El documento discute el papel del Estado en la industrialización en América Latina a partir de la década de 1940. Señala que el Estado se convirtió en el actor fundamental para promover el desarrollo e industrialización en la región debido a la debilidad de la burguesía local para liderar el proceso de acumulación. El Estado asumió funciones del sector privado y su participación en la economía llevó a una corporativización creciente y hipertrofia político-administrativa. El documento concluye que el Estado no debe ser v
2. EL ESTADO LATINOAMERICANO Y LA
INDUSTRIALIZACION,
El Estado representa la relación fundamental de
dominación de la sociedad capitalista.
Considerar al Estado como el centro de las
decisiones políticas y administrativas permite
suponer una gran capacidad de mediación, de
autonomía relativa decisional y de
instrumentación, características que se
modifican en sus niveles y magnitud, de acuerdo
con las condiciones históricas.
A partir de la década de los cuarenta, en los países latinoamericanos
comienza un proceso de cambio en las relaciones entre política y economía,
que modifica contenidos de la ortodoxia liberal en lo referente al papel del
Estado en la economía. Cambios que se van adoptando, en forma y
temporalidad, de acuerdo con las características sociales, económicas e
históricas particulares de cada espacio nacional latinoamericano.
3. En concordancia con ese proceso, se adopta la industrialización como
estrategia del modelo de desarrollo basado en la Sustitución de
Importaciones -en algunos países como México, Brasil y del Cono Sur,
esta modalidad de desarrollo se había implementado para la década
de los treinta-, donde el Estado se convierte en el actor fundamental
de la promoción del desarrollo y regulador de la distribución.
Todo esto como consecuencia de la debilidad estructural de
la burguesía endógena para comandar el proceso de
acumulación.
4. El Estado se ve obligado a asumir el papel que le corresponde al sector
privado en el capitalismo avanzado. Por efecto de las características del
proceso de industrialización, el Estado es conducido a una corporativización
de su participación empresarial y productiva, lo que le otorga nuevas
funciones -y al mismo tiempo- lo conduce a un proceso creciente de
hipertrofia político-administrativa.
El Estado no puede ser concebido, ni como un mero instrumento político ni
como una institución establecida por el capital, sino más bien como una
forma especial de cumplimiento de la existencia social del capital al lado y
conjuntamente con la competencia, como un momento esencial en el
proceso de reproducción social del capital».(1986:92).