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Heridas arma-fuego-que-hacer
1. Heridas por arma de fuego, ¿qué hacer?
Una herida por arma de fuego ocurre en actos delictivos, accidentes de caza, laborales o deportivos y no sólo en
conflictos armados; por tanto, brindar primeros auxilios es clave para mantener con vida a la víctima mientras recibe
obligada ayuda profesional. ¿Sabes cómo hacerlo?
Material de curación
Vendajes
¿Qué es una herida por arma de fuego?
Las heridas por arma de fuego son lesiones ocasionadas por una bala o proyectil a su paso a través de los tejidos del
cuerpo, las cuales varían según la distancia y zona donde penetra la bala.
Desafortunadamente, el daño que sufre el herido puede ser más grave de lo que parece, pues a simple vista no es
posible conocer la trayectoria de la bala ni los órganos lesionados, por tanto, la víctima debe ser llevada a un hospital o
clínica de salud tan pronto como sea posible.
¿Cómo atender a una persona herida por arma de fuego?
Existen primeros auxilios para heridas de bala que puedes aplicar en lo que llega la ayuda profesional y constituyen
información valiosa que todos deberíamos conocer:
Ponte a salvo. Determina si te encuentras en una posición segura. Si se ha producido un tiroteo o has sido testigo
de un crimen o intento de suicidio, asegúrate de que brindar primeros auxilios a la víctima no implica mayor
peligro. No sirve de nada que tú también acabes herido.
Pide ayuda. Siempre, en cualquier situación donde haya una persona herida de bala, debes solicitar asistencia
médica inmediata. Sé breve y preciso al llamar a los servicios de emergencia, y proporciona suficiente información
para que puedan ubicarte con facilidad.
Mantén a la víctima en su lugar. A menos que sea absolutamente necesario para salvar su integridad, no muevas a
la víctima, de lo contrario, podrías agravar una lesión (por ejemplo, en la columna), o bien, si tiene una herida
abierta, al movilizarlo podría sangrar profusamente.
2. ¡Actúa rápido! Según expertos en la atención de urgencias médicas, al intervalo de tiempo que abarca desde que
ocurre el accidente hasta los 60 minutos posteriores se le llama la "hora de oro". Las víctimas que llegan al hospital
dentro de esa "hora dorada" tienen muchas probabilidades de sobrevivir, así que entre más rápido brindes auxilio
a personas baleadas (sin entrar en pánico) y solicites ayuda especial, ¡mejor!
Busca las heridas, orificios de entrada y salida (si hubiera). Analiza el cuerpo de la víctima en busca de
hemorragias y actúa para frenarlas. Utiliza un pedazo de tela, una venda o gasa y presiona directamente sobre la
herida con la palma de tu mano; mantente así por lo menos durante 10 minutos. Si la hemorragia persiste, verifica
la ubicación de la herida y considera cambiar de posición. Coloca una segunda capa de vendas y mantenlas en el
sitio, aun si se mojan.
Coloca un apósito. Si la hemorragia disminuye, coloca un paño o gasa sobre la herida y envuélvela para ejercer
presión sin usar demasiada fuerza para que la víctima no pierda la circulación o la sensibilidad en sus
extremidades.
Prepárate para socorrer a la víctima si presenta una conmoción. Con frecuencia, las heridas de bala producen
conmoción (lesión causada por un trauma o pérdida de sangre), de manera que debes prepararte para atender a la
víctima como corresponde asegurándote de que la temperatura corporal se mantenga constante (abrígala y
tranquilízala).
Consuela a la víctima. Cuanto más nervioso esté el afectado, más difícil será estabilizarlo, así que tranquilízalo,
jamás lo abandones y reevalúa cada pocos minutos su estado. También es importante decirle que todo saldrá bien,
que no lo dejarás solo y pedirle que te hable mientras llega ayuda profesional.
Víctima inconsciente
Si la persona herida perdió la consciencia, debes colocarla en posición lateral de seguridad (de lado, en una posición lo
más cómoda posible, dejando libre la vía aérea), y reevaluar con frecuencia su estado, incluyendo respiración y pulso
(sus signos vitales).
Debes identificar si la víctima respira normalmente (puedes ver que su pecho se infla y desinfla si pones tu rostro sobre
su nariz). Si no es así, procede a despejar su boca y garganta y dale respiración boca a boca:
Cubre firmemente con tu boca la boca de la persona afectada.
Ciérrale la nariz apretando con tus dedos.
Mantén su barbilla levantada y la cabeza inclinada.
Dale dos insuflaciones (introducción de aire) boca a boca. Cada insuflación debe tomar alrededor de un segundo y
hacer que el pecho se levante.
Verifica su pulso colocado el dedo índice sobre la tráquea y la muñeca o zona radial (60 pulsaciones por minuto,
aproximadamente, son consideradas normales). Si no lo sientes, procede a aplicar reanimación cardiopulmonar (RCP
):
Coloca a la persona cuidadosamente boca arriba. Si hay posibilidad de que la persona baleada una lesión en la
columna, deben moverla entre dos personas para evitar torcerle la cabeza y el cuello.
Realiza compresiones pectorales colocando la base de tu mano en su esternón, justo entre los pezones.
Coloca la base de la otra mano sobre la primera mano y ubica tu cuerpo directamente sobre ellas.
3. Aplica 30 compresiones rápidas y fuertes presionando alrededor de 5 cm dentro del pecho y permitiendo que éste
se levante por completo cada vez. Cuenta las 30 compresiones rápidamente. Repite hasta que la víctima se
recupere o llegue ayuda profesional.
Cuando llegue la ayuda profesional…
Asegúrate de recordar todo lo que has hecho para informar sobre ello a los paramédicos o al personal de urgencias que
acuda en su auxilio.
Una vez que llegue la ayuda profesional, intenta describir cómo es la herida que presenta la víctima. Para facilitar esta
tarea, debes saber que existen varios tipos de heridas por arma de fuego:
Penetrantes: se producen cuando el proyectil se introduce en el cuerpo generando orificio de entrada, pero no hay
salida (la trayectoria finaliza en el interior).
Perforantes: son aquellas en las que la bala entra y sale completamente de la víctima.
Contusas: se originan cuando el proyectil no tiene fuerza suficiente como para romper la piel, pero sí para
golpearla y causar hematomas (moretones). Dependiendo de la fuerza con la que haya percutido la bala y de su
tamaño, la contusión será más o menos grave.
Nadie desea estar en el papel de la víctima ni en el de quien auxilia en circunstancias tan difíciles como un accidente
por arma de fuego, pero saber cómo ayudar a una persona herida de bala puede ser la diferencia entre la vida y la
muerte.
SyM
Última actualización: 06-2017