El proceso de fabricación de cadenas de oro involucra fundir minerales de oro a más de 1000°C para formar una aleación, la cual se enfría y estira hasta formar un alambre extremadamente delgado de 3km de longitud. Este alambre pasa por máquinas que lo estiran y laminan en varias etapas hasta alcanzar el grosor de un cabello humano. Finalmente, otra máquina usa más de 90kg de presión para enrollar el alambre y formar la cadena de oro.