2. Cuenta la leyenda de Fineo, el rey de Tracia, rey de la razón y de la inteligencia. Marido de Idea, conocido también como el Dios de los navegantes, ya que, ciego, podía vislumbrar las mejores rutas marítimas que los nautas debían enfrentar. También poseedor del arte de la profecía que aprendió del Dios Apolo.
3. . Tras conocer los secretos más bien guardados de los dioses del Olimpo, reveló algún misterio divino a algún mortal, y Zeus furioso con él por haberlo hecho le condenó al peor de los castigos.
4. Abandonado en una isla, le confiaba cada día un festín de exquisita comida de la que nunca podría comer nada porque Zeus enviaba a las Arpías. Eran originalmente dos hermanas, Aelo (viento tempestuoso) y Ocípete (vuelo rápido). Al cabo de un tiempo nació Celeno (la oscura), considerada la más malvada de todas. Las tres hijas de Electra, una oceánida y Taumante, un primitivo dios de la lluvia.
5. Con una apariencia física aterradora pues tenían hermosa cabellera larga símbolo de juventud y rostro de mujer, sus brazos eran enormes alas y sus extremidades afiladas garras de ave rapaz. Las tres Arpías representan las ráfagas de viento que soplan de improvisto, rompiendo velas y mástiles, consideradas genios de la tempestad y monstruos dañinos portadoras de enfermedades y suciedad.
6. Encargadas de que Fineo no pudiese probar bocado, las tres hermanas mandadas por Zeus bajaban de las nubes emitiendo un chillido horrible, solo precedidas por una repentina ráfaga de viento o un relámpago, más rápidas que el viento del Oeste siempre preparadas para arrebatarle la comida de las manos al rey o para convertirla en excrementos, convirtiendo la comida del festín en basura.
7. Pero este calvario acabaría pronto, pues un buen día aparecieron en la Isla los Argonautas, acompañados de Jasón, en busca del rey de Tracia para que este les indicara cual era la mejor ruta marina que debían seguir para llegar al vellocino de oro. Fineo aprovecho la oportunidad de su visita, y les brindaría su ayuda a cambio de que estos le ayudasen a librarse de las Arpías para poder escapar de la isla.
8. La persecución fue larga i cansada, el Destino quería que ellas murieran a manos de Boreádas y por lo contrario si estos no conseguían alcanzarlas, debían morir ellos. Durante la persecución, la primera cayó en el río del Peloponeso, y la segunda logró llegar a las islas Equínades, que se llamaron desde entonces, Estrofíades o Islas del Regreso.
9. Los Argonautas aceptaron la propuesta del rey, i llamaron en su ayuda a los mellizos Boreádas, Calais y Zetes, hijos del dios-viento del norte Bóreas y de Oritía, heredaron de su madre una extraordinaria belleza, y de su padre un furor incontenible y un par de alas como las de un ángel que les surgieron en la pubertad. Resultaron ser los cuñados del rey de Tracia. Pues este tenía como esposa a Cleopatra, la hermana de los Boreádas, pero cuando murió se caso con Idea.
10. Una vez hecho el acuerdo, prepararon un banquete como cebo. En cuanto aparecieron por los cielos las Arpías gritando terroríficamente y dispuestas a atacar al rey, los dos mellizos desenvainaron sus espadas i se lanzaron contra ellas en su captura.
11. Y cuándo iba a matar a la tercera apareció la diosa del arcoíris, Iris , para protegerlas i pedirles clemencia, prometiéndoles que ella se encargaría de que nunca más volviesen a molestar a Fineo. Pues a fin de cuentas eran sus hermanas y servidoras de Zeus.
12. En realidad nadie sabe como acaba realmente esta historia, pero aún siguen contando esta leyenda a los niños cretenses para que se acuesten temprano, pues se rumorea que desde aquel día, viven escondidas en el exílio en una oscura y tenebrosa cueva de una montaña de Creta…