La Capilla Sixtina en el Vaticano es conocida por sus frescos renacentistas pintados por Miguel Ángel y otros artistas entre los siglos XV y XVI, incluyendo El Juicio Final y el techo con escenas del Génesis. La capilla fue construida por el Papa Sixto IV y decorada posteriormente por encargo del Papa Julio II, quien le pidió a Miguel Ángel que pintara el techo y las paredes laterales con historias bíblicas e imágenes imponentes.