El documento presenta diferentes opiniones sobre si la película The Wall de Pink Floyd perdió su poder crítico al volverse masiva. Algunos argumentan que sí lo perdió al convertirse en mercancía, mientras que otros dicen que la película no cambió, sino las mentes del público. También se señala que Pink Floyd ya era masivo cuando se estrenó la película, por lo que su crítica siempre partió de lo masivo.