1. TIEMPO RECOBRADO
Pedro G. CUARTANGO
El gran silencio
políticos hablan demasiado, los penumbra. Sólo la luz de un
bancos nos han engañado, los cirio pascual brillaba en la
medios han generado falsas oscuridad
expectativas y nosotros mismos
llevamos muchos años Nunca he encontrado más
subiendo el volumen de la autenticidad que entre aquellos
televisión para no escuchar la monjes que habían hecho voto
fertilidad creadora del silencio. de silencio, comían
frugalmente, trabajaban la
AHORA que estamos La sociedad del espectáculo huerta, rezaban en sus celdas y
inmersos en un ruido nos vuelve tontos, nos idiotiza cantaban a Dios. Eran felices
ensordecedor, es preciso con sus monsergas. Mejor porque no tenían nada, porque
romper una lanza por el volver al libro de rezos habían erradicado la ambición
silencio. Siempre he creído que benedictino y al ora et labora de sus corazones y porque
la única forma de búsqueda y del monacato porque, por vivían sin prisas.
expresión de las grandes
verdades de la vida es el Aquellos días en silencio
silencio, que, como decía Miles tuve la fugaz sensación de que
Davis, es más fuerte que podía atrapar el sentido de las
cualquier sonido. cosas, algo así como tocar y
sentir la madera, disfrutar de un
El silencio es mucho más reflejo de la luz en la ventana o
elocuente que las palabras percibir los matices de la piel de
porque lo que habla en una manzana.
nosotros son las actitudes, lo
que hacemos y no lo que No sé si era la misma
decimos. La retórica es el arte sensación de Spinoza cuando
de la persuasión y el engaño, el veía la sustancia divina en la
silencio invita a la introspección lo menos, la búsqueda de la Naturaleza o era un simple
y la reflexión. comunión con Dios era una espejismo, pero me da igual. El
empresa que daba sentido a la silencio me llevaba a regiones
Todas las grandes religiones, vida. ¿Acaso somos más listos ignotas e inexploradas que no
desde el budismo al por consagrar nuestra existencia puedo expresar. Cuando estaba
cristianismo, contemplan el a tener un Volvo y un allí, oyendo a los monjes y
silencio como una forma de apartamento en la playa? escuchando sus rezos, sentí que
ascesis, de búsqueda de la la eternidad del tiempo se
verdad por encima de la condensaba en aquel momento
engañosa apariencia de lo real. Cuando tenía 16 años, estuve y que yo no era nada ante la
Yo os digo, callad y en unos ejercicios espirituales inmensidad de un misterio que
empezaremos a encontrar una en el monasterio cisterciense de sólo se puede contar sin
solución a los males del mundo. San Pedro de Cardeña, en palabras.
Burgos, conviviendo con los
La profunda crisis que monjes. Nos levantábamos a las EL GRAN SILENCIO
estamos atravesando está, en cinco de la mañana para rezar
buena parte, producida por un maitines con ellos mientras la The sound of silent
exceso de verborrea. Los iglesia permanecía en la