¿El chavismo perpetró un fraude electoral para evitar su propio colapso en ausencia de su líder indiscutible? O ¿la oposición busca desconocer los resultados para intentar desestabilizar al gobierno? ¿Hubo fraude en Venezuela? Veamos.
1. Diario La Hora, domingo 28 de abril de 2013
Opinión, 5A
¿Fraude en
Venezuela?
¿El chavismo perpetró un
fraude electoral para evitar su
propio colapso en ausencia de
su líder indiscutible? O ¿la
oposición busca desconocer los
resultados para intentar
desestabilizar al gobierno?
¿Hubo fraude en Venezuela?
Veamos.
La tendencia de los sistemas
mayoritarios es a generar mo-
delos competitivos. Un sistema
mayoritario es el compuesto por
al menos dos partidos grandes
que se disputan periódicamente
el poder. Se dice que son
competitivos cuando las
elecciones se cumplen con
márgenes de distancia estrechos.
De la misma manera se dice que
son poco o nada competitivos
cuando la distancia es amplia. A
esto debe sumarse que las
elecciones para cargos
plurinominales suponen la
contienda entre varios aspi-
rantes en donde algunos de
estos pueden resultar ganadores.
Pero en las elecciones para car-
gos unipersonales el ganador se
queda con todo, y el perdedor
con nada.
Aunque varias organizacio-
nes políticas se disputaron la
presidencia en Venezuela, so-
lamente dos de éstas gozaron
de opciones serias de triunfo:
el oficialista Partido Socialista
Unido de Venezuela y la oposi-
tora Mesa de la Unidad Demo-
crática. Por el primero participó
Nicolás Maduro, capitalizando
el 50.75% de los votos, e inme-
diatamente se encuentra el opo-
sitor Henrique Capriles con el
48.98% de los votos escrutados.
La mínima distancia de 1.77% y
la casi identidad de votos obte-
nidos por cada uno demuestra
que en la actualidad el modelo
venezolano es mayoritario y
competitivo. Con esta diferencia
la tendencia de los perdedores
es a desconfiar de los resultados.
¿Cuándo es posible perpe-
trar un fraude? Precisamente
cuándo la distancia entre los dos
candidatos con mejores posibili-
dades de ganar es más estrecha.
¿Por qué un partido político
tendría interés en perpetrar un
fraude? Por dos razones: porque
sus cúpulas saben que están en
inminente riesgo de perder el
poder y porque los grupos de
interés económico vinculados al
gobierno no quieren ceder este
espacio. Un fraude electoral es
difícil de atribuir frente a un
amplio margen de distancia
entre participantes. Sin
embargo, todas las elecciones
suponen la posibilidad de que
existan errores técnicos
cometidos por los funcionarios
derivados por la falta de
capacidad en la labor, a errores
humanos, etc. El fraude suele
ser decisivo en elecciones
reñidas, así como constituye en
detonante de la estabilidad de-
mocrática. Tampoco se puede
afirmar que toda elección
reñida es fraudulenta. Para
llegar a conclusiones sobre el
caso de Venezuela, más allá del
plano ideológico, se deben
considerar algunos puntos.
Fabrice Lehoucq, en sentido
general, ha dicho que el fraude
adopta una amplia gama de
formas que van desde las
violaciones al procedimiento
electoral hasta el uso de la vio-
lencia contra los votantes; y que
el fraude debilita la estabilidad
democrática pero no es una cau-
sa aislada de su desequilibrio.
En Venezuela ¿se van violado
los procedimientos electorales
y de impugnación? ¿Hay con-
fianza ciudadana en las institu-
ciones electorales y de justicia?
Sospeche si ha dicho que sí a es-
tas preguntas.
ghidalgoandrade@usal.es