Una versión de mucha calidad, con imagenes, audio y guia para rezarlo.
Tambien incluye el Rezo de la Novena y guia para rezarla.
Para quienes buscan ayuda, consejo, proteccion y consuelo de la Virgen Maria.
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REZAR LETANÍAS
PRIMER MISTERIO
SEGUNDO MISTERIO
TERCER MISTERIO
CUARTO MISTERIO
QUINTO MISTERIO
LA VISITA DE MARIA A SU PRIMA
ISABEL
LA ANUNCIACION DEL ANGEL
A MARIA
LA PRESENTACION DE JESUS EN
EL TEMPLO Y PURIFICACION DE
MARIA
JESUS PERDIDO Y ENCONTRADO EN
EL TEMPLO
EL NACIMIENTO DE JESUS EN BELEN
6.
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PRIMER MISTERIO
SEGUNDO MISTERIO
TERCER MISTERIO
CUARTO MISTERIO
QUINTO MISTERIO
LA ORACION DE JESUS EN EL HUERTO
LA FLAGELACION DE JESUS
LA CORONACION DE ESPINAS
LA CRUCIFIXION Y MUERTE DE JESUS
EL CAMINO AL MONTE CALVARIO
( VIA CRUCIS)
8.
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PRIMER MISTERIO
SEGUNDO MISTERIO
TERCER MISTERIO
CUARTO MISTERIO
QUINTO MISTERIO
LA RESURRECION DE JESUS
LA ASCENCION DE JESUS A LOS CIELOS
LA VENIDA DEL ESPIRITU SANTO
LA ASUNCION DE MARIA A LOS CIELOS
LA CORONACION DE LA SANTISIMA
VIRGEN MARIA COMO REINA DEL
UNIVERSO
10.
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REZAR LETANÍAS
PRIMER MISTERIO
SEGUNDO MISTERIO
TERCER MISTERIO
CUARTO MISTERIO
QUINTO MISTERIO
EL BAUTISMO DE JESUS EN EL JORDAN
LA AUTORREVELACION DE JESUS EN
LAS BODAS DE CANA
EL ANUNCIO DEL REINO DE DIOS
LA TRANSFIGURACION DE JESUS
LA INSTITUCION DE LA EUCARISTIA
12.
13. ¿En qué consiste la Devoción de las Tres Avemarías?
En rezar tres veces el Avemaría durante nueve días. Como hemos indicado en su lugar, la Santísima Virgen prometió a Santa
Matilde asistirla en la hora de la muerte si rezaba cada día en su honor tres Avemarías para celebrar los atributos de
Poder, Sabiduría y Misericordia con que la enriqueció la Beatísirna Trinidad.
Mas los devotos de María, entendiendo con esto cuán de su agrado es este obsequio, juzgaron que repitiéndolo durante nueve
días, quizás alcanzarían para sus necesidades el eficaz socorro de su poderosa intercesión. Este es el origen de la Novena eficaz
de las Tres Avemarías.
Esas Tres Avemarías son como otras tantas aldabadas que damos a las puertas del misericordioso y compasivo corazón de Nuestra
Señora; son como tres aclamaciones angustiosas con que el alma implora su Poder, Sabiduría y Misericordia para el remedio de las
múltiples necesidades que la aquejan.
Cuán del agrado de Nuestra Señora sea este piadoso ejercicio, dicenlo muy elocuentemente los muchos y diversos favores, tanto
espirituales como materiales, que cuentan haber alcanzado por semejante práctica las personas que se han servido de ella para
implorar la protección de la Santísima Virgen.
14. ¿En qué consiste la Devoción de las Tres Avemarías?
Pero lo más consolador son los beneficios espirituales que dispensa la Santísima Virgen por medio de esta Novena. Diríamos que
esa bendita devoción es el anzuelo con que María Santísima pesca innumerables almas para el cielo; muchas, ciertamente, serán
deudoras de su eterna felicidad en la gloria a la eficacia de esa devota práctica.
Conversiones extraordinarias de pecadores moribundos que se logró recibieran los últimos Sacramentos, a lo que se resistían;
jóvenes extraviados, devueltos al camino del bien y al hogar, de donde los había arrancado la perversión; niatrimnonios que han
recuperado el tesoro de la paz y unión, que hacia tiempo habían perdido; almas atormentadas por los escrúpulos y otras penas
interiores, que recobraron la paz de conciencia y el sosiego de su espíritu; en fin, devoto lector, que esta Novena parece la panacea
de todos los males, así del cuerpo como del alma.
Si quieres convencerte de ello, pruébalo; haz una Novena o varias para el remedio de tus necesidades o las de tu familia; pero hazla
con fe y confianza, y purifica tu alma con una buena confesión; acude en los trances apurados a este piadoso ejercicio, y no dudo de
que experimentarás su eficacia y encontrarás hartos motivos para ser devoto de la Madre de Dios y admirarte de su benignidad, que
a cambio de tan corto servicio tan regaladas mercedes dispensa al que se lo hace.
15.
16. Oh María, Virgen poderosa, a quien nada es imposible! Os suplico,
por el poder con que os distinguió Dios Padre Omnipotente,
que me socorráis en la presente necesidad.
¡Oh Abogada de las causas más desesperadas, ayudadme!
En ello están interesados la gloria de Dios, vuestra honra,
y el bien de mi alma.
Si la gracia que pido está conforme con la amabilísima
y santísima voluntad de Dios, interceded, omnipotencia suplicante,
interced por mí ante vuestro Hijo, que nada os puede negar.
Os lo pido por ese poder ilimitado que os comunicó el Padre Celestial,
ya que, para celebrarlo, os digo con Santa Matilde a quien
revelasteis la práctica saludable de las Tres Avemarías:
Dios te salve, María, llena eres de Gracia, y el Señor es contigo
Bendita tu eres entre todas las mujeres, y Bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega Señora por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amen.
17. Purísima Virgen, justamente llamada Trono de la sabiduría, porque en Vos moró
la Sabiduría increada, el Verbo de Dios, y os comunicó toda la plenitud de su divina
ciencia en la medida que podía participarla a la más perfecta de las criaturas.
Vos sabéis bien cuán grande es mi miseria y la necesidad que tengo de vuestro auxilio.
Me abandono del todo en vuestras manos, confiando en que vuestra divina Sabiduría
lo ordenará todo con fuerza y suavidad a mayor gloria de Dios y provecho de mi
alma, y que, por los medios más convenientes, acudiréis a socorrer mi necesidad.
¡Oh María, Madre de la divina sabiduría! Dignaos alcanzarme el favor que solicito.
Os lo pido por esa inefable sabiduría con que el Verbo, Hijo vuestro, ilustró vuestra
inteligencia, ya que, para celebrarla, os digo con San Antonio de Padua y
San Leonardo de Puerto Mauricio, celosísimos propagadores de las Tres Avemarías:
Dios te salve, María, llena eres de Gracia, y el Señor es contigo
Bendita tu eres entre todas las mujeres, y Bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega Señora por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amen.
18. ¡Oh tierna y verdadera Madre de Misericordia, que en estos últimos tiempos
os habéis llamado Vos misma "Madre la más misericordiosa"!
A Vos acudo para que uséis conmigo de compasión y bondad, con tanta mayor razón
cuanto es mayor mi miseria.
No soy acreedor a la gracia que de Vos espero, ya que tantas veces os he
contristado, ofendiendo a vuestro divino Hijo; pero estoy sinceramente arrepentido de
haber traspasado con mis pecados el amante Corazón de Jesús y el vuestro.
¿No sois Vos, según lo revelasteis a vuestra sierva Santa Brígida,
la "Madre de los pecadores arrepentidos"? Perdonadme, pues, mis pasadas
ingratitudes; y teniendo sólo en cuenta vuestra misericordiosa bondad y la gloria que
de ello resultará para Dios y para Vos misma, obtenedme la gracia que os pido.
¡Oh Vos, a quien nadie ha implorado en vano! ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce
Virgen María! Dignaos socorrerme. Os lo pido por esa misericordiosa bondad de que
en favor nuestro os ha llenado el Espíritu Santo, ya que, para celebrarla, os digo con
San Alfonso María de Ligorio, incomparable Apóstol de vuestra misericordia y doctor
de las Tres Avemarías:
Dios te salve, María, llena eres de Gracia, y el Señor es contigo
Bendita tu eres entre todas las mujeres, y Bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega Señora por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amen.
19. Acordaos, ¡oh clementísima Virgen María!,
que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra
protección invocando vuestro Poder, vuestra Sabiduría y vuestra Misericordia
para el remedio de sus males, haya visto defraudadas sus esperanzas.
Animado con esta confianza a Vos también acudo, ¡oh Poderosísima Reina!,
¡oh Sapientísima Virgen!, ¡oh Misericordiosísima Madre!,
os suplico vengáis a socorrerme con estos tres atributos de que os adornó
la Beatísima Trinidad para consuelo de los desvalidos.
¡Oh piadosísima Señora! ¡Oh trono de la Sabiduría! ¡Oh clementísima
Abogada!, no despreciéis las súplicas de este pobre pecador, que implora vuestro
poder para que le defendáis y protejáis, vuestra sabiduría para que le guiéis y
enseñéis y vuestra misericordia para que, benigna, le amparéis en todo peligro y
le favorezcáis en sus necesidades.
¡Oh María, Hija del Padre, Madre del Verbo Encarnado y Esposa del Espíritu
Santo!, no despreciéis mi humilde oración; antes bien, acogedla
piadosa, interceded para que sea despachada favorablemente y brille más a los
ojos de todos vuestro gran poder, vuestra admirable sabiduría y vuestra
inagotable misericordia, y sea todo a gloria de la adorabilísima Trinidad, que os
enriqueció con tan preciosos dones. Amén.
SALIR
20.
21. Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Dios, Padre celestial,
ten piedad de nosotros.
Dios, Hijo, Redentor del mundo,
ten piedad de nosotros.
Dios, Espíritu Santo,
ten piedad de nosotros.
Santísima Trinidad, un solo Dios,
ten piedad de nosotros.
Santa María,
ruega por nosotros.
Santa Madre de Dios,
Santa Virgen de las Vírgenes,
Madre de Cristo,
Madre de la Iglesia,
Madre de la divina gracia,
Madre purísima,
Madre castísima,
Madre siempre virgen,
Madre inmaculada,
Madre amable,
Madre admirable,
Madre del buen consejo,
Madre del Creador,
Madre del Salvador,
Madre de misericordia,
Virgen prudentísima,
Virgen digna de veneración,
Virgen digna de alabanza,
Virgen poderosa,
Virgen clemente,
Virgen fiel,
Espejo de justicia,
Trono de la sabiduría,
Causa de nuestra alegría,
Vaso espiritual,
Vaso digno de honor,
Vaso de insigne devoción,
Rosa mística,
Torre de David,
Torre de marfil,
Casa de oro,
Arca de la Alianza,
Puerta del cielo,
Estrella de la mañana,
Salud de los enfermos,
Refugio de los pecadores,
Consoladora de los afligidos,
Auxilio de los cristianos,
Reina de los Ángeles,
Reina de los Patriarcas,
Reina de los Profetas,
Reina de los Apóstoles,
Reina de los Mártires,
Reina de los Confesores,
Reina de las Vírgenes,
Reina de todos los Santos,
Reina concebida sin pecado original,
Reina asunta a los Cielos,
Reina del Santísimo Rosario,
Reina de la familia,
Reina de la paz.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
ten misericordia de nosotros.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
ORACIÓN.
Te rogamos nos concedas,
Señor Dios nuestro,
gozar de continua salud de alma y cuerpo,
y por la gloriosa intercesión
de la bienaventurada siempre Virgen María,
vernos libres de las tristezas de la vida presente
y disfrutar de las alegrías eternas.
Por Cristo nuestro Señor.
Amén.
SALIR
22.
23. GUÍA PARA APRENDER A REZAR Y COMPRENDER EL
SANTISIMO ROSARIO
HAZ CLICK EN EL TEMA QUE DESEES LEER:
I. MODO DE REZARLO.
II. PROMESAS DE LA VIRGEN
MARÍAA QUIENES REZAN
SU ROSARIO.
24. PRIMERA PÁGINA:
1. Hacer la señal de la cruz y rezar el Credo
2. Rezar el Padre Nuestro
3. Rezar 3 Avemarías y el Gloria
SEGUNDA PÁGINA:
4. Seleccionar el misterio a rezar según el día.
TERCERA PÁGINA :
5. Primer misterio. Rezar el Padrenuestro.
6. Rezar 10 Avemarías, Gloria y Jaculatoria.
7. Segundo misterio. Rezar el Padrenuestro.
8. Rezar 10 Avemarías, Gloria y Jaculatoria.
9. Tercer misterio. Rezar el Padrenuestro.
10. Rezar 10 Avemarías, Gloria y Jaculatoria.
11. Cuarto misterio. Rezar el Padrenuestro.
12. Rezar 10 Avemarías, Gloria y Jaculatoria.
13. Quinto misterio. Rezar el Padrenuestro.
14. Rezar 10 Avemarías, Gloria y Jaculatoria.
15. Rezar la Salve.
CUARTA PÁGINA :
16. Rezar Letanías a la Virgen María.
25. LAS QUINCEPROMESAS DE LA VIRGEN
MARÍAA QUIENES RECEN SU ROSARIO.
1.- El que me sirva, rezando diariamente mi Rosario, recibirá cualquier gracia que me pida.
2.- Prometo mi especialísima protección y grandes beneficios a los que devotamente recen mi
Rosario.
3.- El Rosario será un fortísimo escudo de defensa contra el infierno, destruirá los vicios, librará de
los pecados y exterminará las herejías.
4.- El Rosario hará germinar las virtudes y también hará que sus devotos obtengan la misericordia
divina; sustituirá en el corazón de los hombres el amor del mundo al amor por Dios y los elevará
a desear las cosas celestiales y eternas. ¡Cuántas almas por este medio se santificarán!.
5.- El alma que se encomiende por el Rosario no perecerá.
6.- El que con devoción rezare mi Rosario, considerando misterios, no se verá oprimido por la
desgracia, ni morirá muerte desgraciada; se convertirá, si es pecador; perseverará en la gracias,
si es justo, y en todo caso será admitido a la vida eterna.
7.- Los verdaderos devotos de mi Rosario no morirán sin auxilios de la Iglesia.
8.- Quiero que todos los devotos de mi Rosario tenga en vida y en muerte la luz y la plenitud de la
gracia, y sean partícipes de los méritos de los bienaventurados.
9.- Libraré pronto del purgatorio a las almas devotas del Rosario.
10.- Los hijos verdaderos de mi Rosario gozarán en el cielo una gloria singular.
11.- Todo lo que se me pidiere por medio del Rosario se alcanzará prontamente.
12.- Socorreré en todas sus necesidades a los que propaguen mi Rosario.
13.- Todos los que recen el Rosario tendrán por hermanos en la vida y en la muerte a los
bienaventurados del cielo.
14.- Los que rezan mi Rosario son todos hijos míos muy amados y hermanos de mi Unigénito Jesús.
15.- La devoción al santo Rosario es una señal manifiesta de predestinación a la gloria.