1. ¿Planificación familiar?
Desde hace algún tiempo, el gobierno ha gastado altas sumas de dinero en campañas que
promocionan la planificación familiar y el “sexo seguro”, bajo el lema de “Prevenir no es
promover”. Sin embargo, se ha observado que han aumentado los índices de embarazos no
deseados y personas infectadas con enfermedades de transmisión sexual, dejando claro que en
lugar de prevenir, se les está dando facilidades a los jóvenes para que lleven una vida sexual
irresponsable y promiscua.
Es necesario que conozcamos que el término “planificación familiar” fue ideado por Henry
Kissinger en su Memorándum 200, en el cual hace hincapié en la importancia de reducir los índices
de natalidad en todo el mundo, especialmente en los países subdesarrollados para así garantizar el
acceso de EEUU a los recursos del planeta, por lo que el crecimiento poblacional del Tercer Mundo
es considerado una amenaza para su seguridad y economía.
Para lograr dicho fin, se han creado diversas estrategias para prevenir la concepción: los
anticonceptivos, fomento de la ideología de género; y métodos para aumentar la mortalidad: la
legalización del aborto, la eutanasia, las enfermedades de transmisión sexual, etc.
Lastimosamente, nuestro gobierno está colaborando, sabiéndolo o no, con este perverso plan.
Semanas atrás, el Ministerio de Salud aprobó la entrega de la píldora del día después (PDD) de
manera gratuita a niñas a partir de los 12 años, y sin el consentimiento de sus padres. Mediante la
campaña “Habla Serio, sexualidad sin misterios” se ha querido “informar” acerca de su uso, pero
en realidad se ocultan las graves consecuencias de consumir dicha píldora: abortos (estudios más
recientes, la FDA y los mismos fabricantes afirman que la PDD no permite que el embrión se
implante en el útero), infertilidad, clamidia, cáncer, etc.
Esta medida, sin duda, impulsa la irresponsabilidad por parte de los jóvenes frente a las relaciones
sexuales, cuyo propósito principal es la perpetuación de la especie humana. Nos enseñan que se
puede tomar el placer de ellas con fines egoístas, que se puede gozar fuera y antes del
matrimonio, con quien sea, como sea porque piensan que somos incapaces del auto control; en
lugar de fomentar en nosotros la castidad y el pudor.
De acuerdo: “Prevenir, no es promover”. Pero cuando con el pretexto de prevenir, se miente, se
manipula y se dicen verdades a medias… en realidad, “prevenir” es lo mismo que corromper y
degradar. Si la Ministra de Salud da por supuesto que las chicas ecuatorianas no somos capaces de
vivir nuestra feminidad a la luz de los valores morales, de la Ley de Dios, y de nuestra dignidad
femenina, con esta campaña, lo que ha hecho en el fondo, es dar una solemne bofetada a la mujer
ecuatoriana, a la feminidad de las mujeres de su patria…
Es hora de actuar, no permitamos que se degrade a la mujer y que la juventud sea corrompida. Es
nuestra obligación defender la vida y la familia en Ecuador. No nos dejemos engañar.
Ma. Isabel Parra Valverde
Estudiante de Economía, Mensajera de la Vida.