La Segunda Guerra Mundial tuvo graves consecuencias como crímenes de lesa humanidad como el Holocausto, migraciones forzadas de 40 millones de personas en Europa, y daños a la infraestructura. Esto llevó a un nuevo orden mundial con cambios territoriales en Alemania, la Unión Soviética y Japón, el fin de los regímenes fascistas y el comienzo de la descolonización. También hubo transformaciones económicas como la destrucción de ciudades, campos e industrias y el declive de las potencias europeas.