Las normas están destinadas a promover la seguridad y una convivencia armoniosa. Por ejemplo, las normas de conducción requieren conducir sobrio, con cuidado y vigilando la carretera, mientras que las normas de disciplina incluyen respetar a los mayores y no hablar mal. En la escuela, las normas exigen una autorización para salir del edificio y prohiben insultar u otras conductas disruptivas.