El documento compara las salidas de los jóvenes en los años 60, conocidas como "guateques", con las salidas nocturnas actuales conocidas como "botellones". En los guateques de los 60 los jóvenes se reunían de forma inofensiva escuchando música lenta y bebiendo bebidas flojas, mientras que en los botellones de hoy consumen bebidas de alta graduación y drogas para emborracharse rápido. El autor argumenta que tanto los padres estrictos de antes como los permisivos de hoy miran hacia otro
1. REFLEXIONES JUNTO A LA FUENTE TAZA
Del guateque al botellón pasando por el péndulo
A mediados de los sesenta, siempre los mismos, los componentes de la
pandilla de Cazorla, a la que se unían otros amigos que permanecían en
nuestro pueblo. Salíamos cuando estábamos de vacaciones: Navidad,
Semana Santa y Verano; quién escribe, en verano no participaba de
aquellas reuniones, gratas y amables,-de aquellos partidos de fútbol, de los
baños en Peralta…-ya que me desplazaba a Palafrugell en busca de trabajo
y, he de reconocer que lo hacía con pena pues, echaba de menos a los
buenos y leales amigos que dejaba.
Nuestras salidas, siempre terminaban en los mismos sitios; el bar de
Eladio, el billar de la Tía María, el Bar del Estanquero, el de Faustino y
más tarde el Confi; una partida de “chinos”, perder significaba pagar la
ronda-unos chatos de vino APM, de la Mancha, un quinto de cerveza el
Alcázar, al que llamábamos “biscúter”- , las primeras caladas a un
cigarrillo, casi siempre Celtas, en alguna de sus variedades: cortos, largos,
sin filtro, con filtro… discusiones apasionadas sobre el Madrid y el
Barcelona, confidencias sobre los primeros “tonteos” amorosos y, poco
más. Y, muy temprano a casa. Se me olvida decirles que las niñas, en estas
salidas, no participaban, ´!faltaría más¡
En Navidad, casi todos los días, nos reuníamos en la casa de algún amigo y
tenían lugar los famosos e inofensivos guateques de aquellos años; un
tocadiscos y canciones “lentas” de Modugno, Celentano, Fontana,
Francoise Hardy, Dúo Dinámico, Adamo, Pekeniques, Brincos etc.y, de
bebida una cuerva muy floja, que casi siempre nos preparaba la madre del
anfitrión. Comenzábamos a las seis o las siete de la tarde, pues las niñas
tenían que estar en casa…”Poco antes de que den las diez”, que diría
Serrat, en aquella magnífica canción que retrataba, magistralmente, la
intransigente e hipócrita Sociedad de la época, más preocupada” por el
qué dirán” que por una educación en valores. Y ahora, desde hace ya
algunos años, nuestros jóvenes, incluso niños y niñas, “a las diez” están
arreglándose para salir, sin preocuparse por la hora de vuelta. No van a
inofensivos guateques , se preparan para el dichoso botellón; los más
pequeños en “algún lugar de nuestro pueblo” y, los mayores quizá, a
más de 100 kms. de distancia. No consumirán la “floja cuerva”, sino,
2. bebidas de alta graduación - se trata de colocarse lo más rápidamente
posible-no fumarán el “inocente Celta”, ahora se consumen “porros”,
antesala de algo más duro y dañino y, consecuentemente más peligroso.
Nos separan casi 50 años de los, supuestamente “ñoños” guateques y me
pregunto, ¿ qué diferencia hay entre aquellos padres tan intransigentes y
estos tan permisivos?.Bajo mi punto de vista ninguna puesto que, unos y
otros “miraron y miran para otro lado”; los unos preocupados por el
comentario de la vecina que, “vigilaba” tras el postigo de la ventana y
los otros para conseguir una supuesta “tranquilidad familiar”... pues
con esta juventud no hay quien pueda.
Para construir el edificio familiar, aparentemente, sólo se precisa unir dos
voluntades; la experiencia nos demuestra que la realidad es mucho más
compleja; la convivencia, “ hay que mimarla”, el diálogo debe presidir
el quehacer cotidiano; escuchemos a nuestro hijos y que ellos nos escuchen
a nosotros, a no ser que nos suceda como a Harpo, al falso mudo de los
hermanos Marx, que, según Groucho,…” no hablaba porque estuviera
mudo, es que no tenía nada que decir…”.
Detengamos el péndulo de nuestra vida; siempre de un extremo a otro: de
la hipócrita intransigencia, de aquella sociedad, a la cómoda
permisividad de ésta. Busquemos el sosiego y concedamos, a la palabra,
su auténtico valor y, tal vez descubramos ..” que en el término medio,
está la virtud”.
Quiero aclarar que escribo en sentido general, pero que nunca generalizo;
ayer, hoy y mañana, hubo, hay y habrá padres que eduquen a sus hijos en la
libertad y la responsabilidad y jóvenes, cuya conducta sea un ejemplo para
los demás. Dicho queda.
Habrá una segunda entrega. Sean moderadamente felices
Pozo Alcón, a mediados de Octubre, de 2.013
Fco. Quiñones Martínez
3. LETRA DE LA CANCIÓN, DE JUAN MANUEL SERRAT…”POCO
ANTES DE QUE DEN LAS DIEZ”
Te levantarás despacio/poco antes de que den las diez/ y te alisarás el pelo/
que con mis dedos deshilé,/y te abrocharás la falda,/ y acariciarás mi
espalda,/ con un hasta mañana,/ y te irás sin un reproche,/ te perderé con la
noche,/ y bajarás los peldaños/ de dos en dos, de tres en tres./ Ellos te
quieren en casa/ poco antes de que den las diez./Vete./ Se hace tarde./ Vete
ya…/Vete ya./Y en el umbral de mi puerta/ poco antes de que den las
diez,/ borrarás la última huella/ que en tu cara olvidé./ Y volverás la
cabeza/ y me dirás con tristeza./ “Adiós” desde la esquina/ y luego te irás
corriendo,/ en su oscura neblina./ Tu madre abrirá la puerta,/ sonreirá y os
besaréis./ La niña duerme en casa…/ y en un reloj darán las diez.