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Covid 19 realidad sui generis y el accionar del sistema sanitario
1. COVID-19: REALIDAD SUI GÉNERIS Y EL ACCIONAR DEL SISTEMA SANITARIO
COVID-19: SUI GÉNERIS REALITY AND THE ACTION OF THE SANITARY SYSTEM
Freddy Flores Malpartida
Coordinador de la Especialidad de Cardiología en el Hospital III Emergencias Grau – Essalud. Lima, Perú.
Médico Cardiólogo - UNMSM, asistente en el Hospital III Emergencias Grau – Essalud. Lima, Perú.
Maestría en Docencia e Investigación en Salud – UNMSM. Lima, Perú.
Docente universitario. Lima, Perú.
ORCID: http://orcid.org/0000-003-2517-2549
Para entender nuestra realidad y el momento crítico que está pasando la salud del Perú, en necesario
reconocer los momentos históricos y de tragedia que vivió nuestra propia población debido a la inacción
y la falta de visión política de nuestros gobernantes al dejar en segunda categoría a la salud y educación.
Luego de la crisis socio-política de los años ochenta, con el empobrecimiento, terrorismo, embates del
cambio climático y sobrevivir dicho milenio; llegó el nuevo milenio que cursó con desatención de las
tragedias atravesadas, la falta de la recomposición y mejora sanitaria evidenciado en el mísero presupuesto
destinado gobierno tras gobierno. Éste olvido permanente y el menoscabo de la salud dejó del lado una
mirada hacia el futuro, olvidó lo preventivo y lo promocional y nuestros gobernantes continuaron la vida
asumiendo que las obras de los Drs. Almenara y Rebagliati serían eternas, indestructibles y suficiente
pese a los millones de hijos peruanos que abarrotaron nuestras ciudades y campos.
La salud peruana, sin Políticas de Estado en Salud, sin un norte donde mirar, sin rectoría y sin dinero hoy
sigue sobreviviendo gracias mayoritariamente al arte de los médicos que de la ciencia ya que nos e cuenta
con los necesario en nuestros establecimientos; y ni qué decir de la investigación e innovación que termina
siendo un abandonado y nuestros políticos sin lograr la generación de sinapsis que los ilumine para
mantener a nuestra sociedad sana y salva en el futuro. Sólo mencionaré los escasos esfuerzos por parte de
los médicos y salubristas relacionados a salud ocupacional y otros dedicados al cuidado de la salud de
trabajadores de empresas transnacionales para investigar temas sobre coronavirus (obras del gas de
Camisea, petróleras, interoceánica entre otros) que veían de lejos los casos del SARS (China, 2002),
luego MERS (Arabia Saudita 2012) porque muchos de sus trabajadores se trasladaban por diferentes
países y continentes; ello llevó a plantear estrategias preventivas primordialmente durante sus charlas de
inducción informando sobre los signos y síntomas, el reconocimiento oportuno y la expresión de dicha
enfermedad como tal. Ya el 2007, Cheng y colaboradores dieron el alerta de un gran embalse de un virus
SARS-CoV-like en murciélagos de herradura y que junto con la cultura de comer mamíferos exóticos en
el sur de China, era una bomba de tiempo (1). Vivimos hasta hace una semanas muy a la distancia lo que
ocasionaba un coronavirus en los seres humanos y hoy nos toca vivir en carne propia el desarrollo de esta
pandemia, el desarrollo del día a día de la propagación y la enfermedad debido a la globalización y la
tecnología que puso en alerta de este nuevo coronavirus, el SARS-COV-2 con su expresión clínica el
COVID-19; la tecnología y las redes sociales dieron cuenta de inmediato de la aparición y la magnitud
del problema pero hoy es una realidad que se confundió la distancia geográfica con la distancia temporal
y es que en cuestión de días éste nuevo virus hizo ver al mundo que las reacciones de muchos paisas
fueron tardías y con consecuencias trágicas como en Italia, España y probablemente nuevos países que se
sumarán por las condiciones peculiares de su realidad.
Nuestra cultura aún tiene esa riqueza variopinta de vivencias, creencia y tenacidad para salir adelante ante
situaciones complicadas, pero también tiene esa gran inequidad que expone a millones de peruanos a la
calamidad en esta pandemia; tenemos un país con población extremo pobre, pobre y vulnerable a quienes
se debe apuntar todos los esfuerzos de protección. Diego García Sayán expresa en el diario El País que
este virus no es tan “democrático” (2) y tiene toda la razón porque a pesar que puede contagiar a cualquier
2. persona, sea pobre o rica; son los pobres los terminan siendo candidatos a desarrollar la enfermedad con
mayor severidad, a propagar el virus en forma desmedida por la falta de recursos de primera necesidad y
por el olvido sanitario en el que viven; no es democrático porque la severidad difiere entre grupos etáreos
siendo los adultos mayores el grupo de mayor riesgo de mortalidad y porque también se tiene más riesgo
en aquellas personas con mayor comorbilidad (enfermedades cardiovasculares, diabetes, enfermedades
respiratorias, hipertensión arterial, asma, cáncer, inmunosuprimidos, obesidad).
El accionar de nuestro sistema sanitario en estos días ha pasado por etapas como si fueran los actos de un
drama social descritas por el historiador Charles Rosenberg, y graficadas por David S. Jones quien dice
que en el primer acto los ciudadanos ignoran que algo va mal ya que los signos y síntomas son muy sutiles,
incluso añade que se es influenciado por la autosuficiencia o la necesidad de proteger intereses
económicos; en el segundo acto ya existe el reconocimiento del problema y se tiende a exigir una
explicación de la ocurrencia y en tercer acto correspondería a la existencia de la enfermedad en sí misma
llevando a momentos dramáticos y disruptivos (3). En definitiva, nuestra población y autoridades pasaron
a vivir momentos de desconocimiento/desinterés donde primó la visión política-económica sobre la
sanitaria seguida del asombro ante la diseminación con hospitalizados llegando luego a un estado de
emergencia debido a la dificultad de manejo primordialmente social y por ende del embate del virus.
La salud no solo es ciencia, es arte y mucho más que ello; ya el año 2012 Davis S. Jones nos señala que
los decisores políticos “necesitan una comprensión realista de los determinantes del impacto de la
enfermedad y la medicina para diseñar sistemas que fomenten la salud” (4), el problema radica cuando
éste decisor no tiene la competencia en elegir bien a asesores y se enfrascan en una respuesta lerda e
incontrolable del accionar político o científico, pero nunca en forma integral y sin considerar a expertos
en la materia. Esta misma situación de respuesta temporales a las emergencias, la artificialidad de la
separación entre la prevención y la curación, el estigma y la culpabilización de las víctimas; la tensión
entre la intervención estatal y los derechos individuales; la difícil interacción entre las agencias
internacionales y los servicios locales; y la problemática participación de la comunidad fue descrita por
Cueto, Marcos el 2002 (5)
Hoy, nuestra situación es dramática y perturbadora ya que el virus viene provocando estragos pese a los
que aún no se han visto, casos no detectados, diseminación no controlada y ya con daños irreparables y
amenaza con avanzar desmedidamente. Este drama perturbador lo vive día a día todo el personal sanitario
del país debido al abandono permanente, hoy no hay infraestructura ni equipos suficientes, los existentes
son inadecuados, ni no hay protocolos, no hay una guía y por si fuera poco no hay un líder que canalice
adecuadamente esta guerra contra el nuevo coronavirus. Ya van 3 muertes conformadas por el nuevo
coronavirus, otros en espera de confirmación y llegarán más; pero esperemos que sean pocos y muy por
debajo de lo estimado.
Hoy ante esta amenaza, podemos aún tener esperanza!!!. El Decreto de Urgencia Nacional N° 044-2020
emitido por el gobierno es acertado, las restricciones también y se espera una mayor contención; pero, las
cifras de contagiados y hospitalizaciones inevitablemente continuarán, el drama sanitario es que si no se
protege y brinda el armamento necesario a los soldados de esta guerra, llámese médicos y todo el personal
de salud, muchos ya se contagiaron y muy pronto caerán más y no habrá quien recupere a nuestros
enfermos. Ahora ya toca actuar, que se tome la decisión de equipar más al personal sanitario, y cada uno
debe extremar la prevención.
CONFLICTOS DE INTERÉS: Ninguno.
FUENTE DE FINANCIAMIENTO: Autofinanciado
3. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
1. Vincent C. C. Cheng, Susana K. P. Lau, Patrick C. Y. et al. Severe Acute Respiratory Syndrome
Coronavirus as an Emerging and Reemerging Infection. Clinical Microbiology Reviews, Oct 2007,
pp. 660 - 694
2. García-Sayán, D. Virus no tan “democrático”, Diario El País, Marzo 19, 2020.
https://elpais.com/elpais/2020/03/19/opinion/1584627363_620196.html
3. Davis S. Jones, History in a Crisis – Lessons for Covid-19, NEJM, March, 2020
4. Davis S. Jones, et al. The Burden of Disease and the Changing Task of Medicine, N Engl J Med
366;25 nejm.org, June 21, 2012
5. CUETO, Marcos.: El rastro del SIDA en el Perú. História, Ciências, Saúde Manguinhos, vol. 9
(suplemento), 17-40, 2002.
Correspondencia:
Freddy Flores Malpartida
cardiologoflores@gmail.com