2. Todos quienes participamos en esta clase somos iguales;
queremos ser mejores, somos muy importantes.
Los apellidos, honores, méritos, etc., se quedan en la puerta de
la entrada. Aquí, antes que cualquier vanidad, somos seres
humanos, hombres y mujeres con limitaciones y muchas
posibilidades.
Todos podemos aprender de todos, y todos podemos enseñar a
todos.
Nadie da órdenes a nadie. El profesor sugiere, fomenta y
promueve un microclima afectivo de respeto y consideración
mutua.
Tratamos de no complicarnos la vida: hacemos las cosas lo más
sencillo posible. Las grandes cosas son sumamente sencillas.
Tratamos de mantener la mente abierta; procuramos no
prejuzgar. Recuerda que no eres ni más ni menos que nadie;
aquí todos aprendemos.
Sembramos nuestros propios jardines y adornamos nuestra
propia alma, en vez de esperar que alguien nos traiga flores.
Todo compromiso aquí establecido se respeta, porque cada uno
de nosotros es el resultado de sus acciones.
Joel Calua Torres