SlideShare una empresa de Scribd logo
1 de 42
Descargar para leer sin conexión
SECRETARÍA DE SALUD

             DR. JUAN RAMÓN DE LA FUENTE
                  SECRETARIO DE SALUD

                DR. JOSÉ NARRO ROBLES
       SUBSECRETARIO DE COORDINACIÓN SECTORIAL

               DR. ROBERTO TAPIA CONYER
SUBSECRETARIO DE PREVENCIÓN Y CONTROL DE ENFERMEDADES

              LIC. JOSÉ CAMPILLO GARCÍA
   SUBSECRETARIO DE REGULACIÓN Y FOMENTO SANITARIO

                   LIC. JORGE TAMAYO
                    OFICIAL MAYOR

            DR. ÓSCAR VELÁZQUEZ MONROY
      COORDINADOR DE VIGILANCIA EPIDEMIOLÓGICA

                DR. PABLO KURI MORALES
          DIRECTOR GENERAL DE EPIDEMIOLOGÍA




                         Autores*

                 Dr. Roberto Tapia Conyer

                Dr. Gustavo Olaiz Fernández

               Dr. Federico Lazcano Ramírez
Lic. Patricia Cravioto Quintana




                              Colaboradores

                        Lic. Lina de la Fuente Lora

                        Dra. Graciela León Álvarez

                    Lic. María Isabel Moreno Fuentes

                        Lic Georgina Rojas García

                       Lic Alberto Salazar Munguía

                       Dr. José Luis Torres Cosme

  *Apoyo logístico: César Marín Hernández, Juana Zamudio Ureña y Clara
                                Rodríguez



                                 ÍNDICE

I. INTRODUCCIÓN

II. ANTECEDENTES
   CONSUMO DE TABACO
   CONSUMO DE ALCOHOL
   CONSUMO DE DROGAS
III. SIGNIFICANCIA DE LA VIGILANCIA EPIDEMIOLÓGICA DE LAS
ADICCIONES

IV. MARCO NORMATIVO

V. ASPECTOS METODOLÓGICOS
  OBJETIVOS DE LA VIGILANCIA EPIDEMIOLÓGICA
   VARIABLES E INDICADORES
   DEFINICIONES CONCEPTUALES Y OPERACIONALES
      Variables para el consumo de tabaco
      Variables para el consumo de alcohol
      Variables para el consumo de drogas

VI. ASPECTOS OPERATIVOS
  COORDINACIÓN INICIAL
   ACTIVIDADES
   LA RED DE INFORMACIÓN CONTINUA
      Procedimientos generales para su organización
LOS PUESTOS CENTINELA
       Procedimientos generales para su organización
       lnstrumentos de recolección de ínformación
       Capacitación del personal
    LAS ENCUESTAS CONTINUAS
       Procedimientos generales
       Instrumentos de recolección

VII. EVALUACIÓN DE LAS ACTIVIDADES DE VIGILANCIA
      PRINCIPIOS ORIENTADORES PARA LA EVALUACIÓN

VIII. BIBLIOGRAFÍA

ANEXOS

      ANEXO A: INFORMACIÓN CONTINUA Parte: 1 y 2

Cuestionario sobre información disponibe en jurisdicciones sanitarias, unidades
de atención primaría, unidades hospitalarias, agencIas del ministerio público y
escuelas

      ANEXO B: PUESTOS CENTINELA

      Cédulas de vigilancia epIdemIológica; contenidos para la capacitación
      de coordinadores y supervisores; contenidos para la capacitación de
      personal operativo; calendario epIdemiológico

      ANEXO C: ENCUESTAS CONTINUAS

Unidades de atención primaria




                              I. INTRODUCCIÓN



El consumo de tabaco, alcohol y otras sustancias adictivas constituyen
fenómenos complejos con raíces y consecuencias biológicas, psicológicas y
sociales que traspasan las fronteras geográficas, pero que adoptan
características propias en cada país; asimismo las adicciones guardan una
estrecha relación con las dinámicas económicas y sociales como los delitos y la
violencia asociados a su uso.

  La experiencia en diversos países indica que el consumo de drogas adictivas
puede generalizarse y adquirir características "epidémicas". Por otra parte, en
algunos países incluyendo México, ha aumentado la tendencia a usar
simultánea o sucesivamente combinaciones de varias sustancias, por ejemplo:
anfetaminas con barbitúricos o bien mariguana con alcohol, con lo cual se
acentúan sus efectos tóxicos; también se modifica la vía de administración de
las drogas para acentuar sus efectos, por ejemplo, las anfetaminas, (que se
utilizaban por vía oral) y la cocaína (que se inhalaba) en la actualidad pueden
usarse por vía intravenosa, con lo cual se aumenta además su peligrosidad.
Por su parte, el consumo de alcohol y de tabaco han alcanzado proporciones
importantes en la población en general y específicamente en grupos de edad
cada vez menor.

  Una forma efectiva de detectar estos cambios en el consumo de drogas se
logra mediante un sistema de vigilancia que registre las consecuencias sociales
y médicas de su uso, como el número de pacientes con trastornos relacionados
con drogas que acuden a centros de tratamiento u hospitales, o bien mediante
el diseño de estudios transversales o longitudinales que identifiquen sus
consecuencias a corto y largo plazos.



                             II. ANTECEDENTES

En 1988 sólo existían en México estudios de consumo de sustancias en grupos
específicos; faltaba la información sobre prevalencias de uso en la población en
general para conformar una imagen global del problema y, al mismo tiempo,
brindar un contexto a estudios particulares presentes o futuros. Esta
información fue recabada por la Encuesta Nacional de Adicciones (ENA) en
1988; en ella se estudió a la población nacional urbana de 12 a 65 años de
edad, lo que permitió construir un panorama epidemiológico bastante completo
y puso en evidencia la necesidad de instrumentar un sistema que permitiera,
además de contar con información oportuna, identificar cambios en patrones de
consumo, grupos en riesgo, aparición de nuevas sustancias y otros factores
asociados al consumo de alcohol, tabaco y drogas, así como sus
consecuencias sociales y médicas. La información recabada por la ENA y otras
fuentes ha permitido establecer un diagnóstico relativamente detallado sobre el
problema de las adicciones del que se presentan a continuación algunos
elementos relevantes.



                           CONSUMO DE TABACO

El tabaquismo en México ya está considerado como una adicción de fuerte
impacto social y económico. Se afirma que las enfermedades asociadas al
hábito de fumar incrementan el ausentismo laboral, lo que provoca una menor
productividad. Las consecuencias de este hábito también se reflejan en el
contexto familiar, en donde las enfermedades a edades tempranas condicionan
una mayor utilización de los servicios de salud, un incremento en los gastos de
atención médica, una reducción del poder adquisitivo de la familia y un
incremento en el gasto social.

  Se sabe que de 1975 a 1985 la industria cigarrera se incrementó de manera
considerable en términos de volumen y producción, con una tasa media de
crecimiento anual de 2.1%, y que el crecimiento promedio anual de sus ventas
fue de 4.7%.

  En 1984 el área dedicada al cultivo de tabaco en el país era de 39 000
hectáreas (has) y llegó a 49 000 has en 1988, con un aumento en la producción
de 46 000 toneladas (t) a 77 000 t en el mismo periodo. La producción de
tabaco ha crecido anualmente a un ritmo sostenido de 1.5%; 80%, de la misma
se destina al consumo nacional. Este porcentaje se ha incrementado en los
últimos años en virtud de que los países que originalmente importaban tabaco,
han reducido su demanda. A pesar de ello, en dicho periodo, México ocupó el
180 lugar como país exportador de tabaco con un promedio anual de 22 000
toneladas.

  Un dato que pone de relieve la importancia económica de esta actividad es
que, de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), esta
industria abarca, para América Latina, un promedio mensual de 711 000 horas-
hombre de trabajo.

  En 1988 la población nacional urbana fumadora rebasó los nueve millones de
consumidores activos y los ex fumadores alcanzaban casi los ocho millones, es
decir, que la prevalencia nacional para la población urbana de 12 a 65 años era
de 25.8 y 21.6%, respectivamente. La razón de hombre-fumador/mujer-
fumadora fue de 2.7 (figura 1).

  En cuanto a la frecuencia de consumo, el 64% de los fumadores lo hacen
cotidianamente; esta proporción es muy similar en ambos sexos. El 49% de los
consumidores que fuman cotidianamente, consumen entre uno y cinco
cigarrillos; es decir, son fumadores leves. Las actividades en donde los
fumadores consumen mayor cantidad de cigarrillos son, por mucho, las
reuniones y los eventos sociales, en donde la mujer dijo fumar en mayor
cantidad. Los hombres fuman más cuando consumen alcohol.

  Al ordenar a los fumadores por grupos de edad, se aprecia que 42% se
encuentra en el grupo de 18 a 29 años. Llama la atención que cerca del 1% de
los hombres entre 12 y 14 años de edad ya declaran ser fumadores activos,
mientras que entre las mujeres el peso importante de esta proporción se da a
partir del grupo de 15 a 17 años de edad (4%) (figura 2).

  En relación con la edad de inicio en el consumo, el 4% de los fumadores se
inició en el hábito antes de los 12 años de edad y el 49% entre los 12 y los 17
años, por lo que más de la mitad de los fumadores actuales se iniciaron antes
de cumplir 18 años (figura 3); las razones para fumar eran la curiosidad o que
sus compañeros, amigos o familiares fumaban (85%). Resaltan entre las
mujeres las razones derivadas de su papel de ejemplo familiar y la necesidad
de fumar para tranquilizarse.

  De la población de ex fumadores, 62% está compuesta por fumadores leves
(es decir, aquellos que consumen menos de seis cigarrillos al día) sobre todo
del sexo femenino, que dejaron el hábito por decisión personal (34%) o por
considerarlo dañino (16%). Es de hacer notar que el método seguido por el
76% de los ex fumadores fue la suspensión abrupta del hábito.

  Un elemento que resalta es que la ENA reportó que 43%de la población no
fumadora convive en su hogar con al menos un fumador, lo que nos da una
idea de la magnitud de fumadores pasivos existentes en el país.




                               Distribución regional

La distribución geográfica del hábito tabáquico, según la ENA, es la siguiente:
el Distrito Federal es la región de más alta prevalencia (con 31% de
fumadores), seguida por la región noroccidental (que incluye los estados de
Baja California, Baja California Sur, Sonora y Sinaloa), con 28% de fumadores
entre su población. La región centro-sur (Guerrero, Michoacán, Oaxaca y
Veracruz) reportó la prevalencia de fumadores más baja (22%) (figura 4).




                 Actitudes de la población hacia el tabaquismo

Más de 80% de la población reconoce que fumar es malo para la salud, causa
enfermedad y afecta a la salud de las demás personas; 95% consideró que es
necesario difundir más información acerca de los daños producidos por el
cigarrillo, y 77% opinó que los anuncios televisivos y radiofónicos de cigarrillos
influyen de manera importante en el hecho de que la gente se inicie y persista
en su consumo.




                Daños a la salud relacionados con el tabaquismo

Uno de los fenómenos menos estudiados en México son las consecuencias del
consumo de tabaco y su peso sobre la morbilidad y la mortalidad. En 1986 la
mortalidad atribuible al consumo de cigarrillos (fueron 20 las enfermedades
seleccionadas) alcanzó los 17 405 casos, lo que representa el 4.4% de la
mortalidad general, la tasa de mortalidad fue de 47.0 por cada 100 000
habitantes de 20 a 74 años de edad. Agrupando las causas, se encontró que el
primer lugar lo ocuparon los padecimientos cardiovasculares con 33% del total
y el segundo lugar los padecimientos del aparato respiratorio con 32%,.
Conviene resaltar que la enfermedad isquémica del corazón y el cáncer de
tráquea-bronquios y pulmón alcanzaron 15 y 12% respectivamente (tabla 1).
En la población masculina fumadora, la enfermedad isquémica del corazón
fue la que más muertes produjo, (18%), seguida por el cáncer de tráquea-
bronquios y pulmón (15%) y enfisema-bronquitis-asma (12%). El grupo de edad
más afectado fue el de 45 a 64 años, que resultó ser el 46% del total de las
defunciones.

  En el caso de las mujeres fumadoras, 33% murió por problemas
cardiovasculares; 31.5% por neoplasias diversas, diferentes al cáncer de
traquea-bronquios y pulmón, y 25% por enfermedades respiratorias. Al igual
que en el hombre, el grupo de 45 a 64 años de edad fue también el más
afectado entre las mujeres (44% del total de muertes). Conviene resaltar que
en este grupo de edad el cáncer cérvico-uterino ocupa el primer lugar con 21%
del total de muertes.




      Años de vida potencial perdidos por consumo de tabaco en México

El indicador Años de Vida Potencial Perdidos (AVPP), entendido como el
resultado de sustraer la edad al momento del fallecimiento de un límite superior
de esperanza de vida, definido arbitrariamente, permite destacar el peso de las
causas de mortalidad a diferentes edades: los AVPP entre los 20 y los 65 años
de edad relacionados con las 20 enfermedades seleccionadas, alcanzaron la
cifra del 146 300 AVPP; la enfermedad isquémica del corazón es la que ocupa
el primer lugar del total y del grupo de 45 a 64 años, y el tercero en el grupo de
20 a 44. En segundo lugar se encuentra la tuberculosis respiratoria con 14% y
en tercero el paro cardiaco con 10.4% (tabla 2). El 68% de los AVPP
correspondió al sexo masculino y el restante 22% al femenino; en ambos sexos
el grupo de edad más afectado es el de 45 a 64 años; sin embargo, las
proporciones y las causas específicas son muy diferentes: Mientras que en el
sexo masculino este grupo de edad reúne al 51% del total de AVPP masculinos
y las causas específicas que más lo afectan son la enfermedad isquémica del
corazón (20%), el cáncer de páncreas (14%) y el cáncer de tráquea-bronquios-
pulmón (13%), en las mujeres de 45 a 64 años representa el 44% de los AVPP
totales femeninos y, por causas específicas, el cáncer cérvico-uterino ocupa el
primer lugar de AVPP femeninos (24%); en segundo lugar se encuentra la
bronquitis crónica-enfisema (12%) y en tercero el cáncer de riñón (9.7%).



                           CONSUMO DE ALCOHOL

De la población estudiada por la ENA, 12.3% consume algún tipo de bebida
alcohólica por lo menos una vez a la semana, 14.5% consume alcohol de una a
tres veces por mes, y 18.8% lo hace ocasionalmente.

  En 1988, 28.1% de la población de 12 a 17 años de edad reportó haber
consumido alguna bebida alcohólica durante los últimos doce meses; de ellos,
4.3% lo ha hecho por lo menos una vez a la semana (figura 5). En la población
mayor de 18 años 51.0%, consume bebidas alcohólicas y 14.7% las consume
por lo menos una vez cada semana (figura 6).

  La distribución por sexo del consumo de bebidas alcohólicas se da como
sigue: los hombres de 18 a 65 años de edad beben 6.5 veces más
frecuentemente que las mujeres del mismo grupo de edad. En la población de
12 a 17 años, el adolescente hombre bebe 3.7 veces más que la mujer
adolescente.

  Considerando a la población urbana de 18 a 65 años de edad, 6.8% fueron
identificados como bebedores consuetudinarios, entre ellos la relación hombre
bebedor-mujer bebedora es de 24 a 1 (14.2% hombres versus 0.6% mujeres).

  La proporción más pequeña de abstemios se localiza en la Ciudad de México
con 29.2%. En el resto del país, la proporción de abstemios es de 1.5 a 2 veces
mayor que la de la capital.

  La población en estudio declaró consumir, en orden decreciente de
importancia, las siguientes bebidas: cerveza 41.8%, destilados 37.8%, vino de
mesa 29.1%, pulque 10.4%, alcohol 2.3%.

  De la población de 18 a 65 años que consume bebidas alcohólicas, 17.3% de
las mujeres dicen embriagarse cuando las consumen, 2.3% lo hacen por lo
menos una vez a la semana y 95.9% una vez al año; entre los hombres, 67.8%
declaró embriagarse al ingerir bebidas alcohólicas; 9.4% se embriagan una vez
a la semana y 90.6% una vez al año.

  En lo tocante a la dependencia de los individuos hacia el alcohol 4.35% de la
población entre 18 y 65 años es dependiente (véase la definición de los
criterios de dependencia). En la población masculina esta proporción alcanza
12.5%, mientras que en las mujeres sólo 0.6% dependen del alcohol. El
problema es similar en todos los grupos etarios.

  Un elemento que es importante resaltar es la frecuencia de consumo de
bebidas alcohólicas por parte de las mujeres embarazadas, que alcanzó
16.8%; su bebida de preferencia es la cerveza. Relacionado con este mismo
fenómeno, está también el consumo de alcohol durante la lactancia: 11% de las
madres que amamantaron a su último hijo declaró haber consumido bebidas
alcohólicas durante la lactancia; de éstas 55% manifestó haber consumido una
copa en cada ocasión; 24% de dos a tres copas, y 21% cuatro o más copas.




                              Distribución regional

En las siete regiones en que fue dividido el país se encontraron diferencias en
el consumo. El Distrito Federal fue la región con mayor proporción de
bebedores (62.7%,). En el otro extremo, en la región centro-sur, sólo el 32.3%
de la población declaró haber ingerido algún tipo de bebida alcohólica en el
último año.

  El mayor porcentaje de bebedores consuetudinarios se localiza en la región
noroccidental (15.2% de la población general). Este porcentaje es 1.5 a 4.4
veces más elevado que el del resto del país.

  La región centro-norte presenta el mayor número de dependientes del
alcohol, con 14.0% de los hombres, especialmente en el grupo de 18 a 49 años
de edad. En la región centro 9.0% cumple con los criterios de dependencia.

  Como puede observarse en los datos anteriores, las regiones de mayor
consumo no son las que presentan mayor grado de dependencia al alcohol
entre la población.

  Otros indicadores que permiten distinguir las diferentes regiones del país en
términos de las consecuencias del consumo de alcohol, señalan que en la
región noroccidental se registró el mayor porcentaje de accidentes
automovilísticos (5.1%,), que es de 2 a 2.4 veces más elevado que el del resto
del país. Esto coincide con la mayor proporción de bebedores consuetudinarios
existentes ahí (figura 7). La Ciudad de México tuvo el menor porcentaje de
peleas ocasionadas por el consumo de alcohol (5.8%); esto es, 1.9 veces
menos frecuente que en el resto del país.

   En México el consumo per cápita de etanol se ha incrementado de 3.4 litros
en el año de 1970 a 4.7 litros en 1986 en la población de 15 años y más. Por
otro lado, la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación ha señalado
que el consumo per cápita, según el tipo de bebida, presenta variaciones en el
tiempo relacionadas directamente con las estrategias de mercado. La cerveza,
los destilados y los vinos de mesa (coolers) han incrementado su demanda.




                   Otros indicadores del consumo de alcohol

Uno de los principales indicadores de abuso de alcohol es la cirrosis hepática,
cuyo comportamiento epidemiológico en el periodo de 1981 a 1988 ha
mantenido una tendencia estable; la tasa de mortalidad es de 20 por cada 100
000 habitantes (aproximadamente) y fue la primera causa de muerte para la
población de 35 a 54 años de edad.

  La mortalidad por causas violentas, principalmente suicidios y homicidios,
durante el periodo de 1964 a 1988 ha tenido tasas elevadas. La proporción de
accidentes de tránsito asociados con el consumo de bebidas alcohólicas de
1970 a 1983 tuvo un ascenso y en los últimos años se ha mantenido entre el 15
y 20%; para la Ciudad de México los ingresos a los servicios de urgencias
ocurren con más frecuencia los fines de semana y durante los meses de mayo
a junio y de octubre a diciembre. La Procuraduría General de Justicia del
Distrito Federal (PGJDF) señala que en la Ciudad de México las consecuensias
del consumo de alcohol se hacen evidentes en el incremento del porcentaje de
sentenciados por delitos de los fueros común y federal ocurridos bajo los
efectos del alcohol, que se incremento de 17 a 23% entre 1975 y 1981.



                           CONSUMO DE DROGAS

Es de todos conocido que el problema de consumo de drogas sobrepasa las
barreras de los grupos sociales, la edad y aún la nacionalidad. En México, la
mariguana es la droga más difundida entre la población, seguida por el
consumo de disolventes, principalmente entre los jóvenes del sector más
desprotegido de la población. En los últimos catorce años, a pesar de que las
cifras de prevalencia siguen siendo inferiores a las reportadas en otros países,
ha aumentado la experimentación con mariguana, inhalables y cocaína, pero
ha disminuido el uso fuera de prescripción de drogas médicas como los
analgésicos narcóticos, los sedantes y los tranquilizantes; las otras sustancias
investigadas muestran bajos porcentajes de consumo, en particular la cocaína
y la heroína.

  Los resultados de las últimas investigaciones indican que en el país un total
de 1 375 000 individuos ha consumido, al menos una vez, una o más drogas, lo
que constituye el 4.8% de la población urbana de 12 a 65 años. Los usuarios
activos, que consumieron alguna droga en alguna ocasión durante los 30 días
previos a la entrevista, representan un 0.9% de la población. La población
masculina joven (12 a 34 años) es la más afectada. La prevalencia total y
actual en este grupo es de 8.5% y 1.2%, respectivamente (figura 8). Las tablas
3 y 4 presentan la prevalencia total (usó alguna vez) de la población
consumidora de sustancias según grupos de edad, sexo y tipo de droga
utilizada; es importante señalar que los porcentajes no diferencian el uso
indiscriminado de varias sustancias.

  Las drogas más consumidas son la mariguana (3.0%), los tranquilizantes
(0.7%), los inhalables (0.8%), las anfetaminas y otros estimulantes (0.7%) y la
cocaína (0.3%). La heroína fue reportada solamente por una proporción
pequeña de la población (0.1%). En la población masculina mayor de 34 años
solamente se encontró un uso actual (últimos 30 días) de drogas médicas fuera
de prescripción y de mariguana (0.05%,) - De las 38 000 personas que han
reportado uso de la heroína, la totalidad pertenece al sexo masculino, lo cual
no necesariamente significa que no existan usuarias femeninas de la droga. De
ellos, 17 000 fueron usuarios activos en el último año (45%); todos eran
menores de 35 años. En el país, alrededor de 120 000 personas han hecho uso
de cocaína; de éstas, 47 000 la consumieron en el último año (39%) y 50 000
en el último mes (52 %); todos los casos de usuarios activos eran varones y
menores de 34 años.

  Un número importante de usuarios es soltero, con excepción de los que usan
tranquilizantes y cocaína; ello sugiere una relación entre la edad del usuario y
la droga consumida. Respecto del nivel socioeconómico, en el caso de la
mariguana y los inhalantes el usuario pertenece a los estratos inferiores, pero
para los tranquilizantes y especialmente para la cocaína la tendencia es la
opuesta. La baja escolaridad (o los grados escolares incompletos) se asocian
al uso de mariguana e inhalantes, mientras que en el uso de las otras drogas
prevalecen niveles de escolaridad más altos. En relación con la ocupación, el
uso de mariguana e inhalantes está muy difundido principalmente entre los
trabajadores eventuales, subempleados o desempleados; a su vez, los
usuarios de cocaína tienen niveles de ocupación más elevados. Se observan
tendencias similares en la edad de inicio en el consumo: las drogas "populares"
son usadas desde edades tempranas y, nuevamente, el grupo de mayor riesgo
es el de 15 a 19 años.

  Los amigos o conocidos son las personas que proporcionan la mayoría de las
drogas por primera vez, especialmente en el caso de la mariguana, la cocaína
y la heroína. En relación con la primera fuente de obtención, los farmacéuticos
y los médicos juegan un papel preponderante en la obtención de drogas
médicas; los distribuidores representan un recurso poco relevante en términos
generales, con excepción del caso de los alucinógenos. Los lugares donde se
obtienen las drogas varían, dependiendo de la sustancia de que se trate.
Destacan, en orden decreciente de importancia, la casa propia o de algún
familiar o amigo y las calles o parques; la escuela es importante sólo en el caso
de la mariguana, y los bares, cantinas y discotecas lo son en el caso de la
cocaína.

  Entre los estudiantes de enseñanza media y media superior de las zonas
urbanas del país, los disolventes, la mariguana y las anfetaminas son las
drogas más usadas con prevalencias de 44, 32 y 35 por cada 1 000, y 35 por
cada 1 000 respectivamente; el uso de cocaína y heroína es menos frecuente
entre ellos, con proporciones de 10 y 1 por cada 1 000. De 1976 a 1986 se
observaron incrementos en el uso experimental de inhalables, anfetaminas y
mariguana; el uso regular no mostró variaciones significativas.

  Por otro lado, la crisis económica por la que atraviesa el país ha provocado
un incremento del número de niños y adolescentes que contribuyen a los
ingresos familiares trabajando en la calle en diferentes actividades, como
limpiar parabrisas, vender dulces u otros productos similares, ayudar en los
comercios o mendigar. Varios estudios efectuados en grupos de niños menores
de 18 años que trabajan en las calles de la Ciudad de México mostraron que la
prevalencia del uso de drogas era mayor que la observada en poblaciones
escolares y por las encuestas de hogares. El 27% de estos menores reporta
haber consumido inhalables y el 22% lo hace diariamente. El 10% ha usado
mariguana y el 1.5% la usa en forma regular. Esta población no reporta
consumo de otras drogas.

  En este sentido, puede considerarse que el principal problema de consumo
de sustancias adictivas en el país es la inhalación de solventes con fines de
intoxicación, tanto por la extensión de su uso como por el grupo de población
usuaria principal, esto es, niños y jóvenes en plena etapa de desarrollo físico y
emocional. Los usuarios de inhalables tienden a modificar sus hábitos con el
tiempo. Por lo general, el uso se abandona después de la adolescencia, sin
que medie necesariamente una intervención terapéutica, y la mayor parte de
los usuarios cambian los inhalables por el alcohol.




                            Variaciones regionales

Las cifras de consumo de drogas en la población masculina difieren en forma
importante según la región geográfica a que pertenezcan; no así en el caso de
las mujeres, cuyos consumos se mantienen más o menos iguales, con índices
bajos. El consumo de mariguana e inhalables está bastante difundido en el
país; éste no es el caso de la heroína, cuyo consumo tiende a ubicarse en las
regiones noroccidental, nororiental, centro-norte y en el Distrito Federal.
Destaca también el hecho de que los consumidores de cocaína y heroína
tienden a ser usuarios de varias drogas a la vez y presentan más problemas
asociados con este consumo.

  La región noroccidental del país, que abarca los estados de Baja California,
Baja California Sur, Sonora y Sinaloa, presenta los índices de consumo de
droga más altos, los cuales duplican la media nacional, que asciende a 47
consumidores por cada 1 000 habitantes. Dentro de esta región, Baja California
Sur es el estado que presenta los índices más bajos de consumo, mientras que
los otros tres estados presentan aproximadamente el mismo nivel de consumo.
En las áreas urbanas de esta región 86 de cada 1 000 habitantes de 12 a 65
años han experimentado con drogas, en tanto que en la región nororiental, la
proporción es de 28 por cada 1 000.

  En la región noroccidental, 17% de los varones entre 12 y 34 años de edad
han consumido alguna droga durante su vida, en comparación con sólo 2% de
las mujeres en dicho grupo de edad. Dichas proporciones contrastan con la
región nororiental, en donde sólo 5.5% de los varones y 1.6%, de las mujeres
de 12 a 34 años dice haber consumido drogas alguna vez.

  El consumo durante el último mes se considera como un estimador de la
prevalencia actual; en la región noroccidental 5.3% de la población masculina
entre 12 y 34 años de edad ha consumido algún tipo de droga, a diferencia de
sólo 0.25% de la población masculina mayor de 35 años. Estas proporciones
son más bajas para la población femenina (0.6 y 0.2%).

  En cuanto al uso por tipo de droga, en la región noroccidental el problema se
centra en la mariguana, la cocaína y los estimulantes en ese orden, tanto en la
prevalencia actual (últimos 30 días) como en la prevalencia total (que se mide
por la respuesta afirmativa a la pregunta de si se usó droga alguna vez en la
vida).

 En la región nororiental, sólo 1.4% de los varones del grupo de 12 a 34 años
manifiesta haber consumido drogas en el último mes, mientras que entre las
mujeres el consumo es prácticamente nulo (0.13 y 0.36 para los grupos de 12 a
34 y de 35 a 65 años, respectivamente). En la región nororiental, el orden de
importancia en el consumo es el siguiente: mariguana, tranquilizantes y
cocaína; tanto en la prevalencia actual como en la total. Es interesante
destacar que, para la mayoría de las drogas, el que proporciona la droga por
primera vez es un familiar, amigo o conocido.

  En lo que toca al lugar donde se obtuvo la droga por primera vez, a diferencia
de lo observado en todo el país, en ambas regiones la mayor parte de las
drogas se obtiene por primera vez en la calle o el parque, con excepción de la
heroína y el opio, que se obtienen únicamente en la casa o en la escuela.

  El segundo lugar en cuanto al número de consumidores lo ocupa la región
centro-norte del país, que incluye los estados de Jalisco, Zacatecas, Nayarit,
Colima y Aguascalientes; dicha región observa prevalencias ligeramente
superiores a la media en el país.

  Es necesario señalar que tanto en el nivel regional como en el nacional, el
conjunto de trabajadores insertos en el sector formal de trabajo aún no se
estudia ni se tienen investigaciones suficientes en esta materia. Puede ser una
argumentación innecesaria destacar su importancia social y, por tanto, insistir
en la necesidad de conocer sus problemas en materia de adicciones. No
obstante deben señalarse dos aspectos, suficientes para promover el mayor
protagonismo de este sector en la investigación de las adicciones. En primer
lugar, existen elementos para suponer que estos sectores están seriamente
involucrados en el consumo de drogas. Las investigaciones señalan problemas
como el consumo de estimulantes, especialmente de anfetaminas, entre los
conductores de vehículos de carga a larga distancia; el abuso de bebidas
alcohólicas en tareas que exigen un gran desgaste físico (como la estiba o la
construcción), el consumo de tranquilizantes en situaciones laborales de gran
distrés (como los trabajos de alta tensión eléctrica), etcétera. En segundo lugar,
las asociaciones gremiales y los sindicatos tienen una cobertura asistencial que
abarca a toda la población económicamente activa del sector formal en su
conjunto. El tema de las adicciones tiene la posibilidad de integrarse como
programa dentro de unidades con recursos orgánicos y experiencia en el tema
de la salud en este caso. Además, los servicios sociales de salud son el lugar
de primer contacto y aprovisionamiento de drogas de uso médico
principalmente.



    III. SIGNIFICANCIA DE LA VIGILANCIA EPIDEMIOLÓGICA DE LAS

                                 ADICCIONES

Lo observado en estudios previos indica que en México el consumo de alcohol
y tabaco es elevado y sigue una tendencia ascendente, particularmente entre la
población joven. Se sabe también que el consumo de drogas no ha alcanzado
las dimensiones observadas en otros países, lo que constituye una oportunidad
única para instrumentar acciones preventivas.
En México el registro de información relacionada con adicciones se ha
centrado en el consumo de drogas, y ha dejado fuera el consumo de alcohol y
tabaco, por lo cual el diagnóstico que se puede elaborar a partir de estos, es
lamentablemente incompleto.

  Hasta hace poco tiempo no existía en México un sistema de reporte de
fallecimientos relacionados con las adicciones, fueran éstas causas directas o
indirectas de la defunción, lo cual origina un rezago importante en el
conocimiento de la distribución de la mortalidad por causas que tienen que ver
con el consumo de alcohol, tabaco y drogas y, por ende, se subestima el peso
de los indicadores relacionados con su consumo. Debe señalarse también que
la utilización de sistemas de información pasivos -por ejemplo de los registros
administrativos- como única medida de vigilancia epidemiológica, ha
demostrado padecer de gran cantidad de restricciones, sobre todo si se utilizan
de manera aislada.

  Dadas las limitaciones inherentes al alcance de estas fuentes, lo prioritario de
la información, las tendencias y el costo social que implica el consumo de
sustancias, resulta evidente la necesidad de establecer estrategias para
combatir y controlar el problema. No obstante, sin la existencia de información
confiable y oportuna, el éxito de las medidas adoptadas no estaría asegurado y
menos aún su alcance y trascendencia. Por estas razones se hace necesario
contar con un sistema más amplio que cubra no sólo a la población usuaria del
sistema de salud y del sistema de procuración de justicia, sino también a la
población general y las áreas y grupos de mayor riesgo, es decir, poblaciones
ubicadas en asentamientos marginales, aquella sin lugar fijo de residencia, así
como la población estudiantil y la laboral.



                            IV MARCO NORMATIVO

El fundamento normativo que enmarca las actividades de vigilancia
epidemiológica de las adicciones se desprende de la Ley General de Salud
(LGS). Los antecedentes más importantes en la fijación de dichas normas son
los siguientes:

  El 1º de julio de 1984, entró en vigor la citada LGS, que establece los
mecanismos por los cuales la Secretaría de Salud (SSA) y los gobiernos
estatales, en el campo de sus respectivas competencias, se coordinarán para
la ejecución de acciones contra el tabaquismo, el abuso de bebidas alcohólicas
(artículo 190) y la farmacodependencia (artículo 192).

  El Plan Nacional de Desarrollo 1989-1994 señala la necesidad de fortalecer
los sistemas de vigilancia epidemiológica y nutricional, de acopiar y analizar
material estadístico tanto nacional como estatal y local y, por último, señala la
urgencia de crear un Sistema Nacional de Información en Salud.

  A continuación se señalan algunos hechos relacionados con el problema de
las adicciones que conviene señalar:
1) La Constitución Política de los Estados Mexicanos establece, en su artículo
4º, párrafo tercero, el derecho social de toda persona a la protección de la
salud; asimismo, es competencia de la Ley definir las bases y modalidades
para el acceso a los servicios de salud y establecer la coincidencia tanto de la
Federación como de las entidades federativas en las actividades que tienen
que ver con la salubridad general, conforme lo dispuesto por la fracción XVI del
artículo 73 de la propia Constitución, en los términos del referido artículo 4º.

2) La Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, publicada el 26 de
diciembre de 1976 y reformada el 20 de mayo de 1986, en su artículo 39,
fracciones I y XVI, atribuye a la SSA la facultad de establecer y conducir la
política nacional en materia de salubridad general, mediante la coordinación de
los programas y la puesta en práctica de las medidas necesarias para luchar
contra las toxicomanías y otros vicios sociales.

3) El artículo 3º de la LGS, publicada en el Diario Oficial de la Federacíón el 7
de febrero de 1984, en sus fracciones XX-XXI, declara que son materia de
salubridad general los programas contra el alcoholismo, la
farmacodependencia y el tabaquismo. En su artículo 13, apartado B, fracción I,
la LGS establece que dichos programas son materia de salubridad general
concurrentes y que corresponde a los gobiernos de las entidades federativas
organizar, operar, supervisar y evaluar la prestación de los servicios relativos a
esos programas.

4) El programa contra el alcoholismo y el abuso de bebidas alcohólicas implica
acciones como: prevención, tratamiento y rehabilitación del alcohólico,
educación sobre los efectos del alcoholismo en la salud o fomento de
actividades que coadyuven en la lucha contra el alcoholismo (artículo 185 de la
LGS). Se plantea además en la Ley obtener información para orientar las
acciones contra el alcoholismo a través de investigación (artículo 186 de la
LGS).

5) El programa contra el tabaquismo considera la prevención y el tratamiento
de padecimientos originados por el tabaquismo, así como la orientación sobre
sus efectos, destinada a que la población se abstenga de fumar en lugares
públicos (artículo 188 de la LGS). Para llevar a cabo esto se incluyen entre sus
actividades la investigación de las causas del tabaquismo y la educación a la
familia.

6) El programa contra la farmacodependencia comprende entre otras, las
siguientes acciones: prevención, tratamiento y rehabilitación del
farmacodependiente, educación sobre los efectos del uso de sustancias
psicotrópicas, estupefacientes y otras susceptibles de producir dependencia y
la educación e instrucción a la familia y la comunidad sobre el tema (artículo
191 de la LGS).

7) En los artículos 300 a 312 de la LGS se hace hincapié en las características
de la publicidad referida a la salud, al tratamiento de las enfermedades, a la
rehabilitación de los inválidos, al ejercicio de las disciplinas para la salud y a los
productos y servicios establecidos en la LGS. En particular, en los artículos 307
y 308 se hace referencia al control de la publicidad de bebidas alcohólicas y
tabaco, y en el artículo 310 al control de la publicidad de medicamentos.

De manera más específica, el reglamento interior de la Secretaría de Salud,
editado en noviembre de 1988, establece que la Dirección General de
Epidemiología tiene competencia para proponer las bases para el
establecimiento y conducción de la política nacional en materia de vigilancia
epidemiológica, así como para establecer, normar, operar, coordinar y evaluar
el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica; identificar, cuantificar y
analizar los problemas epidemiológicos prioritarios del país; establecer y
mantener actualizados los registros nominales de casos de padecimientos de
interés nacional además de planear normar y participar en actividades de
investigación y diagnóstico epidemiológico.



                      V. ASPECTOS METODOLÓGICOS

La epidemiología es una de las disciplinas que se encarga del estudio del
proceso salud-enfermedad en grupos humanos y busca establecer
diagnósticos de salud a nivel de una comunidad o región. Su importancia
fundamental radica en proporcionar elementos que permitan mejorar las
condiciones de salud de las comunidades. La vigilancia epidemiológica
particularmente, es una de sus aplicaciones prácticas, que a su vez genera la
"referencia epidemiológica", consistente en la detección adecuada y oportuna
de casos y su canalización a las instancias adecuadas.

  En términos de vigilancia epidemiológica, conviene recordar un importante
concepto: Toda medición es siempre una aproximación que incluye, junto al
valor verdadero, el error. No obstante, diversificar las técnicas de medición
permite el control de los errores. Esta es la única manera en que la información
epidemiológica puede aportar una base científica a la prevención y el fomento
de la salud y ayudar en la definición de las prioridades de investigación y
acción.

  En este sentido, una opción viable para crear un sistema de información para
la vigilancia epidemiológica de las adicciones, consiste en diversificar las
fuentes de información y las estrategias de investigación, aprovechando los
recursos institucionales existentes de manera integral, esto es, en un solo
cuerpo organizado en donde toda la información sea comparable,
complementaria y actualizada. Esto implica convertir estos recursos en
productores de información confiable y oportuna. En su desarrollo debe
concretarse un sistema operativo de información epidemiológica que permita el
monitoreo del problema de las adicciones y apoye los diversos programas de
prevención y asistencia.

  En principio, se busca la concertación entre las diferentes instituciones
participantes que permita el acceso o inclusión, como parte de sus servicios, de
cédulas y formas estadísticas para el registro de situaciones relacionadas con
el uso de sustancias adictivas. Por otra parte, la metodología de trabajo de la
atención primaria de salud puede introducir resultados significativos en la
investigación de las adicciones. Una red escalonada de prevención y
asistencia, fundamentada en la investigación, puede desarrollarse a través de
la capacitación y el adiestramiento de trabajadores ubicados en unidades clave
vinculadas con el problema de las adicciones.

  En este marco, el desarrollo de un sistema de vigilancia epidemiológica
implica el mantenimiento responsable de la condición de alerta por medio de
observaciones sistemáticamente realizadas. En el caso de la
farmacodependencia, estas observaciones se ven afectadas por la ilicitud del
comportamiento de consumo, lo que encierra grandes limitaciones en los
métodos utilizados para determinar la distribución y tendencias en el abuso de
ciertas sustancias.

  En este sentido, las, experiencias vividas en los servicios de urgencias y los
estudios específicos en farmacodependientes, reportados por la literatura,
indican que los episodios agudos de adictos generalmente son manejados por
otros adictos o por amigos y familiares habituados al problema. La consulta de
urgencia es, con frecuencia, recurso de los usuarios con menor experiencia en
el consumo de drogas, por lo que dichos servicios, así como las detenciones o
contravenciones del sistema de justicia, por señalar sólo algunos ejemplos,
pueden constituir importantes recursos de información.

  Por otra parte, en términos de recursos humanos, se selecciona al personal
que más se aproxime a una serie de perfiles definidos: Se requieren
coordinadores y supervisores que tengan de preferencia estudios de posgrado
en las áreas de salud pública, salud mental o trabajo social, que tengan
experiencia e interés expreso por trabajar en el área y estén dispuestos a
colaborar en las actividades. Se requieren también entrevistadores con un nivel
mínimo de técnico en el área de psicología o trabajo social y que estén
dispuestos a realizar actividades de levantamiento de encuestas continuas.

  Según estas premisas, es conveniente considerar que el trabajador de la
atención primaria, por sus características, puede acercarse con facilidad a la
cultura, las costumbres, las normas y la experiencia que se vive en el taller, la
fábrica, la comunidad, etc. Adecuadamente capacitado resulta ser el recurso
indicado para hacer que la estructura de vigilancia epidemiológica propuesta
esté lo más cerca posible de donde está el mayor riesgo. Este personaje
aprende a detectar los problemas de las adicciones y puede actuar
preventivamente sobre los factores condicionantes, lo cual implica que entre
sus funciones se incorporarán actividades relativas a la identificación de
situaciones y trastornos por abuso de sustancias psicoactivas, la referencia
oportuna de adictos para los servicios de asistencia e incluso la elaboración de
material preventivo, elaborado en el mismo lugar donde se gesta el problema.

  A este personal se le puede unir también el ex usuario de drogas, el cual, por
su experiencia, puede penetrar con facilidad en la población bajo riesgo para
investigar el abuso de sustancias y sus características. Por otra parte, la
participación de voluntarios y terapeutas aporta los siguientes elementos: la
precisión en la indagación de cada tema; la relevancia de los datos para cada
institución específica; la correspondencia del formato elaborado con el
lenguaje, modos y prácticas de los entrevistados. Es ideal que este personal
participe tanto en el trabajo de los puestos centinela como en las encuestas
continuas.

  En vista de que el trabajo en salud requiere de un equipo multidisciplinario
conformado por profesionales de diversas disciplinas, es necesaria la
elaboración de programas de capacitación lo suficientemente amplios para que
todo el personal involucrado unifique sus criterios y se comunique a través de
un lenguaje común.

  Regularmente el personal de salud (médicos, paramédicos y técnicos), no
está familiarizado con los detalles estadísticos y metodológicos de la vigilancia
epidemiológica, pero si tiene injerencia sobre los casos de interés o la
información de referencia epidemiológica que se maneja. Por ello resulta
apremiante estandarizarlo en estos aspectos, brindándoles los elementos y
herramientas metodológicas que requiere su labor y dándoles al mismo tiempo,
la posibilidad de contar con una forma creativa y dinámica de conocer el
proceso de vigilancia y referencia epidemiológica. En ese sentido la
capacitación debe dar a conocer generalidades de la epidemiología y la
medicina preventiva, haciendo énfasis en las características de la vigilancia
epidemiológica; señalando las particularidades de la aplicación de encuestas
así como generalidades sobre el procesamiento y análisis de datos de diversas
fuentes, para la generación de información útil y veraz. Así mismo, es
importante incluir los siguientes aspectos: 1) Perfil de los diversos
padecimientos de interés para el control epidemiológico. 2) Calidad y
confiabilidad de la información consignada en los formatos y 3) Aplicación
práctica de la estadística biomédica.

  Se ha propuesto que la capacitación del personal de salud que lleve a cabo la
vigilancia y la referencia epidemiológica, sea dirigida inicialmente hacia el
personal de nivel profesional quien posee la formación adecuada y cuenta con
elementos metodológicos suficientes para que, en un segundo momento, sea el
encargado de capacitar al personal de nivel técnico y operativo. A este
procedimiento se le identifica como "Capacitación a capacitadores". Algunas de
las ventajas de este tipo de capacitación son su aplicabilidad a nivel general y
por lo tanto, su capacidad de conformar equipos multidisciplinarios.

  Como puede observarse, un proyecto de vigilancia epidemiólogica como el
planteado puede ser medio, por un lado, para promover la atención y la
participación de la comunidad en el problema de la farmacodependencia y, por
otro, puede brindar la posibilidad de integrar metodologías ajustadas a la
diferente naturaleza del problema en cada región.

  El propósito final es alcanzar progresivamente niveles mayores de
periodicidad, diversidad y extensión, partiendo de experiencias limitadas y
evaluables y, de esta manera, consolidar sistemas de vigilancia epidemiológica
local, que puedan establecer puntos de sustentación firmes para una red
regional de investigación epidemiológica aplicada al campo del alcohol, el
tabaco y el consumo de otras drogas.
OBJETIVOS DE LA VIGILANCIA EPIDEMIOLÓGICA

Como consecuencia de lo anterior, surgen los siguientes objetivos:

1) Crear y consolidar un sistema de información continua para mantener
actualizado el diagnóstico de las adicciones.

2) Generar información periódica, oportuna y ágil sobre la prevalencia,
incidencia y características del consumo de alcohol, tabaco y otras drogas.

3) Detectar con oportunidad los cambios en los patrones de consumo, así como
a los grupos que están en mayor riesgo.

4) Detectar los factores de riesgo para el consumo de alcohol, tabaco y otras
drogas.

5) Integrar en este sistema toda la información generada por las instituciones
que laboran en el campo de las adicciones.

6) Conocer las actitudes de la población respecto al consumo de alcohol,
tabaco y otras drogas.



                        VARIABLES E INDICADORES

Con el fin de recoger y homogeneizar la información para la vigilancia
epidemiológica de las adicciones se utilizan variables e indicadores que
permiten complementar el panorama epidemiológico del consumo de
sustancias adictivas.

  Dado que el concepto de vigilancia epidemiológica de las adicciones implica
la colaboración de varias instituciones, coordinadas con base en objetivos
comunes, es importante que las variables a investigar sean compartidas por
todas ellas. El consenso de los expertos de todas las instituciones participantes
debe establecer un conjunto mínimo de variables comunes con las cuales
iniciar los trabajos. Para ello se seleccionó un número mínimo de variables
utilizadas rutinariamente en todos los sistemas de información de las distintas
instituciones; éstas deberán ser manejadas por los puestos centinela y en la
elaboración de las encuestas continuas. Se deberán tener entonces los mismos
criterios para su registro, con el fin de homogeneizar la información generada.
En el caso de México, estas variables son:

1) Demográficas y sociales:

a) Edad.

b) Sexo.
c) Lugar de residencia.

d) Ocupación.

e) Escolaridad.

2) Relacionadas con el consumo de otras drogas, que se evaluarán a partir de:

a) Características del patrón de consumo:

      Consumo por tipo de droga.
      Consumo en los últimos 30 días por tipo de droga.
      Edad de inicio del consumo.
      Historia de consumo (secuencia de uso).
      Vía de administración de la droga de mayor consumo.

b) Consecuencias individuales y sociales del consumo, a partir de:

      Enfermedades y padecimientos relacionados.
      Accidentes y violencias relacionados.
      Información sobre oferta, demanda, acciones penales, etc.
      Opinión pública respecto del problema del abuso en el consumo.

3) Relacionadas con el consumo de tabaco:

a) Características del patrón de consumo, a partir de:

      Frecuencia de consumo.
      Cantidad de consumo.
      Tiempo de exposición.

b) Consecuencias individuales del consumo, según:

      Enfermedades cuya relación con el tabaquismo es reconocida:
      (enfisema, asma, cáncer de pulmón, enfermedades cardiovasculares).
      Opinión pública respecto del problema del tabaquismo.

4) Relacionadas con el consumo de alcohol:

a) Características del patrón de consumo de acuerdo con:

      Tipo de bebida.
      Frecuencia de consumo.
      Cantidad de consumo.

b) Consecuencias individuales del consumo, según:

      Cirrosis/gastritis/psicosis alcohólicas.
      Accidentes/violencias relacionadas.
      Opinión pública respecto del problema del alcoholismo.
El conjunto de variables mínimas, comunes a las distintas fuentes de
información, no debe ser una limitante para obtener la información que, sobre
el tema, cada institución o fuente considere pertinente.



           DEFINICIONES CONCEPTUALES Y OPERACIONALES

En general, las variables demográficas y sociales que se toman en
consideración para la vigilancia epidemiológica de las adicciones son:

Edad: El tiempo transcurrido en años cumplidos, desde el año de nacimiento de
un individuo hasta el momento de interés.

Sexo: Condición genérica y unívoca del individuo, clasificado en masculino y
femenino.

  Para el estudio del fenómeno adictivo conviene aclarar los siguientes
conceptos:

Dependencia: Entendida como pérdida de control al ingerir ciertas sustancias y
la incapacidad resultante. Se puede presentar en grados variables. En este
sentido, la décima revisión de la clasificación internacional de enfermedades
(CIE10) estableció un grupo de indicadores de dependencia, entre los cuales
se considera determinante para el diagnóstico, la presencia de tres de los
siguientes (durante los últimos 12 meses):

Persistencia del abuso: Ésta se da a pesar de consecuencias dañinas. Uso
continuado de la sustancia a pesar de saber que se tienen problemas sociales,
psicológicos o físicos persistentes o recurrentes causados o exacerbados por el
uso de sustancias.

Tolerancia: Necesidad de aumentar la cantidad de sustancia para conseguir el
efecto deseado o una disminución notable del efecto si se utiliza de forma
regular la misma cantidad.

Abandono progresivo de satisfactores alternativos: Si el abandono de
satisfactores es causado por el uso. Implica el abandono progresivo de
placeres e intereses alternativos en favor del uso de sustancias.

Incapacidad de control: Conciencia del deterioro en la capacidad de controlar la
conducta de uso de la sustancia, ya sea en lo referente al inicio, terminación o
niveles de uso.

Compulsión de uso: Fuerte deseo o sensación de compulsión a consumir la
sustancia.

Reducción del repertorio conductual: Cambios en los hábitos de consumo; es
decir, si toma la sustancia siempre sin importar si es entre semana, fin de
semana o en su asistencia a alguna reunión.
Abstinencia o supresión: Estado fisiológico provocado por la abstinencia de las
sustancias; se mide por la aparición de síntomas de abstinencia (temblor
matutino y malestar que se alivia con el consumo), después de abandonar o
reducir el consumo.



Consumo para aliviar abstinencia: Uso de la sustancia con la intención de
aliviar los síntomas de abstinencia, y con la conciencia de que esta estrategia
es efectiva.



Reinstalación rápida del síndrome: Esto se da después de un periodo de
abstinencia y es evidencia de que el volver a usar la sustancia, después de un
periodo de abstinencia, conduce a una reinstalación más rápida de otros
rasgos del síndrome.

  En la labor de conocer la opinión pública respecto del abuso en el consumo
de sustancias y sus consecuencias, se entiende por:

Valor: El elemento social internalizado y ponderado que matiza las relaciones
del individuo con su medio ambiente.

Norma: Regla que se aplica a una conducta determinada y que es
culturalmente específica. Las normas varían de acuerdo con el grupo social, el
sexo, la edad, la ocupación y el nivel socioeconómico de que se trate y de
acuerdo con la situación en que se encuentre el individuo.



Actitud:Disposición sobre la conducta, determinada por la experiencia.

 Para el estudio del consumo del tabaco, los conceptos clave son:



Tabaquismo: El uso continuo de tabaco en cualesquiera de sus
presentaciones, con cualquier frecuencia y cantidad, y dentro de un periodo
mínimo de 30 días anteriores a la fecha de consignación del dato. Se
operacionaliza como consumo de cigarrillos, en razón de que éstos son
considerados la forma de consumo preferida por el 97% de los fumadores en
América Latina.



Condición ante el consumo de tabaco: Situación que guardan los individuos en
relación con el uso del tabaco.
Tanto el análisis como la interpretación de los aspectos relacionados con la
condición ante el consumo de tabaco, dependen de la construcción de seis
poblaciones, conformados según las siguientes categorías operacionales:



Fumador experimental: Es el individuo que refiere haber consumido cigarrillos
alguna vez, con cualquier frecuencia pero en cantidad menor a cien cigarrillos
en toda su vida.



Fumador activo: Aquel que en el momento del estudio dice haber consumido
más de cien cigarrillos en toda su vida y continuar asiéndolo durante el último
mes, con cualquier frecuencia y cantidad.



Exfumador. Es quien, en el momento de la entrevista, afirma haber consumido
más de cien cigarrillos en toda su vida y no haber fumado en el último mes.



Nunca fumador: El que afirma que nunca en su vida ha consumido tabaco.



Fumador pasivo: Expuesto en su vivienda: El no fumador (exfumador y/o nunca
fumador) que dice convivir al menos con un fumador activo en su vivienda.



No fumador: El que declara no consumir tabaco en el momento actual;
operativamente esta población se compone por los nunca fumadores y los ex
fumadores.

  De los dos primeros tipos se establecen cuatro categorías, según la
frecuencia del consumo:



Consumidor eventual: Aquel que dice consumir cigarrillos con cualquier
frecuencia y en cantidad menor a un cigarrillo diario.



Consumidor leve: Aquel que manifiesta consumir diariamente una cantidad no
mayor a cinco cigarrillos.
Consumidor moderado: El que asevera que consume diariamente entre seis y
15 cigarrillos.



Consumidor severo: Es quien dice consumir diariamente más de 15 cigarrillos.

  Las categorías de consumo se aplican tanto a los fumadores actuales como a
los exfumadores; para la construcción de cada categoría se debe calcular el
equivalente al consumo diario de cigarrillos entre aquellos fumadores que
declaren frecuencias de consumo semanales o más espaciadas y cualquier
cantidad de cigarros fumados; también se deberá agregar una categoría para
aquellos que manifiestan desconocer su frecuencia y/o su cantidad de
consumo.

  En el caso del fumador activo se debe conocer también el tiempo de
exposición al cigarrillo en cada categoría de consumo. Ello indicará la
severidad de la exposición. Esta nueva variable se estima restando la edad de
inicio a la edad actual y, para el caso de México se estratifica en seis
categorías:

a) Menos de 1 año.

b)De 1 a 5 años.

c) De 6 a 15.

d) De 16 a 30.

e) De 31 y más años de fumar.

      f) No sabe.

  A los fumadores pasivos se les divide en tres estratos de acuerdo con el
número de fumadores a los que se encuentran expuestos en sus viviendas:

a) 1 fumador.

b) 2 o más fumadores

      c) No sabe.

 La edad se estratifica en seis grupos:

                a) Menos de 12.

                b) De 12 a 17.

                c) De 18 a 29.
d) De 30 a 39.

              e) De 40 a 49.

              d) De 50 a 65 años.

  Ésta resultó ser la mejor agrupación para representar la distribución de la
población fumadora.

  El alcoholismo es un problema que ha sido estudiado tanto desde el punto de
vista médico como social. Para su comprensión se necesitan tomar en cuenta
las costumbres de consumo, los problemas que se generan y la producción y
comercialización de bebidas alcohólicas, por citar sólo los elementos más
importantes.

  Uno de los criterios de clasificación más utilizado ha sido la clasificación
internacional de enfermedades (CIE), en donde se suple el término de
alcoholismo por el de dependencia al alcohol, pues con este giro se hace
referencia en su conjunto, tanto al comportamiento frente a las bebidas
alcohólicas, como a las consecuencias órganicas y a sus repercusiones
sociales.

  Para los propósitos de la vigilancia epidemiológica, se clasifica a los
bebedores en siete categorías según la frecuencia de consumo durante el
último año:



Bebedores frecuentes consuetudinarios: Personas que reportan consumir
alcohol una vez por semana o con mayor frecuencia, y que consumen 5 copas
o más por ocasión, y dicha cantidad se consume al menos una vez a la
semana.



Bebedores frecuentes de alto nivel: Personas que declaran beber una vez por
semana o con mayor frecuencia y que consumen 5 copas o más por ocasión, y
esa cantidad se ingiere por lo menos una vez al año.



Bebedores frecuentes de bajo nivel: Personas que dicen beber una vez por
semana o con mayor frecuencia, pero nunca consumen 5 copas o más por
ocasión.



Bebedores moderados de alto nivel: Personas que manifiestan consumir
alcohol una vez al mes, aunque menos de una vez por semana, y que
consumen 5 copas o más por ocasión, y esa cantidad la ingieren por lo menos
una vez al año.



Bebedores moderados de bajo nivel: Personas que declaran tomar una vez al
mes o con mayor frecuencia, aunque menos de una vez por semana, pero que
nunca consumen más de 5 copas por ocasión.



Bebedores poco frecuentes: Personas que reportaron consumir alcohol una vez
al año o con mayor frecuencia, siempre y cuando la frecuencia sea menor de
una vez al mes.



Abstemios: Personas que dicen no consumir bebidas alcohólicas, o que lo
hacen con una frecuencia menor de una vez al año.

  Diversas investigaciones han permitido establecer un cuerpo de definiciones
que permiten la conceptualización de los diferentes tipos de drogas:



Sustancias psicoactivas: Son aquellas que modifican la percepción, la
sensación, el estado de ánimo y la actividad, tanto física como mental.



lnhalables: Son hidrocarburos solventes volátiles que se obtienen del petróleo y
del gas natural, que tienen efectos psicotrópicos similares a los de otras
sustancias sedantes e hipnóticas. Por lo general producen distorsiones
sensoriales y perceptuales temporales.



Mariguana: Es un alucinógeno leve que en dosis bajas produce un sentimiento
de relajación, desinhibición emocional, distorsiones perceptuales y sensoriales,
inhabilidad cognitiva y motora.



Alucinógenos: Sustancias que producen alteraciones mentales, emocionales y
de comportamiento semejantes a las que caracterizan a las psicosis, con
desorganización de la personalidad. Suelen provocar alucinaciones, es decir,
impresiones sensoriales falsas.
Cocaína: Es un estimulante potente del Sistema Nervioso Central que produce
un aumento en el estado de alerta, sentimientos intensos de euforia e inhibe el
apetito y la necesidad de dormir.



Heroína: Es un analgésico narcótico potente, semisintético, derivado de la
morfina; tiene efectos eufóricos y analgésicos muy potentes y un potencial
adictivo más alto que cualquier otro analgésico narcótico.



Narcóticos: Sustancias que actúan directamente sobre el Sistema Nervioso
Central, suprimen el dolor, inducen el sueño e intervienen para disminuir la
temperatura.



Tranquilizantes menores: Son drogas sintéticas de uso legal y médico;
producen dependencia psíquica, y en algunos casos dependencia física y
tolerancia.



Sedantes /barbitúricos: Sustancias depresoras del Sistema Nervioso Central;
producen sedación ligera, sueño, hipnosis y, en dosis elevadas, pérdida del
conocimiento, anestesia quirúrgica y depresión respiratoria.



Estimulantes: Sustancias que provocan alteraciones profundas en el Sistema
Nervioso Central. Producen aumento del estado de alerta y de la iniciativa, falta
de sueño, mejoría del ánimo, euforia, merma en el apetito y pérdida del peso
corporal.

  Un elemento importante que se debe distinguir es que el consumo de drogas
debe hacerse fuera de prescripción médica, esto es, sin receta médica, o en
mayor cantidad o tiempo del recetado por el médico, o por motivos diferentes a
los prescritos.



                        VI. ASPECTOS OPERATIVOS



                             COORDINACIÓN INICIAL

La coordinación de las diferentes instituciones que participan en la
instrumentación de la vigilancia epidemiológica de las adicciones se lleva a
cabo en diferentes etapas. En la primera intervienen las instituciones
relacionadas con la investigación del consumo de drogas, y en la segunda las
instituciones vinculadas con el estudio del alcohol y el tabaco. Para ello, se
concertan reuniones en diferentes niveles, en las cuales inicialmente se informa
a las instituciones relacionadas con el capítulo de drogas acerca de los
objetivos y la metodología de la vigilancia epidemiológica y se les invita a
participar.

  En una segunda reunión se rescata el conocimiento y la experiencia de los
expertos y se define, por consenso, un conjunto de indicadores prioritarios
respecto de las drogas; también se definen los sitios estratégicos para la
instalación de la red de puestos centinela y elementos relacionados con la
operación del sistema en general.

  En una tercera reunión se analizan los documentos elaborados en las
reuniones anteriores y se definen las características de operación del sistema
en su primera etapa.



                                ACTIVIDADES

Para alcanzar los objetivos de la vigilancia epidemiológica de las adicciones se
han determinado las siguientes estrategias.

1) Establecer una red de información continua integrada por todas las
instituciones participantes, que contemple actividades de prevención, detección
de casos y registro de delitos relacionados con la farmacodependencia, así
como lo relacionado con el consumo de tabaco y alcohol. Esta información se
concentrará en los niveles estatal y nacional.

2) Establecer una red de puestos centinela; esto es, sitios de vigilancia
epidemiológica conceptualizados como lugares clave para la detección del
problema de consumo de drogas, que se ubican en sectores donde habitan o
acuden usuarios o grupos poblacionales de alto riesgo en el consumo de
sustancias adictivas.

3) Realizar encuestas continuas en hogares, escuelas y centros de trabajo en
cada ciudad que sea seleccionada.




                   LA RED DE INFORMACIÓN CONTINUA

Es la primera actividad en el desarrollo de un sistema de este tipo; permite
realizar y actualizar el diagnóstico del problema globalmente. Para llevar a cabo
esta estrategia se debe tener en cuenta lo siguiente:
1) La información que la alimente es producto de registros administrativos, por
lo que no se recarga a las instituciones con más papelería.

2) Las instituciones que se integren, de preferencia deberán ser las que
generan información sustantiva del problema, con lo cual se garantiza la
actualización continua del diagnóstico a nivel local y, por agregación, a nivel
global.

  La actividad específica de esta red es integrar la información contenida en los
reportes administrativos que proporcionen las instituciones participantes en
diferentes niveles (médico, social, jurídico, etc.) y en las que generan algún tipo
de reporte cuantitativo o cualitativo. Esto implica que todas aquellas
instituciones que generan información, con diferentes niveles de precisión,
sobre el problema investigado, podrán integrarse a ella, sean de orden oficial o
particular: instituciones de salud, de procuración de justicia, educativas, de
asistencia social, instituciones especializadas en el tratamiento de adictos,
grupos de autoayuda, servicios médicos forenses y legistas, etcétera.




                Procedimientos generales para su organización

El primer paso es identificar y reclutar a las instituciones que puedan integrarse
al programa; esto se puede llevar a cabo mediante la aplicación de
cuestionarios, que se enviarán a todas aquellas instituciones que manejen
información relacionada con el problema de las drogas.

  El propósito de los cuestionarios es investigar qué instituciones manejan
algún tipo de registro administrativo que contenga información cualitativa o
cuantitativa de interés para la red de información continua y cuáles tienen
interés en participar en el programa. Cuando las instituciones quieran participar
y, en efecto, lleven registros de información útil para el programa, se solicitan
copias de sus formatos, y se les pide que los envíen periódicamente a la
coordinación de vigilancia que corresponda. Si la institución no lleva ningún tipo
de registro útil para el sistema pero quiere participar, se puede concertar con
ellos la integración o modificación de registros que contengan variables de
interés, definidas conjuntamente.

  Una vez establecida la colaboración de las instituciones interesadas se
elabora el diagnóstico local, que puede realizarse de la siguiente manera:

1) Reunir toda la información formal del fenómeno, que exista en las fuentes
identificadas.

2) Aplicación de cuestionarios a todas las instituciones participantes, con la
finalidad de recabar la información no formal existente sobre el problema
investigado. Existen cinco ejemplos de cuestionarios, diseñados para cinco
diferentes tipos de instituciones (véase anexo A: red de información continua).
3) Integración de un informe global que sistematice la totalidad de la
información recolectada.

  Las características de flujo de la información se definen para cada una de las
instituciones, según su propia infraestructura. Dentro de lo posible, la
información deberá clasificarse de acuerdo con la Clasificación Internacional de
Enfermedades (CIE).

   Al efectuar análisis en diversos niveles (municipal, estatal o regional), en
función de las características y disponibilidad de la información, esta estrategia
permite identificar zonas de alto riesgo, esto es, areas geográficas delimitadas
tanto por las consecuencias como por las diferencias en el consumo de
sustancias en las comunidades, lo cual brinda a esta estrategia características
ideales para determinar la necesidad y ubicación de puestos centinela.
Además, al tener características dinámicas y estudiar el fenómeno a través del
tiempo, refleja las consecuencias de brotes epidémicos de consumo, lo cual
permite anticipar la necesidad de instrumentar estrategias más precisas en
localidades nuevas. Una vez integrada la información se deben generar
reportes periódicos que retroalimenten a las instituciones participantes y
orienten la toma de decisiones. Resulta lo ideal que las instituciones
participantes en el sistema de información rutinaria se integren a la red de
puestos centinela.



                          LOS PUESTOS CENTINELA

Esta estrategia permite caracterizar más precisamente el problema investigado,
e incluso detectar grupos de riesgo, basados en perfiles. Es la estrategia ideal
para detectar brotes epidémicos de consumo de sustancias, pues sus
características le permiten dar el primer aviso. Su información también permite
orientar los esfuerzos de las encuestas continuas.

  Los puestos centinela se han definido como sitios de vigilancia
epidemiológica ubicados en lugares clave para detectar el problema de
consumo de drogas, es decir, en sectores donde habitan o acuden usuarios de
sustancias o grupos poblacionales considerados de alto riesgo para el
consumo de sustancias adictivas.

  El concepto de puestos centinela en áreas clave se refiere a aquellos
sectores que, más allá de su apariencia concreta, parecen expresar un
problema de consumo de sustancias significativamente mayor. Entre ellos se
considera a sectores como los servicios de urgencias de los hospitales, los
que, a la manera de un centinela epidemiológico, pueden tener la visión
oportuna del problema de drogas en la calle. La información a su alcance cubre
un amplio espectro que va desde las urgencias resultado de los patrones
tradicionales de ingestión alcohólica hasta las consecuencias del uso de
nuevas sustancias y nuevas formas de administración de drogas, episodios que
por su naturaleza súbita van en busca de atención urgente en hospitales.
En la definición de esta estrategia están presentes dos elementos básicos:

1) En primer lugar, la búsqueda de lugares que en la realidad cotidiana
funcionen como puntos focales que capten información directa sobre
acontecimientos relacionados con el uso de sustancias adictivas.

2) En segundo lugar, la metodología en que se basan es considerada como
pasiva, dado que únicamente emplea la información recibida en el puesto; es
decir, no se acude a la comunidad para recabarla.

  De esta manera, los puestos centinela generan información de manera
pasiva y continua, mediante un número reducido de indicadores de las
consecuencias individuales y sociales ocasionadas o relacionadas con el
consumo de sustancias adictivas. Con la instalación de puestos centinela será
posible conocer la dinámica de las formas de consumo en las diferentes áreas
estudiadas y detectar de manera precoz los cambios en los patrones de
consumo de la población usuaria de aquellos servicios en los que se instalen
los puestos.

 Los fundamentos para la planeación y diseño de los puestos centinela son:

1) Deben generar información que mejore la salud de la comunidad.

2) Deben contribuir a la planificación en salud en todos los niveles.

3) Deben ser económicos.

4) Deben integrarse a los Sistemas Nacionales de Vigilancia Epidemiológica, y
no formar sistemas paralelos ni crear infraestructuras especiales.

5) Deben contar con instrumentos sencillos, breves y de rápida utilización, y;

6) Finalmente, no deben incrementar la carga de trabajo del personal
participante, por lo que el tiempo destinado a esta actividad no deberá ser
mayor al 15% de la jornada.




                Procedimientos generales para su organización

Para instaurar los puestos centinela se deben seguir los pasos descritos a
continuación:

1) Establecer contacto con las autoridades de la institución seleccionada para
integrarse a la red de puestos centinela.

2) Presentar el programa a las autoridades y acordar calendarios para proceder
al adiestramiento.
3) En caso de que se llegue a acuerdos regionales o Institucionales, adiestrar y
sensibilizar los mandos medios y superiores.

4) Adiestrar a los candidatos a "centinelas epidemiológicos".

5) Seleccionar a "centinelas definitivos" y responsables del puesto centinela.

6) Informar a las autoridades de la institución correspondiente, el fin de la etapa
de adiestramiento y proponer fechas de inicio para las actividades operativas.
Es necesario contar con estimaciones confiables sobre el promedio de
servicios prestados; casos o pacientes atendidos, para cada puesto, con el fin
de cuantificar el número de cédulas requerido por semana.

7)Codificar, según hoja de codificación y semana epidemiológica, un total de
cédulas igual al promedio de atenciones prestadas más un 10%.

a) La primera vez, las cédulas se entregan personalmente y las subsecuentes
con un mensajero.

b) Las cédulas se hacen llegar al puesto centinela el jueves anterior a la
semana epidemiológica codificada.

c) Se recogen el martes siguiente al de la semana codificada.

8) Realizar comunicaciones telefónicas para verificar el buen funcionamiento
del operativo, en terminos de la:

a) Oportunidad en el reparto de las cédulas a los centinelas epidemiológicos.

b) Oportunidad en la recuperación de las mismas.

9) Realizar visitas de supervisión preferiblemente:

a) Dos durante la primera semana de operación.

b) Una cada semana, hasta cumplir el mes.

c) Posteriormente una mensual durante los primeros seis meses, y después
una bimestral o trimestral.

10) Validar y capturar la información recolectada.

11) Elaborar reportes semanales y mensuales para cada puesto y agrupar por
instituciones estados y regiones, en la medida de lo posible.



                  Instrumentos de recolección de información
Los instrumentos de investigación para los puestos centinela fueron
desarrollados a partir de las variables mínimas comunes, hay módulos de
variables comunes y los hay específicos para cada tipo de puesto centinela.
Dichos instrumentos tienen como características fundamentales una cantidad
mínima de reactivos, la simplificación de su llenado (que consiste en cruzar con
un lápiz la opción correcta en cada caso) y ser codificados automáticamente.

  Además, cada cédula tiene en el dorso un instructivo de llenado que permite
resolver la mayoría de las situaciones que se pueden presentar (véase anexo
B: puestos centinela). Estas características permiten su pronto envío a los
servicios de captura, procesamiento y análisis.

 La información que se consigna en las cédulas se presenta a continuación:

IDENTIFICACIÓN DEL PUESTO: entidad federativa, ciudad, institución, folio,
unidad.

SEMANA: se considera la distribución temporal en semanas epidemiológicas.

DIA DE LA SEMANA: corresponde al día calendario en que se capta el caso,
de domingo a sábado.

  Los apartados anteriores son llenados previo al envío de las cédulas. Para la
codificación de cada variable se diseñó un formato numérico de progresión
logarítmica, que economiza espacio y permite la lectura óptica electrónica de
las cédulas, cada variable de identificación cuenta con un espacio de
codificación numérica y la información para llenarla conforma un catálogo
específico de codificación. La forma de consignar ésta información en la cédula
es sumar los dígitos necesarios según el valor de cada variable específica.

  A cada nuevo puesto centinela se le asigna un código numérico consecutivo
según la institución a que pertenezca. Dado que existe un código diferente para
cada entidad federativo, para cada ciudad y para cada institución, se asegura
que cada puesto centinela tenga una forma única de identificación.

Los siguientes apartados representan la información sustancial de las cédulas:

HORARIO: dividido en tres turnos; matutino, cuando el caso sea recibido entre
las 6:00 y las 14:00 horas; vespertino, entre las 14:00 y las 22:00, y nocturno
cuando esto ocurra entre las 22:00 y las 6:00 horas.

EDAD EN AÑOS: el tiempo transcurrido en años, entre el nacimiento del
individuo y el momento de captación del caso.

SEXO: masculino y femenino.

MOTIVO DE ATENCIÓN: razón por la que acude al servicio; se investigan
causas violentas, enfermedades, problemas de socialización, etcétera.
FUMA ACTUALMENTE: el individuo dice consumir tabaco en cualquier
presentación, frecuencia y cantidad en el momento actual y durante los últimos
30 días. En algunos casos se investigan dos categorías de consumo: menos de
5 cajetillas y más de 5 cajetillas en toda la vida.

 A continuación se registra el consumo de las siguientes sustancias adictivas:

ALCOHOL: ingerir cualquier tipo de bebida alcohólica; existen clasificaciones
diferentes para cada caso.

ANALGÉSICOS NARCÓTICOS: drogas médicas derivadas del opio que son
utilizadas como analgésicos (p.ej. Darvón).

SEDANTES. drogas médicas que incluyen los barbitúricos y sus derivados en
cualquier presentación (p.ej. Sedalmerk).

TRANQUILIZANTES: drogas médicas en que se agrupan todas las sustancias
cuyo efecto sea buscado para eliminar ansiedad, angustia, excitabilidad o para
producir sueño (p.ej. Valium, Melleril, Rohypnol, etcétera).

ANFETAMINAS Y OTROS ESTIMULANTES: drogas médicas que se emplean
para levantar el ánimo, para mantenerse despiertos (para estudiar o trabajar) o
para adelgazar (p.ej. anfetaminas).

MARIGUANA / CANNABIS: en cualquiera de sus presentaciones.

INHALABLES: se incluyen los productos derivados del petróleo que se
emplean como droga por inhalación (p.ej. thinner, cemento, pinturas, etcétera).

COCAINA: se incluyen todas sus presentaciones y vías de administración.

HEROÍNA / OPIO: agrupa todos los derivados de opio, como la morfina, que se
emplean en forma directa.

ALUCINÓGENOS: abarca todas las sustancias usadas en busca de efectos
alucinantes (p. ej. hongos o peyote).

OTROS: para aquellas sustancias que, por cualquier motivo, no puedan ser
clasificadas en alguno de los apartados anteriores.




                           Capacitación del personal

La capacitación del personal participante parte de dos premisas fundamentales:

1) Sensibilizar a los recursos humanos que generan la información, sobre la
relevancia de esta actividad; es decir, volver a dotar de sentido al trabajo que
se realiza, de manera que el trabajador participe realmente en su actividad y
sea un eficiente centinela epidemiológico. Esta sensibilización es la base de
una motivación permanente.

2)Dar a conocer las generalidades de la vigilancia epidemiológica de las
adicciones, las particularidades de la estrategia de puestos centinela y las
normas e instrucciones para el manejo de las cédulas correspondientes.

  En general, la tendencia ha sido ignorar el aspecto de la motivación y esperar
a que la tecnología resuelva los problemas operativos que se presenten; sin
embargo, se considera conveniente estimular el potencial creativo del personal,
impulsando la recuperación de su experiencia, al asignarle un papel activo y
dinámico a su participación en el proceso de generación de la información, de
manera que su respuesta sea veraz y útil para los objetivos de la vigilancia
epidemiológica. Por lo tanto, esta estrategia debe buscar la metodología
apropiada para la sistematización tanto de la práctica cotidiana como de la
capacitación necesaria.

La operacionalización de los puestos centinela implica dos niveles de
capacitación: Uno entre coordinaciones regionales o locales, que requiere la
participación de personas encargadas de mandos medios y supervisores, y otro
entre el personal operativo que participa directamente captando la información
(centinelas epidemiológicos).

  A fin de capacitar a los mandos medios, coordinadores y supervisores, se
presentará un panorama de las adicciones aportando, en lo posible,
información local para sensibilizarlos, se analizará la metodología y los
instrumentos de recolección para familiarizar a los participantes con los
objetivos de la vigilancia y la forma en que se pretenden alcanzar,
especificando las funciones, responsabilidades y actividades tanto del centinela
como de los coordinadores y supervisores (véase anexo B: puestos centinela).

  Para los centinelas epidemiológicos de las adicciones se realizarán reuniones
de adiestramiento en las que, a partir de un grupo numeroso de candidatos, se
seleccionará a los centinelas, primero por propuesta voluntaria y después por
evaluación del desempeño; se invitará a aquellos individuos que muestren
particular interés y compromiso con el proyecto.

  Este proceso partirá asimismo de una sensibilización y capacitación inicial en
la que se presentará un panorama del problema de las adicciones incluyendo,
en lo posible, información local, a fin de iniciar la sensibilización de los
trabajadores; posteriormente se analizará la metodología y los instrumentos de
recolección para familiarizar al trabajador con los objetivos del sistema y la
forma en que se pretenden alcanzar. Finalmente se analizarán las funciones,
responsabilidades y actividades específicas del centinela (véase anexo B:
puestos centinela) y se aplicará un pequeño cuestionario para que los
participantes evalúen tanto el contenido como las técnicas de sensibilización y
adiestramiento utilizados. A partir de este punto, la sensibilización y
capacitación continuarán con un programa permanente con base en asesorías
y supervisiones, de manera que el entrenamiento avance paralelamente al
desarrollo de las capacidades y habilidades del personal.

  Esta concepción implica que el trabajador debe conocer los resultados de sus
actividades y participar creativamente en la evaluación del programa: ambos
elementos permiten al trabajador ampliar sus conocimientos, desarrollar sus
capacidades y, además de sensibilizarlo, aprovechar sus experiencias. Ello
garantiza que los puestos centinela sean entidades dinámicas, cada vez más
adecuadas a las características de las localidades en las que estén ubicados y
por consiguiente cumplan mejor con sus objetivos.

Los puestos centinela se pueden ubicar en:

      Servicios de urgencias médicas.
      Centros de salud del primer nivel de atención.
      Agencias del ministerio público.
      Centros de asistencia social.
      Instituciones educativas.
      Retenes migratorios.

  Su cantidad y ubicación se determina con base en la información acumulada
y en coordinación con las autoridades competentes en cada ciudad
seleccionada. Se considera conveniente la participación de grupos civiles de
asistencia como son los dispensarios médicos, grupos de auto-ayuda, etcétera.

  La información que produzcan los puestos centinela se complementará con la
del sistema de información rutinaria, y toda en su conjunto permitirá orientar el
sistema de encuestas continuas, tercer componente del sistema, que obtendrá
información cualitativa y precisa sobre el fenómeno investigado. Idealmente los
puestos centinela deben funcionar además como centros de coordinación y
puntos de partida para el levantamiento de las encuestas continuas.



                        LAS ENCUESTAS CONTINUAS

La estrategia de encuestas continuas busca completar el cuadro que ofrecen
las dos estrategias anteriores. La información de las dos estrategias anteriores
ubica geográfica, demográfica y temporalmente el problema y nos hace
conocer su dinámica a través del tiempo. Una vez identificadas zonas y
poblaciones de riesgo, se pueden aplicar metodologías probabilísticas para
obtener información que sea representativa de poblaciones mayores, de
regiones enteras o del país en su totalidad.

   Una forma de lograrlo es conformar poblaciones homogéneas en universos
limitados del tipo de conglomerados, es decir, agrupar a aquellas comunidades
constituidas por individuos que poseen en común características o perfiles de
riesgo similares como; patrones de consumo, niveles socioeconómicos, estilos
de vida, localizaciones específicas en tiempo y espacio, etc., con los cuales se
pueden conformar universos de dimensiones y características bien delimitadas.
Una vez creados los perfiles de estas poblaciones, es posible estudiarlas con
encuestas que precisen con mucho detalle la magnitud y alcances del
problema de las adicciones en cada segmento poblacional.

  La selección de los sujetos de estudio puede llevarse a cabo partiendo de
una característica o un grupo de características definidas y, sin importar el
tamaño de la muestra, pueden entrevistarse en diferentes momentos; ello
permite seleccionar un número pequeño de individuos para cada
levantamiento, no abrumar a los individuos con cuestionarios extensos ni
agotar las muestras en periodos cortos.



                           Procedimientos generales

Los cuestionarios diseñados para la estrategia de encuestas continuas deben
ser comparables entre sí y con otras fuentes (p.ej. Encuesta Nacional de
Adicciones) y tienen como patrones fundamentales el diseño modular, con
módulos fijos y módulos intercambiables. Los módulos fijos permiten
homogeneizar a los individuos entrevistados; los módulos intercambiables
permiten elaborar cuestionarios reducidos logrando simplificación y rapidez en
el llenado, conformar bloques de información congruente, cualitativa y completa
en lapsos de tiempo cortos, y así lograr un análisis integral del problema.

  Operativamente este diseño permite el rápido envío a los servicios de
captura, procesamiento y análisis y es tan versátil que permite la realización de
encuestas telefónicas, en la calle, en centros comerciales, bares, restaurantes,
o incluir el uso de otras metodologías, que brindarán información ágil a un
costo relativamente bajo.

  La periodicidad y las prioridades de investigación podrán definirse a partir de
los factores de riesgo, conocidos a través de la información continua y los
puestos centinela.

  La instrumentación de esta estrategia supone la necesidad de una
infraestructura en informática capaz de permitir la comunicación, el
procesamiento y la emisión oportuna y ágil de los resultados obtenidos.

   El diseño de los cuestionarios debe permitir su rápida aplicación,
particularmente en lugares donde la afluencia y el flujo de personas sea
intenso. Se estima que un buen tiempo promedio para llevarla a cabo son dos
minutos, lo cual permite que cada entrevistador aplique 50 cuestionarios en un
tiempo aproximado de 90 minutos.

  Por lo que se refiere a la muestra, se considera como población sujeto de
estudio a mujeres y hombres, hayan consumido o no alguna de las sustancias
investigadas, los límites de edad pueden ser definidos libremente pero deben
permitir comparaciones con otras fuentes.
La estructura del cuestionario permite sencillez en el manejo; por tanto, la
capacitación del personal para el levantamiento de las encuestas sólo requiere
una explicación general del contenido, sobre todo en los pases que contiene.
De esta forma, se debe leer textualmente cada pregunta para obtener la
información completa.

  Una vez que se han recabado los datos, se procede a su revisión y
codificación para garantizar la coherencia interna. Si algunos cuestionarios
carecen de información sustancial, se recomienda no incluirlo en el análisis
pero si en el reporte; posteriormente, los cuestionarios se procesan en bases
de datos previamente validadas, para analizar posteriormente la información
arrojada por la encuesta.




                           Instrumentos de recolección

Los reactivos de los cuestionarios anexos fueron clasificados en varios
módulos: I. Identificación; II. Actitudes y conocimientos; III. Patrón de consumo,
y IV. Datos sociodemográficos. En el caso de alcohol se agregó un módulo
para ser aplicado particularmente a la población femenina.

  Las preguntas tienen como referencia las categorías generales de la
Encuesta Nacional de Adicciones y otros estudios similares, aunque se
incluyeron algunas variantes no consideradas anteriormente. En ambos
cuestionarios se asientan las variables de las tres estrategias del SISVEA.

 Los módulos, y su función, están estructurados de la siguiente manera:

I. IDENTIFICACIÓN. Es un módulo fijo que permite diferenciar cada
cuestionario y considera: fecha, folio, clave del entrevistador, entidad federativa
y ciudad.

II. ACTITUDES Y CONOCIMIENTOS. Módulo móvil que busca definir el
conocimiento y las actitudes de la gente acerca del uso de las sustancias
adictivas estudiadas, o bien algunos elementos que modifiquen dicho uso (p ej.
la aplicación del Reglamento para la Protección de los No Fumadores en
México D.F.).

PATRÓN DE CONSUMO. Es un módulo móvil que ofrece el conocimiento de la
cantidad y frecuencia de consumo de las sustancias investigadas, así como
datos específicos del patrón, como antigüedad en el consumo, combinaciones
de sustancias, etc. De ese modo, al estudiar poblaciones homogéneas, es
posible determinar la variación de dicho patrón de consumo, dado que las
encuestas continuas son comparables entre sí a lo largo del tiempo.

IV. DATOS SOCIODEMOCRÁFICOS. Es un módulo fijo que ubica a cada
individuo en la estructura sociodemográfica a la que pertenece. El módulo está
integrado por preguntas referentes a la edad, sexo, estado civil, ocupación y
escolaridad. Se incluye también un grupo de preguntas móviles para conocer
aspectos de migración.

V. POBLACIÓN FEMENINA. Es un módulo intercambiable cuya finalidad es
conocer el patrón de consumo de sustancias durante el embarazo.

  Las preguntas se diseñaron con un lenguaje sencillo. Sin embargo, para
evitar ambigüedades, se anexó un instructivo donde se señalan las
especificidades que requiere cada pregunta y, además, los códigos otorgados a
las opciones de respuesta, con la intención de resolver la mayoría de las
respuestas que se pueden obtener durante su aplicación.

  A manera de ejemplo, se anexan dos cuestionarios que pueden aplicarse a
población general: uno para investigar el consumo de tabaco y otro para
investigar el consumo de alcohol.



         VII. EVALUACIÓN DE LAS ACTIVIDADES DE VIGILANCIA

                PRINCIPIOS ORIENTADORES PARA LA EVALUACIÓN

Dado el creciente interés en distintos ámbitos de la sociedad nacional e
internacional en el desarrollo, seguimiento y evaluación de sistemas de
información en salud, se ha planteado la necesidad de lograr un acuerdo sobre
cuáles deben ser las características de todo esfuerzo en este campo. Durante
un taller organizado por UNICEF sobre monitoreo y evaluación en 1987, se
logró un consenso sobre una serie de principios orientados de la medición, los
que pueden servir como punto de referencia. Así se concluyó que toda
actividad de medición en salud debe cumplir con los siguientes puntos:



1) Debe mejorar la salud. El sistema de información debe contribuir al
mejoramiento de la salud. Este principio obvio tiene las siguientes aplicaciones:

a) Exige una planificación más efectiva que tome en cuenta, de manera
sistemática, el impacto de cada acción de salud en la reducción de muertes,
enfermedades e incapacidades para lograr un mejor uso de recursos limitados.

b) Requiere que los trabajadores de salud se involucren en un proceso activo
que incluye la capacitación de aquellos que recolectan los datos, enseñándoles
cómo analizar y aprovechar sus propios logros (en términos de su impacto, no
sólo de la cantidad de actividades realizadas) como parte de una actividad
enfocada a la salud, en lugar de pasar horas llevando registros cuya utilidad no
se entiende.

c) Que las mediciones puedan contribuir al mejoramiento de la salud en cuanto
medio de conocimiento y autoevaluación de la comunidad.
2) Debe ser íntegras. Todo proceso de medición debe ser concebido como una
contribución a la planificación nacional. En el caso de que se establezcan
nuevas formas de captar información, éstas no deben constituirse en un
sistema paralelo, sino ser una parte integral del sistema único de información.



3) Debe poderse sostener en términos de costo y capacidades. Igualmente, la
recolección, el análisis y el uso de datos deben evaluarse respecto de sus
costos, que incluyen el tiempo, los sueldos de los trabajadores del sector salud,
los gastos de equipamiento y suministro. Además, en el caso de las encuestas
continuas, deben considerarse los costos en tiempo, así como la privacidad de
los miembros de la comunidad.



4) Debe ser flexible para adaptarse a las capacidades locales. El sistema de
información debe adecuarse a las necesidades y capacidades de los
trabajadores de los niveles nacional, regional y local utilizando métodos de
recolección y análisis de datos accesibles en cada nivel. Sin embargo, los
mismos procesos de medición deben poder mortificarse según el desarrollo de
capacidades en los distintos niveles. Siendo un sistema que debe
retroalimentar a la comunidad de la cual extrae la información, también deberá
adaptarse a los conocimientos y a la capacidad de la misma, de tal manera que
fomente su participación creciente.



5) Debe favorecer la vinculacíón entre los diferentes niveles (nacional, regional,
local), de los sectores entre sí y con la comunidad. Dentro del contexto del
sistema único de información de salud, los procesos de medición deben facilitar
la coordinación con otros sectores que tienen que ver con la salud y que
coadyuven en la prevención del consumo de sustancias adictivas (como los de
educación y justicia, servicios, centros recreativos y laborales). Para el mejor
aprovechamiento de los datos ya obtenidos y disponibles en cada sector, así
como para retroalimentar a estos mismos sectores con la información sobre el
impacto de sus actividades en la salud, el sistema debe permitir y estimular al
máximo la participación del personal de salud en una mejor gestión y
autogestión, incluyendo la de la propia comunidad.



6) Debe producir información confiable y de fácil obtención. El trabajo práctico
de recolección y análisis de datos debe proporcionar información accesible
para todos los niveles y ser de fácil obtención, de buena calidad, oportuna y
confiable. Debe permitir la evaluación del uso de recursos humanos,
suministros y fondos en términos de la cobertura y el impacto logrados,
elementos claves para la planificación de las actividades en los niveles local,
regional y nacional que tengan como finalidad controlar el problema de las
adicciones.

  Posiblemente las respuestas a las siguientes diez preguntas sean de utilidad
para la evaluación periódica de las actividades de vigilancia epidemiológica de
las adicciones en cada una de sus estrategias:

1) ¿Cuáles son los instrumentos de medición existentes?

2) ¿Cuál es la utilidad de cada instrumento en la medición del proceso y del de
impacto?

3) ¿El sistema de medición requiere personal especial? y, si éste existe, ¿está
adiestrado?

4) ¿Qué volumen de trabajo implica este sistema para los trabajadores de
salud en cada nivel (horas por semana)?

5) ¿Cómo contribuye la medición a la capacitación de los trabajadores de
salud?

6)¿Cómo contribuye la medición en el mejoramiento de la calidad de los
servicios?

7) ¿Cómo contribuye la medición al proceso de descentralización de los
servicios de salud?

8) ¿Qué grado de flexibilidad existe para que los sistemas de medición se
adapten a la heterogeneidad de condiciones locales?

9) ¿Cómo se puede evitar o reducir el deterioro de la calidad de la medición
consecuencia de su aplicación rutinaria?

      10) ¿Cómo se sostiene el sistema de medición después de que termina
      un proyecto específico?

  Evidentemente, los conceptos vertidos en este manual deben considerarse
dentro de la dinámica natural de cada comunidad y de los mismos fenómenos
que se pretende estudiar. La posibilidad de que estas actividades
epidemiológicas aporten información adecuada para lograr impactos efectivos
en el fenómeno de las adicciones, está íntimamente ligada con la
retroalimentación proveniente de un buen sistema de evaluación, que, a su vez,
debe ir mejorando conforme madure el sistema de vigilancia.



                             VIII. BIBLIOGRAFIA

Castro, M.E. "El uso de drogas entre los estudiantes. Resultados de una
investigación." Salud Mental, 10(4):30-37. México, diciembre de l987.
De la Fuente, Ramón y M.E. Medina Mora. "II. El abuso y la dependencia de
fármacos psicoactivos." Salud Mental, 10 (2):14-21. México, junio de 1987.

De la Fuente, Ramón. "El problema de la farmacodependencia. Visión de
conjunto." Salud Mental, 10 (4): 7-10. México, diciembre de 1987.

Dirección General de Epidemiología, Instituto Mexicano de Psiquiatría, SSA.
Encuesta Nacional de Adicciones. Diseño conceptual. México, 1987.

Dirección General de Epidemiología, Instituto Mexicano de Psiquiatría, SSA.
Encuesta Nacional de Adicciones. Infome final. México, 1990.

Medina-Mora, M.E. "Aspectos epidemiológicos del uso de sustancias inhalables
en la República Mexicana." Salud Mental 10 (4): 11-19. México, diciembre de
1987.

Miguez, Hugo. Metodología para la investigación participativa del uso de
sustancías que producen dependencia. Buenos Aires, 1989; mimeografiado.

Miguez, Hugo. Bases para un sistema de vigilancia epidemiológica regional
sobre abuso de sustancias psicoactivas. Buenos Aires, 1990; mimeografiado.

Ortiz, Arturo. "Desarrollo del Sistema de Registro de Información sobre Drogas
en México." Bol. Of. Sanit. Panam. 107 (6):523-530. México, 1989.

Universidad Autónoma de Guerrero. Cuadernos del Centro de Investigaciones
en Enfermedades Tropicales. (CIET). Número especial dedicado a los sitios
centinela, vol. 1, núm. 2. México, 1990.




          Manual para la vigilancia epidemiológica de las adicciones,

                 se terminó de Imprimir en noviembre de 1993

                     La edición consta de 200 ejemplares

                     Impreso en Líto Line de México,S.A.

Más contenido relacionado

La actualidad más candente

Trastornos de personalidad en fumadores, una revisi+¦n
Trastornos de personalidad en fumadores, una revisi+¦nTrastornos de personalidad en fumadores, una revisi+¦n
Trastornos de personalidad en fumadores, una revisi+¦npedrolafu
 
Hábitos y estilos de vida relacionados con la salud.
Hábitos y estilos de vida relacionados con la salud.Hábitos y estilos de vida relacionados con la salud.
Hábitos y estilos de vida relacionados con la salud.José María
 
Adiccion a sustanias psicoactivas si
Adiccion a sustanias psicoactivas siAdiccion a sustanias psicoactivas si
Adiccion a sustanias psicoactivas siyurledis3
 
110627 jornada debate_tabaco[2]
110627 jornada debate_tabaco[2]110627 jornada debate_tabaco[2]
110627 jornada debate_tabaco[2]fcamarelles
 
M1 s1 1_material_el_impacto_economico_y_social_de_drogas_en_el_peru_2018
M1 s1 1_material_el_impacto_economico_y_social_de_drogas_en_el_peru_2018M1 s1 1_material_el_impacto_economico_y_social_de_drogas_en_el_peru_2018
M1 s1 1_material_el_impacto_economico_y_social_de_drogas_en_el_peru_2018Juan Martin Sanchez Rodriguez
 
Participación de instituciones y sociedad civil (julio)
Participación de instituciones y sociedad civil (julio)Participación de instituciones y sociedad civil (julio)
Participación de instituciones y sociedad civil (julio)Miguel Rivera
 
Presentacion edades200910
Presentacion edades200910Presentacion edades200910
Presentacion edades200910Leopoldo Soria
 

La actualidad más candente (13)

Trastornos de personalidad en fumadores, una revisi+¦n
Trastornos de personalidad en fumadores, una revisi+¦nTrastornos de personalidad en fumadores, una revisi+¦n
Trastornos de personalidad en fumadores, una revisi+¦n
 
Hábitos y estilos de vida relacionados con la salud.
Hábitos y estilos de vida relacionados con la salud.Hábitos y estilos de vida relacionados con la salud.
Hábitos y estilos de vida relacionados con la salud.
 
2014 3 drogas
2014 3 drogas2014 3 drogas
2014 3 drogas
 
Adiccion a sustanias psicoactivas si
Adiccion a sustanias psicoactivas siAdiccion a sustanias psicoactivas si
Adiccion a sustanias psicoactivas si
 
Adiccion
AdiccionAdiccion
Adiccion
 
110627 jornada debate_tabaco[2]
110627 jornada debate_tabaco[2]110627 jornada debate_tabaco[2]
110627 jornada debate_tabaco[2]
 
M1 s1 1_material_el_impacto_economico_y_social_de_drogas_en_el_peru_2018
M1 s1 1_material_el_impacto_economico_y_social_de_drogas_en_el_peru_2018M1 s1 1_material_el_impacto_economico_y_social_de_drogas_en_el_peru_2018
M1 s1 1_material_el_impacto_economico_y_social_de_drogas_en_el_peru_2018
 
Participación de instituciones y sociedad civil (julio)
Participación de instituciones y sociedad civil (julio)Participación de instituciones y sociedad civil (julio)
Participación de instituciones y sociedad civil (julio)
 
Poster exfumadores
Poster exfumadoresPoster exfumadores
Poster exfumadores
 
Poster fumadores
Poster fumadoresPoster fumadores
Poster fumadores
 
Guia Drogas
Guia DrogasGuia Drogas
Guia Drogas
 
Presentacion edades200910
Presentacion edades200910Presentacion edades200910
Presentacion edades200910
 
Presentacion eda
Presentacion edaPresentacion eda
Presentacion eda
 

Destacado (6)

El Pentateuco
El PentateucoEl Pentateuco
El Pentateuco
 
Grupo c
Grupo cGrupo c
Grupo c
 
Ian & gwen harding family round table
Ian & gwen harding   family round tableIan & gwen harding   family round table
Ian & gwen harding family round table
 
Relatório geral pi
Relatório geral piRelatório geral pi
Relatório geral pi
 
A Real World Design Process
A Real World Design ProcessA Real World Design Process
A Real World Design Process
 
Manual PráCtico Para Blogrs
Manual PráCtico Para BlogrsManual PráCtico Para Blogrs
Manual PráCtico Para Blogrs
 

Similar a Vigilancia epidemiológica de las adicciones en México

Guia mexicana para el tratamiento de tabaquismo
Guia mexicana para el tratamiento de tabaquismoGuia mexicana para el tratamiento de tabaquismo
Guia mexicana para el tratamiento de tabaquismoRENZOMANUEL CARDENAS OCHOA
 
POLÍTICA PÚBLICA INTEGRAL DE DROGAS MINISTERIO DE SALUD PUBLICA ECUADOR
POLÍTICA PÚBLICA INTEGRAL DE DROGAS MINISTERIO DE SALUD PUBLICA ECUADORPOLÍTICA PÚBLICA INTEGRAL DE DROGAS MINISTERIO DE SALUD PUBLICA ECUADOR
POLÍTICA PÚBLICA INTEGRAL DE DROGAS MINISTERIO DE SALUD PUBLICA ECUADORRubenDarioQuitoParra
 
Trabajo de computo
Trabajo de computoTrabajo de computo
Trabajo de computomoooooonn
 
Proyecto de investigación
Proyecto de investigaciónProyecto de investigación
Proyecto de investigaciónpitufina02
 
Uso Y Abuso De Droga2s End.Ppt2
Uso Y Abuso De Droga2s End.Ppt2Uso Y Abuso De Droga2s End.Ppt2
Uso Y Abuso De Droga2s End.Ppt2Maritza
 
Encuesta tabaquismo
Encuesta tabaquismoEncuesta tabaquismo
Encuesta tabaquismomarsome
 
Conductas de riesgo tabaco.pptx
Conductas de riesgo tabaco.pptxConductas de riesgo tabaco.pptx
Conductas de riesgo tabaco.pptxCesarVazquez97
 
Tabaquismo
TabaquismoTabaquismo
TabaquismoSil Sill
 
Los adolescentes y el consumo de drogas
Los adolescentes y el consumo de drogasLos adolescentes y el consumo de drogas
Los adolescentes y el consumo de drogasPaulo Arieu
 
DOC-20230613-WA0005.docx
DOC-20230613-WA0005.docxDOC-20230613-WA0005.docx
DOC-20230613-WA0005.docxKeniaMarquez10
 
Programa antitabaco
Programa antitabacoPrograma antitabaco
Programa antitabacoJosé Meza
 
Programa para prevenir el uso de alcohol
Programa para prevenir el uso de alcoholPrograma para prevenir el uso de alcohol
Programa para prevenir el uso de alcoholyolimar carvajal
 
Estudio sobre la percepcion de riesgo en el consumo de drogas
Estudio sobre la percepcion de riesgo en el consumo de drogasEstudio sobre la percepcion de riesgo en el consumo de drogas
Estudio sobre la percepcion de riesgo en el consumo de drogasLuis Enrique Aleman Neyra
 
Estudio de las actitudes y preparación de los profesionales sanitarios de la ...
Estudio de las actitudes y preparación de los profesionales sanitarios de la ...Estudio de las actitudes y preparación de los profesionales sanitarios de la ...
Estudio de las actitudes y preparación de los profesionales sanitarios de la ...Manuel Calvillo Mazarro
 

Similar a Vigilancia epidemiológica de las adicciones en México (20)

Guia mexicana para el tratamiento de tabaquismo
Guia mexicana para el tratamiento de tabaquismoGuia mexicana para el tratamiento de tabaquismo
Guia mexicana para el tratamiento de tabaquismo
 
Drogadiccion
DrogadiccionDrogadiccion
Drogadiccion
 
Tabaquismo
TabaquismoTabaquismo
Tabaquismo
 
POLÍTICA PÚBLICA INTEGRAL DE DROGAS MINISTERIO DE SALUD PUBLICA ECUADOR
POLÍTICA PÚBLICA INTEGRAL DE DROGAS MINISTERIO DE SALUD PUBLICA ECUADORPOLÍTICA PÚBLICA INTEGRAL DE DROGAS MINISTERIO DE SALUD PUBLICA ECUADOR
POLÍTICA PÚBLICA INTEGRAL DE DROGAS MINISTERIO DE SALUD PUBLICA ECUADOR
 
Trabajo de computo
Trabajo de computoTrabajo de computo
Trabajo de computo
 
Proyecto de investigación
Proyecto de investigaciónProyecto de investigación
Proyecto de investigación
 
Uso Y Abuso De Droga2s End.Ppt2
Uso Y Abuso De Droga2s End.Ppt2Uso Y Abuso De Droga2s End.Ppt2
Uso Y Abuso De Droga2s End.Ppt2
 
Encuesta tabaquismo
Encuesta tabaquismoEncuesta tabaquismo
Encuesta tabaquismo
 
Conductas de riesgo tabaco.pptx
Conductas de riesgo tabaco.pptxConductas de riesgo tabaco.pptx
Conductas de riesgo tabaco.pptx
 
Tabaquismo
TabaquismoTabaquismo
Tabaquismo
 
Desabituación alcoholica
Desabituación alcoholicaDesabituación alcoholica
Desabituación alcoholica
 
Los adolescentes y el consumo de drogas
Los adolescentes y el consumo de drogasLos adolescentes y el consumo de drogas
Los adolescentes y el consumo de drogas
 
Tabaquismo Patologias
 Tabaquismo Patologias Tabaquismo Patologias
Tabaquismo Patologias
 
DOC-20230613-WA0005.docx
DOC-20230613-WA0005.docxDOC-20230613-WA0005.docx
DOC-20230613-WA0005.docx
 
Tabaquismo
TabaquismoTabaquismo
Tabaquismo
 
Programa antitabaco
Programa antitabacoPrograma antitabaco
Programa antitabaco
 
Taller prevencion de adicciones
Taller prevencion de adiccionesTaller prevencion de adicciones
Taller prevencion de adicciones
 
Programa para prevenir el uso de alcohol
Programa para prevenir el uso de alcoholPrograma para prevenir el uso de alcohol
Programa para prevenir el uso de alcohol
 
Estudio sobre la percepcion de riesgo en el consumo de drogas
Estudio sobre la percepcion de riesgo en el consumo de drogasEstudio sobre la percepcion de riesgo en el consumo de drogas
Estudio sobre la percepcion de riesgo en el consumo de drogas
 
Estudio de las actitudes y preparación de los profesionales sanitarios de la ...
Estudio de las actitudes y preparación de los profesionales sanitarios de la ...Estudio de las actitudes y preparación de los profesionales sanitarios de la ...
Estudio de las actitudes y preparación de los profesionales sanitarios de la ...
 

Último

30-de-abril-plebiscito-1902_240420_104511.pdf
30-de-abril-plebiscito-1902_240420_104511.pdf30-de-abril-plebiscito-1902_240420_104511.pdf
30-de-abril-plebiscito-1902_240420_104511.pdfgimenanahuel
 
DECÁGOLO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADO
DECÁGOLO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADODECÁGOLO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADO
DECÁGOLO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADOJosé Luis Palma
 
Dinámica florecillas a María en el mes d
Dinámica florecillas a María en el mes dDinámica florecillas a María en el mes d
Dinámica florecillas a María en el mes dstEphaniiie
 
Identificación de componentes Hardware del PC
Identificación de componentes Hardware del PCIdentificación de componentes Hardware del PC
Identificación de componentes Hardware del PCCesarFernandez937857
 
TEMA 13 ESPAÑA EN DEMOCRACIA:DISTINTOS GOBIERNOS
TEMA 13 ESPAÑA EN DEMOCRACIA:DISTINTOS GOBIERNOSTEMA 13 ESPAÑA EN DEMOCRACIA:DISTINTOS GOBIERNOS
TEMA 13 ESPAÑA EN DEMOCRACIA:DISTINTOS GOBIERNOSjlorentemartos
 
EXPANSIÓN ECONÓMICA DE OCCIDENTE LEÓN.pptx
EXPANSIÓN ECONÓMICA DE OCCIDENTE LEÓN.pptxEXPANSIÓN ECONÓMICA DE OCCIDENTE LEÓN.pptx
EXPANSIÓN ECONÓMICA DE OCCIDENTE LEÓN.pptxPryhaSalam
 
La empresa sostenible: Principales Características, Barreras para su Avance y...
La empresa sostenible: Principales Características, Barreras para su Avance y...La empresa sostenible: Principales Características, Barreras para su Avance y...
La empresa sostenible: Principales Características, Barreras para su Avance y...JonathanCovena1
 
TIPOLOGÍA TEXTUAL- EXPOSICIÓN Y ARGUMENTACIÓN.pptx
TIPOLOGÍA TEXTUAL- EXPOSICIÓN Y ARGUMENTACIÓN.pptxTIPOLOGÍA TEXTUAL- EXPOSICIÓN Y ARGUMENTACIÓN.pptx
TIPOLOGÍA TEXTUAL- EXPOSICIÓN Y ARGUMENTACIÓN.pptxlclcarmen
 
la unidad de s sesion edussssssssssssssscacio fisca
la unidad de s sesion edussssssssssssssscacio fiscala unidad de s sesion edussssssssssssssscacio fisca
la unidad de s sesion edussssssssssssssscacio fiscaeliseo91
 
celula, tipos, teoria celular, energia y dinamica
celula, tipos, teoria celular, energia y dinamicacelula, tipos, teoria celular, energia y dinamica
celula, tipos, teoria celular, energia y dinamicaFlor Idalia Espinoza Ortega
 
SINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptx
SINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptxSINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptx
SINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptxlclcarmen
 
La triple Naturaleza del Hombre estudio.
La triple Naturaleza del Hombre estudio.La triple Naturaleza del Hombre estudio.
La triple Naturaleza del Hombre estudio.amayarogel
 
programa dia de las madres 10 de mayo para evento
programa dia de las madres 10 de mayo  para eventoprograma dia de las madres 10 de mayo  para evento
programa dia de las madres 10 de mayo para eventoDiegoMtsS
 
Heinsohn Privacidad y Ciberseguridad para el sector educativo
Heinsohn Privacidad y Ciberseguridad para el sector educativoHeinsohn Privacidad y Ciberseguridad para el sector educativo
Heinsohn Privacidad y Ciberseguridad para el sector educativoFundación YOD YOD
 
SELECCIÓN DE LA MUESTRA Y MUESTREO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.pdf
SELECCIÓN DE LA MUESTRA Y MUESTREO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.pdfSELECCIÓN DE LA MUESTRA Y MUESTREO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.pdf
SELECCIÓN DE LA MUESTRA Y MUESTREO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.pdfAngélica Soledad Vega Ramírez
 
OLIMPIADA DEL CONOCIMIENTO INFANTIL 2024.pptx
OLIMPIADA DEL CONOCIMIENTO INFANTIL 2024.pptxOLIMPIADA DEL CONOCIMIENTO INFANTIL 2024.pptx
OLIMPIADA DEL CONOCIMIENTO INFANTIL 2024.pptxjosetrinidadchavez
 
Planificacion Anual 2do Grado Educacion Primaria 2024 Ccesa007.pdf
Planificacion Anual 2do Grado Educacion Primaria   2024   Ccesa007.pdfPlanificacion Anual 2do Grado Educacion Primaria   2024   Ccesa007.pdf
Planificacion Anual 2do Grado Educacion Primaria 2024 Ccesa007.pdfDemetrio Ccesa Rayme
 

Último (20)

Repaso Pruebas CRECE PR 2024. Ciencia General
Repaso Pruebas CRECE PR 2024. Ciencia GeneralRepaso Pruebas CRECE PR 2024. Ciencia General
Repaso Pruebas CRECE PR 2024. Ciencia General
 
30-de-abril-plebiscito-1902_240420_104511.pdf
30-de-abril-plebiscito-1902_240420_104511.pdf30-de-abril-plebiscito-1902_240420_104511.pdf
30-de-abril-plebiscito-1902_240420_104511.pdf
 
DECÁGOLO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADO
DECÁGOLO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADODECÁGOLO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADO
DECÁGOLO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADO
 
Dinámica florecillas a María en el mes d
Dinámica florecillas a María en el mes dDinámica florecillas a María en el mes d
Dinámica florecillas a María en el mes d
 
Identificación de componentes Hardware del PC
Identificación de componentes Hardware del PCIdentificación de componentes Hardware del PC
Identificación de componentes Hardware del PC
 
TEMA 13 ESPAÑA EN DEMOCRACIA:DISTINTOS GOBIERNOS
TEMA 13 ESPAÑA EN DEMOCRACIA:DISTINTOS GOBIERNOSTEMA 13 ESPAÑA EN DEMOCRACIA:DISTINTOS GOBIERNOS
TEMA 13 ESPAÑA EN DEMOCRACIA:DISTINTOS GOBIERNOS
 
EXPANSIÓN ECONÓMICA DE OCCIDENTE LEÓN.pptx
EXPANSIÓN ECONÓMICA DE OCCIDENTE LEÓN.pptxEXPANSIÓN ECONÓMICA DE OCCIDENTE LEÓN.pptx
EXPANSIÓN ECONÓMICA DE OCCIDENTE LEÓN.pptx
 
Sesión de clase: Defendamos la verdad.pdf
Sesión de clase: Defendamos la verdad.pdfSesión de clase: Defendamos la verdad.pdf
Sesión de clase: Defendamos la verdad.pdf
 
La empresa sostenible: Principales Características, Barreras para su Avance y...
La empresa sostenible: Principales Características, Barreras para su Avance y...La empresa sostenible: Principales Características, Barreras para su Avance y...
La empresa sostenible: Principales Características, Barreras para su Avance y...
 
TIPOLOGÍA TEXTUAL- EXPOSICIÓN Y ARGUMENTACIÓN.pptx
TIPOLOGÍA TEXTUAL- EXPOSICIÓN Y ARGUMENTACIÓN.pptxTIPOLOGÍA TEXTUAL- EXPOSICIÓN Y ARGUMENTACIÓN.pptx
TIPOLOGÍA TEXTUAL- EXPOSICIÓN Y ARGUMENTACIÓN.pptx
 
Unidad 3 | Metodología de la Investigación
Unidad 3 | Metodología de la InvestigaciónUnidad 3 | Metodología de la Investigación
Unidad 3 | Metodología de la Investigación
 
la unidad de s sesion edussssssssssssssscacio fisca
la unidad de s sesion edussssssssssssssscacio fiscala unidad de s sesion edussssssssssssssscacio fisca
la unidad de s sesion edussssssssssssssscacio fisca
 
celula, tipos, teoria celular, energia y dinamica
celula, tipos, teoria celular, energia y dinamicacelula, tipos, teoria celular, energia y dinamica
celula, tipos, teoria celular, energia y dinamica
 
SINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptx
SINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptxSINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptx
SINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptx
 
La triple Naturaleza del Hombre estudio.
La triple Naturaleza del Hombre estudio.La triple Naturaleza del Hombre estudio.
La triple Naturaleza del Hombre estudio.
 
programa dia de las madres 10 de mayo para evento
programa dia de las madres 10 de mayo  para eventoprograma dia de las madres 10 de mayo  para evento
programa dia de las madres 10 de mayo para evento
 
Heinsohn Privacidad y Ciberseguridad para el sector educativo
Heinsohn Privacidad y Ciberseguridad para el sector educativoHeinsohn Privacidad y Ciberseguridad para el sector educativo
Heinsohn Privacidad y Ciberseguridad para el sector educativo
 
SELECCIÓN DE LA MUESTRA Y MUESTREO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.pdf
SELECCIÓN DE LA MUESTRA Y MUESTREO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.pdfSELECCIÓN DE LA MUESTRA Y MUESTREO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.pdf
SELECCIÓN DE LA MUESTRA Y MUESTREO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.pdf
 
OLIMPIADA DEL CONOCIMIENTO INFANTIL 2024.pptx
OLIMPIADA DEL CONOCIMIENTO INFANTIL 2024.pptxOLIMPIADA DEL CONOCIMIENTO INFANTIL 2024.pptx
OLIMPIADA DEL CONOCIMIENTO INFANTIL 2024.pptx
 
Planificacion Anual 2do Grado Educacion Primaria 2024 Ccesa007.pdf
Planificacion Anual 2do Grado Educacion Primaria   2024   Ccesa007.pdfPlanificacion Anual 2do Grado Educacion Primaria   2024   Ccesa007.pdf
Planificacion Anual 2do Grado Educacion Primaria 2024 Ccesa007.pdf
 

Vigilancia epidemiológica de las adicciones en México

  • 1. SECRETARÍA DE SALUD DR. JUAN RAMÓN DE LA FUENTE SECRETARIO DE SALUD DR. JOSÉ NARRO ROBLES SUBSECRETARIO DE COORDINACIÓN SECTORIAL DR. ROBERTO TAPIA CONYER SUBSECRETARIO DE PREVENCIÓN Y CONTROL DE ENFERMEDADES LIC. JOSÉ CAMPILLO GARCÍA SUBSECRETARIO DE REGULACIÓN Y FOMENTO SANITARIO LIC. JORGE TAMAYO OFICIAL MAYOR DR. ÓSCAR VELÁZQUEZ MONROY COORDINADOR DE VIGILANCIA EPIDEMIOLÓGICA DR. PABLO KURI MORALES DIRECTOR GENERAL DE EPIDEMIOLOGÍA Autores* Dr. Roberto Tapia Conyer Dr. Gustavo Olaiz Fernández Dr. Federico Lazcano Ramírez
  • 2. Lic. Patricia Cravioto Quintana Colaboradores Lic. Lina de la Fuente Lora Dra. Graciela León Álvarez Lic. María Isabel Moreno Fuentes Lic Georgina Rojas García Lic Alberto Salazar Munguía Dr. José Luis Torres Cosme *Apoyo logístico: César Marín Hernández, Juana Zamudio Ureña y Clara Rodríguez ÍNDICE I. INTRODUCCIÓN II. ANTECEDENTES CONSUMO DE TABACO CONSUMO DE ALCOHOL CONSUMO DE DROGAS III. SIGNIFICANCIA DE LA VIGILANCIA EPIDEMIOLÓGICA DE LAS ADICCIONES IV. MARCO NORMATIVO V. ASPECTOS METODOLÓGICOS OBJETIVOS DE LA VIGILANCIA EPIDEMIOLÓGICA VARIABLES E INDICADORES DEFINICIONES CONCEPTUALES Y OPERACIONALES Variables para el consumo de tabaco Variables para el consumo de alcohol Variables para el consumo de drogas VI. ASPECTOS OPERATIVOS COORDINACIÓN INICIAL ACTIVIDADES LA RED DE INFORMACIÓN CONTINUA Procedimientos generales para su organización
  • 3. LOS PUESTOS CENTINELA Procedimientos generales para su organización lnstrumentos de recolección de ínformación Capacitación del personal LAS ENCUESTAS CONTINUAS Procedimientos generales Instrumentos de recolección VII. EVALUACIÓN DE LAS ACTIVIDADES DE VIGILANCIA PRINCIPIOS ORIENTADORES PARA LA EVALUACIÓN VIII. BIBLIOGRAFÍA ANEXOS ANEXO A: INFORMACIÓN CONTINUA Parte: 1 y 2 Cuestionario sobre información disponibe en jurisdicciones sanitarias, unidades de atención primaría, unidades hospitalarias, agencIas del ministerio público y escuelas ANEXO B: PUESTOS CENTINELA Cédulas de vigilancia epIdemIológica; contenidos para la capacitación de coordinadores y supervisores; contenidos para la capacitación de personal operativo; calendario epIdemiológico ANEXO C: ENCUESTAS CONTINUAS Unidades de atención primaria I. INTRODUCCIÓN El consumo de tabaco, alcohol y otras sustancias adictivas constituyen fenómenos complejos con raíces y consecuencias biológicas, psicológicas y sociales que traspasan las fronteras geográficas, pero que adoptan características propias en cada país; asimismo las adicciones guardan una estrecha relación con las dinámicas económicas y sociales como los delitos y la violencia asociados a su uso. La experiencia en diversos países indica que el consumo de drogas adictivas puede generalizarse y adquirir características "epidémicas". Por otra parte, en algunos países incluyendo México, ha aumentado la tendencia a usar simultánea o sucesivamente combinaciones de varias sustancias, por ejemplo: anfetaminas con barbitúricos o bien mariguana con alcohol, con lo cual se
  • 4. acentúan sus efectos tóxicos; también se modifica la vía de administración de las drogas para acentuar sus efectos, por ejemplo, las anfetaminas, (que se utilizaban por vía oral) y la cocaína (que se inhalaba) en la actualidad pueden usarse por vía intravenosa, con lo cual se aumenta además su peligrosidad. Por su parte, el consumo de alcohol y de tabaco han alcanzado proporciones importantes en la población en general y específicamente en grupos de edad cada vez menor. Una forma efectiva de detectar estos cambios en el consumo de drogas se logra mediante un sistema de vigilancia que registre las consecuencias sociales y médicas de su uso, como el número de pacientes con trastornos relacionados con drogas que acuden a centros de tratamiento u hospitales, o bien mediante el diseño de estudios transversales o longitudinales que identifiquen sus consecuencias a corto y largo plazos. II. ANTECEDENTES En 1988 sólo existían en México estudios de consumo de sustancias en grupos específicos; faltaba la información sobre prevalencias de uso en la población en general para conformar una imagen global del problema y, al mismo tiempo, brindar un contexto a estudios particulares presentes o futuros. Esta información fue recabada por la Encuesta Nacional de Adicciones (ENA) en 1988; en ella se estudió a la población nacional urbana de 12 a 65 años de edad, lo que permitió construir un panorama epidemiológico bastante completo y puso en evidencia la necesidad de instrumentar un sistema que permitiera, además de contar con información oportuna, identificar cambios en patrones de consumo, grupos en riesgo, aparición de nuevas sustancias y otros factores asociados al consumo de alcohol, tabaco y drogas, así como sus consecuencias sociales y médicas. La información recabada por la ENA y otras fuentes ha permitido establecer un diagnóstico relativamente detallado sobre el problema de las adicciones del que se presentan a continuación algunos elementos relevantes. CONSUMO DE TABACO El tabaquismo en México ya está considerado como una adicción de fuerte impacto social y económico. Se afirma que las enfermedades asociadas al hábito de fumar incrementan el ausentismo laboral, lo que provoca una menor productividad. Las consecuencias de este hábito también se reflejan en el contexto familiar, en donde las enfermedades a edades tempranas condicionan una mayor utilización de los servicios de salud, un incremento en los gastos de atención médica, una reducción del poder adquisitivo de la familia y un incremento en el gasto social. Se sabe que de 1975 a 1985 la industria cigarrera se incrementó de manera considerable en términos de volumen y producción, con una tasa media de
  • 5. crecimiento anual de 2.1%, y que el crecimiento promedio anual de sus ventas fue de 4.7%. En 1984 el área dedicada al cultivo de tabaco en el país era de 39 000 hectáreas (has) y llegó a 49 000 has en 1988, con un aumento en la producción de 46 000 toneladas (t) a 77 000 t en el mismo periodo. La producción de tabaco ha crecido anualmente a un ritmo sostenido de 1.5%; 80%, de la misma se destina al consumo nacional. Este porcentaje se ha incrementado en los últimos años en virtud de que los países que originalmente importaban tabaco, han reducido su demanda. A pesar de ello, en dicho periodo, México ocupó el 180 lugar como país exportador de tabaco con un promedio anual de 22 000 toneladas. Un dato que pone de relieve la importancia económica de esta actividad es que, de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), esta industria abarca, para América Latina, un promedio mensual de 711 000 horas- hombre de trabajo. En 1988 la población nacional urbana fumadora rebasó los nueve millones de consumidores activos y los ex fumadores alcanzaban casi los ocho millones, es decir, que la prevalencia nacional para la población urbana de 12 a 65 años era de 25.8 y 21.6%, respectivamente. La razón de hombre-fumador/mujer- fumadora fue de 2.7 (figura 1). En cuanto a la frecuencia de consumo, el 64% de los fumadores lo hacen cotidianamente; esta proporción es muy similar en ambos sexos. El 49% de los consumidores que fuman cotidianamente, consumen entre uno y cinco cigarrillos; es decir, son fumadores leves. Las actividades en donde los fumadores consumen mayor cantidad de cigarrillos son, por mucho, las reuniones y los eventos sociales, en donde la mujer dijo fumar en mayor cantidad. Los hombres fuman más cuando consumen alcohol. Al ordenar a los fumadores por grupos de edad, se aprecia que 42% se encuentra en el grupo de 18 a 29 años. Llama la atención que cerca del 1% de los hombres entre 12 y 14 años de edad ya declaran ser fumadores activos, mientras que entre las mujeres el peso importante de esta proporción se da a partir del grupo de 15 a 17 años de edad (4%) (figura 2). En relación con la edad de inicio en el consumo, el 4% de los fumadores se inició en el hábito antes de los 12 años de edad y el 49% entre los 12 y los 17 años, por lo que más de la mitad de los fumadores actuales se iniciaron antes de cumplir 18 años (figura 3); las razones para fumar eran la curiosidad o que sus compañeros, amigos o familiares fumaban (85%). Resaltan entre las mujeres las razones derivadas de su papel de ejemplo familiar y la necesidad de fumar para tranquilizarse. De la población de ex fumadores, 62% está compuesta por fumadores leves (es decir, aquellos que consumen menos de seis cigarrillos al día) sobre todo del sexo femenino, que dejaron el hábito por decisión personal (34%) o por
  • 6. considerarlo dañino (16%). Es de hacer notar que el método seguido por el 76% de los ex fumadores fue la suspensión abrupta del hábito. Un elemento que resalta es que la ENA reportó que 43%de la población no fumadora convive en su hogar con al menos un fumador, lo que nos da una idea de la magnitud de fumadores pasivos existentes en el país. Distribución regional La distribución geográfica del hábito tabáquico, según la ENA, es la siguiente: el Distrito Federal es la región de más alta prevalencia (con 31% de fumadores), seguida por la región noroccidental (que incluye los estados de Baja California, Baja California Sur, Sonora y Sinaloa), con 28% de fumadores entre su población. La región centro-sur (Guerrero, Michoacán, Oaxaca y Veracruz) reportó la prevalencia de fumadores más baja (22%) (figura 4). Actitudes de la población hacia el tabaquismo Más de 80% de la población reconoce que fumar es malo para la salud, causa enfermedad y afecta a la salud de las demás personas; 95% consideró que es necesario difundir más información acerca de los daños producidos por el cigarrillo, y 77% opinó que los anuncios televisivos y radiofónicos de cigarrillos influyen de manera importante en el hecho de que la gente se inicie y persista en su consumo. Daños a la salud relacionados con el tabaquismo Uno de los fenómenos menos estudiados en México son las consecuencias del consumo de tabaco y su peso sobre la morbilidad y la mortalidad. En 1986 la mortalidad atribuible al consumo de cigarrillos (fueron 20 las enfermedades seleccionadas) alcanzó los 17 405 casos, lo que representa el 4.4% de la mortalidad general, la tasa de mortalidad fue de 47.0 por cada 100 000 habitantes de 20 a 74 años de edad. Agrupando las causas, se encontró que el primer lugar lo ocuparon los padecimientos cardiovasculares con 33% del total y el segundo lugar los padecimientos del aparato respiratorio con 32%,. Conviene resaltar que la enfermedad isquémica del corazón y el cáncer de tráquea-bronquios y pulmón alcanzaron 15 y 12% respectivamente (tabla 1).
  • 7. En la población masculina fumadora, la enfermedad isquémica del corazón fue la que más muertes produjo, (18%), seguida por el cáncer de tráquea- bronquios y pulmón (15%) y enfisema-bronquitis-asma (12%). El grupo de edad más afectado fue el de 45 a 64 años, que resultó ser el 46% del total de las defunciones. En el caso de las mujeres fumadoras, 33% murió por problemas cardiovasculares; 31.5% por neoplasias diversas, diferentes al cáncer de traquea-bronquios y pulmón, y 25% por enfermedades respiratorias. Al igual que en el hombre, el grupo de 45 a 64 años de edad fue también el más afectado entre las mujeres (44% del total de muertes). Conviene resaltar que en este grupo de edad el cáncer cérvico-uterino ocupa el primer lugar con 21% del total de muertes. Años de vida potencial perdidos por consumo de tabaco en México El indicador Años de Vida Potencial Perdidos (AVPP), entendido como el resultado de sustraer la edad al momento del fallecimiento de un límite superior de esperanza de vida, definido arbitrariamente, permite destacar el peso de las causas de mortalidad a diferentes edades: los AVPP entre los 20 y los 65 años de edad relacionados con las 20 enfermedades seleccionadas, alcanzaron la cifra del 146 300 AVPP; la enfermedad isquémica del corazón es la que ocupa el primer lugar del total y del grupo de 45 a 64 años, y el tercero en el grupo de 20 a 44. En segundo lugar se encuentra la tuberculosis respiratoria con 14% y en tercero el paro cardiaco con 10.4% (tabla 2). El 68% de los AVPP correspondió al sexo masculino y el restante 22% al femenino; en ambos sexos el grupo de edad más afectado es el de 45 a 64 años; sin embargo, las proporciones y las causas específicas son muy diferentes: Mientras que en el sexo masculino este grupo de edad reúne al 51% del total de AVPP masculinos y las causas específicas que más lo afectan son la enfermedad isquémica del corazón (20%), el cáncer de páncreas (14%) y el cáncer de tráquea-bronquios- pulmón (13%), en las mujeres de 45 a 64 años representa el 44% de los AVPP totales femeninos y, por causas específicas, el cáncer cérvico-uterino ocupa el primer lugar de AVPP femeninos (24%); en segundo lugar se encuentra la bronquitis crónica-enfisema (12%) y en tercero el cáncer de riñón (9.7%). CONSUMO DE ALCOHOL De la población estudiada por la ENA, 12.3% consume algún tipo de bebida alcohólica por lo menos una vez a la semana, 14.5% consume alcohol de una a tres veces por mes, y 18.8% lo hace ocasionalmente. En 1988, 28.1% de la población de 12 a 17 años de edad reportó haber consumido alguna bebida alcohólica durante los últimos doce meses; de ellos,
  • 8. 4.3% lo ha hecho por lo menos una vez a la semana (figura 5). En la población mayor de 18 años 51.0%, consume bebidas alcohólicas y 14.7% las consume por lo menos una vez cada semana (figura 6). La distribución por sexo del consumo de bebidas alcohólicas se da como sigue: los hombres de 18 a 65 años de edad beben 6.5 veces más frecuentemente que las mujeres del mismo grupo de edad. En la población de 12 a 17 años, el adolescente hombre bebe 3.7 veces más que la mujer adolescente. Considerando a la población urbana de 18 a 65 años de edad, 6.8% fueron identificados como bebedores consuetudinarios, entre ellos la relación hombre bebedor-mujer bebedora es de 24 a 1 (14.2% hombres versus 0.6% mujeres). La proporción más pequeña de abstemios se localiza en la Ciudad de México con 29.2%. En el resto del país, la proporción de abstemios es de 1.5 a 2 veces mayor que la de la capital. La población en estudio declaró consumir, en orden decreciente de importancia, las siguientes bebidas: cerveza 41.8%, destilados 37.8%, vino de mesa 29.1%, pulque 10.4%, alcohol 2.3%. De la población de 18 a 65 años que consume bebidas alcohólicas, 17.3% de las mujeres dicen embriagarse cuando las consumen, 2.3% lo hacen por lo menos una vez a la semana y 95.9% una vez al año; entre los hombres, 67.8% declaró embriagarse al ingerir bebidas alcohólicas; 9.4% se embriagan una vez a la semana y 90.6% una vez al año. En lo tocante a la dependencia de los individuos hacia el alcohol 4.35% de la población entre 18 y 65 años es dependiente (véase la definición de los criterios de dependencia). En la población masculina esta proporción alcanza 12.5%, mientras que en las mujeres sólo 0.6% dependen del alcohol. El problema es similar en todos los grupos etarios. Un elemento que es importante resaltar es la frecuencia de consumo de bebidas alcohólicas por parte de las mujeres embarazadas, que alcanzó 16.8%; su bebida de preferencia es la cerveza. Relacionado con este mismo fenómeno, está también el consumo de alcohol durante la lactancia: 11% de las madres que amamantaron a su último hijo declaró haber consumido bebidas alcohólicas durante la lactancia; de éstas 55% manifestó haber consumido una copa en cada ocasión; 24% de dos a tres copas, y 21% cuatro o más copas. Distribución regional En las siete regiones en que fue dividido el país se encontraron diferencias en el consumo. El Distrito Federal fue la región con mayor proporción de
  • 9. bebedores (62.7%,). En el otro extremo, en la región centro-sur, sólo el 32.3% de la población declaró haber ingerido algún tipo de bebida alcohólica en el último año. El mayor porcentaje de bebedores consuetudinarios se localiza en la región noroccidental (15.2% de la población general). Este porcentaje es 1.5 a 4.4 veces más elevado que el del resto del país. La región centro-norte presenta el mayor número de dependientes del alcohol, con 14.0% de los hombres, especialmente en el grupo de 18 a 49 años de edad. En la región centro 9.0% cumple con los criterios de dependencia. Como puede observarse en los datos anteriores, las regiones de mayor consumo no son las que presentan mayor grado de dependencia al alcohol entre la población. Otros indicadores que permiten distinguir las diferentes regiones del país en términos de las consecuencias del consumo de alcohol, señalan que en la región noroccidental se registró el mayor porcentaje de accidentes automovilísticos (5.1%,), que es de 2 a 2.4 veces más elevado que el del resto del país. Esto coincide con la mayor proporción de bebedores consuetudinarios existentes ahí (figura 7). La Ciudad de México tuvo el menor porcentaje de peleas ocasionadas por el consumo de alcohol (5.8%); esto es, 1.9 veces menos frecuente que en el resto del país. En México el consumo per cápita de etanol se ha incrementado de 3.4 litros en el año de 1970 a 4.7 litros en 1986 en la población de 15 años y más. Por otro lado, la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación ha señalado que el consumo per cápita, según el tipo de bebida, presenta variaciones en el tiempo relacionadas directamente con las estrategias de mercado. La cerveza, los destilados y los vinos de mesa (coolers) han incrementado su demanda. Otros indicadores del consumo de alcohol Uno de los principales indicadores de abuso de alcohol es la cirrosis hepática, cuyo comportamiento epidemiológico en el periodo de 1981 a 1988 ha mantenido una tendencia estable; la tasa de mortalidad es de 20 por cada 100 000 habitantes (aproximadamente) y fue la primera causa de muerte para la población de 35 a 54 años de edad. La mortalidad por causas violentas, principalmente suicidios y homicidios, durante el periodo de 1964 a 1988 ha tenido tasas elevadas. La proporción de accidentes de tránsito asociados con el consumo de bebidas alcohólicas de 1970 a 1983 tuvo un ascenso y en los últimos años se ha mantenido entre el 15 y 20%; para la Ciudad de México los ingresos a los servicios de urgencias ocurren con más frecuencia los fines de semana y durante los meses de mayo
  • 10. a junio y de octubre a diciembre. La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) señala que en la Ciudad de México las consecuensias del consumo de alcohol se hacen evidentes en el incremento del porcentaje de sentenciados por delitos de los fueros común y federal ocurridos bajo los efectos del alcohol, que se incremento de 17 a 23% entre 1975 y 1981. CONSUMO DE DROGAS Es de todos conocido que el problema de consumo de drogas sobrepasa las barreras de los grupos sociales, la edad y aún la nacionalidad. En México, la mariguana es la droga más difundida entre la población, seguida por el consumo de disolventes, principalmente entre los jóvenes del sector más desprotegido de la población. En los últimos catorce años, a pesar de que las cifras de prevalencia siguen siendo inferiores a las reportadas en otros países, ha aumentado la experimentación con mariguana, inhalables y cocaína, pero ha disminuido el uso fuera de prescripción de drogas médicas como los analgésicos narcóticos, los sedantes y los tranquilizantes; las otras sustancias investigadas muestran bajos porcentajes de consumo, en particular la cocaína y la heroína. Los resultados de las últimas investigaciones indican que en el país un total de 1 375 000 individuos ha consumido, al menos una vez, una o más drogas, lo que constituye el 4.8% de la población urbana de 12 a 65 años. Los usuarios activos, que consumieron alguna droga en alguna ocasión durante los 30 días previos a la entrevista, representan un 0.9% de la población. La población masculina joven (12 a 34 años) es la más afectada. La prevalencia total y actual en este grupo es de 8.5% y 1.2%, respectivamente (figura 8). Las tablas 3 y 4 presentan la prevalencia total (usó alguna vez) de la población consumidora de sustancias según grupos de edad, sexo y tipo de droga utilizada; es importante señalar que los porcentajes no diferencian el uso indiscriminado de varias sustancias. Las drogas más consumidas son la mariguana (3.0%), los tranquilizantes (0.7%), los inhalables (0.8%), las anfetaminas y otros estimulantes (0.7%) y la cocaína (0.3%). La heroína fue reportada solamente por una proporción pequeña de la población (0.1%). En la población masculina mayor de 34 años solamente se encontró un uso actual (últimos 30 días) de drogas médicas fuera de prescripción y de mariguana (0.05%,) - De las 38 000 personas que han reportado uso de la heroína, la totalidad pertenece al sexo masculino, lo cual no necesariamente significa que no existan usuarias femeninas de la droga. De ellos, 17 000 fueron usuarios activos en el último año (45%); todos eran menores de 35 años. En el país, alrededor de 120 000 personas han hecho uso de cocaína; de éstas, 47 000 la consumieron en el último año (39%) y 50 000 en el último mes (52 %); todos los casos de usuarios activos eran varones y menores de 34 años. Un número importante de usuarios es soltero, con excepción de los que usan tranquilizantes y cocaína; ello sugiere una relación entre la edad del usuario y
  • 11. la droga consumida. Respecto del nivel socioeconómico, en el caso de la mariguana y los inhalantes el usuario pertenece a los estratos inferiores, pero para los tranquilizantes y especialmente para la cocaína la tendencia es la opuesta. La baja escolaridad (o los grados escolares incompletos) se asocian al uso de mariguana e inhalantes, mientras que en el uso de las otras drogas prevalecen niveles de escolaridad más altos. En relación con la ocupación, el uso de mariguana e inhalantes está muy difundido principalmente entre los trabajadores eventuales, subempleados o desempleados; a su vez, los usuarios de cocaína tienen niveles de ocupación más elevados. Se observan tendencias similares en la edad de inicio en el consumo: las drogas "populares" son usadas desde edades tempranas y, nuevamente, el grupo de mayor riesgo es el de 15 a 19 años. Los amigos o conocidos son las personas que proporcionan la mayoría de las drogas por primera vez, especialmente en el caso de la mariguana, la cocaína y la heroína. En relación con la primera fuente de obtención, los farmacéuticos y los médicos juegan un papel preponderante en la obtención de drogas médicas; los distribuidores representan un recurso poco relevante en términos generales, con excepción del caso de los alucinógenos. Los lugares donde se obtienen las drogas varían, dependiendo de la sustancia de que se trate. Destacan, en orden decreciente de importancia, la casa propia o de algún familiar o amigo y las calles o parques; la escuela es importante sólo en el caso de la mariguana, y los bares, cantinas y discotecas lo son en el caso de la cocaína. Entre los estudiantes de enseñanza media y media superior de las zonas urbanas del país, los disolventes, la mariguana y las anfetaminas son las drogas más usadas con prevalencias de 44, 32 y 35 por cada 1 000, y 35 por cada 1 000 respectivamente; el uso de cocaína y heroína es menos frecuente entre ellos, con proporciones de 10 y 1 por cada 1 000. De 1976 a 1986 se observaron incrementos en el uso experimental de inhalables, anfetaminas y mariguana; el uso regular no mostró variaciones significativas. Por otro lado, la crisis económica por la que atraviesa el país ha provocado un incremento del número de niños y adolescentes que contribuyen a los ingresos familiares trabajando en la calle en diferentes actividades, como limpiar parabrisas, vender dulces u otros productos similares, ayudar en los comercios o mendigar. Varios estudios efectuados en grupos de niños menores de 18 años que trabajan en las calles de la Ciudad de México mostraron que la prevalencia del uso de drogas era mayor que la observada en poblaciones escolares y por las encuestas de hogares. El 27% de estos menores reporta haber consumido inhalables y el 22% lo hace diariamente. El 10% ha usado mariguana y el 1.5% la usa en forma regular. Esta población no reporta consumo de otras drogas. En este sentido, puede considerarse que el principal problema de consumo de sustancias adictivas en el país es la inhalación de solventes con fines de intoxicación, tanto por la extensión de su uso como por el grupo de población usuaria principal, esto es, niños y jóvenes en plena etapa de desarrollo físico y emocional. Los usuarios de inhalables tienden a modificar sus hábitos con el
  • 12. tiempo. Por lo general, el uso se abandona después de la adolescencia, sin que medie necesariamente una intervención terapéutica, y la mayor parte de los usuarios cambian los inhalables por el alcohol. Variaciones regionales Las cifras de consumo de drogas en la población masculina difieren en forma importante según la región geográfica a que pertenezcan; no así en el caso de las mujeres, cuyos consumos se mantienen más o menos iguales, con índices bajos. El consumo de mariguana e inhalables está bastante difundido en el país; éste no es el caso de la heroína, cuyo consumo tiende a ubicarse en las regiones noroccidental, nororiental, centro-norte y en el Distrito Federal. Destaca también el hecho de que los consumidores de cocaína y heroína tienden a ser usuarios de varias drogas a la vez y presentan más problemas asociados con este consumo. La región noroccidental del país, que abarca los estados de Baja California, Baja California Sur, Sonora y Sinaloa, presenta los índices de consumo de droga más altos, los cuales duplican la media nacional, que asciende a 47 consumidores por cada 1 000 habitantes. Dentro de esta región, Baja California Sur es el estado que presenta los índices más bajos de consumo, mientras que los otros tres estados presentan aproximadamente el mismo nivel de consumo. En las áreas urbanas de esta región 86 de cada 1 000 habitantes de 12 a 65 años han experimentado con drogas, en tanto que en la región nororiental, la proporción es de 28 por cada 1 000. En la región noroccidental, 17% de los varones entre 12 y 34 años de edad han consumido alguna droga durante su vida, en comparación con sólo 2% de las mujeres en dicho grupo de edad. Dichas proporciones contrastan con la región nororiental, en donde sólo 5.5% de los varones y 1.6%, de las mujeres de 12 a 34 años dice haber consumido drogas alguna vez. El consumo durante el último mes se considera como un estimador de la prevalencia actual; en la región noroccidental 5.3% de la población masculina entre 12 y 34 años de edad ha consumido algún tipo de droga, a diferencia de sólo 0.25% de la población masculina mayor de 35 años. Estas proporciones son más bajas para la población femenina (0.6 y 0.2%). En cuanto al uso por tipo de droga, en la región noroccidental el problema se centra en la mariguana, la cocaína y los estimulantes en ese orden, tanto en la prevalencia actual (últimos 30 días) como en la prevalencia total (que se mide por la respuesta afirmativa a la pregunta de si se usó droga alguna vez en la vida). En la región nororiental, sólo 1.4% de los varones del grupo de 12 a 34 años manifiesta haber consumido drogas en el último mes, mientras que entre las
  • 13. mujeres el consumo es prácticamente nulo (0.13 y 0.36 para los grupos de 12 a 34 y de 35 a 65 años, respectivamente). En la región nororiental, el orden de importancia en el consumo es el siguiente: mariguana, tranquilizantes y cocaína; tanto en la prevalencia actual como en la total. Es interesante destacar que, para la mayoría de las drogas, el que proporciona la droga por primera vez es un familiar, amigo o conocido. En lo que toca al lugar donde se obtuvo la droga por primera vez, a diferencia de lo observado en todo el país, en ambas regiones la mayor parte de las drogas se obtiene por primera vez en la calle o el parque, con excepción de la heroína y el opio, que se obtienen únicamente en la casa o en la escuela. El segundo lugar en cuanto al número de consumidores lo ocupa la región centro-norte del país, que incluye los estados de Jalisco, Zacatecas, Nayarit, Colima y Aguascalientes; dicha región observa prevalencias ligeramente superiores a la media en el país. Es necesario señalar que tanto en el nivel regional como en el nacional, el conjunto de trabajadores insertos en el sector formal de trabajo aún no se estudia ni se tienen investigaciones suficientes en esta materia. Puede ser una argumentación innecesaria destacar su importancia social y, por tanto, insistir en la necesidad de conocer sus problemas en materia de adicciones. No obstante deben señalarse dos aspectos, suficientes para promover el mayor protagonismo de este sector en la investigación de las adicciones. En primer lugar, existen elementos para suponer que estos sectores están seriamente involucrados en el consumo de drogas. Las investigaciones señalan problemas como el consumo de estimulantes, especialmente de anfetaminas, entre los conductores de vehículos de carga a larga distancia; el abuso de bebidas alcohólicas en tareas que exigen un gran desgaste físico (como la estiba o la construcción), el consumo de tranquilizantes en situaciones laborales de gran distrés (como los trabajos de alta tensión eléctrica), etcétera. En segundo lugar, las asociaciones gremiales y los sindicatos tienen una cobertura asistencial que abarca a toda la población económicamente activa del sector formal en su conjunto. El tema de las adicciones tiene la posibilidad de integrarse como programa dentro de unidades con recursos orgánicos y experiencia en el tema de la salud en este caso. Además, los servicios sociales de salud son el lugar de primer contacto y aprovisionamiento de drogas de uso médico principalmente. III. SIGNIFICANCIA DE LA VIGILANCIA EPIDEMIOLÓGICA DE LAS ADICCIONES Lo observado en estudios previos indica que en México el consumo de alcohol y tabaco es elevado y sigue una tendencia ascendente, particularmente entre la población joven. Se sabe también que el consumo de drogas no ha alcanzado las dimensiones observadas en otros países, lo que constituye una oportunidad única para instrumentar acciones preventivas.
  • 14. En México el registro de información relacionada con adicciones se ha centrado en el consumo de drogas, y ha dejado fuera el consumo de alcohol y tabaco, por lo cual el diagnóstico que se puede elaborar a partir de estos, es lamentablemente incompleto. Hasta hace poco tiempo no existía en México un sistema de reporte de fallecimientos relacionados con las adicciones, fueran éstas causas directas o indirectas de la defunción, lo cual origina un rezago importante en el conocimiento de la distribución de la mortalidad por causas que tienen que ver con el consumo de alcohol, tabaco y drogas y, por ende, se subestima el peso de los indicadores relacionados con su consumo. Debe señalarse también que la utilización de sistemas de información pasivos -por ejemplo de los registros administrativos- como única medida de vigilancia epidemiológica, ha demostrado padecer de gran cantidad de restricciones, sobre todo si se utilizan de manera aislada. Dadas las limitaciones inherentes al alcance de estas fuentes, lo prioritario de la información, las tendencias y el costo social que implica el consumo de sustancias, resulta evidente la necesidad de establecer estrategias para combatir y controlar el problema. No obstante, sin la existencia de información confiable y oportuna, el éxito de las medidas adoptadas no estaría asegurado y menos aún su alcance y trascendencia. Por estas razones se hace necesario contar con un sistema más amplio que cubra no sólo a la población usuaria del sistema de salud y del sistema de procuración de justicia, sino también a la población general y las áreas y grupos de mayor riesgo, es decir, poblaciones ubicadas en asentamientos marginales, aquella sin lugar fijo de residencia, así como la población estudiantil y la laboral. IV MARCO NORMATIVO El fundamento normativo que enmarca las actividades de vigilancia epidemiológica de las adicciones se desprende de la Ley General de Salud (LGS). Los antecedentes más importantes en la fijación de dichas normas son los siguientes: El 1º de julio de 1984, entró en vigor la citada LGS, que establece los mecanismos por los cuales la Secretaría de Salud (SSA) y los gobiernos estatales, en el campo de sus respectivas competencias, se coordinarán para la ejecución de acciones contra el tabaquismo, el abuso de bebidas alcohólicas (artículo 190) y la farmacodependencia (artículo 192). El Plan Nacional de Desarrollo 1989-1994 señala la necesidad de fortalecer los sistemas de vigilancia epidemiológica y nutricional, de acopiar y analizar material estadístico tanto nacional como estatal y local y, por último, señala la urgencia de crear un Sistema Nacional de Información en Salud. A continuación se señalan algunos hechos relacionados con el problema de las adicciones que conviene señalar:
  • 15. 1) La Constitución Política de los Estados Mexicanos establece, en su artículo 4º, párrafo tercero, el derecho social de toda persona a la protección de la salud; asimismo, es competencia de la Ley definir las bases y modalidades para el acceso a los servicios de salud y establecer la coincidencia tanto de la Federación como de las entidades federativas en las actividades que tienen que ver con la salubridad general, conforme lo dispuesto por la fracción XVI del artículo 73 de la propia Constitución, en los términos del referido artículo 4º. 2) La Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, publicada el 26 de diciembre de 1976 y reformada el 20 de mayo de 1986, en su artículo 39, fracciones I y XVI, atribuye a la SSA la facultad de establecer y conducir la política nacional en materia de salubridad general, mediante la coordinación de los programas y la puesta en práctica de las medidas necesarias para luchar contra las toxicomanías y otros vicios sociales. 3) El artículo 3º de la LGS, publicada en el Diario Oficial de la Federacíón el 7 de febrero de 1984, en sus fracciones XX-XXI, declara que son materia de salubridad general los programas contra el alcoholismo, la farmacodependencia y el tabaquismo. En su artículo 13, apartado B, fracción I, la LGS establece que dichos programas son materia de salubridad general concurrentes y que corresponde a los gobiernos de las entidades federativas organizar, operar, supervisar y evaluar la prestación de los servicios relativos a esos programas. 4) El programa contra el alcoholismo y el abuso de bebidas alcohólicas implica acciones como: prevención, tratamiento y rehabilitación del alcohólico, educación sobre los efectos del alcoholismo en la salud o fomento de actividades que coadyuven en la lucha contra el alcoholismo (artículo 185 de la LGS). Se plantea además en la Ley obtener información para orientar las acciones contra el alcoholismo a través de investigación (artículo 186 de la LGS). 5) El programa contra el tabaquismo considera la prevención y el tratamiento de padecimientos originados por el tabaquismo, así como la orientación sobre sus efectos, destinada a que la población se abstenga de fumar en lugares públicos (artículo 188 de la LGS). Para llevar a cabo esto se incluyen entre sus actividades la investigación de las causas del tabaquismo y la educación a la familia. 6) El programa contra la farmacodependencia comprende entre otras, las siguientes acciones: prevención, tratamiento y rehabilitación del farmacodependiente, educación sobre los efectos del uso de sustancias psicotrópicas, estupefacientes y otras susceptibles de producir dependencia y la educación e instrucción a la familia y la comunidad sobre el tema (artículo 191 de la LGS). 7) En los artículos 300 a 312 de la LGS se hace hincapié en las características de la publicidad referida a la salud, al tratamiento de las enfermedades, a la rehabilitación de los inválidos, al ejercicio de las disciplinas para la salud y a los productos y servicios establecidos en la LGS. En particular, en los artículos 307
  • 16. y 308 se hace referencia al control de la publicidad de bebidas alcohólicas y tabaco, y en el artículo 310 al control de la publicidad de medicamentos. De manera más específica, el reglamento interior de la Secretaría de Salud, editado en noviembre de 1988, establece que la Dirección General de Epidemiología tiene competencia para proponer las bases para el establecimiento y conducción de la política nacional en materia de vigilancia epidemiológica, así como para establecer, normar, operar, coordinar y evaluar el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica; identificar, cuantificar y analizar los problemas epidemiológicos prioritarios del país; establecer y mantener actualizados los registros nominales de casos de padecimientos de interés nacional además de planear normar y participar en actividades de investigación y diagnóstico epidemiológico. V. ASPECTOS METODOLÓGICOS La epidemiología es una de las disciplinas que se encarga del estudio del proceso salud-enfermedad en grupos humanos y busca establecer diagnósticos de salud a nivel de una comunidad o región. Su importancia fundamental radica en proporcionar elementos que permitan mejorar las condiciones de salud de las comunidades. La vigilancia epidemiológica particularmente, es una de sus aplicaciones prácticas, que a su vez genera la "referencia epidemiológica", consistente en la detección adecuada y oportuna de casos y su canalización a las instancias adecuadas. En términos de vigilancia epidemiológica, conviene recordar un importante concepto: Toda medición es siempre una aproximación que incluye, junto al valor verdadero, el error. No obstante, diversificar las técnicas de medición permite el control de los errores. Esta es la única manera en que la información epidemiológica puede aportar una base científica a la prevención y el fomento de la salud y ayudar en la definición de las prioridades de investigación y acción. En este sentido, una opción viable para crear un sistema de información para la vigilancia epidemiológica de las adicciones, consiste en diversificar las fuentes de información y las estrategias de investigación, aprovechando los recursos institucionales existentes de manera integral, esto es, en un solo cuerpo organizado en donde toda la información sea comparable, complementaria y actualizada. Esto implica convertir estos recursos en productores de información confiable y oportuna. En su desarrollo debe concretarse un sistema operativo de información epidemiológica que permita el monitoreo del problema de las adicciones y apoye los diversos programas de prevención y asistencia. En principio, se busca la concertación entre las diferentes instituciones participantes que permita el acceso o inclusión, como parte de sus servicios, de cédulas y formas estadísticas para el registro de situaciones relacionadas con el uso de sustancias adictivas. Por otra parte, la metodología de trabajo de la
  • 17. atención primaria de salud puede introducir resultados significativos en la investigación de las adicciones. Una red escalonada de prevención y asistencia, fundamentada en la investigación, puede desarrollarse a través de la capacitación y el adiestramiento de trabajadores ubicados en unidades clave vinculadas con el problema de las adicciones. En este marco, el desarrollo de un sistema de vigilancia epidemiológica implica el mantenimiento responsable de la condición de alerta por medio de observaciones sistemáticamente realizadas. En el caso de la farmacodependencia, estas observaciones se ven afectadas por la ilicitud del comportamiento de consumo, lo que encierra grandes limitaciones en los métodos utilizados para determinar la distribución y tendencias en el abuso de ciertas sustancias. En este sentido, las, experiencias vividas en los servicios de urgencias y los estudios específicos en farmacodependientes, reportados por la literatura, indican que los episodios agudos de adictos generalmente son manejados por otros adictos o por amigos y familiares habituados al problema. La consulta de urgencia es, con frecuencia, recurso de los usuarios con menor experiencia en el consumo de drogas, por lo que dichos servicios, así como las detenciones o contravenciones del sistema de justicia, por señalar sólo algunos ejemplos, pueden constituir importantes recursos de información. Por otra parte, en términos de recursos humanos, se selecciona al personal que más se aproxime a una serie de perfiles definidos: Se requieren coordinadores y supervisores que tengan de preferencia estudios de posgrado en las áreas de salud pública, salud mental o trabajo social, que tengan experiencia e interés expreso por trabajar en el área y estén dispuestos a colaborar en las actividades. Se requieren también entrevistadores con un nivel mínimo de técnico en el área de psicología o trabajo social y que estén dispuestos a realizar actividades de levantamiento de encuestas continuas. Según estas premisas, es conveniente considerar que el trabajador de la atención primaria, por sus características, puede acercarse con facilidad a la cultura, las costumbres, las normas y la experiencia que se vive en el taller, la fábrica, la comunidad, etc. Adecuadamente capacitado resulta ser el recurso indicado para hacer que la estructura de vigilancia epidemiológica propuesta esté lo más cerca posible de donde está el mayor riesgo. Este personaje aprende a detectar los problemas de las adicciones y puede actuar preventivamente sobre los factores condicionantes, lo cual implica que entre sus funciones se incorporarán actividades relativas a la identificación de situaciones y trastornos por abuso de sustancias psicoactivas, la referencia oportuna de adictos para los servicios de asistencia e incluso la elaboración de material preventivo, elaborado en el mismo lugar donde se gesta el problema. A este personal se le puede unir también el ex usuario de drogas, el cual, por su experiencia, puede penetrar con facilidad en la población bajo riesgo para investigar el abuso de sustancias y sus características. Por otra parte, la participación de voluntarios y terapeutas aporta los siguientes elementos: la precisión en la indagación de cada tema; la relevancia de los datos para cada
  • 18. institución específica; la correspondencia del formato elaborado con el lenguaje, modos y prácticas de los entrevistados. Es ideal que este personal participe tanto en el trabajo de los puestos centinela como en las encuestas continuas. En vista de que el trabajo en salud requiere de un equipo multidisciplinario conformado por profesionales de diversas disciplinas, es necesaria la elaboración de programas de capacitación lo suficientemente amplios para que todo el personal involucrado unifique sus criterios y se comunique a través de un lenguaje común. Regularmente el personal de salud (médicos, paramédicos y técnicos), no está familiarizado con los detalles estadísticos y metodológicos de la vigilancia epidemiológica, pero si tiene injerencia sobre los casos de interés o la información de referencia epidemiológica que se maneja. Por ello resulta apremiante estandarizarlo en estos aspectos, brindándoles los elementos y herramientas metodológicas que requiere su labor y dándoles al mismo tiempo, la posibilidad de contar con una forma creativa y dinámica de conocer el proceso de vigilancia y referencia epidemiológica. En ese sentido la capacitación debe dar a conocer generalidades de la epidemiología y la medicina preventiva, haciendo énfasis en las características de la vigilancia epidemiológica; señalando las particularidades de la aplicación de encuestas así como generalidades sobre el procesamiento y análisis de datos de diversas fuentes, para la generación de información útil y veraz. Así mismo, es importante incluir los siguientes aspectos: 1) Perfil de los diversos padecimientos de interés para el control epidemiológico. 2) Calidad y confiabilidad de la información consignada en los formatos y 3) Aplicación práctica de la estadística biomédica. Se ha propuesto que la capacitación del personal de salud que lleve a cabo la vigilancia y la referencia epidemiológica, sea dirigida inicialmente hacia el personal de nivel profesional quien posee la formación adecuada y cuenta con elementos metodológicos suficientes para que, en un segundo momento, sea el encargado de capacitar al personal de nivel técnico y operativo. A este procedimiento se le identifica como "Capacitación a capacitadores". Algunas de las ventajas de este tipo de capacitación son su aplicabilidad a nivel general y por lo tanto, su capacidad de conformar equipos multidisciplinarios. Como puede observarse, un proyecto de vigilancia epidemiólogica como el planteado puede ser medio, por un lado, para promover la atención y la participación de la comunidad en el problema de la farmacodependencia y, por otro, puede brindar la posibilidad de integrar metodologías ajustadas a la diferente naturaleza del problema en cada región. El propósito final es alcanzar progresivamente niveles mayores de periodicidad, diversidad y extensión, partiendo de experiencias limitadas y evaluables y, de esta manera, consolidar sistemas de vigilancia epidemiológica local, que puedan establecer puntos de sustentación firmes para una red regional de investigación epidemiológica aplicada al campo del alcohol, el tabaco y el consumo de otras drogas.
  • 19. OBJETIVOS DE LA VIGILANCIA EPIDEMIOLÓGICA Como consecuencia de lo anterior, surgen los siguientes objetivos: 1) Crear y consolidar un sistema de información continua para mantener actualizado el diagnóstico de las adicciones. 2) Generar información periódica, oportuna y ágil sobre la prevalencia, incidencia y características del consumo de alcohol, tabaco y otras drogas. 3) Detectar con oportunidad los cambios en los patrones de consumo, así como a los grupos que están en mayor riesgo. 4) Detectar los factores de riesgo para el consumo de alcohol, tabaco y otras drogas. 5) Integrar en este sistema toda la información generada por las instituciones que laboran en el campo de las adicciones. 6) Conocer las actitudes de la población respecto al consumo de alcohol, tabaco y otras drogas. VARIABLES E INDICADORES Con el fin de recoger y homogeneizar la información para la vigilancia epidemiológica de las adicciones se utilizan variables e indicadores que permiten complementar el panorama epidemiológico del consumo de sustancias adictivas. Dado que el concepto de vigilancia epidemiológica de las adicciones implica la colaboración de varias instituciones, coordinadas con base en objetivos comunes, es importante que las variables a investigar sean compartidas por todas ellas. El consenso de los expertos de todas las instituciones participantes debe establecer un conjunto mínimo de variables comunes con las cuales iniciar los trabajos. Para ello se seleccionó un número mínimo de variables utilizadas rutinariamente en todos los sistemas de información de las distintas instituciones; éstas deberán ser manejadas por los puestos centinela y en la elaboración de las encuestas continuas. Se deberán tener entonces los mismos criterios para su registro, con el fin de homogeneizar la información generada. En el caso de México, estas variables son: 1) Demográficas y sociales: a) Edad. b) Sexo.
  • 20. c) Lugar de residencia. d) Ocupación. e) Escolaridad. 2) Relacionadas con el consumo de otras drogas, que se evaluarán a partir de: a) Características del patrón de consumo: Consumo por tipo de droga. Consumo en los últimos 30 días por tipo de droga. Edad de inicio del consumo. Historia de consumo (secuencia de uso). Vía de administración de la droga de mayor consumo. b) Consecuencias individuales y sociales del consumo, a partir de: Enfermedades y padecimientos relacionados. Accidentes y violencias relacionados. Información sobre oferta, demanda, acciones penales, etc. Opinión pública respecto del problema del abuso en el consumo. 3) Relacionadas con el consumo de tabaco: a) Características del patrón de consumo, a partir de: Frecuencia de consumo. Cantidad de consumo. Tiempo de exposición. b) Consecuencias individuales del consumo, según: Enfermedades cuya relación con el tabaquismo es reconocida: (enfisema, asma, cáncer de pulmón, enfermedades cardiovasculares). Opinión pública respecto del problema del tabaquismo. 4) Relacionadas con el consumo de alcohol: a) Características del patrón de consumo de acuerdo con: Tipo de bebida. Frecuencia de consumo. Cantidad de consumo. b) Consecuencias individuales del consumo, según: Cirrosis/gastritis/psicosis alcohólicas. Accidentes/violencias relacionadas. Opinión pública respecto del problema del alcoholismo.
  • 21. El conjunto de variables mínimas, comunes a las distintas fuentes de información, no debe ser una limitante para obtener la información que, sobre el tema, cada institución o fuente considere pertinente. DEFINICIONES CONCEPTUALES Y OPERACIONALES En general, las variables demográficas y sociales que se toman en consideración para la vigilancia epidemiológica de las adicciones son: Edad: El tiempo transcurrido en años cumplidos, desde el año de nacimiento de un individuo hasta el momento de interés. Sexo: Condición genérica y unívoca del individuo, clasificado en masculino y femenino. Para el estudio del fenómeno adictivo conviene aclarar los siguientes conceptos: Dependencia: Entendida como pérdida de control al ingerir ciertas sustancias y la incapacidad resultante. Se puede presentar en grados variables. En este sentido, la décima revisión de la clasificación internacional de enfermedades (CIE10) estableció un grupo de indicadores de dependencia, entre los cuales se considera determinante para el diagnóstico, la presencia de tres de los siguientes (durante los últimos 12 meses): Persistencia del abuso: Ésta se da a pesar de consecuencias dañinas. Uso continuado de la sustancia a pesar de saber que se tienen problemas sociales, psicológicos o físicos persistentes o recurrentes causados o exacerbados por el uso de sustancias. Tolerancia: Necesidad de aumentar la cantidad de sustancia para conseguir el efecto deseado o una disminución notable del efecto si se utiliza de forma regular la misma cantidad. Abandono progresivo de satisfactores alternativos: Si el abandono de satisfactores es causado por el uso. Implica el abandono progresivo de placeres e intereses alternativos en favor del uso de sustancias. Incapacidad de control: Conciencia del deterioro en la capacidad de controlar la conducta de uso de la sustancia, ya sea en lo referente al inicio, terminación o niveles de uso. Compulsión de uso: Fuerte deseo o sensación de compulsión a consumir la sustancia. Reducción del repertorio conductual: Cambios en los hábitos de consumo; es decir, si toma la sustancia siempre sin importar si es entre semana, fin de semana o en su asistencia a alguna reunión.
  • 22. Abstinencia o supresión: Estado fisiológico provocado por la abstinencia de las sustancias; se mide por la aparición de síntomas de abstinencia (temblor matutino y malestar que se alivia con el consumo), después de abandonar o reducir el consumo. Consumo para aliviar abstinencia: Uso de la sustancia con la intención de aliviar los síntomas de abstinencia, y con la conciencia de que esta estrategia es efectiva. Reinstalación rápida del síndrome: Esto se da después de un periodo de abstinencia y es evidencia de que el volver a usar la sustancia, después de un periodo de abstinencia, conduce a una reinstalación más rápida de otros rasgos del síndrome. En la labor de conocer la opinión pública respecto del abuso en el consumo de sustancias y sus consecuencias, se entiende por: Valor: El elemento social internalizado y ponderado que matiza las relaciones del individuo con su medio ambiente. Norma: Regla que se aplica a una conducta determinada y que es culturalmente específica. Las normas varían de acuerdo con el grupo social, el sexo, la edad, la ocupación y el nivel socioeconómico de que se trate y de acuerdo con la situación en que se encuentre el individuo. Actitud:Disposición sobre la conducta, determinada por la experiencia. Para el estudio del consumo del tabaco, los conceptos clave son: Tabaquismo: El uso continuo de tabaco en cualesquiera de sus presentaciones, con cualquier frecuencia y cantidad, y dentro de un periodo mínimo de 30 días anteriores a la fecha de consignación del dato. Se operacionaliza como consumo de cigarrillos, en razón de que éstos son considerados la forma de consumo preferida por el 97% de los fumadores en América Latina. Condición ante el consumo de tabaco: Situación que guardan los individuos en relación con el uso del tabaco.
  • 23. Tanto el análisis como la interpretación de los aspectos relacionados con la condición ante el consumo de tabaco, dependen de la construcción de seis poblaciones, conformados según las siguientes categorías operacionales: Fumador experimental: Es el individuo que refiere haber consumido cigarrillos alguna vez, con cualquier frecuencia pero en cantidad menor a cien cigarrillos en toda su vida. Fumador activo: Aquel que en el momento del estudio dice haber consumido más de cien cigarrillos en toda su vida y continuar asiéndolo durante el último mes, con cualquier frecuencia y cantidad. Exfumador. Es quien, en el momento de la entrevista, afirma haber consumido más de cien cigarrillos en toda su vida y no haber fumado en el último mes. Nunca fumador: El que afirma que nunca en su vida ha consumido tabaco. Fumador pasivo: Expuesto en su vivienda: El no fumador (exfumador y/o nunca fumador) que dice convivir al menos con un fumador activo en su vivienda. No fumador: El que declara no consumir tabaco en el momento actual; operativamente esta población se compone por los nunca fumadores y los ex fumadores. De los dos primeros tipos se establecen cuatro categorías, según la frecuencia del consumo: Consumidor eventual: Aquel que dice consumir cigarrillos con cualquier frecuencia y en cantidad menor a un cigarrillo diario. Consumidor leve: Aquel que manifiesta consumir diariamente una cantidad no mayor a cinco cigarrillos.
  • 24. Consumidor moderado: El que asevera que consume diariamente entre seis y 15 cigarrillos. Consumidor severo: Es quien dice consumir diariamente más de 15 cigarrillos. Las categorías de consumo se aplican tanto a los fumadores actuales como a los exfumadores; para la construcción de cada categoría se debe calcular el equivalente al consumo diario de cigarrillos entre aquellos fumadores que declaren frecuencias de consumo semanales o más espaciadas y cualquier cantidad de cigarros fumados; también se deberá agregar una categoría para aquellos que manifiestan desconocer su frecuencia y/o su cantidad de consumo. En el caso del fumador activo se debe conocer también el tiempo de exposición al cigarrillo en cada categoría de consumo. Ello indicará la severidad de la exposición. Esta nueva variable se estima restando la edad de inicio a la edad actual y, para el caso de México se estratifica en seis categorías: a) Menos de 1 año. b)De 1 a 5 años. c) De 6 a 15. d) De 16 a 30. e) De 31 y más años de fumar. f) No sabe. A los fumadores pasivos se les divide en tres estratos de acuerdo con el número de fumadores a los que se encuentran expuestos en sus viviendas: a) 1 fumador. b) 2 o más fumadores c) No sabe. La edad se estratifica en seis grupos: a) Menos de 12. b) De 12 a 17. c) De 18 a 29.
  • 25. d) De 30 a 39. e) De 40 a 49. d) De 50 a 65 años. Ésta resultó ser la mejor agrupación para representar la distribución de la población fumadora. El alcoholismo es un problema que ha sido estudiado tanto desde el punto de vista médico como social. Para su comprensión se necesitan tomar en cuenta las costumbres de consumo, los problemas que se generan y la producción y comercialización de bebidas alcohólicas, por citar sólo los elementos más importantes. Uno de los criterios de clasificación más utilizado ha sido la clasificación internacional de enfermedades (CIE), en donde se suple el término de alcoholismo por el de dependencia al alcohol, pues con este giro se hace referencia en su conjunto, tanto al comportamiento frente a las bebidas alcohólicas, como a las consecuencias órganicas y a sus repercusiones sociales. Para los propósitos de la vigilancia epidemiológica, se clasifica a los bebedores en siete categorías según la frecuencia de consumo durante el último año: Bebedores frecuentes consuetudinarios: Personas que reportan consumir alcohol una vez por semana o con mayor frecuencia, y que consumen 5 copas o más por ocasión, y dicha cantidad se consume al menos una vez a la semana. Bebedores frecuentes de alto nivel: Personas que declaran beber una vez por semana o con mayor frecuencia y que consumen 5 copas o más por ocasión, y esa cantidad se ingiere por lo menos una vez al año. Bebedores frecuentes de bajo nivel: Personas que dicen beber una vez por semana o con mayor frecuencia, pero nunca consumen 5 copas o más por ocasión. Bebedores moderados de alto nivel: Personas que manifiestan consumir alcohol una vez al mes, aunque menos de una vez por semana, y que
  • 26. consumen 5 copas o más por ocasión, y esa cantidad la ingieren por lo menos una vez al año. Bebedores moderados de bajo nivel: Personas que declaran tomar una vez al mes o con mayor frecuencia, aunque menos de una vez por semana, pero que nunca consumen más de 5 copas por ocasión. Bebedores poco frecuentes: Personas que reportaron consumir alcohol una vez al año o con mayor frecuencia, siempre y cuando la frecuencia sea menor de una vez al mes. Abstemios: Personas que dicen no consumir bebidas alcohólicas, o que lo hacen con una frecuencia menor de una vez al año. Diversas investigaciones han permitido establecer un cuerpo de definiciones que permiten la conceptualización de los diferentes tipos de drogas: Sustancias psicoactivas: Son aquellas que modifican la percepción, la sensación, el estado de ánimo y la actividad, tanto física como mental. lnhalables: Son hidrocarburos solventes volátiles que se obtienen del petróleo y del gas natural, que tienen efectos psicotrópicos similares a los de otras sustancias sedantes e hipnóticas. Por lo general producen distorsiones sensoriales y perceptuales temporales. Mariguana: Es un alucinógeno leve que en dosis bajas produce un sentimiento de relajación, desinhibición emocional, distorsiones perceptuales y sensoriales, inhabilidad cognitiva y motora. Alucinógenos: Sustancias que producen alteraciones mentales, emocionales y de comportamiento semejantes a las que caracterizan a las psicosis, con desorganización de la personalidad. Suelen provocar alucinaciones, es decir, impresiones sensoriales falsas.
  • 27. Cocaína: Es un estimulante potente del Sistema Nervioso Central que produce un aumento en el estado de alerta, sentimientos intensos de euforia e inhibe el apetito y la necesidad de dormir. Heroína: Es un analgésico narcótico potente, semisintético, derivado de la morfina; tiene efectos eufóricos y analgésicos muy potentes y un potencial adictivo más alto que cualquier otro analgésico narcótico. Narcóticos: Sustancias que actúan directamente sobre el Sistema Nervioso Central, suprimen el dolor, inducen el sueño e intervienen para disminuir la temperatura. Tranquilizantes menores: Son drogas sintéticas de uso legal y médico; producen dependencia psíquica, y en algunos casos dependencia física y tolerancia. Sedantes /barbitúricos: Sustancias depresoras del Sistema Nervioso Central; producen sedación ligera, sueño, hipnosis y, en dosis elevadas, pérdida del conocimiento, anestesia quirúrgica y depresión respiratoria. Estimulantes: Sustancias que provocan alteraciones profundas en el Sistema Nervioso Central. Producen aumento del estado de alerta y de la iniciativa, falta de sueño, mejoría del ánimo, euforia, merma en el apetito y pérdida del peso corporal. Un elemento importante que se debe distinguir es que el consumo de drogas debe hacerse fuera de prescripción médica, esto es, sin receta médica, o en mayor cantidad o tiempo del recetado por el médico, o por motivos diferentes a los prescritos. VI. ASPECTOS OPERATIVOS COORDINACIÓN INICIAL La coordinación de las diferentes instituciones que participan en la instrumentación de la vigilancia epidemiológica de las adicciones se lleva a
  • 28. cabo en diferentes etapas. En la primera intervienen las instituciones relacionadas con la investigación del consumo de drogas, y en la segunda las instituciones vinculadas con el estudio del alcohol y el tabaco. Para ello, se concertan reuniones en diferentes niveles, en las cuales inicialmente se informa a las instituciones relacionadas con el capítulo de drogas acerca de los objetivos y la metodología de la vigilancia epidemiológica y se les invita a participar. En una segunda reunión se rescata el conocimiento y la experiencia de los expertos y se define, por consenso, un conjunto de indicadores prioritarios respecto de las drogas; también se definen los sitios estratégicos para la instalación de la red de puestos centinela y elementos relacionados con la operación del sistema en general. En una tercera reunión se analizan los documentos elaborados en las reuniones anteriores y se definen las características de operación del sistema en su primera etapa. ACTIVIDADES Para alcanzar los objetivos de la vigilancia epidemiológica de las adicciones se han determinado las siguientes estrategias. 1) Establecer una red de información continua integrada por todas las instituciones participantes, que contemple actividades de prevención, detección de casos y registro de delitos relacionados con la farmacodependencia, así como lo relacionado con el consumo de tabaco y alcohol. Esta información se concentrará en los niveles estatal y nacional. 2) Establecer una red de puestos centinela; esto es, sitios de vigilancia epidemiológica conceptualizados como lugares clave para la detección del problema de consumo de drogas, que se ubican en sectores donde habitan o acuden usuarios o grupos poblacionales de alto riesgo en el consumo de sustancias adictivas. 3) Realizar encuestas continuas en hogares, escuelas y centros de trabajo en cada ciudad que sea seleccionada. LA RED DE INFORMACIÓN CONTINUA Es la primera actividad en el desarrollo de un sistema de este tipo; permite realizar y actualizar el diagnóstico del problema globalmente. Para llevar a cabo esta estrategia se debe tener en cuenta lo siguiente:
  • 29. 1) La información que la alimente es producto de registros administrativos, por lo que no se recarga a las instituciones con más papelería. 2) Las instituciones que se integren, de preferencia deberán ser las que generan información sustantiva del problema, con lo cual se garantiza la actualización continua del diagnóstico a nivel local y, por agregación, a nivel global. La actividad específica de esta red es integrar la información contenida en los reportes administrativos que proporcionen las instituciones participantes en diferentes niveles (médico, social, jurídico, etc.) y en las que generan algún tipo de reporte cuantitativo o cualitativo. Esto implica que todas aquellas instituciones que generan información, con diferentes niveles de precisión, sobre el problema investigado, podrán integrarse a ella, sean de orden oficial o particular: instituciones de salud, de procuración de justicia, educativas, de asistencia social, instituciones especializadas en el tratamiento de adictos, grupos de autoayuda, servicios médicos forenses y legistas, etcétera. Procedimientos generales para su organización El primer paso es identificar y reclutar a las instituciones que puedan integrarse al programa; esto se puede llevar a cabo mediante la aplicación de cuestionarios, que se enviarán a todas aquellas instituciones que manejen información relacionada con el problema de las drogas. El propósito de los cuestionarios es investigar qué instituciones manejan algún tipo de registro administrativo que contenga información cualitativa o cuantitativa de interés para la red de información continua y cuáles tienen interés en participar en el programa. Cuando las instituciones quieran participar y, en efecto, lleven registros de información útil para el programa, se solicitan copias de sus formatos, y se les pide que los envíen periódicamente a la coordinación de vigilancia que corresponda. Si la institución no lleva ningún tipo de registro útil para el sistema pero quiere participar, se puede concertar con ellos la integración o modificación de registros que contengan variables de interés, definidas conjuntamente. Una vez establecida la colaboración de las instituciones interesadas se elabora el diagnóstico local, que puede realizarse de la siguiente manera: 1) Reunir toda la información formal del fenómeno, que exista en las fuentes identificadas. 2) Aplicación de cuestionarios a todas las instituciones participantes, con la finalidad de recabar la información no formal existente sobre el problema investigado. Existen cinco ejemplos de cuestionarios, diseñados para cinco diferentes tipos de instituciones (véase anexo A: red de información continua).
  • 30. 3) Integración de un informe global que sistematice la totalidad de la información recolectada. Las características de flujo de la información se definen para cada una de las instituciones, según su propia infraestructura. Dentro de lo posible, la información deberá clasificarse de acuerdo con la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE). Al efectuar análisis en diversos niveles (municipal, estatal o regional), en función de las características y disponibilidad de la información, esta estrategia permite identificar zonas de alto riesgo, esto es, areas geográficas delimitadas tanto por las consecuencias como por las diferencias en el consumo de sustancias en las comunidades, lo cual brinda a esta estrategia características ideales para determinar la necesidad y ubicación de puestos centinela. Además, al tener características dinámicas y estudiar el fenómeno a través del tiempo, refleja las consecuencias de brotes epidémicos de consumo, lo cual permite anticipar la necesidad de instrumentar estrategias más precisas en localidades nuevas. Una vez integrada la información se deben generar reportes periódicos que retroalimenten a las instituciones participantes y orienten la toma de decisiones. Resulta lo ideal que las instituciones participantes en el sistema de información rutinaria se integren a la red de puestos centinela. LOS PUESTOS CENTINELA Esta estrategia permite caracterizar más precisamente el problema investigado, e incluso detectar grupos de riesgo, basados en perfiles. Es la estrategia ideal para detectar brotes epidémicos de consumo de sustancias, pues sus características le permiten dar el primer aviso. Su información también permite orientar los esfuerzos de las encuestas continuas. Los puestos centinela se han definido como sitios de vigilancia epidemiológica ubicados en lugares clave para detectar el problema de consumo de drogas, es decir, en sectores donde habitan o acuden usuarios de sustancias o grupos poblacionales considerados de alto riesgo para el consumo de sustancias adictivas. El concepto de puestos centinela en áreas clave se refiere a aquellos sectores que, más allá de su apariencia concreta, parecen expresar un problema de consumo de sustancias significativamente mayor. Entre ellos se considera a sectores como los servicios de urgencias de los hospitales, los que, a la manera de un centinela epidemiológico, pueden tener la visión oportuna del problema de drogas en la calle. La información a su alcance cubre un amplio espectro que va desde las urgencias resultado de los patrones tradicionales de ingestión alcohólica hasta las consecuencias del uso de nuevas sustancias y nuevas formas de administración de drogas, episodios que por su naturaleza súbita van en busca de atención urgente en hospitales.
  • 31. En la definición de esta estrategia están presentes dos elementos básicos: 1) En primer lugar, la búsqueda de lugares que en la realidad cotidiana funcionen como puntos focales que capten información directa sobre acontecimientos relacionados con el uso de sustancias adictivas. 2) En segundo lugar, la metodología en que se basan es considerada como pasiva, dado que únicamente emplea la información recibida en el puesto; es decir, no se acude a la comunidad para recabarla. De esta manera, los puestos centinela generan información de manera pasiva y continua, mediante un número reducido de indicadores de las consecuencias individuales y sociales ocasionadas o relacionadas con el consumo de sustancias adictivas. Con la instalación de puestos centinela será posible conocer la dinámica de las formas de consumo en las diferentes áreas estudiadas y detectar de manera precoz los cambios en los patrones de consumo de la población usuaria de aquellos servicios en los que se instalen los puestos. Los fundamentos para la planeación y diseño de los puestos centinela son: 1) Deben generar información que mejore la salud de la comunidad. 2) Deben contribuir a la planificación en salud en todos los niveles. 3) Deben ser económicos. 4) Deben integrarse a los Sistemas Nacionales de Vigilancia Epidemiológica, y no formar sistemas paralelos ni crear infraestructuras especiales. 5) Deben contar con instrumentos sencillos, breves y de rápida utilización, y; 6) Finalmente, no deben incrementar la carga de trabajo del personal participante, por lo que el tiempo destinado a esta actividad no deberá ser mayor al 15% de la jornada. Procedimientos generales para su organización Para instaurar los puestos centinela se deben seguir los pasos descritos a continuación: 1) Establecer contacto con las autoridades de la institución seleccionada para integrarse a la red de puestos centinela. 2) Presentar el programa a las autoridades y acordar calendarios para proceder al adiestramiento.
  • 32. 3) En caso de que se llegue a acuerdos regionales o Institucionales, adiestrar y sensibilizar los mandos medios y superiores. 4) Adiestrar a los candidatos a "centinelas epidemiológicos". 5) Seleccionar a "centinelas definitivos" y responsables del puesto centinela. 6) Informar a las autoridades de la institución correspondiente, el fin de la etapa de adiestramiento y proponer fechas de inicio para las actividades operativas. Es necesario contar con estimaciones confiables sobre el promedio de servicios prestados; casos o pacientes atendidos, para cada puesto, con el fin de cuantificar el número de cédulas requerido por semana. 7)Codificar, según hoja de codificación y semana epidemiológica, un total de cédulas igual al promedio de atenciones prestadas más un 10%. a) La primera vez, las cédulas se entregan personalmente y las subsecuentes con un mensajero. b) Las cédulas se hacen llegar al puesto centinela el jueves anterior a la semana epidemiológica codificada. c) Se recogen el martes siguiente al de la semana codificada. 8) Realizar comunicaciones telefónicas para verificar el buen funcionamiento del operativo, en terminos de la: a) Oportunidad en el reparto de las cédulas a los centinelas epidemiológicos. b) Oportunidad en la recuperación de las mismas. 9) Realizar visitas de supervisión preferiblemente: a) Dos durante la primera semana de operación. b) Una cada semana, hasta cumplir el mes. c) Posteriormente una mensual durante los primeros seis meses, y después una bimestral o trimestral. 10) Validar y capturar la información recolectada. 11) Elaborar reportes semanales y mensuales para cada puesto y agrupar por instituciones estados y regiones, en la medida de lo posible. Instrumentos de recolección de información
  • 33. Los instrumentos de investigación para los puestos centinela fueron desarrollados a partir de las variables mínimas comunes, hay módulos de variables comunes y los hay específicos para cada tipo de puesto centinela. Dichos instrumentos tienen como características fundamentales una cantidad mínima de reactivos, la simplificación de su llenado (que consiste en cruzar con un lápiz la opción correcta en cada caso) y ser codificados automáticamente. Además, cada cédula tiene en el dorso un instructivo de llenado que permite resolver la mayoría de las situaciones que se pueden presentar (véase anexo B: puestos centinela). Estas características permiten su pronto envío a los servicios de captura, procesamiento y análisis. La información que se consigna en las cédulas se presenta a continuación: IDENTIFICACIÓN DEL PUESTO: entidad federativa, ciudad, institución, folio, unidad. SEMANA: se considera la distribución temporal en semanas epidemiológicas. DIA DE LA SEMANA: corresponde al día calendario en que se capta el caso, de domingo a sábado. Los apartados anteriores son llenados previo al envío de las cédulas. Para la codificación de cada variable se diseñó un formato numérico de progresión logarítmica, que economiza espacio y permite la lectura óptica electrónica de las cédulas, cada variable de identificación cuenta con un espacio de codificación numérica y la información para llenarla conforma un catálogo específico de codificación. La forma de consignar ésta información en la cédula es sumar los dígitos necesarios según el valor de cada variable específica. A cada nuevo puesto centinela se le asigna un código numérico consecutivo según la institución a que pertenezca. Dado que existe un código diferente para cada entidad federativo, para cada ciudad y para cada institución, se asegura que cada puesto centinela tenga una forma única de identificación. Los siguientes apartados representan la información sustancial de las cédulas: HORARIO: dividido en tres turnos; matutino, cuando el caso sea recibido entre las 6:00 y las 14:00 horas; vespertino, entre las 14:00 y las 22:00, y nocturno cuando esto ocurra entre las 22:00 y las 6:00 horas. EDAD EN AÑOS: el tiempo transcurrido en años, entre el nacimiento del individuo y el momento de captación del caso. SEXO: masculino y femenino. MOTIVO DE ATENCIÓN: razón por la que acude al servicio; se investigan causas violentas, enfermedades, problemas de socialización, etcétera.
  • 34. FUMA ACTUALMENTE: el individuo dice consumir tabaco en cualquier presentación, frecuencia y cantidad en el momento actual y durante los últimos 30 días. En algunos casos se investigan dos categorías de consumo: menos de 5 cajetillas y más de 5 cajetillas en toda la vida. A continuación se registra el consumo de las siguientes sustancias adictivas: ALCOHOL: ingerir cualquier tipo de bebida alcohólica; existen clasificaciones diferentes para cada caso. ANALGÉSICOS NARCÓTICOS: drogas médicas derivadas del opio que son utilizadas como analgésicos (p.ej. Darvón). SEDANTES. drogas médicas que incluyen los barbitúricos y sus derivados en cualquier presentación (p.ej. Sedalmerk). TRANQUILIZANTES: drogas médicas en que se agrupan todas las sustancias cuyo efecto sea buscado para eliminar ansiedad, angustia, excitabilidad o para producir sueño (p.ej. Valium, Melleril, Rohypnol, etcétera). ANFETAMINAS Y OTROS ESTIMULANTES: drogas médicas que se emplean para levantar el ánimo, para mantenerse despiertos (para estudiar o trabajar) o para adelgazar (p.ej. anfetaminas). MARIGUANA / CANNABIS: en cualquiera de sus presentaciones. INHALABLES: se incluyen los productos derivados del petróleo que se emplean como droga por inhalación (p.ej. thinner, cemento, pinturas, etcétera). COCAINA: se incluyen todas sus presentaciones y vías de administración. HEROÍNA / OPIO: agrupa todos los derivados de opio, como la morfina, que se emplean en forma directa. ALUCINÓGENOS: abarca todas las sustancias usadas en busca de efectos alucinantes (p. ej. hongos o peyote). OTROS: para aquellas sustancias que, por cualquier motivo, no puedan ser clasificadas en alguno de los apartados anteriores. Capacitación del personal La capacitación del personal participante parte de dos premisas fundamentales: 1) Sensibilizar a los recursos humanos que generan la información, sobre la relevancia de esta actividad; es decir, volver a dotar de sentido al trabajo que
  • 35. se realiza, de manera que el trabajador participe realmente en su actividad y sea un eficiente centinela epidemiológico. Esta sensibilización es la base de una motivación permanente. 2)Dar a conocer las generalidades de la vigilancia epidemiológica de las adicciones, las particularidades de la estrategia de puestos centinela y las normas e instrucciones para el manejo de las cédulas correspondientes. En general, la tendencia ha sido ignorar el aspecto de la motivación y esperar a que la tecnología resuelva los problemas operativos que se presenten; sin embargo, se considera conveniente estimular el potencial creativo del personal, impulsando la recuperación de su experiencia, al asignarle un papel activo y dinámico a su participación en el proceso de generación de la información, de manera que su respuesta sea veraz y útil para los objetivos de la vigilancia epidemiológica. Por lo tanto, esta estrategia debe buscar la metodología apropiada para la sistematización tanto de la práctica cotidiana como de la capacitación necesaria. La operacionalización de los puestos centinela implica dos niveles de capacitación: Uno entre coordinaciones regionales o locales, que requiere la participación de personas encargadas de mandos medios y supervisores, y otro entre el personal operativo que participa directamente captando la información (centinelas epidemiológicos). A fin de capacitar a los mandos medios, coordinadores y supervisores, se presentará un panorama de las adicciones aportando, en lo posible, información local para sensibilizarlos, se analizará la metodología y los instrumentos de recolección para familiarizar a los participantes con los objetivos de la vigilancia y la forma en que se pretenden alcanzar, especificando las funciones, responsabilidades y actividades tanto del centinela como de los coordinadores y supervisores (véase anexo B: puestos centinela). Para los centinelas epidemiológicos de las adicciones se realizarán reuniones de adiestramiento en las que, a partir de un grupo numeroso de candidatos, se seleccionará a los centinelas, primero por propuesta voluntaria y después por evaluación del desempeño; se invitará a aquellos individuos que muestren particular interés y compromiso con el proyecto. Este proceso partirá asimismo de una sensibilización y capacitación inicial en la que se presentará un panorama del problema de las adicciones incluyendo, en lo posible, información local, a fin de iniciar la sensibilización de los trabajadores; posteriormente se analizará la metodología y los instrumentos de recolección para familiarizar al trabajador con los objetivos del sistema y la forma en que se pretenden alcanzar. Finalmente se analizarán las funciones, responsabilidades y actividades específicas del centinela (véase anexo B: puestos centinela) y se aplicará un pequeño cuestionario para que los participantes evalúen tanto el contenido como las técnicas de sensibilización y adiestramiento utilizados. A partir de este punto, la sensibilización y capacitación continuarán con un programa permanente con base en asesorías
  • 36. y supervisiones, de manera que el entrenamiento avance paralelamente al desarrollo de las capacidades y habilidades del personal. Esta concepción implica que el trabajador debe conocer los resultados de sus actividades y participar creativamente en la evaluación del programa: ambos elementos permiten al trabajador ampliar sus conocimientos, desarrollar sus capacidades y, además de sensibilizarlo, aprovechar sus experiencias. Ello garantiza que los puestos centinela sean entidades dinámicas, cada vez más adecuadas a las características de las localidades en las que estén ubicados y por consiguiente cumplan mejor con sus objetivos. Los puestos centinela se pueden ubicar en: Servicios de urgencias médicas. Centros de salud del primer nivel de atención. Agencias del ministerio público. Centros de asistencia social. Instituciones educativas. Retenes migratorios. Su cantidad y ubicación se determina con base en la información acumulada y en coordinación con las autoridades competentes en cada ciudad seleccionada. Se considera conveniente la participación de grupos civiles de asistencia como son los dispensarios médicos, grupos de auto-ayuda, etcétera. La información que produzcan los puestos centinela se complementará con la del sistema de información rutinaria, y toda en su conjunto permitirá orientar el sistema de encuestas continuas, tercer componente del sistema, que obtendrá información cualitativa y precisa sobre el fenómeno investigado. Idealmente los puestos centinela deben funcionar además como centros de coordinación y puntos de partida para el levantamiento de las encuestas continuas. LAS ENCUESTAS CONTINUAS La estrategia de encuestas continuas busca completar el cuadro que ofrecen las dos estrategias anteriores. La información de las dos estrategias anteriores ubica geográfica, demográfica y temporalmente el problema y nos hace conocer su dinámica a través del tiempo. Una vez identificadas zonas y poblaciones de riesgo, se pueden aplicar metodologías probabilísticas para obtener información que sea representativa de poblaciones mayores, de regiones enteras o del país en su totalidad. Una forma de lograrlo es conformar poblaciones homogéneas en universos limitados del tipo de conglomerados, es decir, agrupar a aquellas comunidades constituidas por individuos que poseen en común características o perfiles de riesgo similares como; patrones de consumo, niveles socioeconómicos, estilos de vida, localizaciones específicas en tiempo y espacio, etc., con los cuales se pueden conformar universos de dimensiones y características bien delimitadas.
  • 37. Una vez creados los perfiles de estas poblaciones, es posible estudiarlas con encuestas que precisen con mucho detalle la magnitud y alcances del problema de las adicciones en cada segmento poblacional. La selección de los sujetos de estudio puede llevarse a cabo partiendo de una característica o un grupo de características definidas y, sin importar el tamaño de la muestra, pueden entrevistarse en diferentes momentos; ello permite seleccionar un número pequeño de individuos para cada levantamiento, no abrumar a los individuos con cuestionarios extensos ni agotar las muestras en periodos cortos. Procedimientos generales Los cuestionarios diseñados para la estrategia de encuestas continuas deben ser comparables entre sí y con otras fuentes (p.ej. Encuesta Nacional de Adicciones) y tienen como patrones fundamentales el diseño modular, con módulos fijos y módulos intercambiables. Los módulos fijos permiten homogeneizar a los individuos entrevistados; los módulos intercambiables permiten elaborar cuestionarios reducidos logrando simplificación y rapidez en el llenado, conformar bloques de información congruente, cualitativa y completa en lapsos de tiempo cortos, y así lograr un análisis integral del problema. Operativamente este diseño permite el rápido envío a los servicios de captura, procesamiento y análisis y es tan versátil que permite la realización de encuestas telefónicas, en la calle, en centros comerciales, bares, restaurantes, o incluir el uso de otras metodologías, que brindarán información ágil a un costo relativamente bajo. La periodicidad y las prioridades de investigación podrán definirse a partir de los factores de riesgo, conocidos a través de la información continua y los puestos centinela. La instrumentación de esta estrategia supone la necesidad de una infraestructura en informática capaz de permitir la comunicación, el procesamiento y la emisión oportuna y ágil de los resultados obtenidos. El diseño de los cuestionarios debe permitir su rápida aplicación, particularmente en lugares donde la afluencia y el flujo de personas sea intenso. Se estima que un buen tiempo promedio para llevarla a cabo son dos minutos, lo cual permite que cada entrevistador aplique 50 cuestionarios en un tiempo aproximado de 90 minutos. Por lo que se refiere a la muestra, se considera como población sujeto de estudio a mujeres y hombres, hayan consumido o no alguna de las sustancias investigadas, los límites de edad pueden ser definidos libremente pero deben permitir comparaciones con otras fuentes.
  • 38. La estructura del cuestionario permite sencillez en el manejo; por tanto, la capacitación del personal para el levantamiento de las encuestas sólo requiere una explicación general del contenido, sobre todo en los pases que contiene. De esta forma, se debe leer textualmente cada pregunta para obtener la información completa. Una vez que se han recabado los datos, se procede a su revisión y codificación para garantizar la coherencia interna. Si algunos cuestionarios carecen de información sustancial, se recomienda no incluirlo en el análisis pero si en el reporte; posteriormente, los cuestionarios se procesan en bases de datos previamente validadas, para analizar posteriormente la información arrojada por la encuesta. Instrumentos de recolección Los reactivos de los cuestionarios anexos fueron clasificados en varios módulos: I. Identificación; II. Actitudes y conocimientos; III. Patrón de consumo, y IV. Datos sociodemográficos. En el caso de alcohol se agregó un módulo para ser aplicado particularmente a la población femenina. Las preguntas tienen como referencia las categorías generales de la Encuesta Nacional de Adicciones y otros estudios similares, aunque se incluyeron algunas variantes no consideradas anteriormente. En ambos cuestionarios se asientan las variables de las tres estrategias del SISVEA. Los módulos, y su función, están estructurados de la siguiente manera: I. IDENTIFICACIÓN. Es un módulo fijo que permite diferenciar cada cuestionario y considera: fecha, folio, clave del entrevistador, entidad federativa y ciudad. II. ACTITUDES Y CONOCIMIENTOS. Módulo móvil que busca definir el conocimiento y las actitudes de la gente acerca del uso de las sustancias adictivas estudiadas, o bien algunos elementos que modifiquen dicho uso (p ej. la aplicación del Reglamento para la Protección de los No Fumadores en México D.F.). PATRÓN DE CONSUMO. Es un módulo móvil que ofrece el conocimiento de la cantidad y frecuencia de consumo de las sustancias investigadas, así como datos específicos del patrón, como antigüedad en el consumo, combinaciones de sustancias, etc. De ese modo, al estudiar poblaciones homogéneas, es posible determinar la variación de dicho patrón de consumo, dado que las encuestas continuas son comparables entre sí a lo largo del tiempo. IV. DATOS SOCIODEMOCRÁFICOS. Es un módulo fijo que ubica a cada individuo en la estructura sociodemográfica a la que pertenece. El módulo está
  • 39. integrado por preguntas referentes a la edad, sexo, estado civil, ocupación y escolaridad. Se incluye también un grupo de preguntas móviles para conocer aspectos de migración. V. POBLACIÓN FEMENINA. Es un módulo intercambiable cuya finalidad es conocer el patrón de consumo de sustancias durante el embarazo. Las preguntas se diseñaron con un lenguaje sencillo. Sin embargo, para evitar ambigüedades, se anexó un instructivo donde se señalan las especificidades que requiere cada pregunta y, además, los códigos otorgados a las opciones de respuesta, con la intención de resolver la mayoría de las respuestas que se pueden obtener durante su aplicación. A manera de ejemplo, se anexan dos cuestionarios que pueden aplicarse a población general: uno para investigar el consumo de tabaco y otro para investigar el consumo de alcohol. VII. EVALUACIÓN DE LAS ACTIVIDADES DE VIGILANCIA PRINCIPIOS ORIENTADORES PARA LA EVALUACIÓN Dado el creciente interés en distintos ámbitos de la sociedad nacional e internacional en el desarrollo, seguimiento y evaluación de sistemas de información en salud, se ha planteado la necesidad de lograr un acuerdo sobre cuáles deben ser las características de todo esfuerzo en este campo. Durante un taller organizado por UNICEF sobre monitoreo y evaluación en 1987, se logró un consenso sobre una serie de principios orientados de la medición, los que pueden servir como punto de referencia. Así se concluyó que toda actividad de medición en salud debe cumplir con los siguientes puntos: 1) Debe mejorar la salud. El sistema de información debe contribuir al mejoramiento de la salud. Este principio obvio tiene las siguientes aplicaciones: a) Exige una planificación más efectiva que tome en cuenta, de manera sistemática, el impacto de cada acción de salud en la reducción de muertes, enfermedades e incapacidades para lograr un mejor uso de recursos limitados. b) Requiere que los trabajadores de salud se involucren en un proceso activo que incluye la capacitación de aquellos que recolectan los datos, enseñándoles cómo analizar y aprovechar sus propios logros (en términos de su impacto, no sólo de la cantidad de actividades realizadas) como parte de una actividad enfocada a la salud, en lugar de pasar horas llevando registros cuya utilidad no se entiende. c) Que las mediciones puedan contribuir al mejoramiento de la salud en cuanto medio de conocimiento y autoevaluación de la comunidad.
  • 40. 2) Debe ser íntegras. Todo proceso de medición debe ser concebido como una contribución a la planificación nacional. En el caso de que se establezcan nuevas formas de captar información, éstas no deben constituirse en un sistema paralelo, sino ser una parte integral del sistema único de información. 3) Debe poderse sostener en términos de costo y capacidades. Igualmente, la recolección, el análisis y el uso de datos deben evaluarse respecto de sus costos, que incluyen el tiempo, los sueldos de los trabajadores del sector salud, los gastos de equipamiento y suministro. Además, en el caso de las encuestas continuas, deben considerarse los costos en tiempo, así como la privacidad de los miembros de la comunidad. 4) Debe ser flexible para adaptarse a las capacidades locales. El sistema de información debe adecuarse a las necesidades y capacidades de los trabajadores de los niveles nacional, regional y local utilizando métodos de recolección y análisis de datos accesibles en cada nivel. Sin embargo, los mismos procesos de medición deben poder mortificarse según el desarrollo de capacidades en los distintos niveles. Siendo un sistema que debe retroalimentar a la comunidad de la cual extrae la información, también deberá adaptarse a los conocimientos y a la capacidad de la misma, de tal manera que fomente su participación creciente. 5) Debe favorecer la vinculacíón entre los diferentes niveles (nacional, regional, local), de los sectores entre sí y con la comunidad. Dentro del contexto del sistema único de información de salud, los procesos de medición deben facilitar la coordinación con otros sectores que tienen que ver con la salud y que coadyuven en la prevención del consumo de sustancias adictivas (como los de educación y justicia, servicios, centros recreativos y laborales). Para el mejor aprovechamiento de los datos ya obtenidos y disponibles en cada sector, así como para retroalimentar a estos mismos sectores con la información sobre el impacto de sus actividades en la salud, el sistema debe permitir y estimular al máximo la participación del personal de salud en una mejor gestión y autogestión, incluyendo la de la propia comunidad. 6) Debe producir información confiable y de fácil obtención. El trabajo práctico de recolección y análisis de datos debe proporcionar información accesible para todos los niveles y ser de fácil obtención, de buena calidad, oportuna y confiable. Debe permitir la evaluación del uso de recursos humanos, suministros y fondos en términos de la cobertura y el impacto logrados, elementos claves para la planificación de las actividades en los niveles local,
  • 41. regional y nacional que tengan como finalidad controlar el problema de las adicciones. Posiblemente las respuestas a las siguientes diez preguntas sean de utilidad para la evaluación periódica de las actividades de vigilancia epidemiológica de las adicciones en cada una de sus estrategias: 1) ¿Cuáles son los instrumentos de medición existentes? 2) ¿Cuál es la utilidad de cada instrumento en la medición del proceso y del de impacto? 3) ¿El sistema de medición requiere personal especial? y, si éste existe, ¿está adiestrado? 4) ¿Qué volumen de trabajo implica este sistema para los trabajadores de salud en cada nivel (horas por semana)? 5) ¿Cómo contribuye la medición a la capacitación de los trabajadores de salud? 6)¿Cómo contribuye la medición en el mejoramiento de la calidad de los servicios? 7) ¿Cómo contribuye la medición al proceso de descentralización de los servicios de salud? 8) ¿Qué grado de flexibilidad existe para que los sistemas de medición se adapten a la heterogeneidad de condiciones locales? 9) ¿Cómo se puede evitar o reducir el deterioro de la calidad de la medición consecuencia de su aplicación rutinaria? 10) ¿Cómo se sostiene el sistema de medición después de que termina un proyecto específico? Evidentemente, los conceptos vertidos en este manual deben considerarse dentro de la dinámica natural de cada comunidad y de los mismos fenómenos que se pretende estudiar. La posibilidad de que estas actividades epidemiológicas aporten información adecuada para lograr impactos efectivos en el fenómeno de las adicciones, está íntimamente ligada con la retroalimentación proveniente de un buen sistema de evaluación, que, a su vez, debe ir mejorando conforme madure el sistema de vigilancia. VIII. BIBLIOGRAFIA Castro, M.E. "El uso de drogas entre los estudiantes. Resultados de una investigación." Salud Mental, 10(4):30-37. México, diciembre de l987.
  • 42. De la Fuente, Ramón y M.E. Medina Mora. "II. El abuso y la dependencia de fármacos psicoactivos." Salud Mental, 10 (2):14-21. México, junio de 1987. De la Fuente, Ramón. "El problema de la farmacodependencia. Visión de conjunto." Salud Mental, 10 (4): 7-10. México, diciembre de 1987. Dirección General de Epidemiología, Instituto Mexicano de Psiquiatría, SSA. Encuesta Nacional de Adicciones. Diseño conceptual. México, 1987. Dirección General de Epidemiología, Instituto Mexicano de Psiquiatría, SSA. Encuesta Nacional de Adicciones. Infome final. México, 1990. Medina-Mora, M.E. "Aspectos epidemiológicos del uso de sustancias inhalables en la República Mexicana." Salud Mental 10 (4): 11-19. México, diciembre de 1987. Miguez, Hugo. Metodología para la investigación participativa del uso de sustancías que producen dependencia. Buenos Aires, 1989; mimeografiado. Miguez, Hugo. Bases para un sistema de vigilancia epidemiológica regional sobre abuso de sustancias psicoactivas. Buenos Aires, 1990; mimeografiado. Ortiz, Arturo. "Desarrollo del Sistema de Registro de Información sobre Drogas en México." Bol. Of. Sanit. Panam. 107 (6):523-530. México, 1989. Universidad Autónoma de Guerrero. Cuadernos del Centro de Investigaciones en Enfermedades Tropicales. (CIET). Número especial dedicado a los sitios centinela, vol. 1, núm. 2. México, 1990. Manual para la vigilancia epidemiológica de las adicciones, se terminó de Imprimir en noviembre de 1993 La edición consta de 200 ejemplares Impreso en Líto Line de México,S.A.