1. Brazalete prerromano
124-125. Brazaletes
HSA
Procedencia: Palencia
Cronología: s.II-I a.C
Brazalete, con motivos decorativos de espirales, ya conocidas en las culturas del Mediterráneo,
y un remate con palmetas.
2. Esta pieza la encontramos en el Museo Arqueológico Regional -MAR- que presenta la
exposición “El tesoro arqueológico de la Hispanic Society of America”, en la que
expone por primera vez en España la colección arqueológica de esta institución, creada
en 1904 por el magnate Archer M. Huntington, para reunir una muestra significativa de
la cultura española y promover su estudio y su conocimiento.
Las primeras alhajas griegas fueron de diseño y fabricación sencillas, aunque de estilo
muy diferenciado de las gemas de otras culturas, con el tiempo, los diseños de joyas, las
técnicas de orfebrería y la gama de materiales utilizados en su joyería aumentaron en
complejidad.
Fabricaban objetos de lujo de gran belleza, tales como abalorios de ámbar para collares
y pulseras, joyas de oro, alfileres con cabeza de cristal de roca y recipientes en forma de
plato también de la misma piedra semipreciosa.
En la joyería pulsera romana, éstas estaban confeccionadas en oro y en plata y su uso
sólo estaba destinado a la clase alta ya que, desde siempre, este material simbolizó el
prestigio y la distinción. Cuando se produce el choque entre la cultura romana con la
cultura griega, los romanos fusionan sus pulseras con las de los griegos y comienzan a
dejar un poco de lado el oro para incursionar en otros materiales.
Los griegos comenzaron a usar el oro y las gemas en joyería en 1400 a.C.
Fueron utilizados sobre todo para los aspectos públicos o en ocasiones especiales. La
joyería en Grecia fue dada como regalos y predominante gastado por las mujeres para
demostrar su abundancia, estado y belleza.
Los fenicios, se confeccionaban a manera de anillos abiertos y terminados en cabezas
de animales. Los griegos y romanos presentan formas circulares o espirales, imitando
una serpiente y se adornan a menudo con piedras y medallas.