1. Contaminación
Lumínica
Puede definirse como la emisión de flujo luminoso
de fuentes artificiales nocturnas en intensidades,
direcciones, rangos espectrales u horarios
innecesarios para la realización de las actividades en
la zona en la que se instalan las luces.
La contaminación lumínica tiene como
manifestación el aumento del brillo del cielo
nocturno, por difusión de la luz artificial en gases y
en las partículas del aire urbano de forma que se
disminuye la visibilidad de las estrellas y demás
objetos celestes.
2. Para desarrollar actividades en la noche, es imprescindible iluminar de
forma adecuada, evitando la emisión de luz directa a la atmósfera y
empleando la cantidad de luz necesaria. Toda luz enviada, no proporciona
seguridad ni visibilidad y es un despilfarro de energía y dinero.
Hasta el momento, existe escasa conciencia social, pese a que genera
consecuencias como son el aumento del gasto energético y económico, la
intrusión lumínica, la inseguridad vial, el dificultar el tráfico aéreo y
marítimo, el daño a los ecosistemas nocturnos y la degradación del cielo
nocturno, patrimonio natural y cultural, con la consiguiente pérdida de
percepción del Universo y los problemas causados a los observatorios
astronómicos.
3. 1. Impedir que la luz se emita por encima de la horizontal y dirigirla sólo allí
donde es necesaria. Emplear de forma generalizada luminarias apantalladas
cuyo flujo luminoso.
2. Usar lámparas de espectro poco contaminante y gran eficiencia energética,
preferentemente de vapor de sodio a baja presión (VSBP).
3. Iluminar exclusivamente aquellas áreas que lo necesiten, de arriba hacia
abajo y sin dejar que la luz escape fuera de estas zonas
4. Ajustar los niveles de iluminación en el suelo a los recomendados por
organismos como el Instituto Astrofísico de Canarias o la Comisión
Internacional de Iluminación.
5. Regular el apagado de iluminaciones ornamentales, monumentales y
publicitarias.
6. Prohibir los cañones de luz o láser y cualquier proyector que envíe la luz
hacia el cielo.
7. Reducir el consumo en horas de menor actividad, mediante el empleo de
reductores de flujo en la red pública o el apagado selectivo de luminarias.
8. Apagar totalmente las luminarias que no sean necesarias.
4. La intrusión lumínica se produce cuando la luz
artificial procedente de la calle entra por las
ventanas invadiendo el interior de las viviendas. Su
eliminación total es imposible debido a que siempre
entrará un cierto porcentaje de luz reflejada en el
suelo o en las paredes, esto puede provocar falta de
descanso así como posibilidades de alguna
alteración en la vida de la ciudad. Esto resulta una
gran agresión medioambiental así como una
agresión a los vecinos al mismo tiempo.
5.
6. No existen estudios que hablen acerca del grado de
afectación de la luz artificial sobre el hombre, aunque
en ciertos casos curiosos parecen apuntar hacia una
conexión entre el uso de bombillas de Vapor de
Mercurio (luz blanca) y la exteriorización de mayores
índices de agresividad.
Recientemente, se ha descubierto que el uso de luces
tipo "LED" en habitaciones de niños pequeños es
desaconsejable porque produce alteraciones en el
sueño.
7. No existen estudios que hablen acerca del grado de
afectación de la luz artificial sobre el hombre, aunque
en ciertos casos curiosos parecen apuntar hacia una
conexión entre el uso de bombillas de Vapor de
Mercurio (luz blanca) y la exteriorización de mayores
índices de agresividad.
Recientemente, se ha descubierto que el uso de luces
tipo "LED" en habitaciones de niños pequeños es
desaconsejable porque produce alteraciones en el
sueño.