Este documento discute los desafíos que plantea la creciente complejidad e intensidad de los problemas sociales en el contexto de un cambio de época. Señala que los estilos de gobierno tradicionales como la fuerza o el proyecto personal ya no son adecuados y que se necesitan nuevos liderazgos basados en la transparencia, la colaboración y la participación. Finalmente, propone que la formación de estos nuevos liderazgos debe ser un objetivo central de las universidades, los partidos políticos y otras instituciones.