MAYO 1 PROYECTO día de la madre el amor más grande
Antologia de cuentos
1. “ANTOLOGIA DE CUENTOS, MITOS Y LEYENDAS”
INDICE
¿Qué es un Mito?
La Diosa Afrodita (Mito Griego)
La Princesa Donají (Mito Mexicano)
Rómulo y Remo (Mito Romano)
El Mito de Frigg (Mito Nórdico)
La profecía de Jonás (Mito Hebreo)
El nacimiento de Krishna (Mito Hindú)
Ahriman (Mito Persa)
¿Qué es un Cuento?
El amor asesinado (Romántico)
La Pesadilla (Ciencia Ficción)
El país más feliz del mundo (Infantil)
Interminable (Terror)
Los asesinos de Heminway (Policiaco)
Idiota (Suspenso)
¿Qué es una leyenda?
El callejón del Truco
El callejón de la Delgadina
La Dama de los tacones
LA DIOSA AFRODITA
Afrodita es la diosa del amor y la belleza, y se identifica en Roma con la antigua divinidad
itálica Venus. Según una tradición es hija de Urano y según otra de Zeus y Dione.
En el caso de la primera historia, el nacimiento ocurre en el momento que Cronos (dios del
tiempo) corta los genitales de su padre Urano y los lanza al mar, de donde surge Afrodita.
De ahí que se le conozca como "la diosa nacida de las olas" o "nacida del semen de dios".
Una vez que salió del mar, Afrodita fue llevada por los vientos Céfiros, primero a Citera y
luego a Chipre, donde las Horas la vistieron y la guiaron a la morada de los Inmortales.
Posteriormente, Platón imaginó que había una Afrodita Urania, la diosa del amor puro e
hija de Urano; y Afrodita Pandemo, hija de Dione y diosa del amor vulgar. Sin embargo
esta es una concepciónfilósofica tardía.
Afrodita es partícipe de un sinnúmero de leyendas. Primero, se casó con Efesto (el divino
cojo y dios del Fuego), pero estaba enamorada de Ares (dios de la Guerra).
Cuenta Homero que mientras los enamorados se entregaban a la pasión en una
madrugada, en el lecho de Afrodita, Efesto celoso les había puesto una trampa, pues el
Sol le había contado que su amada le estaba siendo infiel.
Cuando los amantes se dieron cuenta ya estaban atrapados en una red mágica que tenía
el esposo de la bella diosa, y éste fue a llamar a todos los dioses para que fueran testigos
del engaño. Todos se burlaron del asunto, pero Poseidón pidió clemencia y por eso
Afrodita y Ares fueron liberados.
La diosa avergonzada huyó a Chipre, mientras que Ares se fue a Tracia. Sin embargo, sus
amores tuvieron fruto y de tal unión nacieron Eros (dios del amor) y Anteros, Deimo y
Fobos y Harmonía. A veces también se agrega a Príapo.
A parte de Ares, Afrodita estuvo involucrada amorosamente con Adonis y a Anquises con
quien tuvo a Eneas (héroe troyano y personaje de La Eneida de Virgilio) y a Lirno.
Pero, la diosa fue especialmente conocida por sus maldiciones e iras, pues cuando alguien
2. caía en la desgracia de ofender a la diosa, se condenaba a tormentos terribles. Por
ejemplo, castigó a la Aurora con un amor irrefrenable por Orión, ya que había cedido a las
seducciones de Ares. También castigó a todas las mujeres de Lemnos, ya que éstas nola
honraban, y las impregnó con un olor insoportable que provocó que sus hombres las
abandonaran. De igual manera castigó a las hijas de Cíniras y las obligó a prostituirse con
extranjeros.
Por otra parte, caer en su gracia era igual o más peligroso. Cuando la Discordia lanzó una
manzana a la más hermosa de las diosas, e hizo que compitieran Afrodita, Palas Atenea y
Hera, y Zeus decidió que fuera Alejandro (Paris, héroe troyano) el que definiera quién era
la más hermosa, cada una le ofreció un regalo a cambio de que la escogiera. Palas Atenea
le ofreció hacerlo invencible en la guerra, Hera le prometió el reino del universo, y Afrodita
la mano de Helena (hija de Zeus y hermana de los Dioscuros), quien era la mujer más
hermosa del mundo. Paris eligió a Afrodita y fue por esta promesa que se inició la famosa
Guerra de Troya.
Afrodita agradecida con Paris, lo protegió durante toda la campaña así como a los demás
aqueos, incluyendo a su hijo Eneas, a quien logró salvar de la muerte.
Aunque Troya iba a perder la guerra definitivamente, Afrodita logró rescatar la raza de los
aqueos con su hijo Eneas, quien luego viajara a una tierra desconocida donde sus
descendientes Rómulo y Remo fundarían Roma.
Así es como para los romanos Afrodita, Venus para ellos, fuera su protectora particular y
por eso César le levantó un templo bajo la invocación de Venus Madre.
LA PRINCESA DONAJÍ
Donají era la bella hija del rey zapoteca Cosijopí,soberano indómito que defendía con
fiereza a su pueblo de la codicia de aztecas y conquistadores españoles. Donají vivía junto
a su familia en el espléndido palacio de Dani Dixhina, el Cerro Venado. Pero gustaba de
perderse en los bosques cercanos donde, olvidada de su alto rango, se deleitaba con el
simple rumor del viento o el canto de los pájaros. Su lugar favorito del bosque era Guela
Bupu, una cueva situada debajo de una espumosa cascada: el lugar perfecto para un
refrescante baño matinal.
Cierto día, Donají, admirada por la belleza de los bosques, se alejó tanto que no consiguió
encontrar el camino de regreso. Tras intentar vanamente regresar a su palacio, la
muchacha se recostó, agotada, bajo un frondoso pochote, a cuya fresca sombra se quedó
profundamente dormida. Al despertar, la princesa no pudo reprimir un grito de terror: un
capitán español se encontraba de pie frente a ella. Sin embargo, el joven no hizo ademán
alguno de atacarla. Deslumbrado por la belleza de Donají, no había atinado más que
permanecer junto a ella, observándola fascinado. La muchacha, espantada, echó a correr
a través del bosque, y finalmente pudo regresar a su hogar.
Pero al día siguiente, sin que ella se explicara muy bien por qué, sus pasos volvieron a
llevarla junto al viejo pochote.
Allí la esperaba el joven capitán. Muy pronto, pese a desconocer el idioma del otro, Donají
y su español estaban profundamente enamorados.
Pero los padres de lamuchacha preparaban su boda con el más fuerte y distinguido de los
guerreros zapotecas. Donají, valiente y decidida, rechazó ese noviazgo impuesto y rogó a
su padre que le permitiera unirse en cambio al capitán español. Pero el rey, horrorizado,
no hizo más que adelantar la boda, prohibiéndole que volviese al bosque. Donají,
entonces, subió a la cima de la cascada sobre su amada Guela Bupu y se arrojó a la
cascada.
Desde entonces, dicen que en las aguas cercanas al lugar de la tragedia flota una jícara
hermosa, pero que nadie puede alcanzar. Como nadie pudo apoderarse por la fuerza del
3. corazón de la bella Donají, valiente y noble como toda la raza zapoteca.
RÓMULO Y REMO
Donají era la bella hija del rey zapoteca Cosijopí, soberano indómito que defendía con
fiereza a su pueblo de la codicia de aztecas y conquistadores españoles. Donají vivía junto
a su familia en el espléndido palacio de Dani Dixhina, el Cerro Venado. Pero gustaba de
perderse en los bosques cercanos donde, olvidada de su alto rango, se deleitaba con el
simple rumor del viento o el canto de los pájaros. Su lugar favorito del bosque era Guela
Bupu, una cueva situada debajo de una espumosa cascada: el lugar perfecto para un
refrescante baño matinal.
Cierto día, Donají, admirada por la belleza de los bosques, se alejó tanto que no consiguió
encontrar el camino de regreso. Tras intentar vanamente regresar a su palacio, la
muchacha se recostó, agotada, bajo unfrondoso pochote, a cuya fresca sombra se quedó
profundamente dormida. Al despertar, la princesa no pudo reprimir un grito de terror: un
capitán español se encontraba de pie frente a ella. Sin embargo, el joven no hizo ademán
alguno de atacarla. Deslumbrado por la belleza de Donají, no había atinado más que
permanecer junto a ella, observándola fascinado. La muchacha, espantada, echó a correr
a través del bosque, y finalmente pudo regresar a su hogar.
Pero al día siguiente, sin que ella se explicara muy bien por qué, sus pasos volvieron a
llevarla junto al viejo pochote.
Allí la esperaba el joven capitán. Muy pronto, pese a desconocer el idioma del otro, Donají
y su español estaban profundamente enamorados.
Pero los padres de la muchacha preparaban su boda con el más fuerte y distinguido de los
guerreros zapotecas. Donají, valiente y decidida, rechazó ese noviazgo impuesto y rogó a
su padre que le permitiera unirse en cambio al capitán español. Pero el rey, horr orizado,
no hizo más que adelantar la boda, prohibiéndole que volviese al bosque. Donají,
entonces, subió a la cima de la cascada sobre su amada Guela Bupu y se arrojó a la
cascada.
Desde entonces, dicen que en las aguas cercanas al lugar de la tragedia flota una jícara
hermosa, pero que nadie puede alcanzar. Como nadie pudo apoderarse por la fuerza del
corazón de la bella Donají, valiente y noble como toda la raza zapoteca.
EL MITO DE FRIGG
Balder era el hijo de Odin,el dios de dioses, y era el más querido y el más hermoso de
todas las deidades nórdicas.
Un día, Balder empezó a tener sueños de su propia muerte, por lo que todos los dioses
decidieron protegerlo. Su madre Frigg hizo que todas las cosas, las enfermedades, los
venenos, los árboles, los animales, que nunca iban a herir a Balder y todos aceptaron el
juramento.
Como se volvió invulnerable, los dioses inventaron un juego donde le tiraban toda clase de
cosas, sin que él saliera herido, porque todos cumplían su promesa y no se atrevían a
hacerle daño. Lucky, el dios travieso, estaba inconforme con el juego y celoso de Balder.
Por eso se disfrazó de anciana y fue a conversar con Frigg. Ella sin saber que la anciana
era Lucky, le contó la historia de cómo había hecho que todas las cosas y las criatur as
juraran no dañar a Balder, pero que el muérdago, una planta que crecía al este del
Walhalla, era tan insignificante y tan joven que ni siquiera le había pedido el juramento.
Lucky se fue para el juego de los dioses, pero antes construyó una flecha con la planta que
le había dicho Frigg, y cuando llegó se encontró con un dios ciego que no le tiraba nada a
Balder, por que no veía ni tenía arma que lanzarle.
Lucky entonces le dijo a este dios, que él le daba su arma y le indicaba donde se ubicaba
4. Balder, y así era como si los dos lo honraran. El dios ciego lanzó la terrible flecha, que hirió
de muerte a Balder.
La angustia de losdioses fue mucha, pero en especial la de su esposa que murió de
tristeza y la de su madre que fue a rogarle a la diosa Hel que lo dejara salir del reino de los
muertos. Hel le dijo que si todas las criaturas y las cosas lloraban a Balder, ella le
permitiría regresar.
Frigg, movida por su amor de madre, se vio otra vez caminando el mundo entero, haciendo
que todo se lamentara de la muerte de Baler, pero llegó y se encontró con la misma vieja,
es decir Lucky, quien dijo que Balder no había hecho nada por ella, por lo lo que no se
sentía obligada a llorarlo.
De esta manera, Lucky condenó a Balder a permanecer en el reino de los muer tos.
LA PROFESIA DE JONAS
El primer impulso que tuvo Jonás al escuchar el mandato de Dios -pese a temer o adorar
al Señor Dios del cielo- fue huir del mandato divino, quizás intuyendo que su misión estaba
destinada al fracaso, tal vez por mera apatía, porque todo deber que nos es ajeno siempre
es tedioso. Antes que cumplir con su obligación como profeta, Jonás prefirió convertirse en
un prófugo e incluso, más tarde, escoge la muerte cuando ya le es imposible esconderse -
quizás el mito nos quiera decir que la obligación es ineluctable-, la prefiere antes que viajar
a Nínive, ciudad en la que deberá anunciar su destrucción, castigo divino a causa de «la
mala vida e inicuo proceder de sus habitantes.
El mito de Jonás nos cuenta además como la actitud negligente del profeta arrastra a otros
en su catástrofe: embarcado hacia Tarsis se convierte en el gafe del navío. Su mala suerte
desata una tempestad, pero se niega a encomendarse a Dios -lo que supondría
enfrentarse a su obligado viaje a Nínive- y es arrojado al mar por los marinos, donde es
devorado por un monstruo. Tres días y tres noches pasará en el vientre de la bestia
marina. Siglos después se contará que Cristo tardó el mismo tiempo en resucitar,
probando así su condición de enviado de Dios y su milagrosa resurrección.
Jonás se da definitivamente por vencido. Pese a tener la certeza del fracaso de su misión
divina, invoca a Dios, quien le salva del vientre del monstruo, y viaja a Nínive para
anunciar la destrucción de la ciudad. El papel que juega Jonás es poco menos que el de
un mentiroso, quedando en una posición ciertamente comprometida: los excesos de los
ninivitas merecen el castigo ejemplar de Dios, sin embargo, la anunciación de Jonás
provocará el arrepentimiento y, por tanto, el perdón de un Dios que se muestra en este
mito tan magnánimo como en la parábola del hijo pródigo. La profecía de Jonás jamás se
cumple, lo que el falso profeta ya había intuido desde un principio, tratando por ello de huir
de un deber que le dejaría en una posición indigente. Para ser reconocido como profeta,
Jonás necesitaba anunciar un castigo que sólo se cumpliría de no ser anunciado.
Víctima de su paradoja, Jonás termina el relato en las afueras de Nínive, esperando
intuimos que sinesperanza alguna- que se cumpla la profecía, la destrucción de Nínive que
nunca tendrá lugar, cobijado bajo un ricino que se secará por voluntad de Dios -de ahí que
pensemos que en realidad no es tan magnánimo como algunas lecturas aseguran-. Jonás
pide a Dios el favor de la muerte, razón tengo para encolerizarme, hasta desear mi muerte
pero Dios se muestra conciso con Jonás, su misericordia es para los ninivitas; el falso
profeta queda en el desierto, olvidado de Dios. Sólo se cumplió la profecía del desastre
personal de Jonás.
EL NACIMIENTO DE KRISHNA
Cuando el rey Kamsa, luego de la boda entre su hermana Devaki y Vásudeva oyó una voz
divina que le anunció que moriría a manos del octavo hijo varón, decidió matar uno a uno a
5. sus sobrinos.
No pasó mucho tiempo antes de que Devaki estuviera a punto de concebir por séptima
vez. Visnú, creador, preservador y destructor del universo, trasladó milagrosamente al aún
no nacido del vientre de su madre al vientre de Rohini, esposa de Nand, una mujer de
Mathura (India) que no tenían hijo. Balarama, como fue llamado posteriormente el niño, fue
dado por muerto por su familia real.
Al poco tiempo, Visnú se apareció frente a Devaki y Vásuveda para anunciarles que serían
los padres de su encarnación como Krishna. Según cuentan, el niño fue transferido
milagrosamente desde el corazón de Vásuveda hacia el vientre de Devaki, pero al nacer
su padre puedo escapar de la prisión en la que los teníael malvado Kamsa sin que nadie lo
advirtiera. Caminó hasta llegar al poblado de Gokula, en donde encontró a Nand con su
otra esposa, Yasoda, que acababa de tener una niña: Maya.
Vásuveda intercambió ambos niños mientras los pastores dormían. Al regresar con su
esposa, sin que nadie advirtiera su ausencia, apareció Kamsa para matar a la niña. Pero
apenas Vásuveda le advirtió que la profecía hablaba de varones, Maya se escapó de los
brazos del cruel rey, se convirtió en la diosa de ocho brazos y antes de desaparecer le dijo:
“Tu muerte ya ha nacido”.
De esta manera, el pequeño Krishna creció a salvo junto a sus padres adoptivos (Nand y
Yasoda) y a su hermano Balarama, comenzando con la famosa profecía hindú.
AHRIMAN
Ahrimán, también llamado Angra Mainya (Agra, Manyú), que significa "Espíritu destructivo"
o "espíritu de las tinieblas y del mal", creó a los demonios lanzando un ataque contra
Ahura Mazda, quien consigue no obstante, rechazarle hasta la oscuridad diciéndole: "Ni
nuestros pensamientos, ni nuestras enseñanzas, ni nuestros planes, ni nuestras creencias,
ni nuestras palabras, ni nuestras almas, están de acuerdo". Pero Ahirman renovó su
ataque y travesó el cielo en forma de fuego abrasador y con él trajo el hambre y la
enfermedad, el dolor, el deseo y la muerte. Luego Ahura Mazda puso un límite al tiempo,
atrapando a Ahirman dentro de la creación. Ahriman trató de escapar de la creación, pero
no pudo. Por esa razón,permanecerá haciendo el mal hasta el final de los tiempos.
Ahirmán es la personificación de la duda de Zurvan, su padre, y corrompe el mundo para
crear el pecado y el mal. Corrompe todo lo que toca y se regocija por ello. Ahrimán era
temido por todos los Devas, especialmente por su semblante siniestro. Era representado
por una criatura humanoide y negra, portaba una armadura completa, y de sus hombros
salían serpientes vivas que envenenaban todo aquel que procuraba ser recto (puro). El
culto a Arimán está prohibido en todas las tierras civilizadas, y en Persia se persigue sin
piedad a sus adoradores. Sin embargo los ogros y los humanos que le adoran mantienen
altares escondidos en muchos lugares, incluida la propia ciudad de Roma. Algunas tribus
orcas le rinden tributo, pudiendo formar hasta templos mayores. Su principal fortaleza del
culto es la ciudad de Hara Galada situada entre las inexpugnables montañas del Cáucaso.
MITO
Un mito, en distintos contextos puede significar varias cosas. En el ámbito de la mitología,
consiste en una historia de carácter sagrado concerniente al origen del mundo y el
universo. El carácter sagrado del relato viene dado por la creencia en el mismo, con una
connotación religiosa. Normalmente nos referimos a este relato o historia cuando
hablamos de mitos. Otro posible contexto es el uso popular, en donde nos referimos a un
mito como algo falso pero difundido ampliamente como cierto; este significado de la
palabra está cercano a lo que conocemos como una leyenda urbana, lo que veremos en
6. otro artículo.
Aunque hoy en día asociamos a los mitos una inherente falsedad, la verdad es que estos
relatos, por lo menos en el contexto de la mitología, son poseedores de profundas
verdades y enseñanzas para el ser humano; se pueden considerar envolturas simbólicas
de una verdad, aunque también es cierto que en la antigüedad se les solía atribuir un
carácter factual a estas historias, como si realmente hubieran ocurrido. Uno de los grandes
exploradores de la relación entre los grandes mitos y la espiritualidad fue Joseph
Campbell, y en su obra se expresa claramente como han cumplido un importante rol
conciliador en la psiquis del ser humano a través de la historia; el mito toma conceptos
opuestos como la muerte y el nacimiento, la destrucción y la creación, para mediar y
trascender estos polos con el fin de satisfacer la necesidad de unidad en la mente del
individuo.
CUENTO
El cuento es una forma literaria definida como una forma breve de narración, ya sea
expresada en forma oral o escrita. Posee ciertas características que permiten definirlo a
grandes rasgos. Dentro de estas características nos encontramos con que se trata siempre
de una narración, del acto de contar algo en forma breve, en un corto espacio de tiempo.
Un cuento es una narración ficticia que puede ser completamente creación del autor, o
bien, puede basarse en hechos dela vida real, que podrían incluso ser parte de la vida del
autor.
El autor se ocupa de tomar un sólo tema como el principal, produciendo un efecto sobre el
lector o el auditor, y cierra el desarrollo de dicha temática con un final que, muchas veces,
es inesperado, mientras que en otras ocasiones es absolutamente algo predecible.
Un cuento siempre posee ciertos elementos esenciales que forman su estructura. El
primero de ellos guarda relación con el hecho o suceso narrado, desde donde se
desarrolla el tema central del cuento. En segundo lugar, el contenido, el que le aporta al
cuento lo novedoso, lo que le permite ser una interpretación particular de la realidad,
aunque esta sea ficticia. Finalmente, la expresión, ya sea lingüística o escrita, es lo que
permite objetivar un cuento, pudiendo así poseer un receptor, un lector o auditor, que al
escuchar o leer permiten que el cuento adquiera significado y vida.
El AMOR ASESINADO
Nunca podrá decirse que la infeliz Eva omitió ningún medio lícito de zafarse de aquel
tunantuelo de Amor, que la perseguía sin dejarle punto de reposo.
Empezó poniendo tierra en medio, viajando para romper el hechizo que sujeta al alma a
los lugares donde por primera vez se nos aparece el Amor. Precaución inútil, tiempo
perdido; pues el pícaro rapaz se subió a la zaga del coche, se agazapó bajo los asientos
del tren, más adelante se deslizó en el saquillo de mano, y por último en los bolsillos de la
viajera. En cada punto donde Eva se detenía, sacaba el Amor su cabecita maliciosa y le
decía con sonrisa picaresca y confidencial: «No me separo de ti. Vamos juntos.»
Entonces Eva, que no se dormía, mandó construir altísima torre bien resguardada con
cubos, bastiones, fosos y contrafosos, defendida por guardias veteranos, y con rastrillos y
macizas puertas chapeadas y claveteadas de hierro, cerradas día y noche. Pero al abrir la
ventana, un anochecer que se asomó agobiada de tedio a mirar el campo y a gozar la
apacible y melancólica luz de la luna saliente, el rapaz se coló en la estancia; y si bien le
expulsó de ella y colocó rejas dobles, con agudos pinchos, y se encarceló voluntariamente,
sólo consiguió Eva que el amor entrase por las hendiduras de la pared, por los canalones
del tejado o por el agujero de la llave.
Furiosa, hizo tomar las grietas y calafatear los intersticios, creyéndose a salvo de
7. atrevimientos y demasías; mas no contaba con lo ducho que es en tretas y picardihuelas el
Amor. El muy maldito se disolvió en los átomos del aire, y envuelto en ellos se le metió en
boca y pulmones, de modo que Eva se pasó el día respirándole, exaltada, loca, con una
fiebre muy semejante a la que causa la atmósfera sobresaturada de oxígeno.
Ya fuera de tino, desesperando de poder tener a raya al malvado Amor, Eva comenzó a
pensar en la manera de librarse de él definitivamente, a toda costa, sin reparar en medios
ni detenerse en escrúpulos. Entre el Amor y Eva, la lucha era a muerte, y no importaba el
cómo se vencía, sino sólo obtener la victoria.
Eva se conocía bien, no porque fuese muy reflexiva, sino porque poseía instinto sagaz y
certero; y conociéndose, sabía que era capaz de engatusar con maulas y zalamerías al
mismo diablo, que no al Amor, de suyo inflamable y fácil de seducir. Se propuso, pues,
chasquear al Amor, y desembarazarse de él sobre seguro y traicioneramente,
asesinándole.
Preparó sus redes y anzuelos, y poniendo en ellos cebo de flores y de miel dulcísima,
atrajo al Amor haciéndole graciosos guiños y dirigiéndole sonrisas de embriagadora
ternura y palabras entre graves y mimosas, en voz velada por la emoción, de notas más
melodiosas que las del agua cuando se destrenza sobre guijas o cae suspirando en
morisca fuente.
El Amor acudió volando, alegre, gentil, feliz, aturdido y confiado como niño, impetuoso y
engreído como mancebo, plácido y sereno como varón vigoroso.
Eva le acogió en su regazo; le acaricio con felina blandura; le sirvió golosinas; le arrull ó
para que se adormeciese tranquilo, y así que le vio calmarse recostando en su pecho la
cabeza, se preparó a estrangularle, apretándole la garganta con rabia y brío.
Un sentimiento de pena y lástima la contuvo, sin embargo, breves instantes. ¡Estaba tan
lindo, tan divinamente hermoso el condenado Amor aquel! Sobre sus mejillas de nácar,
palidecidas por la felicidad, caía una lluvia de rizos de oro, finos como las mismas hebras
de la luz; y de su boca purpúrea, risueña aún, de entre la doble sarta de piñones
mondados de sus dientes, salía un soplo aromático, igual y puro. Sus azules pupilas,
entreabiertas, húmedas, conservaban la languidez dichosa de los últimos instantes; y
plegadas sobre su cuerpo de helénicas proporciones, sus alas color de rosa parecían
pétalos arrancados. Eva notó ganas de llorar...
No había remedio; tenía que asesinarle si quería vivir digna, respetada, libre..., no
cerrando los ojos por no ver al muchacho, apretó las manos enérgicamente, largo, largo
tiempo, horrorizada del estertor que oía, del quejido sordo y lúgubre exhalado por el Amor
agonizante.
Al fin, Eva soltó a la víctima y la contempló... El Amor ni respiraba ni se rebullía; estaba
muerto, tan muerto como mi abuela.
Al punto mismo que se cercioraba de esto, la criminal percibió un dolor terrible, extraño,
inexplicable, algo como una ola de sangre que ascendía a su cerebro, y como un aro de
hierro que oprimía gradualmente su pecho, asfixiándola. Comprendió lo que sucedía...
El Amor a quien creía tener en brazos, estaba más adentro, en su mismo corazón, y Eva,
al asesinarle, se había suicidado.
LA PESADILLA
No era una mañana más, algo me decía que iba a pasar algo pero no sabía qué. Me
levanto como todos los días a la misma hora y con el singular ruido de mi despertador. Me
siento en mi cama grande, confortable, situada en una amplia habitación cálida e
iluminada. Un ventanal que muestra el exterior en forma de cuadro. Observo con
detenimiento esa mancha negra que contrasta la almohada blanca, curvas que se asoman
en sabanas suaves, congeladas en el tiempo, como estatua viviente sin moneda, tierna,
8. frágil, a la espera de nada ni nadie.
Ella siempre en la misma pose, inmersa en un sueño profundo y sin perturbación alguna.
Todas las mañanas se despierta una hora más tarde que yo. Cuando me despierto la
observo unos minutos para llevarme una foto de ella y luego me alejo de la habitación,
recorro el pasillo y bajo las escaleras con la tranquilidad de que todo está en orden. Voy en
busca del desayuno, ese ritual previo al resto del día. Hoy algo sucedería, tenía ese
presentimiento desde el momento en que mi cuerpo y mi cama dejaron de ser un solo
objeto.
En la planta baja diviso su cartera arriba de la mesada. Estaba abierta como invitándome a
ella. No soy de hacer esto pero hoy todo es distinto. Me acerco y con culpa la reviso.
Cartas de alguien, un tal Ignacio. No era amigo de la familia ni conocido nuestro. Leo con
detenimiento mientras me preparaba para lo peor. Palabras y frases como puñales. No
podía creer que estaba en presencia de mi engaño, del fin de una relación y del principio
de otra. Se hacía cada vez más difícil sostener ese papel entre mis manos, era filoso y
quemaba. ¿Qué debo hacer?, era el único interrogante que se me manifestaba, cuya
respuesta no estaba o no quería que este.
Me conozco, ese era mi terror más grande, mi reacción podía no ser la adecuada pero ya
no me importaba nada. Era tanto el dolor que el corazón no piensa, y eso me asustaba.
Me acerco al bar en busca de un trago que me tranquilice pero nada era suficiente. En ese
mismo instante oigo un grito. Era ella, pedía ayuda. Me nombraba entre llantos y suspiros.
Corrí con fuerza hasta esa escalera sin fin, hasta ese pasillo interminable, hasta esa puerta
que en ese momento separaba lo que nadie nunca soportaría ver.
Su cuerpo blanco, sin vida, sus ojos perdidos en un mundo de arrepentimientos, su boca
gesticulando perdón, las manos cerradas e impotentes; todo era un idioma propio que
supe descifrar.
Seguía ahí, como la última vez que me fui, quieta y callada. ¿Quién fue? ¿Que hizo ella
para merecerse esto?, esta vez eran otras las preguntas, cuyas respuesta yo sabía.
Me siento en mi cama, la miro y no podía entenderlo. Me recuesto sin saber qué hacer y
me duermo profundamente buscando la cura de todo el dolor. Al despertarme todo había
cambiado: mi habitación ya no era amplia ni cálida e iluminada, la cama había dejado de
ser grande y confortable; todo parecía un sueño.
Y cuando de repente miro que mi ventanal ya no es un cuadro y que fue remplazado por
barras verticales de piso a techo, como jaula sin salida. Me di cuenta que no era un sueño
sino más bien el principio de mi pesadilla.
EL PAIS MAS FELIZ DEL MUNDO
Dos niños y niñas de nueve años soñaban con buscar un país denominado El país más
feliz del mundo. En el camino se preguntaban ¿cómo sería? y ¿cuándo llegarían?
Tarareaban canciones con alegría pues su sueño perseguía. Salir en la búsqueda del país
más feliz del mundo del que habían escuchado pero que muy pocos habían visitado.
En su camino vieron y escucharon pájaros de un azul brillante e intenso, que cantaban
melodías que invitaban a sonreír y sentir un gran gozo. Trataban de imitar el sonido, pero
en sus intentos no lograban aquel gozo. También vieron árboles frutales que por lo
brillante de sus frutos parecía que con su brillo invitaban a tomarlas y disfrutar de su
oloroso y rico sabor. Todo a su alrededor se veía grande y hermoso y parecía un paisaje
que invitaba a un gozo.
Pasado unos tres días y disfrutando del trayecto comenzaron a pensar que ya estaban
cerca de llegar a su final. Pero no sabían que les esperaban grandes sorpresas en ese día
en particular. Apareció este duende con mirada radiante para decirles que los quería guiar
hasta el final para que no se perdieran la belleza de ese lugar del que habían escuchado y
9. pocos visitados.
Los niños entusiasmado se miraron y rieron por aquel momento especial y le creyeron a
este personaje casi real. Continuaron su camino bajo la mirada especial de este personaje
genial.
Pasados unos cuantos días su entusiasmo y alegría no disminuía y sin querer parecer
ansiosos por llegar le preguntaron al duende si faltaba mucho por ver el país que soñaban
encontrar. El duende los miro con este rostro de alegría y festividad y con mucha sabiduría
contesto:
-El país más feliz del mundo esta tan cerca de ustedes como han visto ya. Es aquel que
genera en las personas ese amor a mirar y disfrutar de la belleza de sus árboles y el
cantar de los pájaros que no puedes imitar…Los niños se miraron y comenzaron a reír,
porque en el país más feliz se encontraban ya.
INTERMINABLE
De nuevo las tres de la madrugada. ¿Por qué será que siempre me despierto a esa hora?
Es una costumbre imposible de cambiar ya que yo no soy la que decido despertarme a esa
determinada hora. Como siempre, escuche ruidos abajo en el living, (mi cuarto quedaba
escaleras arriba), pero esta vez decidí no ignorarlos como acostumbraba hacerlo. Tome
valor y decidí bajar. Obviamente estaba todo oscuro, pero no con mucha dificultad logre
distinguir dos puntos rojos hacia el fondo de la sala. Trate de encontrar el interruptor de luz
pero me era imposible, estaba temblando. ¡Qué conducta estúpida! Esos dos puntos
podrían ser cualquier cosa pero por algún motivo no lógico estaba asustado. Muy
asustada. Junté todo el coraje que me era posible y avancé algunos pasos. Cuando logré
distinguir aquello que me inquietaba tanto, pude notar que aquellos puntos rojos eran dos
ojos, ojos de la criatura más extraña que había visto jamás. Traté de huir lo más pronto
posible pero el miedo me había paralizado, dejándome allí, quieta, vulnerable. La criatura
que tenía forma de serpiente se abalanzo sobre mí enroscándose sobre mi débil cuerpo
con una fuerza inverosímil hasta tal punto de que me cortó la respiración. No quería morir,
aún tenía las suficientes fuerzas para pensar en ello y en que esto no podía ser una
pesadilla ya que el dolor era muy real e intenso.
¿Por qué? Fueron las últimas palabras que mis labios pudieron articular, y me sentí
cayendo hacia el vacío...
-¡Dafne, Dafne despierta! Ya va la quinta vez que intento que abras los ojos. Se te hace
tarde para tus clases de inglés.
Con dificultad los abrí. Todo fue un sueño, una pesadilla. Trate de incorporarme
lentamente todavía aturdida pero algo en mis muñecas llamo mi atención. Eran dos puntos
rojos, dos manchas de sangre. En ese momento lo único hice fue recordar aquí dolor
intenso que tanto me había dañado, y en ese momento supe que había sido realidad. Una
pesadilla creada para atormentarme hasta mis últimos alientos: Algo interminable.
LOS ASESINOS DE HEMINWAY
Dos hombres entraron a la casa, y esperaron en silencio a que los ojos se les
acostumbraran a la oscuridad. Hemingway dormía al fondo, y afuera una fina lluvia
empañaba los cristales. Acariciaban en sus manos revólveres, y al cabo de un rato
pudieron caminar por entre los muebles, en la penumbra. Oían como un rumor los
ronquidos del viejo Hem.
-¿Qué hacemos ahora?-preguntó uno.
-No sé exactamente-respondió el otro.
En las ventanas la lluvia aumentaba, se escuchaban truenos y podían ver las sombras de
los árboles al viento, que opacaban la luz de los faroles. Caminaron hacia una habitación
que parecía ser una oficina, en la que había una mesita repleta de libros, una máquina de
escribir, hojas blancas y una botella de whisky con un vaso a medio usar al lado.
10. Revisaron en las gavetas. No encontraron nada.
Pasaron a un cuarto amplio, acomodado con dos camas, donde también habían libros y
colgaderas de animales. Vestían ropas negras apretadas, capuchas que solo dejaban ver
sus ojos, y aunque sus estaturas eran diferentes al igual que su complexión física, en
medio de la noche parecían hermanos vestidos igual para la misma ocasión.
Uno le extendía al otro de vez en cuando manuscritos corregidos, buscando su
aprobación.
-¿Es este? -No, el muy desgraciado lo tiene bien escondido.
-¿Y ahora? -A seguir buscando, vivo.
La tormenta arreciaba, y las luces de afuera amenazaban con quedar completamente
apaga
De repente oyeron que el ronquido de Hemingway cesaba, y el susurrar cada vez más
cercano de unas pantuflas afelpadas. Se escondieron bajo las camas, y divisaron las
piernas del viejo que se dirigían al baño. Oyeron el largo chorro que soltaba Hemingway, y
el sonido de descargar el inodoro. Otra vez se acercaron las pantuflas, que sin sospecha
se detuvieron en la puerta del cuarto, y ellos apretaron por instinto los revólveres. Pero
Hemingway siguió camino hasta su habitación, y en breve volvieron a sentir sus ronquidos.
La búsqueda no prosperaba. A la poca luz de los relámpagos solo podían distinguir las
cabezas muertas en las paredes, que parecían vigilantes silenciosos de ojos cristalinos, y
los papeles se les perdían en la oscuridad.
Se movieron por toda la casa, evitando el cuarto del viejo. Abrían libro, levantaban
almohadas y sábanas viejas, colchones húmedos, pero no aparecía lo que los había
llevado allí. Comenzaron a sudar, a pesar del frío que entraba por las ventanas.
Durante días habían ido a vigilar al escritor, atisbando por entre las ventanas y las
veladoras, disfrazados de extranjeros. Verificaron los horarios de apertura y cierre del
museo, el movimiento de las personas, la estructura de la casa, sus alrededores, la rutina
de Hemingway y los cambios de guardia de los custodios. Ahora sentían que todo el
esfuerzo se podía ir a la mierda, si no encontraban algo. Empezaron a desesperarse, pero
decidieron mantener la calma.
Ya estaban en el interior, sólo tenían que buscar. En sus ojos se dibujaba una impaciencia,
un deseo inaudito de no ser sorprendidos.
Los truenos sucedían, llenando de un silencio pavoroso el intervalo entre ellos.
Después de una última mirada confusa, se dirigieron hacia el fondo de la casa, más allá
del comedor. Chequearon los revólveres, y en una fracción de segundo pudieron ver en los
cristales el rápido desplazamiento de las nubes. Afuera las luces se habían apagado ya
definitivamente.
Hemingway dormía boca arriba, acurrucado con sobrecamas rojos y bufando el aire de los
pulmones. Los hombres lo miraban con terror, y sin decirlo agradecieron que la más plena
oscuridad los cobijara. Se miraron sin saber qué hacer.
-Haz algo.
-No sé qué.
-Lo que se te ocurra, vamos.
-No, tengo miedo.
-Bah, parece mentira, vivo.
Con sigilo examinaron el cuarto, abriendo pequeñas gavetas y el escaparate de espejos.
11. Les impresionó ver su propia imagen reflejada con total exactitud.
Cerraron las puertas asqueados de tanta lluvia y silencio, de no encontrar nada, y con las
manos señalaron los revólveres. No había otra solución.
El disparo sonó en medio de la madrugada, disimulado por un trueno que estremeció los
cristales.
IDIOTA
Tenía ganas de robar algo. Pero algo que valiera la pena robar.
Entonces decidí que era necesario trazar un plan lo más exacto posible para obtener el
mayor éxito posible.
Estaba tratando de hacerme con más de un millón de dólares.
Claro que no sería fácil, es más, tampoco podría hacerlo solo. Necesitaba ayuda.
Así que traté de ponerme en contacto con los mejores ladrones que se pudiera obtener.
Estuve rondando los bares y boliches donde solían reunirse y de apoco completaría
completando el círculo.
Primero necesitaría tres conductores, de los más expertos. Segundo, un experto en
explosivos. Tercero, dos lindas chicas. Cuarto, tres malhechores de la peor calaña,
asesinos para hablar mejor. Quinto y último un experto en cajas fuertes e informática.
Nunca pude conseguir a ninguno, es más, nunca pude dar el golpe.
La noche que empecé a buscarlos, tuve la mala suerte de empezar por el cuarto.
Uno de los asesinos no me dio tiempo a explicarle que era un cajero de banco enojado con
la empresa, con tres hijos por alimentar, con una hipoteca por pagar, que no quería
violencia, sólo hacerme con un par de billetes. No me dio tiempo a sacar mi arma, en un
santiamén tenía clavado un cuchillo en mi garganta.
Hoy no tengo laburo, mi mujer me dejó y tuvieron que extirparme la laringe. No puedo
hablar, solo escribir en una computadora. ¡Qué idiota!
LEYENDA
Una leyenda es un relato de hechos humanos que se transmite de generación en
generación y que se percibe tanto por el emisor como por el receptor, como parte de la
historia. La leyenda posee cualidades que le dan cierta credibilidad, pero al ser
transmitidas de boca en boca, se va modificando y mezclando con historias fantásticas.
Parte de una leyenda es que es contada con la intención de hacer creer que es un
acontecimiento verdadero, pero, en realidad, una leyenda se compone de hechos
tradicionales y no históricos.
El término “leyenda” proviene del latín legenda, que significa “lo que debe ser oído”.
Originalmente, era una narración escrita que era leída en público en las celebraciones de
las festividades de los santos. Desde el siglo XIX, la leyenda es considerada como un
sinónimo de la llamada tradición popular. Como parte del género literario, la leyenda se
considera como una narración de carácter ficticio con origen oral.
Una leyenda tiene como característica fundamental, que es de carácter oral, es decir, es
un relato hablado que se transmite tradicionalmente en un lugar, un pueblo, una población.
También se destaca en una leyenda, que señala en su historia lugares precisos, que son
parte de la realidad. Además, se relaciona con hechos, lugares, monumentos, personas o
comunidades. Los hechos relatados en una leyenda normal, son t ransformados con el
correr de los años, a menos que las leyendas sean escritas, ya que no cuentan con esa
característica. Algunas leyendas comienzan y continúan siendo de carácter oral, mientras
12. que otras tienen el mismo origen pero posteriormente pasan a ser escritas.
EL CALLEJON DEL TRUCO
Partiendo de la calle Real, ahora Hidalgo, y terminando en la empinada calle del "Cerrito",
llamada actualmente Bravo, como un desafío a las reglas de la estética y geometría, está
el callejón del Truco, formando manzana con el de la Capilla del Santo Cristo, manzana
que fue propiedad y morada de uno de los primeros pobladores de la Villa de Santiago del
Saltillo, don Santos Rojo.
Este callejón, albergue actualmente de citas y amoríos, por su recogimiento y falta de
alumbrado, tiene también su historia.
No encierra ésta precisamente un suceso extraordinario, como muchas otras calles de la
ciudad; pero nos hemos acordado de él, porque casi todos los habitantes de Saltillo,
desconocen el origen del nombre que aún lleva en la actualidad.
Hace poco más de cien años, un individuo de origen francés y de oficio pastelero, se
estacionaba en la esquina norte de la calle de Hidalgo y la Plaza para vender su
mercancía. A la hora de las ánimas exactamente llegaba con los menesteres de su puesto:
un brasero; una mesita de madera rústicamente terminada, para colocarlo; una canasta de
palma "pateada", llena de pasteles de varias clases, pero todos para ser horneados por el
mismo procedimiento y servirlos calientes; un arpillera con carbón vegetal; una tinaja de
barro que servía de horno ambulante y que se colocaba sobre el brasero, y un velón de
hojalata, sobre un pie de lo mismo, con depósito de sebo y su mecha de borra de algodón.
Muy buenas ventas hacía el pastelero, y llegó a hacerse tan popular su mercancía, que
hasta de los lugares más apartados de la ciudad, venían a comprar los exquisitos pasteles
que vendían a cinco por un real.
Ya estaba muy acreditado el "punto" del hábil pastelero, cuando el Alcalde ordenó que se
quitara de allí y se pusiera en otra parte, por que daba mal aspecto con su cocina
ambulante a la principal plaza de la ciudad.
El pastelero se fue con sus menesteres, pero no ha lugar por distante, pues se instaló en
la esquina de la misma calle real y el callejón que hoy se llama del Truco.
Este nombre nació, del pedregón del pastelero: "Pasen marchantes; aquí hay ricos
pasteles y trucos a cinco por un real". Los trucos consistían en una especie de tubos de
harina con alguna preparación especial, que al ponerse al fuego, se rellenaban por si solos
de una pasta melosa con natural sabor a frutas que era muy gustada y apetecida.
Alguien pregunto al pastelero, que por qué le llamaba trucos a aquellos panes.
-Le parece a Ud. poco el truco, -le contestó- de que meta yo un pedazo de harina dentro
de la tinaja y resulte lo que usted está saboreando?-
Desde entonces se conoce aquel Callejón con el nombre del Truco.
Pero lo curioso del caso es, que según se cuenta, el pastelero de los trucos emigro poco
tiempo después de Saltillo, se estableció en la ciudad de México con el mismo negocio y
fue uno de los ciudadanos franceses, cuyas perdidas, multiplicadas hasta lo inverosímil,
originaron la invasión francesa de 1838, que se llamó la "Guerra de los pasteles".
EL CALLEJON DE LA DELGADINA
13. En 1786, el Ayuntamiento llegó a cicatrizar a la calla de San Joaquín, pero en un callejón,
que después fue conocido como "La Delgadina". Allí vivió un carnicero en una casa grande
y sombría, que tenía más establos y pesebres querecámaras; por su original estatura, al
carnicero lo llamaban despectivamente "el gigante severo", porque siempre usaba una
camisa y un pantalón que cambiaba una vez al mes, y sus ropas estaban siempre
cubiertas por enormes manchas de grasa de los animales, signos naturales de su negocio.
Crisóstomo Sánchez, como así se llamaba, aparentaba tener alrededor de 38 años de
edad, y a despecho de su excesivo peso, no parecía ser muy viejo. Se casó con la hija de
un portero que estaba viviendo en el mismo vecindario. Ella, Isaura Delgado, era mucho
menor que él, pero no menos robusta y fuerte. Por su cutis bronceado y su largo cabello
trenzado que le llegaba hasta los zapatos, obtuvo el despectivo nombre de "La trenzona".
La pareja era muy popular en el vecindario, pues aparentaban ser muy felices. Los
domingos cuando salían fuera para pasear, su poco común estatura y corpulencia atraían
considerablemente la atención.
Habiéndole dicho alguien que había algo entre su esposa y el "freidor", no tardó mucho
para comprobarlo, pues por supresa una tarde encontró a su esposa en los brazos de su
amante.
Por varios meses "La Trenzona" no fue vista y los vecinos comentaban acera de la causa
de su repentina desaparición. Muchas gentes estaban acostumbradas a pararse en el
umbral de la vieja puerta de la casa de Chagua, y la veían debajo del puente de Tacubaya,
de rodillas lavando, con su pelo trenzado cayendo completamente sobre suespalda y
amontonado sobre sus tobillos. Si nadie supo de la muerte de Chagua, entonces donde
estaba ella?...Esta pregunta se hacía seguido por los vecinos del callejón, pero ninguno
podía encontrar una respuesta adecuada; hasta que una mañana corrió el rumor de que
en ángulo del arroyo de la Tórtola, el cuerpo de Isaura Delgado, había sido encontrado
casi irreconocible, y se dedujo que era Isaura por el extraordinario tamaño y tupido del pelo
en completo desorden; Que le había pasado??..... La gente preguntaba, y alguien reveló la
historia entera del castigo, de una muy inhumana y cruel manera, que el carnicero había
dado a la infortunada "Trenzona".
Se decía que el marido rencoroso había dejado suspendida a su esposa en un gancho
usado para colgar carne, en uno de los mas escondidos cuartos de la casa; después de
conservar su colgadura ahí por varios meses, dándole solamente migajas de pan y agua,
hasta que comenzó a cambiar su lamentable figura, por su estado de debilidad, la colgó
completamente desnuda por el pelo, divido en cuatro partes, cada sección amarrada de los
cuatro picos del garabato suspendido a una pulgada del suelo, dándole la ilusión de tocarlo
con la punta de los pies...
Pasaron los días hasta que la pobre mujer llego a ser esqueleto y murió.
Cuando ella fué encontrada, la gente decía que era un montón de huesos envueltos en
una arrugada y amarillenta piel.
El carnicero desapareció del pueblo y nadie supode su paradero. La gente empezó a
llamar al callejón con el nombre de "La delgadina". No se sabe si este nombre fue
originado por el apellido de la protagonista de esta historia (Isaura Delgado), o por el
14. estado en el que la pobre mujer quedó con la cruel venganza de su esposo.
LA DAMA DE LOS TACONES
Las tradiciones familiares mexicanas son estrictas. Una regla no escrita obligaba a por lo
menos una de las hijas a quedarse junto a los padres en su vejez.
Ese era quizá el caso de “La Taconera”, quien habiendo ya alcanzado una edad madura,
permanecía junto a su madre, quien rondaba los 90 años, por su delicado estado de salud.
Nadie recuerda el nombre de aquella dama, que según la leyenda que recorre aún las
calles del Centro Histórico, vivió en una modesta casa de la calle del Camposanto (hoy
Juárez).
No tuvo nunca un prometido, pero por el día en el pueblo se murmuraba sobre lo que se
escuchaba de noche: sus tacones, bajando la calle entera hasta donde terminaba el
cuadro urbano y comenzaban los establos y algunas casas de adobe detrás del Ateneo
Fuente.
Se decía que engalanada acudía hasta allí para visitar al hombre con quien sostenía un
romance. Las calles en absoluto sosiego al caer la noche amplificaban el sonido de sus
pasos. “Ahí va La Taconera”, solían decir las vecinas que alcanzaban a escucharla en su
diario recorrido nocturno.
Su madre sufría por las habladurías. Algunos vecinos estaban seguros de que suhija la
descuidaba, olvidándose a veces incluso de alimentarla, por lo que le recriminaban su
irresponsabilidad.
Una noche, al regresar de su encuentro romántico, la joven encontró muerta a la anciana.
Lo grave —sobre todo para la época— fue que la muerte la sorprendiera en absoluta
soledad, sin ningún familiar a quien dar una última bendición y sin un sacerdote que diera
soporte espiritual a sus últimos momentos.
Y esa fue la causa de la gran culpa que pesó sobre la joven. No volvió a salir por las
noches en busca de su amado. Cuentan que el arrepentimiento no la dejó vivir más y
finalmente murió de pena.
Meses después los vecinos del barrio volvieron a saber de ella.
Muchos aseguraban ver su silueta esfumarse en el mismo recorrido que hacía para llegar
a la casa de su amado. Otros afirmaban escuchar por las noches el paso marcado de sus
tacones.
Los testimonios abundan a lo largo de todo el camino que tantas noches siguiera “La
Taconera”: de la calle del Camposanto al poniente, doblando en la calle del Reloj (hoy
Bravo), hacia el norte por Hidalgo, hasta el campo del Ateneo.
Quienes intentaban seguir el sonido de sus tacones no los alcanzaban nunca. Y aun más
curiosa es la afirmación popular de que quienes caminan en sentido contrario no escuchan
nada.
Más de 60 años han transcurrido, pero aún hoy, vecinos de las calles Juárez y Bravo,
aseguran escuchar por la madrugada el misterioso taconeo,