La Ley de Dependencia establece el Sistema Nacional de Atención a la Dependencia en España para financiar los servicios necesarios para personas dependientes debido a enfermedades, accidentes o vejez. La ley clasifica la dependencia en tres grados e incluye principios como el carácter universal y público de las prestaciones. Las personas con algún grado de dependencia tienen derecho a prestaciones y la solicitud debe realizarse en centros de servicios sociales o registros con documentación como el DNI e informe médico.