyreus marsha- lli), extendido por toda España, de la “mosca blanca” (Aleudoricus dispersus) que tan gravemente afecta a muchos cultivos ornamentales en las Islas Canarias o del “picudo rojo” (Rhynchophorus ferrugineus), tan letal para las palmeras del género Phoenix. 2 EUBACTERIA
  • 3. BOTÁNICA Pennisetum setaceum. Listados de plantas utilizadas o con posible uso. Muchas de las especies listadas están comercia- lizadas desde antiguo, otras se van comercializando cada vez con mayor asiduidad y pueden verse ya en los catálogos de muchos viveros y, otras muchas, por contra, no se han popularizado lo suficiente hasta la fecha, pero probablemente su cultivo se irá exten- diendo en los próximos años. NOTA: Hemos realizado una selección de espe- cies, prescindiendo de cactus y plantas crasas, para evitar listados muy extensos. Tampoco se incluyen otras plantas procedentes de zonas diferentes a las de clima mediterráneo ya en uso en la jardinerı́a me- diterránea o que podrı́an ser utilizadas eficazmente. Con la misma finalidad de acortar los listados, se ha procurado mencionar sólo una especie para cada género. Especies de la vegetación mediterránea uti- lizadas en jardinerı́a mediterránea (el listado puede ampliarse considerablemente) Acanthus mollis , Acer campestre, Ajuga reptans, Alnus glutinosa, Alyssum montanum, Amelanchier ovalis, Anthyllis barba-jovis, Arbutus unedo, Arum italicum, Atriplex halimus, Bupleurum fruticosum, Buxus sempervirens, Calluna vulgaris, Carpinus be- tulus, Celtis australis, Cercis siliquastrum, Cistus monspeliensis, Clematis flammula, Cneorum tricoc- con, Colutea arborescens, Coriaria myrtifolia, Cornus mas, Corylus avellana, Cotinus coggygria, Crataegus monogyna, Chamaerops humilis, Daphne gnidium, Erica arborea, Fraxinus ornus, Halimium halimifo- lium, Hedera helix, Helichrysum stoechas, Iris pseu- dacorus, Jasminum fruticans, Juglans regia, Laurus nobilis, Lavandula stoechas, Ligustrum vulgare, Lit- hodora fruticosa, Lythrum salicaria, Medicago arbo- rea, Melissa officinalis, Mentha aquatica, Mespilus germanica, Myrtus communis, Nerium oleander, Olea europaea, Origanum vulgare, Paliurus spina-christi, Phillyrea angustifolia, Phlomis fruticosa, Pinus ha- lepensis, Pistacia lentiscus, Populus alba, Primula veris, Prunus spinosa, Quercus ilex, Rhamnus ala- ternus, Rosa pimpinellifolia, Rosmarinus officinalis, Ruscus aculeatus, Ruta graveolens, Salix alba, Sal- via officinalis, Sambucus nigra, Saponaria officinalis, Scabiosa atropurpurea, Sorbus domestica, Spartium junceum, Taxus baccata, Teucrium fruticans, Thymus vulgaris, Ulmus minor, Urginea maritima, Viburnum tinus, Viola odorata, y Vitex agnus-castus. Especies de la vegetación de Chile utilizadas en jardinerı́a mediterránea. Acacia caven, Alstroemeria sp., Azara dentata, Buddleja globosa, Caesalpinia spinosa, Cassia to- mentosa, Cestrum parqui, Colletia spinosissima, Cry- ptocarya alba, Drymis winteri, Eccremocarpus scaber, Escallonia rubra, Fabiana imbricata, Fuchsia ma- gellanica, Jubaea chilensis, Lapageria rosea, Luma apiculata, Maytenus boaria, Peumus boldus, Proso- pis chilensis, Puya chilensis, Quillaja aponaria, Schi- nus molle, Schizanthus x wisetonensis, Sisyrinchium striatum, y Ugni molinae. Especies de la vegetación de California utili- zadas en jardinerı́a mediterránea. Arbutus menziesii, Carpenteria californica, Cea- nothus thyrsiflorus, Clarkia amoena, Cupressus ari- zonica, Cupressus macrocarpa, Chilopsis linearis, Dendromecon harfordii, Eschscholzia californica, Fre- montodendron californicum, Garrya fremontii, Hete- romeles arbutifolia, Isomeris arborea, Lavatera as- surgentiflora, Leptodactylon californicum, Mimulus cardinalis, Mirabilis californica, Myrica californica, Phacelia tanacetifolia, Pinus radiata, Rhus laurina, Romneya coulteri, Salvia apiana, Sidalcea malviflo- ra, Simmondsia chinensis, Solanum umbelliferum, Sphaeralcea munroana, Symphoricarpos albus, Tol- miea menziesii, Torreya californica, Umbellularia ca- lifornica, Washingtonia filifera, y Zauschneria cana. Especies de la vegetación de Sudáfrica utili- zadas en jardinerı́a mediterránea. Acacia davyi, Acokanthera oblongifolia, Agapant- hus africanus, Agathosma crenulata, Amaryllis bella- dona, Anastrabe integerrima, Anisodontea scabrosa, Arctotis acaulis, Asparagus densiflorus, Barleria ob- tusa, Bauhinia galpinii, Buddleja salviifolia, Bulbi- ne frutescens, Carissa grandiflora, Cineraria saxifra- ga, Clerodendrum glabrum, Clivia miniata, Coleone- EUBACTERIA 3
  • 4. BOTÁNICA ma pulchrum, Crinum moorei, Crocosmia masonio- rum, Crotalaria capensis, Cunonia capensis, Cusso- nia paniculata, Chasmanthe aethiopica, Chlorophy- tum comosum, Dais cotinifolia, Diascia barberae, Die- tes grandiflora, Dimorphotheca pluvialis, Diosma eri- coides., Dombeya burgessiae, Dovyalis caffra, Duver- noia adhatodoides, Ensete ventricosum, Eriocepha- lus africanus, Erythrina caffra, Euryops pectinatus, Felicia amelloides, Ficus natalensis, Freesia x hybri- da, Gazania rigens, Gerbera jamesonii, Gladiolus x gandavensis, Gloriosa superba, Grewia occidentalis, Greyia sutherlandii, Haemanthus katherinae, Har- pephyllum caffrum, Hermannia disermifolia, Indigo- fera cylindrica, Leonotis leonurus, Leucospermum cor- difolium, Lobelia erinus, Mackaya bella, Melianthus major, Moraea polyanthos, Myrsine africana, Nerine bowdenii, Nuxia floribunda, Ochna serrulata, Ornit- hogalum thyrsoides, Osteospermum ecklonis, Othon- na capensis, Oxalis purpurea, Pelargonium peltatum, Phygelius capensis, Phylica ericoides, Plumbago au- riculata, Podranea ricasoliana, Polygala myrtifolia, Protea repens, Psychotria capensis, Rhoicissus capen- sis, Schotia brachypetala, Senecio angulatus, Spara- xis tricolor, Sparmannia africana, Strelitzia reginae, Sutera cordata, Tecomaria capensis, Thunbergia ala- ta, Tulbaghia violacea, y Zantedeschia aethiopica. Especies de la vegetación de Australia utili- zadas en jardinerı́a mediterránea. Acacia trineura, Agonis flexuosa, Albizia distach- ya, Alyogyne huegelii , Alyxia ruscifolia, Anigozant- hos flavidus, Atriplex nummularia, Banksia integri- folia, Bracteantha bracteata, Brachycome iberidifo- lia, Brachychiton discolor, Callistemon rigidus, Cas- sia sturtii, Casuarina cunninghamiana, Chamelau- cium uncinatum, Dietes robinsoniana, Dodonaea tri- quetra, Eremocitrus glauca, Eremophila maculata, Eucalyptus erythrocorys, Ficus rubiginosa, Grevillea robusta, Hardenbergia violacea, Hibbertia scandens, Hibiscus splendens, Hymenosporum flavum, Kenned- ya coccinea, Leptospermum scoparium, Livistona aus- tralis. Melaleuca armillaris, Myoporum parvifolium, Olearia phlogopappa, Ozothamnus diosmifolius, Pan- dorea jasminoides, Pittosporum undulatum, Scaevola aemula, Schefflera actinophylla, Solanum aviculare, Westringia fruticosa, y Wodyetia bifurcata˙ Bibliografı́a: Adriana Hoffmann J. (1978) Flora silvestre de Chile. Zona central. Fundación Claudio Gay. Santiago de Chile. Audrey Moriarty (1982) South African wild flo- wers guide 2. Outeniqua Tsitsikamma and Eas- tern Little Karoo. Botanical Society of South Africa. Bob Perry (1989) Trees and shrubs for dry Ca- lifornia landscapes. Plants for water conserva- tion. Land Design Publishing. Claremont. Cali- fornia. Braam van Wyk and Sasa Malan (1988) Field guide to the wild flowers of the Witwatersrand and Pretoria Region. Struik Publ. Cape Town. Denise Greig (1999) Field guide to Australian wildflowers. New Holland Publ. Sydney Elsa Pooley (1994) The complete field guide to trees of Natal Zululand and Transkei. Natal Flora Publication Trust. Durbam. Günther Kunkel (1998) Jardinerı́a en zonas ári- das. Ediciones Alternativas. Almerı́a. Heidi Gildemeister (1995) Su jardı́n medi- terráneo. Editorial Moll. Palma de Mallorca. Heinrich Walter (1977) Zonas de vegetación y clima. Ediciones Omega. Barcelona. Hugo Latymer (1995) El jardı́n mediterráneo. Editorial Blume. Barcelona. Ira L. Wiggins (1980) Flora of Baja California. Stanford Unioversity Press. Stanford. Califor- nia. James C. Hickman edit. (1993) The Jepson ma- nual. Higher plants of California. University of California Press. Berkeley. Jean Galbraith (1977) Field guide to the wild flowers of South-East Australia. Collins. Syd- ney. Levyns, M.R. (1966) A guide to the flora of the Cape Peninsula. Juta and Co. Ltd. Cape Town. Margaret G. Corrick (1996) Wildflowers of Sout- hern Australia. Five Mile Press. Victoria. Mary Maytham Kidd (1983) South African wild flowers guide 3. Cape Peninsula. Botanical So- ciety of South Africa. Oleg Polunin and Martin Walters (1989) Guı́a de la vegetación de Europa. Ediciones Omega. Barcelona. Peter Goldblatt and John Manning (2000) Wild- flowers of the Fairest Cape. National Botanical Institute. Pitta Joffe (1993) The gardener’s guide to South African plants. Tafelberg Publ. Ltd. Cape Town. Sánchez de Lorenzo Cáceres, J.M. (2001) Guı́a de las plantas ornamentales. Ediciones Mundi- Prensa. Madrid. 4 EUBACTERIA