3. Tomaron a un grupo de estudiantes a quienes les pidieron
que no comieran por 3 horas antes de participar en un
estudio sobre percepción de la comida… Bueno, eso fue
lo que les dijeron…
Los llevaron a una sala que tenía un olor delicioso a
galletas con trocitos de chocolate recién horneadas… En
el centro de la sala había una mesa con dos recipientes:
En uno de ellos, habían chocolates y muestras de las
galletas recién horneadas. En el otro, pusieron rábanos.
4.
5. Ahora, a la mitad de los estudiantes les
pidieron que comieran dos o tres galletas y
chocolates, pero no rábanos. La otra mitad
debía comer tres rábanos, pero no galletas.
Mientras comían, los investigadores
deliberadamente dejaron solos a los
estudiantes para provocarles tentación. En
realidad querían que los pobres estudiantes
que comían los rábanos sufrieran
envidiando a los que les tocó comer
chocolates, pero sorprendentemente, todos
resistieron y se limitaron a comer sus
rábanos. ¡Pura fuerza de
voluntad en acción!
6. En ese momento les dijeron que la
prueba había finalizado y que los
contactarían el siguiente día. Lo
interesante es que otro grupo de
investigadores entró en la sala y les
pidió colaboración para otro estudio no
relacionado que no les tomaría mucho
tiempo: Querían descubrir quiénes eran
mejores en resolver problemas, los
estudiantes universitarios o los
estudiantes de secundaria.
7. La idea era que los universitarios hicieran
lo imposible por mostrar su superioridad
Les dieron entonces unos complicados
problemas de geometría, con múltiples
posibilidades y soluciones para que intentaran
resolverlos repetidas veces. En realidad los
problemas no tenían solución, pero los
investigadores querían ver cuanto tiempo
persistirían en tratar de resolver una frustrante
tarea antes de rendirse.
8. Ahora observa con atención los
impresionantes resultados: Los estudiantes
que no fueron tentados y que comieron sus
galletas de chocolate sin
restricciones, pasaron 19 minutos tratando de
resolver el problema.
Los que comieron rábanos, desistieron antes
de 8 minutos – menos de la mitad del tiempo
que los que comieron galletas.
9.
10.
11.
12. La mayor parte de nuestro comportamiento es
realizado automáticamente porque esta es la
manera más efectiva de vivir. No sería fácil ir
conduciendo en el tráfico pensando en el
embrague, el freno, la gasolina, la distancia,
etc…
El caso es que cuando intentamos hacer
cambios, lo hacemos con comportamientos que
son inconscientes y que por consiguiente
requieren de la permanente supervisión de la
parte consciente de nuestra mente.