La Montaña, 10 de agosto de 2014 - Luna llena 2014
1. La Montaña, 10 de agosto de 2014.
Mis amadas semillas,
Desde la Montaña veo como brillan las estrellas en el firmamento,
igual que vuestras almas y cada vez que abrís el corazón esa Luz se
expande por todo, es un espectáculo espléndido, el cielo se prepara para
festejar a la Madre de los Cielos.
Estamos en luna llena, la más grande y luminosa del año, ya
sabéis la luna es magnética, mueve las mareas, los líquidos del cuerpo y
las emociones ¿vosotras cómo os
sentís? Tal vez estéis más irritables,
sensibles, con las lágrimas a flor de
piel, con más sueños, más intuitivos,
o con ganas de chillar sin saber por
qué. La luna tiene su otro lado, se
esconde, guarda, estar atentos a esos
secretos que os ahogan, dejarlos
salir, esas mentiras o el autoengaño,
sacarlo, no os guardéis nada, el agua cuando se estanca se pudre, así
sucede con las emociones, los celos, las envidias, el resentimiento, la
rabia; vosotras mis semillas podéis transformarlo, hacer una buena
meditación solos, en familia o con amigos, aprovechar la fuerza de grupo,
abriros, no os aisléis, cualquier dolor, pena, problema o prueba es más
fácil resolverla si pedimos ayuda. No os guardéis nada que os haga daño,
vuestros campos magnéticos estarán más vulnerables haceros el equilibrio
del sistema nervioso, el 7 y el 4 para dar una caricia al corazón y ayudar a
que la circulación –la alegría, circule por todo vuestro ser.
Dar y recibir, hacen parte de un equilibrio, ahora es el momento de
dejar salir todo lo que está reprimido para que a la llegada de la luna
nueva podáis renovar, recibir y crear con una consciencia nueva, con la
copa vacía, con las ideas claras y la voluntad más fuerte.
¿Qué las noticias hablan estos días más de guerra, de desastres
naturales? hace parte de ese ciclo de renovación y de llamado de alerta de
nuestra madre tierra, siempre podéis poner vuestro granito de arena,
ofreciendo 5 minutos, eu medito, tratamientos, compartiendo La
2. Enseñanza y dando esperanza donde más se necesite, siempre encontraréis
con quien compartir, a quien dar una sonrisa y el amor de vuestro corazón.
Os envío los perfumes de la Montaña y de la Casa de Dios donde
muy pronto nos encontraremos, mis amados caballeros templarios.
Con todo mi amor,
La Jardinera