1. Este artículo ha sido elaborado a partir de varias fuentes,
principalmente “Cómo Celebrar el Shabat”, de la
Congregación B’Nai Jeshurun de Broadway, Nueva York; y
“Guía para el Desarrollo de una Práctica Espiritual del
Shabat” del Rabino Burt Jacobson; he adaptado los textos e
introducido reflexiones personales; el epígrafe “El Shabat
en las Familias Mixtas” lo he elaborado enteramente yo y
los materiales de liturgia para el viernes a la noche
pensados para estas familias también los he elaborado yo y
son totalmente inéditos
Vivir el Shabat
“Recuerda el día de Shabat y santifícalo.
Seis días harás tus labores y todo tu
trabajo, pero el séptimo día es Shabat del
Eterno tu Dios: no harás ningún trabajo, ni
tú, ni tu hijo ni tu hija, ni tu siervo ni tu
sierva, ni tu ganado, ni el extranjero que
reside contigo. Pues en seis días el Eterno
creó el cielo y la tierra y el mar, y cuanto
contienen, pero descansó el séptimo día;
por ello, el Eterno bendijo el séptimo día y
lo santificó.”
Éx. 20:8-11
El impulso está presente dentro del corazón, y los seres
humanos aspiran a alcanzar la felicidad, a transformar sus
vidas, a acompañarse de gente compasiva y amable, y
trascender, con ellos, estas vidas mundanas y santificar
momentos de ellas para que así sean significativas. El
1
2. Judaísmo enseña sobre esa lucha interior en cada persona,
entre la inclinación hacia el bien y la inclinación hacia el mal:
en medio de esa lucha interna, tratamos de comportarnos
como mejor podemos, y aún así muchas veces nos
equivocamos, y tenemos que volver hacia Dios, y pedir
perdón, y prometer que mejoraremos la conducta, que
seguiremos luchando por ser mejores personas. La religión es
esa lucha, una lucha encaminada a liberar lo más importante
de la tiranía de las cosas que importan menos: las fuentes
tradicionales sirven para que alcancemos la naturalidad en la
ética, y para ello están los rituales: para que la ética se
convierta en rutina, y el rito en una parte integrante de la vida
como comer o beber o pensar o hablar .. Celebramos el
Shabat para aprender a santificar la vida. Separando un día
cada siete días, creando durante 25 horas y media un
escenario deseable, una expresión concentrada de nuestros
mejores deseos y nuestros mejores proyectos: un día para el
espíritu, para el alma. Kedushat Shabat, la “Santidad del
Shabat”, enseña a luchar para que lo que creemos que
debería ser se haga realidad, y sea efectivamente cierto.
La mejor forma de empezar el Shabat o incluso el mejor
prólogo al Shabat, aún antes de encender las velas, es llamar
a familiares, amigos y seres queridos y desearles un feliz
Shabat, diciéndoles “Shabat Shalom”. Si sabemos decir
“Shabat Shalom” con absoluta sinceridad y kavaná estaremos
preparados para llenar de kavaná las demás ceremonias y
rituales del Shabat, y para vivir no solamente un Shabat hacia
fuera, sino también, lo cual es también muy importante, un
Shabat hacia dentro, hacia el interior. Empezamos pues esta
aventura didáctica a través del Shabat.
El Shabat en la Torá
El precepto de honrar y guardar el Shabat es uno de los
“Diez Mandamientos”. Es el día más sagrado del calendario
judío. Es ocasión de descanso y refresco, físico y espiritual.
¿Qué lección aprendemos con estos versos de Éxodo? El
lenguaje que la Torá usa para enseñarnos el Shabat indica el
2
3. significado de este día y cómo lo observamos. “Recuerda el
día de Shabat y santifícalo”. Zajor – “Recuerda” ¿Y qué
significa “recordar” un día? ¿qué debemos recordar ese día?
La Torá nos remite a la Creación de este día:
“Los cielos y la tierra, y todo cuanto
contienen, fueron finalizados. En el séptimo
día, Dios terminó Su obra. Dios cesó el
séptimo día de todo el trabajo que había
hecho. Luego Dios bendijo el séptimo día y
lo llamó “santo”, porque en él, Dios
finalizara la obra de la Creación”.
Gén. 2:1-3
Zajor (“Recuerda”). La Torá nos pide que recordemos que
Dios creó los cielos y la tierra y el mar y las órbitas celestes y
las criaturas que viven por doquier. Después de esta labor,
descansó, y ese descanso en el séptimo día ha de servir como
un ejemplo para nosotros. Porque, ¿acaso no tenemos
también que trabajar para sostener un hogar, una familia,
algunos incluso hijos, nietos,..? ¿acaso no son estas labores
una colaboración en la obra de la Creación iniciada por Dios?
¿acaso no está en la propia labor de las manos en que nos
implicamos semana tras semana, el impulso divino? También
creamos, construimos, trabajamos, maduramos .. Pero en el
Shabat, paramos, nos detenemos para admirar la obra de las
manos, para regenerar el cuerpo y la mente, meditar sobre la
obra de la Creación y las fuerzas invisibles que obran en ella
el milagro de la vida; rejuvenecemos con el descanso,
reflexionamos sobre quiénes somos. Como dijo una vez
Abraham Joshua Heschel, en el Shabat no pensamos en qué
tenemos, sino en quiénes somos.
Es interesante que la mitsvá de “recordar el día de Shabat y
santificarlo” sigue con una lista de aquellos a quienes se
extiende el descanso. No solamente a la persona que asume
el precepto, sino también a aquellos que nos rodean, incluso
aquellas personas que trabajan en la casa, en las fábricas de
nuestra propiedad .. también ellas deben descansar. Shabat
no es solamente descansar del trabajo, sino también no hacer
3
4. trabajar a otros para favorecer nuestro propio descanso. El
Shabat es, pues, un descanso comunitario. En el Shabat,
todos son iguales a los ojos del Eterno.
“Recuerda el día de Shabat y santifícalo”. ¿Y qué significa
“santificar” el Shabat? La Torá nos pide que honremos el
Shabat y lo santifiquemos, es decir, que lo separemos de los
seis días de trabajo. Aunque la Torá no nos dice cómo se hace
esa separación. Tendremos que buscar en otros lugares ..
El Shabat en la Mishná
Más tarde, alrededor del año 200 E.C., se finaliza esa obra
de interpretación de la Torá que es la Mishná y que forma el
núcleo de lo que llamamos “tradición oral”. Los rabinos se
preguntan, ¿qué es exactamente “trabajo”? Para ellos
interpretan de manera sistemática el siguiente versículo:
“Tú debes guardar Mis Shabatot y venerar
Mi santuario: Yo soy el Eterno.”
Lev. 19:30
En este versículo se hace una asociación entre el santuario
y el Shabat, de manera que los rabinos entendieron que las
actividades requeridas para la construcción del mismo fueron
precisamente las actividades prohibidas en el Shabat. De esta
manera, la Mishná lista 39 tipos de trabajo ( relacionados con
la construcción del tabernáculo ) y por lo tanto prohibidos en
el Shabat. Estas actividades son:
“Sembrar, arar, cosechar, hacer gavillas,
trillar, aventar, seleccionar, tamizar, moler,
amasar, hacer pan, trasquilar la lana, lavar
la lana, golpear la lana, teñir, tejer / hilar,
entretejer, hacer dos lazadas, entretejer
dos hilos, separar dos hilos, hacer un nudo,
4
5. deshacer un nudo, coser dos rotos, rasgar,
cazar, sacrificar, desollar, despellejar, salar,
curtir el cuero, cortar el cuero, escribir,
borrar, construir, demoler, encender un
fuego, extinguir un fuego, “dar el último
martillazo” (finalizar una actividad
previamente iniciada en la víspera del
Shabat), y transportar un objeto desde un
lugar privado a uno público y viceversa”.
Tratado de Shabat 7:2
Estas 39 actividades se convirtieron en la base de qué
estaba permitido y qué no en la práctica tradicional del
Shabat. En el Talmud y el desarrollo halájico por los poskim, se
ha expandido el significado de estas actividades.
Sin embargo, la interpretación que sigue como base al
propio desarrollo talmúdico no es la única posible del versículo
en el libro de Levítico. El versículo puede entenderse de otras
formas. Efectivamente debemos descansar el séptimo día y
santificar el Shabat, y venerar el santuario. Debemos cesar
del trabajo que nos sirve para el sustento, y santificar ( es
decir, separar ) el Shabat de los seis días de la semana ( a
través del encendido de las velas, el Kidush, la Havdalá, .. ),
acudir a la sinagoga ( “venerar Mi santuario” ) y también vivir
el Shabat en la casa, porque la casa es mishkán m’at “un
pequeño templo”.
Los símbolos y bendiciones del Shabat
¿Cómo se santifica el Shabat? ¿Cómo se separa el séptimo
día de los seis días de trabajo? El Shabat es un día especial.
Separamos algo más que un día: 25 horas y media, desde que
se pone el sol el viernes a la tarde hasta que aparecen tres
estrellas en el cielo el sábado a la noche ( normalmente 72
minutos después de la puesta de sol ). Vivir el Shabat es vivir
la Edad Mesiánica, condensada en un día; es saborear el Olam
HaBa, el “Mundo por Venir”. En ese momento, todos los días
serán Shabat, llenos de paz y descanso y honor para todos los
seres humanos.
5
6. Tres son los símbolos del Shabat: las velas ( nerot ), el vino
( yain ) y el pan ( jalá ). Encendemos las velas y tan pronto lo
hacemos, estamos recibiendo el Shabat, y más aún,
asumiendo ante el Eterno que hemos procedido a la
separación del séptimo día, y nos comprometemos a no hacer
trabajo, a descansar y santificar, a dedicar el día al espíritu y
al estudio de las Escrituras.
Antes del encendido de las velas, debemos separar unas
monedas o el dinero que tengamos en la cartera para el
Shabat. Es preferible no usar dinero en Shabat, o al menos no
hacerlo en actividades que vulneren lo que llamaremos
“Shabat-conciencia” y que explicaré más adelante. Al separar
estas monedas las metemos en una cajita de tsedakah
“caridad” y hacemos la siguiente bendición:
“Bendito eres Tú, Dios Eterno, Soberano del
Universo: Tú nos santificas a través de los
preceptos, y nos has pedido que hagamos
tsedakah.”
¿Cuándo encender las velas del Shabat? La práctica
tradicional es encenderlas 18 minutos antes de la puesta de
sol ( solemos poner las horas de comienzo y de fin del Shabat
en este blog, para cada semana y para la ciudad de A
Coruña ). Esos 18 minutos reciben el nombre de toséfet
Shabat. La práctica reformada y la liberal es encender las
velas antes de la cena del viernes a la noche, con las luces
apagadas que luego se encienden cuando las velas han sido
prendidas.
¿Cómo se hace el encendido de las velas? Ponemos al
menos dos velas, las encendemos y atrapamos la luz con las
manos, tapamos los ojos con esa luz atrapada, y hacemos la
bendición:
“Bendito eres Tú, Dios Eterno, Soberano del
Universo: Tú nos santificas a través de los
preceptos, y nos has pedido que hagamos
el encendido de las velas del Shabat.”
6
7. Podemos hacer la bendición de otras maneras. Otras
posibles fórmulas de esta bendición serían las siguientes:
“Bendecimos a la Fuente de Toda Vida, y
encendemos estas luces de Shabat para
descansar y separar el séptimo día de los
seis días de la semana, un día para el
descanso y la paz, para la tranquilidad y la
espiritualidad, para compartir con la familia
y con la comunidad ( un destello de la Edad
Mesiánica en la que todos los días serán
Shabat ).”
.. o bien ..
“Bendita eres Tú, Presencia Divina ( Shejiná
): a través de las mitsvot santificamos
nuestras vidas, y entre ellas está la mitsvá
de las candelas del Shabat.”
Después de las velas del Shabat, procedemos a hacer una
oración por la familia. Puedes encontrar en el libro de oración
esta clase de plegaria, sin embargo es buena ocasión para el
intercambio de oraciones espontáneas entre los miembros de
la familia o los amigos reunidos para la celebración del
Shabat.
Antes de empezar la cena se hace la ceremonia de Kidush.
Se hace primero la bendición del vino y luego la bendición del
Shabat. Se llena la copa de Kidush con vino kásher o también
con otra clase de vino, puedes hacerlo también con mosto
pensando en los niños. Los sefaradim suelen añadir unas
gotas de agua: ( la liturgia para el Kidush que aparece a
continuación está basada en el libro de oración “Gates of
Prayer” )
“El día séptimo está consagrado al Eterno
nuestro Dios. Con vino, señal de alegría,
celebramos este día y su santidad. Damos
gracias por todas estas bendiciones, por la
7
8. vida y la salud, por el trabajo y el reposo,
por el hogar y el amor y la amistad. En el
Shabat, símbolo eterno de la creación,
recordamos que fuimos creados a imagen y
semejanza divina. Por lo tanto alzamos esta
copa en acción de gracias.
Bendito eres Tú, Dios Eterno, Soberano del
Universo, Creador del fruto de la vid.”
Luego añades:
“Bendito eres Tú, Dios Eterno, Soberano del
Universo: Tú nos santificas a través de los
preceptos para añadir espiritualidad a
nuestras vidas, alegrándola con el regalo
de Tu Shabat Santo, regalo de amor,
recuerdo de la Creación. El Shabat fue la
primera de las sagradas asambleas en el
Éxodo desde Egipto. Te hemos elegido, y
nos has dado la paz y la tranquilidad,
separándonos de los demás pueblos a
través de Tu Shabat Santo. Bendito eres Tú,
Dios Eterno, que santificas el Shabat.”
Antes de empezar a comer debemos llevar nuestra
servilleta de tela ( la mesa fue previamente colocada antes
del Shabat, con doble mantel siempre, para que al sacudir el
de arriba después de comer, no quede la mesa sin mantel
porque es Shabat y las mesas deben tener un mantel por ser
día de fiesta y regocijo ) . Lavamos ritualmente las manos,
echando agua sobre cada mano tres veces: en la derecha
primero y luego en la izquierda, luego, con las manos secas,
decimos:
“Bendito eres Tú, Dios Eterno, Soberano del
Universo: Tú nos santificas a través de los
preceptos, y nos has pedido que hagamos
el lavado ritual de las manos”.
8
9. Es costumbre no hablar hasta que se hace la bendición del
pan desde que se hizo esta bendición del lavado de las
manos. Cuando llegamos de nuevo a la mesa, cogemos con la
mano un poco de jalá ( pan ), digo con la mano ya que
debemos evitar cortar la jalá con cuchillo o similar por ser
señal de violencia. Sumergimos la jalá en la sal ( si es que
previamente no hemos echado un poco de sal sobre la jalá ), y
luego se dice antes de comer el trocito:
“Bendito eres Tú, Dios Eterno, Soberano del
Universo, porque la tierra nos ha proveído
con este pan.”
Es costumbre cubrir las jalot con un mantelillo bonito todo
el rato hasta después del Kidush. Hacemos así con las dos
jalot (algunas familias ponen dos jalot, esa es la práctica
tradicional ) y se juntan por la parte de abajo para hacer la
bendición. También podéis hacer la bendición cuando ya han
cogido su trozo cada uno y lo han sumergido en la sal, y así
hacerla antes de que coman el pan.
Es una buena costumbre hacer la jalá en la casa el viernes
a la mañana, un kilo de harina te da para cuatro barras y
puedes congelar dos para la semana siguiente ( es como
suelo hacer yo ). La práctica reformada y la liberal no exigen
que sean dos, ni siquiera que sea jalá, basta con que sea pan
leudado, ya que son recordación de los dos panes leudados
que se ofrecían en la época del Templo de Jerusalén. A la
bendición del pan se la llama hamotsi, porque Dios hamotsi
léjem min haárets, “saca el pan de la tierra”.
Si no tienes vino o mosto, haz el Kidush sustituyendo la
bendición del vino por la bendición del pan y comer pan en
lugar de beber vino.
Un Shabat con Kavaná
El Judaísmo liberal tiene especial afecto por la
interpretación que Abraham Joshua Heschel ha hecho de la
práctica sabática en su libro “El Shabat”. Una de las palabras
9
10. más importantes de toda la Biblia es kadosh “santo”. Esta
palabra resume el misterio y la majestuosidad de lo Divino.
Pero, ¿cuál fue la primera cosa “santa” que tuvo el mundo?
¿fue una montaña, o un altar? No. La primera vez que la Biblia
menciona algo “santo” es para referirse en el libro de Génesis
al final de la Creación. “Y Dios bendijo el séptimo día y lo
santificó”. No es algo espacial o físico lo que es “santo”, sino
una ocasión, un momento: algo temporal, espiritual. En el
Judaísmo, los lugares no siempre son lo importante, sino que
en muchas ocasiones lo importante es la ocasión misma y
cómo experimentamos ese momento, cómo presenciamos en
ese instante a la Presencia por antonomasia que es Dios. Dios
creó un espacio sagrado en medio del tiempo, el Shabat, para
enseñarnos que cada uno de nuestros días tiene infinito valor.
Nuestras acciones y nuestras vidas están compuestas por
esos momentos sagrados. Traemos a Dios a nuestras vidas,
haciéndolas “santas”. El Shabat es un día dedicado total y
únicamente a eso, a lo “santo”, es pues “una catedral en el
tiempo”.
Para Heschel esta idea es central en el Judaísmo. El
Judaísmo nos ayuda a que construyamos nuestras vidas de
modo “significativo”. Celebrar el Shabat es la más santa de
las opciones que hemos de tomar.
Shabat-conciencia
Una de las cosas más importantes con respecto al Shabat,
es “vivir el Shabat”, y vivir el Shabat quiere decir observarlo
en las formas ( los rituales ) y observarlo en el corazón ( en la
clase de pensamientos y sensaciones que producimos ese
día ). No basta con practicar el Shabat, hay que “vivir” el
Shabat: desarrollar el amor por el Shabat o la “Shabat-
conciencia”.
Durante el Shabat descansamos y separamos la vida
durante 25 horas y media de nuestra vida común, hacemos
una excepción en el tiempo, un paréntesis: pero ese séptimo
día debe ser santificado, no solamente a través de los
símbolos, sino también espiritualmente. El Shabat ha de estar
en la sinagoga, y en el hogar, pero también en la familia y en
10
11. lo más interior del alma: debemos exteriorizar e interiorizar el
Shabat, solamente así será un Shabat vivo.
La observancia tradicional del Shabat implica abstenerse de
determinadas prácticas, cientos y cientos de detalles legales,
que tienen como intención crear Shabat-conciencia. Si nos
fijamos en la lista de la Mishná, no solamente es una
interpretación de la construcción del Mishkán. Más allá de eso,
es la interpretación de una sociedad principalmente agrícola y
ganadera de la construcción del Mishkán. Si te fijas en el
listado de la Mishná, es el listado destinado a las actividades
cotidianas de una sociedad agrícola y ganadera. Sin embargo,
el Talmud aumenta ese listado de actividades y va
interpretando esos términos de manera que se adecuen a una
vida que poco a poco ha comenzado a ser urbana. Por eso no
necesariamente son útiles para el judío moderno en pleno
siglo veintiuno.
Debemos buscar nuevas formas de santificar el Shabat. El
Judaísmo liberal es Judaísmo post-halájico. Para nosotros,
halajá no es el conjunto de regulaciones legales que se cierran
en el Shulján Aruj y la Mishná Berurá; halajá es halijat,
“camino”, es decir, la manera en la que la Torá “camina” en
( se adapta a ) la historia. Ello no supone derogar la regulación
de la Mishná ni del Talmud de la Halajá tradicional, sino coger
esos preceptos y ver cuáles de ellos pueden tener un lugar en
el modo en que sentimos que debemos santificar nuestras
vidas. He aquí algunos ejemplos de lo que quiero decir. Tengo
una amiga que considera que lavar los platos no es adecuado
para el Shabat. Los ortodoxos no prohíben hacerlo en Shabat,
sin embargo lavar los platos es algo que para ella resta
espiritualidad al Shabat; su Shabat es un Shabat sin lavar los
platos, porque lavar los platos choca con su Shabat-
conciencia. Cocinar está prohibido en Shabat en la regulación
del Shulján Aruj. No suelo cocinar en Shabat excepto si voy a
tener invitados el Shabat al mediodía. Cocinar esa mañana
cosas típicas de Shabat para mis invitados para tener una
auténtica seudá ( “comida” llena de oraciones, de estudio de
la Torá, de debate sobre versículos, .. ) de Shabat, es mi modo
de santificar ese día el Shabat. Otras veces en cambio no
cocino el Shabat sino el día anterior, sobre todo si quiero
11
12. dedicar mi Shabat plenamente a la meditación y al estudio de
las fuentes sagradas.
¿Cómo puedes desarrollar tu Shabat-conciencia?
1) Haz una lista con el tipo de sensaciones que asocias a
una práctica correcta del Shabat.
2) Piensa en qué actividades te producen esas sensaciones,
y en qué cosas interfieren negativamente en ellas.
3) Experimenta con distintas actividades para ver cuáles
promueven tu Shabat-conciencia.
Para mí estos son los aspectos que considero que deben
formar parte de mi Shabat-conciencia: conciencia de Dios,
santidad, re-creación o renovación interior, descanso, acción
de gracias, alegría, libertad, amor, paz / armonía, y unidad.
Para experimentar esa Shabat-conciencia necesito proceder
con determinadas actividades y abstenerme de otras. Por
ejemplo, estas sensaciones me ayudan a tener Shabat-
conciencia: admirar el misterio de la Creación y la naturaleza (
a través de los paseos por el campo o un parque, o de la
meditación ), ejercicios de aceptación ( eliminar las
preocupaciones ), no centrarme en las metas sino en lo que
ya tengo, sentir el presente, vivir en la Presencia ( que es Dios
), relajarme y descansar, buscar la simplicidad y no
implicarme en actividades que me provoquen estrés,
actividades lúdicas, espontaneidad, naturalidad ( no forzar las
situaciones ), eliminar la ansiedad, la depresión y luchar
contra el enfado, mirar en el interior, reconciliarme conmigo
mismo y con los demás, perdonar, amar, no juzgar, aceptar a
los demás tal y como son, no manipular, no destruir el mundo
ni añadirle algo innecesario, actividades artísticas. ¿Y qué tipo
de actividades realizo para fomentar estas sensaciones? No
atender a relojes o agendas, santificar cada acto mediante las
bendiciones, los rituales de la mesa del Shabat el viernes a la
noche y el sábado al mediodía y a la tarde, los servicios
religiosos en casa o la sinagoga, pasar tiempo en contacto con
la naturaleza, meditación solitaria, yoga, estudiar las fuentes
sagradas ( la porción de lecturas de esa semana y de la
siguiente, el Talmud, .. ), leer poesía religiosa o la nueva lírica
12
13. israelí ( que es fenomenal ), estar con la familia y amigos,
escuchar música, bailar, cantar, ( a mí me da corte delante de
los demás, pero me encanta cantar cuando nadie escucha, a
veces me paso el Shabat cantando solo ), telefonear a familia
y amigos si no están cerca ( suelo hacerlo antes de encender
las velas el viernes a la tarde ), jugar con los niños, hacer el
amor con la pareja, comer bien, beber poco, no fumar, no
tomar drogas ( aunque nunca se debería fumar ni tomar
drogas ni beber en exceso, no creo que sea kásher ), dormir
algo ( la genial siesta española ), ir a museos, ver películas o
videos con temática judía, practicar deporte y hacer ( por
supuesto ) la Havdalá el sábado a la noche. Sin embargo,
también es importante evitar aquellas actividades que
interrumpan tu Shabat-conciencia. Por ejemplo, yo trato de
evitar lo siguiente: viajar ( si no es para ver amigos o familia y
celebrar con ellos una buena comida de Shabat ), usar el
teléfono o el ordenador ( si no es estrictamente necesario ), la
televisión ( a no ser para programas o películas con una
temática adecuada para la espiritualidad del Shabat ), a veces
prefiero dejar algo cocinado el viernes a la tarde para no
cocinar en Shabat, no portar objetos innecesarios para el
Shabat, no usar dinero a no ser que sea para una de las
actividades del Shabat ( como un museo o el cine o el
transporte público ); evitar los restaurantes llenos de gente o
los aparcamientos caóticos y estresantes o en las zonas de la
ciudad demasiado concurridas o en las que el bullicio de una
ciudad que no descansa y en la que las tiendas están abiertas
y la gente hace compras interrumpa la espiritualidad del
Shabat.
Sin embargo, es bueno que tú mismo hagas esta operación.
Muchos de vosotros preferiréis una práctica tradicional del
Shabat. Eso también es posible en el Judaísmo liberal. Lo que
nos caracteriza no es que hemos abandonado las prácticas
religiosas, sino que las adaptamos a nuestras circunstancias y
a la mejor expresión de nuestra espiritualidad. Un judío liberal
puede practicar el Shabat como lo hace uno ortodoxo, no
porque tenga a la ortodoxia como fuente de inspiración, sino
porque siente que las prácticas que están en las fuentes del
Talmud y el Shulján Aruj incluso en la modernidad tienen un
13
14. sentido para él: su Shabat-conciencia consiste en cumplir esas
reglas, lo cual es respetable. Otros judíos preferimos
desarrollar una Shabat-conciencia diferente, mediante una
lectura diferente de las fuentes sagradas. Por ejemplo, para
mí la Biblia es muy importante, más importante que la Mishná
y el Talmud pues éstos solamente constituyen una lectura de
la Biblia para una época determinada. En cada época el judío
ha vuelto sobre la Biblia y la ha adaptado a su
correspondiente época y sociedad. Como judío “bíblicamente-
centrado”, me gusta volver siempre sobre la Torá y ver qué
me ofrece la literalidad de la Torá: para mí el Shabat es no
hacer lo que hago para ganarme la vida, que es ser jurista,
para mí el Shabat es no ser jurista por un día sino
simplemente un ser humano que descansa y reza y santifica
su séptimo día. Para mí el Shabat es ser-Yo, y no ser-Así que es
como soy el resto de la semana. En Shabat Yo-soy, sin más, y
experimento mi Ser y santifico mi séptimo día en presencia
del Tú-Eterno que es Dios.
Tú has de elegir cuáles son las prácticas que enriquecen tu
Shabat y tratar de evitar aquellas actividades que resten
espiritualidad a tu Shabat. Pero, ante todo, ¡vive el Shabat!
El Shabat en las Familias Mixtas
Los matrimonios mixtos son una realidad en la comunidad
judía. También ellos deben poner las bases de una práctica del
Shabat. Para nosotros es muy importante que los niños sean
criados en el Judaísmo, sin embargo entendemos que las
celebraciones tradicionales del Judaísmo pueden resultar
demasiado ajenas al cónyuge que no es judío. Una buena
forma de que estas familias también practiquen el Judaísmo y
también observen el Shabat consiste en que descansen el
séptimo día, el sábado, y que marquen al menos el comienzo
del Shabat con una mínima práctica religiosa, que puede ser
como sigue: encender las velas en la cena del viernes, y
bendecir el vino y el pan. Los siguientes textos han sido
elaborados expresamente por mí pensando en aquellas
familias en las que un cónyuge no es judío, para así facilitar
14
15. que incluso en esos hogares brille la luz del Judaísmo y para
que los niños vean la luz del Judaísmo en la mesa el viernes a
la noche.
Empezad encendiendo las velas y bendecid:
“El viernes finaliza, el sol se pone, y
marcamos un día santo cada semana
encendiendo estas velas. Dos velas
ardiendo no son suficientes para sembrar o
cocinar o pintar la casa .. el Shabat es una
lección de vida: ¡qué pocas cosas creamos
en la vida! ¡cuánto está ya elaborado, por
cuántas cosas hemos de dar gracias a Dios!
Fuera las farolas de la calle permanecen
encendidas, simbolizando lo artificial en
nuestras vidas, mientras que sobre esta
mesa hemos encendido las velas del
Shabat, en silencio, los rostros alrededor
descubriéndose después de una semana de
trabajo en la que pasamos tan poco tiempo
con amigos, familiares y seres queridos;
entre las luces un espacio oscuro, al igual
que hay un espacio oscuro entre nosotros, y
luz en medio que nos permite mirarnos, y
desarrollar amor y compasión por el
prójimo; fuera el azul deja paso al gris
oscuro, y las estrellas empiezan a brillar,
millones de ellas, constelaciones. Y una luz
brilla en el interior, en lo más íntimo del
alma, y esa luz crece y brilla más fuerte en
el Shabat.
Baruj Atá Adonai Eloheinu Mélej haOlam,
asher kideshanu bemitsvotav, vetsivanu
lehadlik ner shel Shabat.”
Seguid con la bendición del vino:
15
16. “El vino llena la copa, como la memoria.
Pero, ¿hemos pensado en cómo ha llegado
este vino hasta esta mesa? ¿en aquellos
que plantaron la vid, recogieron la uva?
¿acaso hemos creado nosotros las fuerzas
misteriosas que hicieron fermentar el vino?
¿acaso hemos creado nosotros las que nos
hacen sonreír y disfrutar felizmente de la
paz y el descanso del Shabat? Juntos, aquí,
bebemos de esta misma copa de Kidush
recordando la obra de la Creación, no como
algo excepcional: ¡qué excepcional es que
ocurra simplemente, en su sencillez! ¡la
naturaleza es el milagro constante y Dios es
la fuerza que impulsa a la semilla de la vid,
y al ser humano que aprieta la uva, y la
fuerza que los reúne alrededor de la mesa
del Shabat.
Baruj Atá Adonai Eloheinu Mélej haOlam,
Boré pri hagáfen.”
Y finalmente bendecid el pan y también la mesa llena de
comida:
“Mira cómo la tierra sigue su rumbo,
incluso durante el Shabat, mientras el
hombre no la impulsa ni ejerce sobre ella su
influencia; mira su ritmo, mira cómo saca el
trigo de la tierra y el pan de la harina,
recuerda cómo se dibujaban las líneas de la
mano en las arrugas de la masa, mira cómo
fluye el agua en los ríos y mares sin que
tengas que llamarla. No creemos en la
magia, pero la fuerza de Dios impulsa las
fuerzas de la naturaleza, ¡ese es el
auténtico milagro! Señor, no permitas que
usemos estas manos para destruir o para
hacer daño a los demás, guíalas hacia el
16
17. bien y no hacia el mal, hacia la creación y
no hacia la destrucción, hacia el amor y no
hacia el odio, hacia la unidad y no hacia la
separación, hacia la paz y no hacia la
guerra.
Baruj Atá Adonai Eloheinu Mélej haOlam,
Hamotsi léjem min haárets.
Dentro de un rato empezaremos a comer. Te
damos gracias, Señor, por estos alimentos
que vamos a recibir, por el sustento que
garantizas a lo largo de los seis días de
trabajo, y por la paz del Shabat. Aquí
reunidos, nos miramos y nos aceptamos tal
y como somos: diferentes, y aún así tan
parecidos, creados por Ti a Tu imagen y
semejanza, llenos de un alma que Tú nos
diste al nacer, y que se parece íntimamente
a Ti. Dejaste en nuestro interior una chispa
de Ti mismo, que nos conduce a Ti, y que
nos conduce al amor y a la reparación del
mundo. Somos Tus hijos, todos nosotros,
iguales ante Ti. Y por eso, juntos decimos:
Shemá Israel vejol benei adam, Kedushat
shebanu Ejad. Veahavtá et Adonai Eloheja,
bejol levavejá uvejol nafshejá uvejol
meodeja. Veahavtá lereajá kamoja.
Anajnu modim laj al hamijiá veal hakalkalá
veal hakol she noten lanu.”
Espero que este artículo os haya gustado y que os haya
enriquecido de alguna manera. Si tenéis alguna duda concreta
u os apetece conversar sobre el Shabat, escribidme y haced
preguntas. ¡Nos enriqueceremos juntos compartiendo nuestra
visión del Shabat!
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18. ¡Yom Yom Yom!
Es imposible una práctica plena del Shabat sin las comidas
del Shabat. La alegría física y el confort y placer de una buena
comida, y ante todo de una comida sana ( consulta el artículo
“Vivir la Kashrut” ), también son precepto a observar en el
Shabat.
“Moisés dijo: “Comed eso hoy, que es día
de Shabat en honor del Eterno, y hoy no lo
hallaréis en el campo”.”
Éx. 16:25
Haciendo una interpretación alegórica de este versículo, los
rabinos concluyeron que la repetición tres veces de la palabra
yom (“día” o también “hoy” ) quiere decir que se han de
hacer tres comidas en el Shabat, y no dos como los días
normales. Una primera comida el viernes a la noche, que es la
central ( Seudat l’leil Shabat ). Una comida el sábado al
mediodía ( o Seudá Shenit ). Y una merienda el sábado a la
tarde ( Seudá Shelishit ). Esta última es la que diferencia al
Shabat de los demás días por eso se la llama también “tres
comidas”, es decir, Shalosh Seudot.
En cada una de las comidas el ritual es siempre el mismo.
Debes lavarte ritualmente las manos antes de comer ( si vas a
comer pan, entonces lavas ritualmente las manos, las secas y
dices la bendición ; no es necesario hacer la bendición del
lavado de las manos si lo que vas a comer es otra cosa
distinta de pan; en esos casos las lavas porque vas a hacer las
correspondientes bendiciones por cada uno de los alimentos
que vas a ingerir ). Luego la bendición: la del pan ( hamotsi )
si es una comida en la que va a haber pan, esta bendición
agrupa a todas las demás, de manera que si la haces sobre el
pan se extiende al resto de la comida; las demás veces, si no
vas a comer con pan, harás la bendición que corresponda
sobre cada uno de los distintos tipos de alimento.
La mejor forma de aprender las bendiciones es recordar
que todas ellas tienen una estructura común:
18
19. “Baruj Atá Adonai Eloheinu Mélej haOlam,
..”
A partir de ahí debes construir la bendición añadiendo:
“.. boré pri hagáfen” ( para las uvas, o el
vino o el mosto )
“.. boré pri besamim” ( para los frutos que
emiten un fuerte perfume )
“.. boré minei besamim” ( para las especias
de olor )
“.. boré pri haets” ( para los frutos que
crecen del árbol )
“.. boré pri ha-adamá” ( para los frutos que
vienen de la tierra: hortalizas, plátano, .. )
“.. boré minei mezonot” ( para todo aquello
que sea masa: pasteles, galletas, cereal,.. )
“.. shehakol nihié bidvaró” ( para lo
demás )
Ahora ya hemos dicho la bendición que corresponde.
Podemos empezar a comer. Al terminar cada una de las tres
comidas, se mojan las puntas de los dedos en un cuenco con
agua. Antiguamente creían que las sales de la comida podían
dejarles ciegos si posteriormente tocaban los ojos sin darse
cuenta. Por eso se hace esto, que se llama “últimas aguas” o
maim ajronim. Luego, se hace la oración de gracias por las
comidas ( o birkat hamazón ), de la que hay múltiples
versiones, la más breve de todas es la que sigue:
“Baruj Eloheinu she’ajalnu misheló,
uveTuvó jayinu. Baruj Hu uVaruj Shemó.”
Algunas comidas, como la primera ( el viernes a la noche )
y la segunda ( el sábado al mediodía ) empiezan con la
bendición sobre el vino y por el Shabat. A esta oración la
llamamos Kidush el viernes a la noche ( la hemos visto ya ) y
Kidushá el sábado al mediodía. Se hace de igual manera que
19
20. el viernes a la noche. Llenamos la copa con el vino, alzamos la
copa y recitamos la oración antes de comer, si bien el texto es
ligeramente distinto:
“El pueblo de Israel guardará el Shabat,
observándolo en toda generación como un
pacto eterno. Es una señal para siempre
entre Mí y el pueblo de Israel, pues durante
seis días el Eterno hizo el cielo y la tierra, y
en el séptimo día descansó de todas Sus
labores. Por eso el Eterno bendijo el
séptimo día y lo llamó “santo” ..
Bendito eres Tú, Dios Eterno, Soberano del
Universo, Creador del fruto de la vid.”
Como dijimos para la noche del viernes, en caso de no
tener vino o mosto, podemos sustituir la bendición del vino
por la del pan, y comer pan en lugar de beber vino y seguiría
siendo Kidushá.
No se hace ningún tipo de Kidush o Kidushá para la tercera
comida, aunque en algunas familias es tradición leer antes de
comer el Salmo 23.
Los primeros reformadores tenían una profunda conciencia
social, y veían que muchas familias pobres estaban sometidas
a duros trabajos en las fábricas que les impedían una
celebración entera del Shabat. Muchas de esas familias se
veían obligadas a trabajar el sábado a la mañana o incluso
también a la tarde, no pudiendo descansar. Por eso dieron
mayor importancia a la celebración de la víspera del Shabat,
es decir, los rituales de la noche del viernes. Así, el primer
libro de oraciones liberal eliminó la Kidushá pues no era una
práctica común en sus congregaciones ni miembros.
Recientemente, la Kidushá se ha reintegrado a la práctica
religiosa liberal.
La Música del Shabat
20
21. Otra cosa que se hace después de comer, cuando ya se ha
terminado el café o el té pero no se ha hecho maim ajronim ni
tampoco la hodaiá ( acción de gracias por las comidas ) es ..
¡cantar! Estas canciones típicas fueron compuestas por
autores medievales, místicos y poetas de las tradiciones
sefaradí y ashkenazí, y se llaman pizmonim y zemirot
respectivamente por los sefaradim y los ashkenazim. Esa es la
práctica tradicional, sin instrumentos musicales pues para
ellos no está permitido tocarlos en Shabat ( pues dicha
práctica los ortodoxos la reservan para la reconstrucción del
Templo de Jerusalén ).
Sin embargo, a finales del S. XVIII, la concesión de la
ciudadanía a los judíos europeos puso a estos en contacto con
la genialidad de la música clásica de la época. Los judíos
vieron lo bellas que eran las celebraciones en los hogares
protestantes y en sus iglesias, y quedaron profundamente
impactados por el órgano y los himnos, y el piano en la casa
para las canciones en familia, y por la majestuosidad de los
coros y las orquestas filarmónicas. Así fue como empezó la
reforma de la liturgia judía, incorporando a la práctica en la
sinagoga y en el hogar esas influencias venidas del exterior.
Las sinagogas, ahora llamadas “templos”, produjeron sus
propias corales y orquestas, tocando en los servicios el órgano
mientras la congregación entonaba las oraciones ahora llenas
de musicalidad y convertidas en preciosos himnos. El
compositor Louis Lewandowski aportó su genialidad y los
servicios reformados se llenaron de sus obras y sus melodías.
21
22. Sin embargo, esta revolución musical no solamente alcanzó
a la sinagoga sino también a los hogares. Y pronto los zemirot
o pizmonim fueron sustituidos en el Shabat por hermosas y
nuevas melodías sobre versículos extraídos de los salmos,
entonados con el piano en las casas acomodadas de clase
media, o por la flauta o el violín en los hogares más
desfavorecidos. El himno que más apreciamos los judíos
reformados es Hodú l’Adonai:
“Hodú l’Adonai ki Tov, ki leOlam Jasdó.”
Pero las modas pasan. Y lo bello para unas generaciones no
lo es necesariamente para las siguientes. En los años sesenta
y setenta del siglo veinte, llegó la época del ecologismo, el
feminismo, la rebelión sexual, el movimiento comunitario (
hippie ), la new age, el pacifismo .. En los Estados Unidos y
Canadá, estas corrientes jóvenes impactaron sobremanera en
la comunidad judía, y pronto grupos de jóvenes, cansados del
formalismo de la estructura sinagogal, formaron las primeras
javurot, es decir, “grupos de amigos”, que se dedicaban
igualmente a la oración y al estudio de la Torá. Con las javurot
llegaron aires frescos: por un lado, el excesivo racionalismo de
la Reforma había desechado durante décadas expresiones
más espirituales, que ahora reclamaban su sitio; por el otro,
las oraciones tradicionales empezaron a reclamar el lugar del
que habían sido arrebatadas, y estos grupos juveniles
empezaron a celebrar servicios más tradicionales pero más
participativos: con guitarras y melodías actuales. Esos
cambios también han entrado en la casa, y ahora es raro el
hogar en el que al terminar la cena del viernes a la noche
alguien se levante de la mesa, abra el piano, y entone el
“Hodú l’Adonai”. Sin embargo, son muchas las sinagogas
donde ése sigue siendo el estilo habitual. El primer sábado de
cada mes, la West Central Liberal Synagogue de Londres
celebra un servicio especial a las tres de la tarde, con el
órgano y la coral y con los himnos de siempre, es decir, un
clásico servicio reformado. También en Londres la Belsize
Square Synagogue, fundada por supervivientes alemanes de
la Shoá, celebra esta clase de servicios. Las sinagogas
22
23. liberales suelen tener órgano y coro, que se usan en las
ocasiones más solemnes. También en los Estados Unidos se
conservan aún servicios clásicos: por ejemplo, en la
Congregación Sinaí de Chicago.
La música ha sido uno de los aspectos más abiertos del
Judaísmo, y la comunidad judía se ha ido adaptando a lo largo
de la historia a los gustos musicales venidos del exterior. La
cultura circundante raras veces influye en la religión, en el
ritual, en la lengua, .. sin embargo sí lo hace a través de la
música, y las múltiples músicas judías son un crisol variado
que merece atención y estudio. Incluso en la sinagoga,
distintas comunidades judías desarrollaron múltiples sistemas
de cantilación de la Parashá y de la Haftará. ¿Qué nos espera
en el futuro? ¿Cómo serán las melodías de los servicios dentro
de 10 ó 20 años? Habrá que esperar y ver, pero seguramente
seguirán teniendo la misma función: añadir alegría al Shabat
igual que lo ha hecho durante miles de años.
Neshamá Yeterá – Despedida
Durante el Shabat, el judío cuenta con un alma adicional (
neshamá yeterá ), fruto de la alegría y el reposo que
protagonizan el día. Para confortarse por la pérdida de esta
alma cuando el Shabat termina, es costumbre oler unas
especias.
Cuando el sábado a la noche se termina el Shabat al salir
en el cielo tres estrellas, tenemos que proceder a la
separación. Decíamos al principio que el Shabat era “santo”, y
que santificar era separar. Separábamos los seis días de
trabajo y el Shabat, al principio, con el Kidush. Ahora debemos
cerrar esa separación en la despedida, con la Havdalá, que
significa, “diferenciación”. En el blog suelo publicar la hora de
finalización del Shabat para A Coruña, suelen ser 72 minutos
después de la puesta de sol.
El servicio de Havdalá que se ofrece a continuación es una
traducción del servicio alternativo que aparece en el libro de
oración “Gates of Prayer”. Es un servicio extendido de
23
24. Havdalá, pensado con una finalidad didáctica sobre la
significación del Shabat.
“El Eterno habló a Aarón: “Tú debes
diferenciar lo sagrado de lo profano, lo
impuro de lo puro”. Igual que Aarón, el
primero de los sacerdotes, nosotros, a
quienes en Sinaí se nos pidió que fuésemos
un reino de sacerdotes, debemos también
hacer la Havdalá, es decir, distinguir lo
sagrado de lo profano, o mejor aún, lo
santo de lo que es común. Para ello fue
establecido el Shabat, el más precioso de
los días, un día para la santidad, para
descansar del trabajo, y disfrutar la
libertad. Nuestros antepasados usaron el
Shabat como refugio de las angustias que
llenaban el mundo, como refugio de la
brutalidad de la competición. Por eso
esperaban el Yom shekuló Shabat, el día en
que todos los días serán Shabat. Pero aquí,
en este día, también lo hemos disfrutado, y
ahora debemos dejarlo marchar hasta
dentro de seis días.
Dios Eterno, ayúdanos a afrontar la semana
que comienza con esperanza y alegría, y
conquistar, incluso en medio de las horas
de trabajo, algún minuto de sosiego. Y que
el recuerdo del Shabat que ha pasado y el
deseo por el Shabat que va a llegar, nos dé
fuerza para afrontar los desafíos de la
rutina. Dios nos salva y sujeta durante la
semana. Procedemos pues, tal y como nos
has pedido, a la separación:
( llenamos una copa de vino sobre un plato,
llena hasta que desborde sobre el plato,
puede usarse otra bebida excepto leche o
24
25. agua; encendemos la vela de la Havdalá
que sujetará la persona más joven, y se
canta .. )
Hiné El Yishuatí, evtaj veló efjad.
Ki Azí veZimrat Yá Adonai, vayehí li lishuá.
Ushe’avtem maim besason mima’ainei ha-
ishuá.
L’Adonai ha-ishuá, al Ameja Birjateja Séla!
Adonai Tsevaot imanu, Misgav lanu Elohei
Yaakov Séla!
Adonai Tsevaot, ashrei adam botéaj baj!
Adonai hoshía, haMélej ya’anenu veyom
karenu.
( después de cada palabra separada dicha con
fuerza, los demás la repiten con fuerza, cada una
de ellas )
LaYehudim..
.. haitá ..
.. orá ..
.. vesimjá ..
.. vesasón ..
.. veyikar ..
( y seguimos leyendo )
.. ken tihié lanu.
Kos yeshout esá, uveShem Adonai ekrá.
( alzamos la copa de vino )
Bendito eres Tú, Dios Eterno, Soberano del
Universo, Creador del fruto de la vid.
( no bebas, coged la caja de especias e id
pasándola .. oliendo la fragancia )
25
26. Bendito eres Tú, Dios Eterno, Soberano del
Universo, Creador de todas las especias.
( alzamos la vela )
Bendito eres Tú, Dios Eterno, Soberano del
Universo, Creador de la luz del fuego.
Bendito eres Tú, Dios Eterno, Soberano del
Universo, que distingues entre lo santo y lo
común, entre la luz y la oscuridad, entre el
día séptimo y los seis días de trabajo.
Bendito eres Tú, que distingues entre lo
santo y lo común.
( bebes un poco de vino y apagas la vela en el
vino que quedó en el plato )
La gente se saluda deseándose una ¡buena
semana!
¡Shavúa Tov! ¡A Gutte Voj!
Havdalá no es solamente el final del Shabat.
También significa que nos debemos separarnos
de lo que no es santo, que debemos buscar
siempre lo que es santo, por encima y entre las
cosas comunes. Separarse de la explotación y del
engaño, de la indiferencia por los más pobres, de
la indiferencia por los enfermos y los mayores,
separarse de la soledad y del sufrimiento, del
odio y de la violencia, y promover siempre la paz
entre los seres humanos y entre las naciones.”
En algunas comunidades se hace, después de Havdalá, una
cuarta comida ( que se llama Seudá Reviit ) también festiva, y
se entonan canciones.
26
27. Los límites del Judaísmo
¿Qué ocurre si no puedes descansar en sábado y en tu
puesto de trabajo te obligan a descansar el domingo? Puedes
descansar el domingo sin problemas. Pero aún así, sería
bueno que celebraseis la noche del viernes de la manera en
que hemos explicado. No siempre es fácil, pero una mínima
práctica religiosa os ayudará no solamente a enriquecer
vuestra espiritualidad sino también servir como ejemplo
educativo para vuestros hijos, que así crecerán en la práctica
y vivencia del Shabat.
Personalmente, creo que celebrar el Shabat en el domingo
está fuera de los límites de lo que es Judaísmo. El Shabat
tiene una dimensión comunitaria o colectiva: los judíos
debemos celebrar el Shabat en el séptimo día, que es el
sábado.
Bibliografía Recomendada
En español:
- “Una invitación al Shabat”, Comunidad Israelita de
Santiago de Chile
- “Sidur”, del Rabino Ariel Edery, Comunitat Jueva ATID de
Barcelona
- “Sobre el Shabat”, es un artículo que publiqué hace
meses en el blog, lo encontrarás en la sección
“Observancia Religiosa”
In English:
- “Siddur Lev Chadash”, Rabbi A. Goldstein, Liberal
Judaism
- “Forms to Celebrate Sabbath Eve at Home”, Lillian Helen
Montagu
- “On the Doorposts of Your House”, Rabbi Chaim Stern,
CCAR
27
28. - “Around the Family Table”, Rabbi Shlomo Riskin, Urim
Publications
¡Shalom veKol Tov!
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