El documento define el lenguaje como un instrumento simbólico que utilizamos para organizar nuestro entorno y pensamiento, construir el mundo con sus percepciones y matices, e interpretar y conocer el mundo que nos rodea. Hablar es actuar porque al hablar creamos realidades, mundos, y expresamos nuestra identidad. El lenguaje se utiliza para aludir a la capacidad de simbolizar y comunicarse mediante signos convencionales.