1. Efrén Martín, gerente de FV
Historias
y profesor de Deusto Business School
Un filósofo que tenía un solo par de zapatos pidió al zapatero
que se los reparara mientras él esperaba.
- «Es la hora de cerrar», le dijo el zapatero, «déjemelos y venga
a recogerlos mañana»
- «No tengo otros zapatos, y no puedo andar descalzo.»
- «Yo le prestaré hasta mañana un par de zapatos usados.»
- «¿Llevar yo los zapatos de otro? ¿Por quién me ha tomado?»
- «¿Y qué inconveniente tiene usted en llevar en los pies los
zapatos de otro, cuando no le importa llevar las ideas de
otras personas en su cabeza?»
(Anthony de Mello, S.J.)
Cambiar nuestra forma de pensar no será
fácil mientras contribuyamos a crear, creer
y compartir algunos absurdos relatos –no
todos- que constituyen nuestra cultura:
“Pretérito Imperfecto”: Construimos
Significados “pasados” en base a héroes
y gestas imposibles, y con ellos las
identidades que dividen a la especie
humana. Leyendas que nunca sucedieron
son elaboradas y narradas por una minoría
influyente a una mayoría crédula;
encadenando sucesos que ya no pueden
comprobarse y añadiéndoles valoraciones
positivas y negativas. Crear la memoria de
un lento y complejo proceso histórico es
rápido y sencillo, con mitos seductores y
reeducación de masas. ¿El resultado?:
Cambiantes historias milenarias cocinadas
y consumidas en cada generación.
A nivel individual, aprender del pasado
sin que nos pese, terminaría con el juego
interminable de reescribir justificaciones.
“Futuro Perfecto”: Según K. E. Weick,
podemos Construir Significado “futuro”
imaginándolo pasado, como si la meta ya
hubiera sido alcanzada. Por ejemplo:
imaginar cómo será el final del siglo XXI
suponiendo que estamos en el siglo XXII. El
Nº 79 Agosto 2013
chocante resultado será descubrir que
tenemos un entendimiento muy pobre de
nuestra época. Hoy en día no podemos
menos que sonreír ante las películas de
ciencia ficción del siglo XX, habiéndose
sobrepasado el futuro a que apuntaron
(por ejemplo, Odisea 2001). Resulta claro
que no calcularon bien ni la dirección ni el
alcance de los cambios tecnológicos y
sociales de su propia época.
A
nivel
individual,
despertar
la
imaginación creadora construirá un futuro
mejor que la fantasía onírica.
“Presente Simple”: Una visión correcta
de la realidad no es posible ni antes ni
después del momento en que sucede la
acción. Son inseparables. Por ello, se
aprende más con los pies que con la
cabeza, explorando el terreno para Crear
Nuevos Significados; en lugar de
repensar sentidos sin sentido y engañosas
historias pasadas y futuras.
Fuimos y seremos el relato que otros
cuentan, hasta que nos decidamos a
convertimos en los narradores de nuestro
propio guión. Goethe nos previno:
“Los sentidos no engañan, engaña el juicio”
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