2. El Estado como Ente Político y Económico
En el proceso de formación del Estado venezolano, la búsqueda de una
forma de gobierno
que fuese consustancial con el devenir de las regiones históricas, fue el eje
central en el
pensamiento político del occidente. El problema de la legitimación del
poder se asumió
concediéndole a la soberanía popular la fuente primigenia. Como forma de
gobierno, en la
Provincia de Mérida, prevaleció la idea y acción de imponer el federalismo,
ya que
garantizaba la distribución y equilibrio entre los poderes, la gobernabilidad
y evitaba la
entronización del centralismo, percibido como un disolvente de la unidad
nacional.
Palabras clave: Autonomía Territorial. Soberanía. Federalismo.
Centralismo.
Gobernabilidad. Región Histórica.
3. El Estado como Ente Político y Económico
Asumimos que las posibilidades de desarrollo económico-social se magnifican ante la presencia de
una eficiente gobernabilidad; entendida como las relaciones entre el Estado y la sociedad civil donde cada ente
político, económico y social desempeña su rol en un marco de convivencia en aras de elevar los beneficios a la
mayor cantidad de población posible, a la luz de tres posibles modelos—o combinación de ellos–, uno que
otorga privilegio al mercado y al empresario en torno a la propiedad privada de los medios de producción; otro
que confiere mayor relevancia al Estado y a la propiedad pública de los factores de la producción; y un tercer
modelo donde el Estado procura la equidad social armonizando el accionar público y privado con el
desempeño del mercado y con distintas formas de propiedad colectiva en presencia de un Gobierno socialista
sin que ello implique necesariamente la transición hacia un Estado socialista. Asumir aisladamente alguno o
vinculado con otro, es ya de por sí una altísima dificultad política-ideológica de insospechados efectos sobre la
economía, que hace necesaria una obligante complementariedad entre la economía política y la política
económica del país. A tenor de lo expresado ha de abordarse la economía política como una táctica traducida
en teoría (método o sistema) para enseñar a poner las cosas en orden en función de organizar la producción
colectiva, y para lo cual estudia y analiza las relaciones que los individuos establecen entre sí, y el
comportamiento de cada uno de los factores que afectan a la economía, teniendo como objetivo estudiar el
desenvolvimiento de los individuos en colectivo y frente al Estado; o lo que es lo mismo estudia el
comportamiento de los ciudadanos, de la sociedad y de los factores que afectan la economía ¡sin aplicar
nada!. La política económica, por su parte, y observada como una estrategia que vincula variados elementos y
establece lineamientos en procura de alcanzar un crecimiento económico con desarrollo sustentable implícito
mediante la modificación de comportamientos económicos, basándose en las enseñanzas que emanan de la
economía política, y para lo cual debe emplearse—para el caso específico de Venezuela—herramientas
relacionadas con política fiscal, cambiaria, monetaria y petrolera (principalmente) habida cuenta de su efecto
sobre los precios internos (inflación). Estas herramientas han de estructurarse como un conjunto de medidas
que adopta el Gobierno con el propósito de establecer un marco de referencia para moldear e impulsar el
crecimiento de la actividad económica, poniendo en práctica lo descubierto por la economía política, lo cual
facilita la modificación y focalización del comportamiento del individuo y de la sociedad para buscar
resultados determinados.
4. El Estado como Ente Político y Económico
El papel del Estado venezolano en la economía
La idea de un Estado no interventor en la economía se ha establecido como principio neoliberal, pues bajo éste
enfoque sólo debe centrarse en servir de regulador para que el mercado actúe "según el libre juego de la oferta y
la demanda". Sin embargo, ha sido comprobado empíricamente que algunos mercados especialmente los de países
menos desarrollados, no funcionan eficientemente (esquema demanda-oferta), por lo que necesitan de la
intervención estadal para poder corregir los desequilibrios producto de las imperfecciones del mercado.
Muchas de esas imperfecciones del mercado se centran en los monopolios tanto de producción como
de comercialización entre otros, originando en gran medida perjuicios para la sociedad en general. Incluso la
doctrina neoliberal imperante sostiene que para que una economía progrese necesita de una pujante liberalización y
nula intervención del Estado, así lo revelan las pautas para la intervención en las diferentes organizaciones
multilaterales (OMC, FMI, TLCAN, ALCA en negociación).
Paradójicamente, existen muestras latentes de países que han conseguido ciertos niveles de desarrollo mediante la
activa injerencia estadal. Por ejemplo, durante el siglo XIX algunos Estados tomaron un gran papel en el
desenvolvimiento económico, tal es el caso de los EEUU, cuando el gobierno federal interpretó una disposición
constitucional que le permitía regular el comercio entre los estados; además fijó sueldos mínimos; reguló el sistema
financiero; promovió algunas industrias como la del telégrafo e incentivó otras como la agricultura, cosa que
perdura de cierta forma en la actualidad, a través de algunos subsidios que rondan los 100 mil millones de dólares
anuales.
Recientemente el llamado milagro asiático reveló que el papel del Estado era esencial, lejos de lo que en términos
neoliberales se expresa. La experiencia asiática, no guiada completamente por normativas multilaterales, fue
impulsada por la forma en que el Estado guió y perfiló al mercado. En el este asiático se combinaron las altas tasas
de ahorro, las inversiones en educación y la política industrial (medidas orientadas a contribuir con determinados
sectores productivos de la economía, principalmente el industrial, tomadas por el gobierno) dirigidas por el Estado.
El desarrollo promovido por los Estados del Este Asiático fue resultado de una fuerte conciencia de la necesidad de
la estabilidad económica y de la importancia del comercio. Las liberalizaciones comerciales se hicieron
gradualmente después de haber generado todo un tejido socioeconómico que permitiera una apertura sin mayores
consecuencias.
5. El Estado como Ente Político y Económico
En la actualidad, en Venezuela se difunde por algunos medios masivos que el Estado "desea convertirse en empresario
para desplazar y destruir al sector privado del país en sus funciones dentro del aparato productivo nacional", y esto es,
según algunos "expertos", la razón de las medidas de control cambiario y de precios adoptadas por el Gobierno
Bolivariano. Sin embargo, no se hace ninguna observancia al efecto dinamizador promovido por el Estado venezolano
representado en el Ejecutivo nacional al sector de las pequeñas y medianas industrias (Pymis) a través de las compras
gubernamentales; de la inserción de las comunidades organizadas en las actividades productivas mediante
las cooperativas de los convenios binacionales pautados con Colombia y Brasil; de la reactivación de la construcción;
del desarrollo de varias vías ferroviarias (únicas en Latinoamérica) ; entre otras.
El Estado venezolano de hoy, signado por valores bolivarianos de integración, solidaridad e igualdad, no pretende
destruir el aparato productivo nacional privado, por el contrario fomenta la capacidad productiva desde
perspectivas integrales y sociales, tales como la del desarrollo establecida en la Constitución.
El Gobierno Bolivariano respetuoso de la libertad económica, persigue disminuir los desequilibrios y desigualdades
existentes dentro de su población, para arribar a mejores niveles de bienestar social general. Por ello, Venezuela, bajo la
concepción bolivariana, pretende sustentarse en un desarrollo endógeno, que potencie cada una de las capacidades del
país, generando soluciones para mejorar la calidad de vida de su población, sin desprenderse del entorno internacional
y así constituir unidades internas de producción generadoras de empleo, bienes y servicios en función de la sociedad.
Por ejemplo, recientemente Venalum y CVG iniciaron varios proyectos de desarrollo endógeno contando con la
participación activa de la comunidad.
El Estado venezolano cumple un rol esencial al contribuir con el mejoramiento de las condiciones de vida de todos los
venezolanos (as), además de regular el funcionamiento de un mercado que no corresponde a la transparencia en su
funcionamiento, puesto que todos los agentes económicos no tienen el mismo peso dentro de la estructura productiva,
lo cual se hace claro ante la influencia de las grandes comercializadoras que son intermediarias entre los productores
primarios y los consumidores finales.
Lo que busca el Estado venezolano es, al igual que otros a nivel mundial, procurar las condiciones idóneas para que en
su debido momento la economía y la sociedad en general estén preparadas para determinados cambios, principalmente
los que imperan a escala planetaria (competitividad, liberalización amplia de mercados de capitales, bienes y servicios).
De otra forma aumentaría la desigualdad y por ende de la pobreza.
6. BIBLIOGRAFIA
Economia Basica, Francisco Mochon , Editoria Mc
GRAW Hill , 1988
http://venezuelalibreblog.wordpress.com/2013/07/1
6/economia-politica-y-politica-economica-obligante-
complementariedad/