2. Raquel García
Jaime Domínguez
JRMora
COLABORAN
Fran Cornejo "deVillamediana"
Juan José Angulo "Juanjas"
Publicación aperiódica gratuita
digital de la comunidad de
dibujantes y lectores MiLápiz.es
Nº5- diciembre 2015-
Portada: JRMora
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usuarios(arroba)milapiz.es
Cada autor licencia sus viñetas
como considera oportuno, para
conocer sus licencias visite los
perfiles de cada dibujante en
milapiz.es
Qué vamos a decirles, elecciones. El 20 de
diciembre de este año se elegirá al que se tendrá
que comer el marrón de gobernar este cacao.
En este número entrevistamos a Ximo Segarra
"Acapu" y Fran Cornejo vuelve a echar mano de
sus aperos de caricaturizar. También contamos con
unas viñetas inéditas de El Lumpen y otras
colaboraciones de amables autores de MLPZ.
En Mi Lápiz ya hay 159 artistas, 136 lectores registrados y 3202 viñetas subidas.
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chano mánimo
Lumpen
Míguel
Carlitos "Carma"
3. Joaquín Segarra Pérez es un artista en el sentido pleno de la palabra. Pero, también, es un
creador incansable y un luchador nato. Lleva toda la vida con eso del pintorreo y del garabato,
pero, también, jugando con las palabras.
Cuando llevaba algunos años estudiando Bellas Artes, abandonó sus estudios convencionales
y nació el mítico fanzine Kastelló. Nueve años de vida y 101 números son el resultado de un
intenso trabajo que desarrolló en los años 90. El último número no significó el final, sino una
nueva etapa. Sus personajes, historietas, viñetas, relatos y poemas podemos verlos ahora en
su blog Un Planeta llamado Acapu.
¿Por qué elegiste firmar con Acapu?
La verdad es que no lo sé. Ese nombre,
Acapu, surgió cuando yo tenía 13 o 14
años, jugando en casa con mis hermanos y
hermanas a agentes secretos: me inventé
un código secreto y mi nombre según ese
código era Acapu. Y fue creo que un par de
años más tarde cuando empecé a firmar
algunos de mis dibujos así. Y al poco se
convirtió en algo fijo... no sé, a veces
pienso que no lo elegí yo, sino que, de un
modo u otro, surgió de un modo natural.
Hace 5 o 6 años me enteré de que hay un
árbol que crece en la selva del Amazonas
que se llama así: Acapu. Me gusta la idea
de que mis dibujos los firme un árbol...
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Ximo Segarra "Acapu", caricatura de Fran Cornejo
4. ¿Cómo empieza tu relación con el garabateo y la ilustración?
Porque he visto que cuando te quedaba un año y medio para
terminar tu carrera de Bellas Artes lo dejas todo por Kastelló.
Una publicación semiprofesional, ¿cómo se lo tomó tu
entorno?, ¿te arrepientes?, ¿qué te pasó?
Bueno, desde siempre, yo me recuerdo siempre dibujando, creo
que nos pasa a muchos dibujantes, que ya de niños estamos ahí
con el lápiz, o el boli, los colorines... buscando un trozo de papel
donde copiar algún personaje de los dibujos animados, en mi caso
era Mazinger Z, o Ruy el pequeño cid, Heidi, Marco... En el colegio
yo era el que dibujaba, y recuerdo en el instituto llenar los espacios
en blanco de los libros con caras y más caras (me encanta dibujar
caras), y con personajes estrambóticos, y probar a hacer chistes
gráficos...
También empecé a pintar, con 16 o 17, al óleo en azulejos pequeñitos... Y cuando vi que se terminaba
lo del instituto, la elección estaba clara, aunque dudé entre Arquitectura o Bellas Artes... mi opción fue
esa, y ahí que me metí.
Lo que pasó a medida que pasaban los cursos fue una mezcla de desencanto y de transformación
personal. Tuve la suerte de compartir piso esos años (yo soy de Castelló, y estudié en la Facultad de
San Carlos de Valencia) con gente que me hizo descubrir todo un mundo que yo hasta entonces
desconocía: música y literatura que hicieron que me replanteara mi universo. Hablo de grupos de
música como Barricada, Leize, Bruque, Extremoduro... y escritores com Hermann Hesse, Aldous
Huxley, George Orwell, Unamuno, Ortega, también la sociología y la psicología que surgió del
psicoanálisis de Freud: Erich Fromm, Carl Gustav Jung, Wilhelm Reich... Y la poesía de Neruda,
Celaya... no sé, en mí se hizo un cóctel que me llevó a una crisis muy fuerte, donde entró en choque
mis ganas de soñar y luchar por un mundo mejor con la realidad pura y dura.
No fue fácil, mi entorno familiar no se lo tomó bien, pero al final conseguí la comprensión que me
permitió iniciar aquella aventura de Kastelló, junto con Enric Cervera, uno de mis compañeros de piso
que aparte de ser un experto en informática tenía una sensibilidad tremenda y una actitud también
muy crítica con la sociedad que vivíamos entonces, la de los 90. En fin, éramos un bellas artes y un
informático (también Andrés y Pere, también gente crítica y también informáticos, aportaron lo suyo en
aquellos inicios) que nos combinamos muy bien para sacar adelante, con periodicidad mensual, un
fanzine que, en fin, ahí está su historia, con el tiempo creció hasta el punto de remover los
acomodados cimientos culturales de nuestra ciudad, Castelló, y también conectar con el rico y variado
mundillo underground del estado español de aquella época.
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5. Lograr mantener una publicación hasta los 101 números no es nada fácil, ¿qué recuerdas de
aquellos años? ¿Y como todo tiene un final, por qué desapareció Kastelló?
No, no es fácil... tú lo sabes porque conoces a un experto en el tema, J.R.
Mora, a él lo conocí en aquella época. Lo de hacer un fanzine es toda
una historia, implica tantas cosas... no solo es el contenido (dibujos,
textos, maquetación...), es también la imprenta, conseguir los dineros
para sacarlo adelante, la coordinación con los colaboradores, el correo...
ufff. En Kastelló desde el nº 4 nos metimos de lleno en la opción de
financiarlo casi por completo con la publicidad. Era lo más duro de todo, al
menos para mí, eso de hacer de agente comercial no se me da bien...
pero aún así conseguíamos reunir una buena cantidad de anunciantes en
cada número, sobre todo eran pubs, cafeterías... lo que nos permitía
publicar con periodicidad casi mensual y con tiradas que oscilaron entre
los 300 y los 1.000 ejemplares cada número. Y esa línea la mantuvimos
hasta el nº 87 (9 años después de empezar), que fue cuando Kastelló
desapareció, aunque en los años siguientes saqué unos cuantos
números más hasta llegar al 101.
A ver... fue una experiencia tremenda, sales a la calle con tu arte, y aquí es donde respondo a una de
tus preguntas anteriores: nunca me he arrepentido de abandonar Bellas Artes para meterme en cuerpo
y alma con Kastelló. Porque en Bellas Artes aprendí mucho, pero había allí algo de falsete, de
previsible, de autocomplaciente, de ajeno a la realidad... y con Kastelló todo era distinto, es verdad que
los medios eran precarios, que sobre todo al principio la estética iba muy en la línea del típico fanzine
radical de aquellos años (blanco y negro y aprovechar al máximo cada espacio), que para la mayoría
de la gente aquello no pasaba de ser algo simpático y divertido, muy alejado del Arte con mayúsculas,
pero para mí aquello fue arte con todas las letras, con mayúsculas o con minúsculas, pero mucho más
valiente y auténtico que lo que hacíamos en Bellas Artes.
Es verdad que en la facultad nos sentíamos muy en la última
onda porque habíamos estudiado las vanguardias artísticas
del siglo XX, sabíamos lo que era el dadaísmo, el cubismo, el
futurismo, el surrealismo, el expresionismo abstracto, el arte
pop y coqueteábamos con la postmodernidad más
postmoderna, pero... jo, ¿y la justicia social? ¿y la explotación
de la minoría sobre la mayoría? ¿y los roles que nos estaban
inculcando para encajar en la sociedad capitalista y ser
artistas complacientes con el sistema establecido? Con
Kastelló dimos un salto, ya no un gran salto para la
Humanidad o para el Arte o para la Leche en polvo
desmerengada, no. Fue un salto para quienes lo vivimos. Yo
notaba esa excitación entre la gente que aquellos primeros
números participábamos en la elaboración de los números y
compartíamos ideas y probábamos cosas nuevas y salíamos a repartir los ejemplares, y hablar con
colaboradores, asociaciones, colectivos... Estábamos haciendo algo nuevo y lo estábamos haciendo
en el mismo lugar y en el mismo tiempo en el que la normalidad trataba de hacernos creer que nada
nuevo era posible. Pero... claro, ya desde el principio no fue fácil, quien más y quien menos fue
anteponiendo sus carreras universitarias, las expectativas de sus familiares y de su entorno, a
cualquier aventura. En resumidas: al final me quedé solo en el salto. Y sostener aquello yo solo fue un
esfuerzo tremendo. Y también reconozco que tuve mis errores, y es que a veces no nos damos cuenta
de las trampas, de detalles que poco a poco van frenando aquel primer entusiamo... Y, en fin,
reconozco que mientras mi entorno se iba acomodando, iba buscando su sitio dentro de un sistema
que yo rechazaba de plano, yo me enrocaba más y más en mis verdades y al final no pude con todo.
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6. Los últimos años de Kastelló fueron los de más reconocimiento en el ambiente underground, porque
la experiencia me permitió mejorar y cada nº era una pequeña obra de arte, gracias a los escritores,
poetas, dibujantes, articulistas, etc que con los años habían ido sumándose desde diferentes puntos
del país (y también de fuera) y conseguían darle forma y fuerza a las páginas de Kastelló. No voy a
mencionar a ninguno, porque no quiero olvidar a nadie, pero era gente que, cada uno a su manera,
abría nuevas puertas a la crítica y a la expresión artística... yo estaba muy orgulloso de ser su editor, y
tuve la suerte de compartir buenos momentos con la mayoría de ellos y aprender mucho, quizá
aquellas experiencias personales fueron lo mejor de aquella aventura fanzinera.
Pero esos últimos años de Kastelló también fueron los de más desgaste a nivel de relación con mi
entorno más próximo, el familiar incluido. Y lo que marcó el final de Kastelló fueron las desgracias a
nivel personal. La muerte de mi padre, junto con la de uno de mis tíos y también el fallecimiento de
Alimotxe, uno de los colaboradores emblemáticos de Kastelló y un tipo excepcional... Bueno, fue
"demasié pa'l body", yo a esas alturas estaba muy harto de todo, muy frustrado, y al final decidí dar
por terminado el tema, para evitar males mayores. Resumiendo: fue una época muy intensa y que no
la cambiaría por nada en el mundo, aunque sé que es irrepetible. Fueron los años en que internet
empezaba a escucharse como algo lejano y que poco a poco iba entrando en la vida cotidiana, no
tenía nada que ver con ahora, en aquellos tiempos la única manera de publicar y llegar a la gente era
así: imprimiendo ejemplares, tinta y papel.
En ese contexto Kastelló fue posible, y tenía un sentido, fue uno de los muchos cantos del cisne que
hubo entonces en Europa. Cantos del cisne de ese medio de comunicación, el fanzine impreso y
combativo, y de todo lo que significaba en aquella época para mucha gente la lucha a pie de calle.
Pero cuando empezó el siglo XXI todo empezó a ser muy diferente... Y yo, lo confieso, no me supe
adaptar, ni de lejos. Había dado demasiado de mí, y estaba muy cansado.
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7. Repasando tu currículo deduzco que eres un buscavidas, has compaginado la creación del
imaginario de Acapu con trabajos como vigilante, recolector de naranjas y aparcacoches de
un bingo y hasta ayudante de peluquería ¿Tan difícil es ganarse la vida dibujando? ¿Por qué?
No soy tan tirado pa'lante como pueda
parecer, no... sí que soy bastante temerario
para según qué cosas, pero en general soy
bastante paradote en lo que a buscarme la
vida se refiere, mi mundo es el de las letras
y los dibujos, los libros y los cuadros, las
reflexiones, la imaginación... pero me
siento bastante perdido a la hora de eso,
de encontrar un trabajo, o de mantenerlo...
La mayoría de los trabajos que he hecho
han sido muy temporales, en eso estoy
muy en la línea de la realidad laboral de
tanta gente... pero si sobrevivo es sobre todo gracias a la solidaridad de mi entorno familiar, porque lo
de ganarse la vida dibujando, o escribiendo, o editando, o pintando cuadros... Sí, es muy difícil, no
sabría decirte por qué, es algo muy común en todo lo relacionado con las artes, también pasa en el
cine, el teatro, la música... Al final es muy poquita la gente que puede vivir de esto.
Y en medio de todo este trabajo, compaginando tus viñetas con tus otras ocupaciones, tienes
hasta varios libros como "Ancla tu mirada" o "Las palabritas de Julia". Encima, también,
escribes relatos cortos y poesía. ¿Eres superman, cómo te organizas?
No... Ni de lejos, no hay ningún superpoder, ya
me gustaría...
Quizá es que me gusta mucho todo lo relacionado
con escribir, dibujar, pintar... y desde hace unos
años he cogido la costumbre de mantener un
ritmo regular, aunque a veces se interrumpe por
otras ocupaciones que den algo de dinero, en
general estoy siempre cavilando sobre una nueva
viñeta, o una nueva frase que defina una realidad
social o que le dé la vuelta a los discursos que
nos vienen desde arriba.
Escribo relatos desde los 16, y poesía desde los
18 años, y ya tengo más de 40...
Llega un momento que eso es mi día a día, como beber o comer, estoy acostumbrado a buscar
puntos de vista distintos... no me resigno a plegarme al discurso oficial, a la machacona repetición de
tonterías que nos invitan constantemente a la sumisión.
Para mí la creatividad es una forma de resistencia, de resistencia activa, porque hoy día las cadenas
del esclavo son sobre todo cadenas mentales, y un buen antídoto es tener bien entrenada la mente,
para que no se deje engrilletar. Y sé que para conseguir conectar con quien me lee tengo que
practicar mucho: hay días que no se me ocurre nada, pero encuentro un momento para dibujar algo
sin más, unas caras, o unas líneas, o garabatos sin sentido, o pintar con Photoshop una viñeta que
dibujé sobre papel meses atrás...
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8. Aunque, imagino la respuesta, ser humorista gráfico e ilustrador supone mucho sacrificio
personal.
Sí, está claro que sí. Yo hay días que me tumbaría en el sofá a ver una peli, o, en fin, no hacer
nada, pero no me lo permito, solo en pocas ocasiones me lo permito, cuando estoy muy cansado o
muy desanimado, pero en general siempre busco la manera de enfrentarme al folio en blanco, o a la
pantalla, o doy una caminata para que se aireen las ideas... Sí, tengo muy poca vida social, en parte
por elección personal y en parte porque cuando uno tiene la economía así de escasa... en fin, lo de
irse por ejemplo a cenar con los amigos... se convierte en poco menos que misión imposible. Un
lápiz y un folio sigue siendo un material barato (uy, que no lea esto Rajoy o su sucesor... que nos
sube el IVA de los lápices y los folios...) y con la luz del Mediterráneo tampoco hace falta gastar
mucho en bombillas. En fin, es hacer lo que se puede con lo que se tiene.
No me resisto a preguntarte de tus viñetas o personajes a cuál le tienes más cariño.
De mis viñetas... siempre me pasa igual: mis favoritas son las que menos éxito tienen, cuanto
menos "me gusta" o retweets, o veces que se ha compartido, o comentarios o etcétera, esas son
con las que me encariño más. Y es que pasa a veces que te tiras horas dando forma a una viñeta,
puliendo el guión, cuidando los detalles, buscando los colores... y echándome unas buenas risas
mientras la hago (porque eso sí: yo me lo paso muy bien con mis viñetas de humor, me tienen que
hacer gracia, sorprenderme cuando se me ocurren y arrancarme por lo menos unas sonrisas
cuando la veo terminada) y al final la publico y pasa desapercibida. En fin, las que vuelan por la red
a toda velocidad también tienen ese lugar en mi corasonsito, sobre todo algunas que son muy
especiales para mí, pero las otras, las marginadas... son mi debilidad. En el caso de los
personajes... ahí es distinto, porque el personaje con el que me siento más cómodo y el que me
parece más simpático y más legal y más todo es el personaje que mejor aceptación tiene cuando
sale al escenario.
Es un personaje que en Mi Lápiz creo que no ha salido
nunca, pero en mi blog fue bastante habitual durante 2 o
3 años, ahora sale menos, pero me río mucho con él. Es
el Cactus, el personaje que dice todas las barbaridades
que pienso y que no me atrevo a decir. Prefiero que las
diga él, jejeje... Y el Cactus vive en el desierto, que es la
imagen que tengo muchas veces del mundo donde
vivimos: un erial de humanismo, un mundo estúpido
donde prima la guerra sobre la paz, el dinero sobre la
bondad... Y aún así siempre encuentra la manera de
descojonarse. Es un personaje muy cariñoso que da
besos y abrazos pero... ¡es un cactus! ¡con sus pinchos!
Es así como me siento tantas veces... y como se siente
mucha gente: queremos dar lo mejor de nosotros pero a
la que nos descuidamos se nos erizan los pinchos.
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9. Como dibujante veterano, seguro que te has metido en algún lío, nos lo cuentas.
Pues no, que yo recuerde... hubo más en la época de Kastelló, pero a mí me pilló más como editor, en
un par de casos sobre todo, con una viñeta que hizo un colaborador donde parodiaba los cursos de
Nueva Acrópolis (nos llegó una carta de un bufete de abogados, con amenaza de denunciarnos si no
le dábamos el nombre del colaborador, que había firmado con seudónimo) (no le dimos el nombre, por
supuesto) (y ahí se acabó el asunto). Y con unos poemas de otro colaborador, que llevaban por título
"Apologia del terrorisme" (eran en valenciano), ahí no recuerdo muy bien, pero creo que fue el poeta
quien al final se echó atrás y le cambió el título, aunque por mí no había problema... y otros casos que
se saldaron con vetos a Kastelló en según qué sitios... Ya en esta etapa, donde me dedico más al
humor gráfico, no recuerdo ninguna cosa especial, aparte de perder algún que otro seguidor o algún
comentario despectivo...
¿Qué te han enseñado los gatos, por qué en tu blog tienes la sección Gatuneando?
Muchas cosas, sobre todo a pasar
olímpicamente de muchos humanos. Hubo un
gato, que vivía en casa de una novia que tuve
hace años... que era un señor gato, muy
tranquilo él pero también muy digno y muy
inteligente, fue la primera vez que sentí con
toda claridad que un gato no es solo un gato,
es ante todo alguien, es gente, como tú o como
yo. Lo de Gatuneando... nació hace unos
meses, de resultas de un proyecto fallido para
una editorial. Al final lo que hubiera podido ser
un libro se convirtió en una serie para el blog.
Te gusta jugar con el lenguaje, con los acapuforismos, pero, al mismo tiempo, son críticas.
¿Qué es para ti el humor como concepto? ¿Sois necesarios los humoristas en la vida?
Sí, soy muy crítico en mucho de lo que escribo y
dibujo, por lo que te decía antes de la creatividad como
antídoto a las cadenas mentales... Y el humor... para
mí es una válvula de escape. Ojo, no lo digo en el
sentido de evasión, porque el humor te permite reírte
de lo que te puede hundir en la miseria, te permite
estar ahí, en medio de un infierno, sin acabar
completamente churruscado. Esa vis cómica, en mi
caso, es algo que me acompaña desde niño, y sin ella
no hubiera sobrevivido, o por lo menos no hubiera
sobrevivido con un mínimo de equilibrio mental. Sí, los
humoristas son absolutamente necesarios, y además
hay tantas maneras distintas de hacer humor... el
humor negro, el cándido, el que te lanza una verdad
superseria vestida con la forma de una chorrada impresionante (o al revés), el humor elegante que
se ríe de sí mismo y del mundo mientras te da un apretón de manos amistoso, o el humor que te
hace reír mientras te llena de besos y abrazos, o ese humor que no parece humor pero a la que te
descuidas estás ahí con la sonrisa boba y agradecida... No sé, los humanos necesitamos el humor
para sobrevivir, para poder ver las perspectivas divertidas e inesperadas del mundo donde vivimos.
Porque la vida no es cosa seria. Es cosa se ría, en ríalidad.
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10. Me doy cuenta que prácticamente a diario haces alguna viñeta, ¿cómo lo consigues?
Para mí ahora es una costumbre, lo de hacer viñetas, es casi como respirar. Aunque hay días en los
que la inspiración se retrae como una mala cosa y no hay manera. En casos así no me fuerzo,
porque en mi caso no tengo la presión de tener que publicar una cada día. Por eso admiro a la gente
que está publicando todos los días en un periódico, me gustaría tener esa presión, y creo que podría
con ella, pero sé que es muy complicado. Mi experiencia es la de tener días donde hago dos o tres
viñetas, y además se me ocurren ideas para tres o cuatro más, o periodos de una o dos semanas
que es una vorágine de ideas. Y luego hay días resecos y completamente estériles. Insisto: no hay
que forzar, con esto de la imaginación es mejor la calma y la tranquilidad, porque a la que te
descuidas salen ideas como churros. Estos últimos meses, por ejemplo, he tenido muy pocas ideas
para viñetas de humor blanco, pero tenía muchas preparadas de épocas más pródigas, por lo que
quien visita los sitios donde publico no ha percibido ese bajón. Tengo más de hormiga que de
cigarra, creo que es porque vengo de familia de agricultores, y llevo en los genes aquello de "ay ay
ay, guarda para cuando no hay", y es que la inspiración es como el clima, no sabes cuando puede
venir la sequía, o el granizo, así que hay que aprovechar los días de buena lluvia y de buen sol.
Uy... Para mí la política es sobre todo fuente de
mala leche. De verdad. Hay días que me da
asco, así como te lo digo. Tengo épocas donde
trato de darle esa vuelta hacia lo amable, hacia
lo risueño, pero hay épocas que me lo cuestiono
todo y me pregunto: "¿Por qué tengo que
ponerle un espejo divertido a ese vertedero de
sinvergüenzas?" Y en esas estoy. Últimamente
estoy encontrando cierto equilibrio con la serie
"No somos nadie... ¿o sí?", donde los
personajes son chiquititos, no podemos
identificar si es un hombre o una mujer, o si lleva
corbata o casco, o si es joven o viejo, ahí habla
la gente que somos, las personas que somos,
más allá de los roles, y trato de ser elegante en
las formas escritas, y fundirlas con las formas dibujadas, para conseguir esa distancia que me
permite hablar de tanta... en fin, de tanta mierda como hay en la vida cotidiana.
El panorama político actual lo veo igual de mal que
hace dos décadas, y que hace cuatro, para mí es un
problema del sistema, que es un sistema explotador,
diseñado para sacarle jugo a la mayoría. Pero la
responsabilidad de esta situación no es solo de los de
arriba, de quienes se aprovechan de la situación para
vivir con todo lujo de caprichos, la responsabilidad es
también de las mayorías, silenciosas o quejosas, y es
también nuestra responsabilidad porque nosotros
podemos cambiar el panorama.
¿Cómo ves el panorama político actual? ¿La política es fuente de inspiración continua?
Es verdad que el sistema está diseñado para que obedezcamos sin que nos demos cuenta de que
obedecemos, tenemos el cerebro lavado en el mejor de los casos, y hecho una porquería en el peor
de los casos; pero eso no es excusa para la pasividad, eso no es excusa para la complicidad con
quienes nos mantienen siempre al borde de la indigencia, económica y moral.
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11. En fin, no soy muy optimista, porque veo a la mayoría todavía anclada al sueño de ganar una
lotería, o de no ser muy pisoteada por el resto del rebaño... Pero no quiero ser víctima ni parte del
pesimismo que nos lleva a la desactivación, a la apatía. En ese sentido sí soy optimista, optimista
de que, si queremos, podemos ser personas, y no borregos... Por otro lado, no creo que la situación
actual con los llamados "partidos emergentes" echándole un pulso a "los de siempre" sea la
solución, la panacea, aunque es buena señal que hayan surgido personas y colectivos capaces de
actuar de un modo tan distinto al que estábamos acostumbrados... No sé, soy escéptico, pero
habrá que seguir atento, como mínimo el inmovilismo que se impuso tras la transición se tambalea.
Y eso, aunque poco, ya es algo.
¿Crees que todo esfuerzo recibe su recompensa?
No lo sé, ojalá fuera así, pero hay tantas personas que se esfuerzan un montón en lo suyo y no les
llegan las oportunidades... estos últimos años, además, es más complicado, llega un punto en el que
dan ganas de cerrar el chiringito y rendirse, es muy complicado, mucho. Pero, en fin, mientras haya
una posibilidad, no hay que bajar los brazos... y ya existe una recompensa cuando disfrutas con lo
que haces, y también al saber que logras transmitir emociones, pensamientos, inquietudes, ideas a
otras personas... No es suficiente esa recompensa, claro, porque las personas no vivimos solo del
aire, o de la satisfacción por esforzarnos y hacer bien nuestro trabajo y conectar con otra gente.
Yo de momento, aunque con mis bajoncitos, sigo con ganas de seguir aprendiendo, no conformarme
con lo que he hecho ni dormirme en ningún laurel, sino seguir descubriendo nuevas maneras de
expresar, ir reciclándome, evolucionando... Mientras pueda, lo seguiré haciendo. Cuando ya sea
imposible... pues por lo menos tendré la tranquilidad de haberlo intentado. Ya hay una recompensa
muy íntima en sacar lo mejor de uno mismo y compartirlo.
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13. El principal partido de la oposición se presenta
como la alternativa sensata y viable, cuando
resulta que cuando ha gobernado ha abaratado el
despido, legalizado la precariedad en el 94 y la
ha fomentado con sus reformas laborales,
comenzó las primeras privatizaciones, hizo
recortes durante la crisis y puso la jubilación a
los 67. Son tan neoliberales como el Partido
Popular, hacen lo mismo un partido u otro.
Podemos no ha hecho nada...
y éso es lo grave. Durante
estos años, un partido de su
presencia ha podido
dinamizar y apoyar más
protestas en la calle para
hacer presión social a los
gobiernos. Ha tenido que
organizarse y la represión no
ha permitido mucho, pero
podía haber realizado mejor
su función crítica y no
reducirse a los comunicados mediáticos. A pesar
de todo, esta formación no es “casta” elitista y
todavía se le puede conceder el beneficio de la
duda y cierta confianza.
Aunque más que los partidos, lo que de verdad
frustra es que instituciones nada democráticas
como el FMI, Troika y las patronales puedan
vulnerar la soberanía popular, como pasó con el
referendo griego. La posibilidad de votar no
implica que la democracia esté garantizada.
Juanjas
Juan J. Angulo
Se acercan las elecciones estatales
anunciadas con bombo y platillo,
como si votar fuese el único ejercicio
de la democracia y el voto fuese un
cheque en blanco de cuatro años de
duración, en la que no fuese necesaria
la crítica y la reclamación de falta de
representatividad (por parte de un
gobierno de mayoría absoluta que
tiene sólo un 38% de los votos y que
obedece a intereses de élites
económicas y no a los populares).
Mayoría absoluta que ha hecho y deshecho
todo lo que ha podido sin diálogo ni
explicaciones claras. El gobierno ha realizado
recortes en derechos laborales (reformas que
fomentan la precariedad, disminución del peso
de los convenios, facilitación de los EREs...) y
sociales (en sanidad, educación e
investigación), haciendo que paguen la crisis
los que no han especulado. Frente a la mala
situación social, se ha endurecido el código
penal y se ha aprobado la ley mordaza para
castigar previsibles protestas.
"La posibilidad
de votar no
implica que la
democracia
esté
garantizada"
ELECCIÓN DE MARIONETAS
Juanjas en MLPZ - Blog
Las elecciones:
-Son presentadas como el ejercicio de
democracia único y verdadero.
-No han cambiado hasta ahora las políticas
neoliberales.
-No son nada frente al FMI y la Troika.
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18. MLPZ cuenta con el apoyo de Host Europe
Aquí podrás encontrar nuestras anteriores revistas
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