Un argumento deductivo es válido si el paso de las premisas a la conclusión es necesario, lo que depende de la forma o estructura del argumento y no de su contenido. La validez significa que sólo se puede derivar una conclusión a partir de la forma de las premisas. Los argumentos no deductivos como los inductivos o analógicos no pueden considerarse válidos, sino aceptables si su conclusión se sigue de manera probable de las premisas según la estructura del tipo de argumento.
2. Decimos que un argumento deductivo es válido cuando el paso de las premisas a la conclusión es necesario . Ese paso necesario no depende del contenido del argumento, sino de la estructura; es decir, de la forma en la que se relacionan los elementos que integran al argumento. (Sus premisas y su conclusión).
3. Para comprender lo que sea la validez de un argumento, debemos comprender lo que significa que el argumento tenga una forma. Para ello podemos pensar en la siguiente analogía: piensa en un argumento que tiene dos premisas y que cada una de ellas tiene la forma de un triángulo rectángulo.
4. Sabemos que la conclusión de un argumento se desprende de sus premisas. Así, siguiendo con nuestra analogía, sería como al unir los dos triángulos rectángulos mediante la hipotenusa y con ello dar lugar a una nueva figura: un cuadrado.
5. Recordemos que un argumento deductivo es válido si el paso de premisas a conclusión es necesario. En nuestra analogía, el cuadrado representa efectivamente a un argumento válido, sólo si es necesario que se forme al relacionar a nuestras premisas (lo que, conforme a nuestra analogía, era unir a los triángulos rectángulos).
6. Solamente cuando se da ese paso necesario de premisas a conclusión decimos que hay validez en la estructura de un argumento.
7. Entonces, decir que una estructura argumentativa es válida, significa que de la forma de las premisas sólo se sigue la forma de la conclusión. Así como al unir por la hipótenusa a dos tríangulos rectángulos se forma necesariamente un cuadrado.
8. La conclusión de un argumento deductivo válido surge de una adecuada concatenación de los elementos presentes en las premisas.