1. Embargada por la desesperanza, juntando la vio, ella seguía allí, mas gorda, mas alta,
retazos de sus recuerdos, Inés caminaba hacia pero resistiendo a los vientos y a los años, con
la playa, se detuvo de pronto, como si alguien el orgullo de ser, el toque femenino en ese
se lo hubiese ordenado. bosque de pinos, la araucaria, no quería verla
Estaba exaltada, miraba, buscaba, esperaba, ni recordar, que en ella, hacía ya mucho
¿qué?, y de pronto esa ventanita, ella no quería tiempo, el había gravado, nos amamos, que
mirar ni pensar, y sin embargo allí estaba, era apoyados sobre ese tronco, se besaron, el
la rendija por la que Inés, volvía al rincón levantó su falda, acarició sus muslos firmes,
escondido de su memoria. Inés lo alejó suavemente...
Llegó al muelle, dejó sus hojotas muy juntas, y No haremos el amor hasta que nos amemos...
caminó descalza hacia la orilla, el agua lamía él tocó delicadamente sus labios y le dijo…
sus pies y la espuma marrón la acariciaba, el cierra los ojos, y ella riendo, le rogó ¿Dime para
viento era suave, con aroma a sal, la envolvía, qué? Solo ciérralos y dime si me amas, ella
pegaba su vestido a su cuerpo tibio y dejaba demoró la respuesta por pudor, y contestó, sí,
entrar una mariposa a su estómago, giró como te amo, pues quédate con los ojos cerrados, el
una niña feliz, hasta detenerse de cara al gravó dentro de un corazón…
muelle, y vio sus hojotas, que como dos ojos
sin rostro, la invitaban a volver, caminó hacia Inés y Juan se aman, la tomó de la mano y la
ellas lentamente, como postergando un retorno llevó frente a su obra, ábrelos, y él haciéndola
inevitable. reír, se arrodilló, juntó sus manos y contestó, la
amo mi alteza, los padres de Inés no estaban, y
Entró por el monte de pinos, rumbo a su casa, y
2. el le sugirió ir hasta su casa, hicieron el amor,
ella tímida y callada, él, prometiéndole un
mundo de sueños.
Hace treinta y cinco años, Inés espera a ese
chico que juró amarla y sueña verlo llegar con
sus diecinueve años llenos de promesas, para
contarle, que ahora vive sola, que sus padres
murieron, y que Juan ya puede quedarse en su
casa.
Colaboración de María
Uruguay