Este documento discute la relación entre la geografía y las ciencias sociales, así como el desarrollo del enfoque ambiental dentro de la geografía. Argumenta que la geografía siempre ha estado estrechamente vinculada a las ciencias sociales debido a su interés en las interacciones entre la sociedad y la naturaleza. Además, señala que aunque lo ambiental siempre ha sido un componente implícito de la geografía, solo recientemente se ha convertido en un enfoque explícito debido a problemas globales como el cambio climá
Geografía y ciencias sociales: de las relaciones sociedad-naturaleza a los estudios ambientales
1. Revista Geográfica Venezolana, Vol. 53(2) 2012, 299-306
Geografía y ciencias sociales: de las relaciones
sociedad-naturaleza a los estudios ambientales
Geography and Social Sciences: from society-nature relationships
to environmental studies
Cabeza Morales Israel1
Recibido: diciembre, 2011 / Aceptado: abril, 2012
Resumen
Resulta de gran pertinencia la reflexión sobre la articulación de algunos conceptos como lo
ambiental, cuya constitución como connotación de moda en diferentes escenarios académicos
y sociales, ha legitimado el aumento de miradas hacia la Geografía como disciplina,
particularmente en la actualidad cuando se habla de globalización y cambio climático; de
este modo, se plantean algunas consideraciones sobre el carácter transdisciplinar no solo
de la Geografía sino del discurso de las ciencias sociales, en el cual puede circunscribirse lo
ambiental.
Palabras clave: Geografía; medio ambiente; sociedad-naturaleza; ciencias sociales.
Abstract
It is highly relevant the reflection on the formation of concepts such as environment, whose
constitution and fashionable connotations, in different social and academic places, has
legitimized the increase of interest in geography as a discipline, particularly today when
people talk about globalization and climate change. Thus, some considerations are suggested
about the transdisciplinary nature not only of geography but of the social science discourse,
where the environment issues can be limited to.
Key words: Geography; environment; society and nature; social sciences.
1 Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia. Correo electrónico: israel.cabeza@uptc.edu.co
2. Cabeza Morales I.
“El que busca el cielo en la tierra, se ha
dormido en clase de geografía.”
Stanislaw Jerzy Lec
1. Introducción la aleja de la rigidez de las mal llamadas
ciencias duras, aunque tal precepto no es
En la actualidad, el saber epistemológico completamente valido para asegurar que
ha sido aislado de los procesos formati- ostenta un carácter social.
vos e investigativos en múltiples discipli- En tal sentido, bien valdría pregun-
nas; la Geografía no ha sido ajena a esto tarse cuántos de los impulsores y/o de-
y, particularmente, en algunos países de fensores de la disciplina han manifestado
América Latina, donde se ha incrementa- interés en el reconocimiento de la misma,
do la formación en ésta, propiciando un como saber necesariamente articulado a
proceso de validación formal reciente de las ciencias sociales, que muchos igualan
la disciplina, a través del aumento de los a las ciencias humanas. Así entonces, la
programas de formación postgraduada; Geografía a pesar de diferentes tensio-
en ese marco se hace pertinente entrar nes ha adquirido gran relevancia, cons-
a discutir la profunda articulación que ha tituyéndose en un saber de pertinencia e
existido entre la Geografía y las ciencias incluso interés para los grandes procesos
sociales, dado que en países como Co- socioeconómicos en los que se encuen-
lombia, es a través de este cuerpo disci- tran insertas las sociedades de hoy.
plinar desde el que se gesta la iniciativa
de cultivar la disciplina geográfica.
Aún así la Geografía ha podido de- 2. Diálogos disciplinares
sarrollar algunos aspectos significati-
vos como la inserción en escenarios de Desde discursos como el de la escuela
discurso y construcción de procesos de de los anales en Francia, la Geografía ha
planificación, ordenamiento territorial y sido atraída por desarrollar su articula-
parcialmente la gestión particular sobre ción con otros campos o áreas del cono-
algunos recursos naturales. Pero: ¿Qué cimiento que le han resultado próximas;
es Geografía y cuál es su vínculo con las vale reconocer que de por sí, ella ha de
ciencias sociales? Indiscutiblemente, la ser entendida como ciencia de la interre-
ciencia geográfica tiene un componente lación, con significativas aproximaciones
social afianzado por las circunstancias a los problemas sociales y regionales (Ro-
que rigen las realidades actuales, tal jas, 2005; Urquijo y Barrera, 2009), la
componente puede ser identificado en relación de lo ambiental con la disciplina
su interés por el hombre como parte que geográfica puede verse respaldada en la
300 Revista Geográfica Venezolana
3. Geografía y ciencias sociales: de las relaciones sociedad-naturaleza..., 299-306
siguiente aseveración: “Todas las líneas la producción de descripciones evocado-
del análisis geográfico aportan impor- ras que faciliten la comprensión y apre-
tantes reflexiones teóricas y aplicaciones ciación de las regiones.” (Hart, 1982; ci-
prácticas a los estudios medioambienta- tado por Unwin, 1995).
les y territoriales. Se trabaja en cuestio- Aunque en la actualidad, en relación
nes referentes al medio físico, a los siste- a la cita anterior, la descripción no se en-
mas territoriales, a las estructuras, a los tienda a plenitud como elemento garante
paisajes, en las evaluaciones de impacto de la comprensión, es notoria la necesi-
ambiental, en la planificación, en la or- dad de concebir una geografía capaz de
denación del territorio y en la gestión reconocer el planeta como totalidad y el
ambiental.” (Gómez, 1997: 10). hombre como elemento complejo vincu-
La relación sociedad-naturaleza ha lado a éste, ambos contenedores de vida y
permitido la consolidación de diversas de fuerzas que en ocasiones se proyectan
alternativas al interior de la geografía, tal como dialécticas.
es el caso de Vidal de la Blache (Berdou- El reconocimiento de la perspectiva
lay, 1983), quien se centra en el esquema ambiental en Geografía, igualmente pue-
posibilista, al reconocer la importancia de de sustentarse como una construcción
la acción humana como transformadora, que se ha mantenido latente en la his-
lo que funcionó como motor de la geogra- toria de la disciplina y que ha sido abor-
fía regional, y parcialmente de la geogra- dado dependiendo de las circunstancias
fía humana, que estuvo direccionada por históricas que hayan definido un rumbo
las ideas de Ratzel (Franco, 1941), quien o ideal de ciencia en un momento deter-
proponía el determinismo ambiental, a minado, pero su consideración al interior
través de la antropogeografía. La geogra- de la disciplina se puede sintetizar en tres
fía regional puede considerarse como el enfoques enunciados en la siguiente cita:
principal soporte o momento de evolu- “podemos ya encontrar las tres propues-
ción epistemológica, que sostiene la im- tas posibles acerca de la articulación
portancia de lo ambiental en Geografía; de las relaciones entre el hombre y el
ello puede evidenciarse en el surgimiento medio: una relación armónica entre el
de la misma como alternativa a la corrien- hombre y el medio, una relación de do-
te positivista: “la geografía sistemática minación de la naturaleza por parte del
genera teorías que facilitan la compren- hombre y una relación de dominación de
sión de las regiones y la geografía regio- la naturaleza sobre el hombre (determi-
nal es el terreno de pruebas donde estas nismo ambiental). Estas tres maneras
teorías se demuestran empíricamente. de entender la relación entre los seres
La idea de región proporciona el tema humanos y el medio natural quedarían
unificador esencial que integra las di- integradas en lo que David Arnold ha
versas subdisciplinas de la geografía. La denominado el ‘paradigma ambientalis-
forma más elevada del arte geográfico es ta’” (Ribas, 2003: 74).
Vol. 53(2) 2012, julio-diciembre 301
4. Cabeza Morales I.
Ante la cita de Arnold, vale aclarar de profesores para esta disciplina (Casta-
que el carácter paradigmático de lo am- ñeda, 2004); aunque quizás, a causa del
biental se constituye en una realidad que carácter poco explícito de lo ambiental
la disciplina ha reconocido hasta hace en la Geografía, para muchos geógra-
poco, la cual ha aflorado a partir de las fos esto, a lo largo del siglo anterior, se
circunstancias actuales, en la que las mantuvo implícito en la condición propia
sociedades globales han legitimado su tanto de la geografía física como de la hu-
importancia en problemas como el dete- mana y sus construcciones intermedias
rioro ambiental y el agotamiento de múl- (Hernández y Ordoqui, 2009), constitu-
tiples recursos; este ha sido el principal yendo así el soporte que luego permitiría
sustento de la proyección de lo ambiental que la condición ambiental se proyecta-
como ‘clamor universal’ (Vargas, 2005). se con éstas como base. Pero el carácter
La relación de lo ambiental con la globa- transversal del contendido ambiental ha
lización es casi indiscutible, dado que la generado gran expectativa en la comuni-
consolidación de lo primero como pro- dad geográfica así como en otra clase de
blemática y/o objeto de análisis ha sido expertos, particularmente los vinculados
reconfigurada gracias al reconocimiento a las ciencias de la tierra; esto no solo en
de lo segundo; es así como se explican las el ámbito escolar (Cabello, 2005), sino en
transformaciones escalares y el porqué la formación posgraduada (Díaz, 2003),
de las pretensiones globales o el recono- la cual se ha visto como una impulsora de
cimiento de una globalidad, con mayor lo ambiental como ciencia, muchas ve-
claridad en las iniciativas ambientales ces con cierta independencia, pero como
recientes; tales transformaciones escala- producto u asociación de colaboraciones
res han otorgado cierta complejidad a los disciplinares de la ecología, biología, geo-
estudios ambientales hasta el punto de logía, entre otras, que sustentan la emer-
propiciar el hecho de que éstos sean pen- gencia de la interdisciplinariedad para el
sados como inherentes a todos los aspec- abordaje de las problemáticas actuales,
tos de una sociedad y, por tanto, merece- de las cuales muy pocas carecen de un
dores de ser constituidos como un saber sentido ambiental.
específico, como una ciencia o disciplina
en particular.
4. ¿El hombre centro del discurso
ambiental?
3. Educación geográfica y la
presencia de lo ambiental En las circunstancias actuales, donde la
aceleración de las dinámicas económi-
La cuestión ambiental en el plano de la cas y la complejización de la ciencia, han
educación geográfica ha permanecido establecido la necesidad de concebir la
como latente, generalmente de carácter realidad a diferentes escalas, sin dejar
implícito, en los currículos de formación de reconocer la articulación de múltiples
302 Revista Geográfica Venezolana
5. Geografía y ciencias sociales: de las relaciones sociedad-naturaleza..., 299-306
problemas y elementos, de modo que no La aparente novedad de redimensio-
se pueda entender aspecto alguno como nar lo ambiental, relacionándole con la
aislado o enajenado de cualquier elemen- salud, el turismo y ámbitos cada vez más
to de orden social o natural (Bertrand y articulados a visiones económicas o de
Bertrand, 2007), se han constituido ini- desarrollo territorial, hacen que se asi-
ciativas para la proyección de lo ambien- mile cada vez más el carácter propio de
tal como elemento, no solo pertinente, la Geografía al relacionar los procesos de
sino indispensable para el abordaje a las distribución e interacción fenomenológi-
problemáticas que aquejan a las socie- cos sobre el espacio terrestre, de modo
dades actuales, dejando atrás cualquier que se propicie el rescate del objeto pro-
posible omisión de lo natural (Vargas, pio de la disciplina, en el que la pertinen-
2005). cia de lo ambiental podría extraerse de
Tal articulación se ha evidenciado en la siguiente cita hecha por Hernández y
los estudios sobre el paisaje, en donde la Ordoqui (2009: 31): “La experiencia de
reconfiguración de este concepto, alcan- Kropotkin (2005) representaba no sólo
zando nuevos niveles y aproximaciones, la propuesta de un modelo territorial,
dejando clara la potencialidad del con- sino que planteaba que era fundamen-
cepto ambiental para evolucionar en tal tal la revolución social para lograr ese
sentido y posicionarse cada vez más en cambio, pensó que los beneficios de los
el discurso de lo geográfico, resultaría avances de la ciencia y la apreciación
inconmensurable y quizás muy prosaico del arte debían ser patrimonio del pue-
realizar una revisión detenida de la arti- blo (Kropotkin, 2005). En tiempos más
culación entre lo geográfico y lo ambien- contemporáneos surgen varios geógra-
tal, pues indiscutiblemente son construc- fos que han pasado de una corriente a
tos conceptuales bastante articulados; otra -como una forma de concienciación
prueba de lo anterior son los recientes (el marxismo en Harvey, por ejemplo).”
intentos por la humanización de lo físi- De este modo, se ha intensificado la
co y la inclusión de componentes físicos visibilización del hombre y/o la sociedad
en estudios que hasta hace algún tiempo, como agente reconfigurador, no solo de
se concebían como preferiblemente de la naturaleza que le rodea sino a su vez
connotación humana, en los que se reco- como posible producto de la modelación
nocen aspectos como la territorialidad, de la misma por distintas fuerzas (Santia-
fusionando múltiples elementos como go, 2005), consolidando así una realidad
la ruralidad, la legalidad, procesos eco- geográfica cada vez más difícil de definir
nómicos funcionales, análisis organiza- en términos de su carácter natural; ¿Qué
cional, culturas alternativas, entre otros es lo natural? ¿Cuáles son los preceptos
aspectos (Frolova, 2008; Benevides, et que sustentan el criterio ambiental? Son
al., 2009; Gallini, 2009; Marandola & interrogantes cada vez más complejas
Hogan, 2004; Villañafe, 2000). que lo único que reconocen es la necesi-
Vol. 53(2) 2012, julio-diciembre 303
6. Cabeza Morales I.
dad de rescatar lo geográfico en cualquier consolidación de la disciplina, que cada
trabajo que se realice en el marco de la vez más va mostrando su capacidad de
disciplina (Gallardo, 2005), de modo que proyectarse como herramienta para el
en ningún momento se ponga en tela de abordaje de diversas realidades.
juicio su vigencia o pertenencia, pues ella Lo ambiental debe reconocerse como
ha de otorgar particularidades complejas un constitutivo de la complejidad en la
al desarrollar cualquier ejercicio de in- que se encuentran insertas las socieda-
vestigación que plantee la necesidad de des actuales, el cual es necesario trabajar
reconocer la importancia de la sociedad en función de desarrollar iniciativas que
en el entorno que la rodea y/o vicever- propicien mayores niveles de compren-
sa; tal como lo ha hecho la denominada sión y que repercuta en el desarrollo del
geografía ambiental que, de acuerdo con conocimiento geográfico, sin negar la
Martínez (2009: 259): “tiene la capaci- posible articulación del mismo con otras
dad de ofrecer la oportunidad de estu- áreas o disciplinas, manteniendo clari-
diar algunas cuestiones importantes de dad en la pretensión del quehacer geo-
la sociedad contemporánea”, aunque gráfico como estudioso de un conjunto
muchas de dichas cuestiones sean inhe- de interrelaciones, donde los términos:
rentes a la geografía en general, vista por localización, diferenciación, causalidad,
algunos como una sola ciencia, cuyo ob- entre otros se consolidan como bitácora,
jeto son las relaciones sociedad-naturale- que garantiza un aporte conceptual y me-
za desde un marco complejo. todológico, en el que se reconoce tanto
social como lo natural.
El espacio más que puente y producto
5. Consideraciones finales es medio, sustentado a través del tiempo
y articulado a múltiples elementos de las
Particularmente desde la incidencia de lo realidades, la solidez de reflexiones como
natural en la forma como estructuramos la de Massey (1999), pueden ser un poco
y concebimos el conocimiento geográfi- complejas y demasiado elaboradas para
co, muy articulado a lineamientos de lo personas que apenas se aproximan a la
sistémico y lo complejo, que constitu- disciplina, haciendo pensar en la posible
yen claros ejemplos de la manera como condición nihilista al interior de la geo-
se han reconfigurado los límites entre lo grafía, lo cual se constituye en un llamado
natural y lo social, por no hablar de cien- al cambio para enriquecer o complejizar
cias humanas y exactas, ante lo cual vale la mirada del geógrafo, como una resigni-
la siguiente cita hecha por Vargas (2005: ficación de la realidad, capaz de aportar a
294): “Todas estas conceptuaciones han la solución y reflexión de problemáticas
llevado a que la geografía hoy acepte y vigentes desde la plenitud de la discipli-
trabaje con la idea de naturaleza como na, sin distinciones tendenciales, que lo
base material de la reproducción so- que hacen hoy es deslegitimar su esencia.
cial”, lo anterior, explica la expansión y
304 Revista Geográfica Venezolana
7. Geografía y ciencias sociales: de las relaciones sociedad-naturaleza..., 299-306
6. Referencias citadas GALLARDO V., J. 2005. El abordaje de pro-
blemas ambientales desde la perspectiva
BENEVIDES D., I.; DOMINGOS A., L.; GON- geográfica. Revista Geografía y Gestión
CALVES C., J. y B. MACHADO G. 2009. Territorial, Volumen 5 / Número 11 y 12,
Nueva territorialidad: Caso São Bartolo- [On line]. Disponible en: http://www.geo-
meu (Mina Gerais) - Brasil. Estudios y grafia.cucsh.udg.mx/Publicaciones/Revis-
Perspectivas en Turismo, 18(4): 362- taGeo/pdf/An5Vol5Num11y12/28-35.pdf
380. GALLINI, S. 2009. Historia, ambiente, polí-
BERDOULAY, V. 1983. Perspectivas actuales tica: el camino de la historia ambiental en
del posibilismo: de Vidal de La Blache a la América Latina. Nómadas, 30: 92-102.
ciencia contemporánea. Geocrítica: Cua- GOMEZ P., J. 1997. Geografía, Historia y
dernos críticos de geografía humana. Educación Ambiental. Lurralde, 20:
Año VIII. N° 47. (On line). Disponible en: 11-20. (On line) Disponible en: http://
http://www.ub.edu/geocrit/geo47.htm www.ingeba.org/lurralde/lurranet/
BERTRAND, C. y G. BERTRAND. 2007. Geo- lur20/20gomez/20pine.pdf
grafía del medio ambiente. El sistema HERNÁNDEZ, F. y J. ORDOQUI. 2009. La geo-
GTP: Geosistema, Territorio y Paisa- grafía como campo científico, educativo y
je. Editorial Universidad de Granada. Gra- de acción. Los desafíos y compromisos en el
nada-España. 400 p. siglo XXI. Sapiens, año 10(1): 11-40.
CABELLO Q., A. 2005. Estrategias metodológi- MARTÍNEZ R., M. 2009. Los geógrafos y la
cas en geografía: en el contexto de la refor- teoría de riesgos y desastres ambientales.
ma de la educación media, Chile. Geoen- Perspectiva Geográfica, 14: 241-263.
señanza, 10(2): 241 247. MARANDOLA, J. R., E. & D. HOGAN. 2004. Natu-
CASTAÑEDA R., J. 2004. Formación de pro- ral hazards: o estudo geográfico dos riscos e
fesores de geografía en la Escuela Normal perigos. Ambiente &Sociedade, 7: 95-109.
Superior de México. Una visión retrospec- MASSEY, D. 1999. Space-time, science and the
tiva: 1924-2000. Revista Mexicana de relationship between physical geography
Investigación Educativa, octubre-di- and human geography. Trans Inst Br
ciembre: 975 1004. Geographers, 24: 261-276.
DIAZ R., P. 2003. Trajetórias e perspectivas RIBAS R., P. 2003. L’homme et la terre. Las
da interdisciplinaridade ambiental na pós- relaciones hombre-medio en el pensamien-
graduação brasileira. Ambiente & Socie- to de Elisée Reclus (1830-1905). Revista
dade, julio-diciembre: 155 182. HMiC: història moderna i contem-
FRANCO R., R. 1941. Antropogeografía Co- porània,1: 71-84. (On line). Disponible
lombiana. Imprenta de Caldas. Manizales- en: http://webs2002.uab.es/hmic/2003/
Colombia. 510 p. HMIC2003.pdf
FROLOVA, M. 2008. El estudio de los paisajes ROJAS S., T. 2005. Epistemología de la Geo-
del agua en una cuenca vertiente: Propues- grafía...una aproximación para enten-
ta metodológica. Revista de Estudios der esta disciplina. Terra Nueva Etapa,
Regionales, 83: 21-47. 21(30): 141-162.
Vol. 53(2) 2012, julio-diciembre 305
8. Cabeza Morales I.
SANTIAGO R., J. 2005. La realidad geográ-
fica de la globalización y la enseñanza de
la geografía. Revista sobre Fronteras e
Integración, Año 10(19): 63-70.
UNWIN, T. 1995. El lugar de la geografía.
Ediciones Cátedra S.A. Madrid. 342 p.
URQUIJO T., P. y N. BARRERA B. 2009. Histo-
ria y Paisaje. Explorando un concepto mo-
nista. Andamios. Vol. 5, Nº 10: 227-252.
VARGAS, G. M. 2005. Naturaleza y medio
ambiente: una visión geográfica. Revista
Geográfica Venezolana, 46(2): 289-304.
(On line). Disponible en: http://www.saber.
ula.ve/handle/123456789/24648
VILLAFAÑE, A. 2000. Procesos de transforma-
ción del espacio rural-urbano pampeano.
El caso de la conformación de localidades
minero-agrarias en el Partido de Olava-
rría, Pcia. de Buenos Aires. Theomai, N°
1. [On line]. Disponible en: http://redalyc.
uaemex.mx/pdf/124/12400109.pdf
306 Revista Geográfica Venezolana