Este documento discute la relación entre la antigua ley de Moisés y la nueva ley de Cristo. Argumenta que Jesús no vino a abolir la ley sino a cumplirla, y que la ley estuvo vigente solo hasta la venida de Cristo, momento en que fue abolida. Pablo enseñó que los cristianos ya no están sujetos a la ley de Moisés sino a la enseñanza de Jesús, y que la salvación proviene solo de la fe en Cristo crucificado y no de obedecer la ley.
2. LA ANTIGUA LEY EN
EL NUEVO TESTAMENTO
¿Pueden estar en
vigor hoy día el
antiguo pacto
y el nuevo pacto, la
ley de Moisés y la ley
de Cristo?
3. Muchos enseñan que la «ley de Dios» del antiguo
pacto, está todavía en vigor, pero no así la «ley de
Moisés» (los decretos, los estatutos civiles, las
normas sacrificiales, y cualesquiera de los demás
preceptos que, según ellos, no están incluidos en
la «ley de Dios»).
Los grupos que así enseñan, aceptan algunas de
las leyes dadas a Israel, tales como la de la
circuncisión, las leyes morales y las relacionadas
con los alimentos, pero desechan los demás
mandamientos.
4. «Procura con diligencia presentarte a Dios
aprobado, como obrero que no tiene de qué
avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad»
(2a Timoteo 2.15).
JESÚS Y LA LEY
¿Están todavía en vigor los mandamientos
que se encuentran en la ley y los profetas?
5. «No penséis que he venido para abrogar la ley o
los profetas; no he venido para abrogar, sino para
cumplir. Porque de cierto os digo que hasta que
pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde
pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido»
(Mateo 5.17–18).
Verdades
Que nos
enseña
El pasaje
1) El propósito de la venida
de Jesús no fue abrogar la
ley o los profetas.
6. Abrogar akuroo (ἀκυρόω, 208), quitar autoridad
(a, negación; kuros, fuerza, autoridad; cf. kurios,
señor; kuroo, fortalecer); de ahí, invalidar (Mt
15.6; Mc 7.13), con referencia al mandamiento o a
la palabra de Dios.
2) Él vino, más
bien, a cumplirlos.
3) Jesús no se estaba
refiriendo solamente a la ley,
sino también a las palabras de
los profetas.
4) El cielo y la
tierra no pueden
pasar, sino hasta
que todas las
profecías dadas
por Dios
se cumplan.
7. 5) Jesús afirmó la certeza de que cada
una de las profecías acerca de Él se cumpliría.
6) Cuando las profecías se cumplen, ellas pasan
(esto es, ya no necesitan cumplirse).
PABLO Y LA LEY
Hechos 15:5 . Pero algunos de la secta de los
fariseos, que habían creído, se levantaron
diciendo: Es necesario circuncidarlos, y
mandarles que guarden la ley de Moisés.
8. Hechos 15:24. Por
cuanto hemos oído
que algunos que
han salido de
nosotros, a los
cuales no dimos
orden, os han
inquietado con
palabras,
perturbando
vuestras almas,
mandando
circuncidaros y
guardar la ley,
Hechos 15:28-29 Porque ha
parecido bien al Espíritu
Santo, y a nosotros, no
imponeros ninguna carga
más que estas cosas
necesarias: que os
abstengáis de lo sacrificado
a ídolos, de sangre, de
ahogado y de fornicación;
de las cuales cosas si os
guardareis, bien haréis.
Pasadlo bien.
9. Jesús aseveró que eran los
mandamientos de Dios y la Palabra de Este lo que
los judíos invalidaban, cuando violaban lo que
Moisés había dicho (Marcos 7.8–13).
En Gálatas 3.19, Pablo reveló cuánto tiempo
había de estar vigente la ley:
Entonces, ¿para qué sirve la ley? Fue añadida a
causa de las transgresiones, hasta que viniese la
simiente a quien fue hecha la promesa; y fue
ordenada por medio de ángeles en mano de un
mediador.
10. El hecho de que la ley fue dada para poner límites
a las personas, mientras Jesús venía, significa que
la venida de Este puso fin a la ley.
La ley no podía dar
justificación por la fe;
más bien, impedía la
justificación.
La ley era un ayo, un
pedagogo (del griego
paidagogos) —
literalmente,
un custodio de niños
o uno que cuida
niños.
11. El pedagogo era un esclavo empleado por
griegos o romanos adinerados, para que se
responsabilizara de uno de los niños de la
familia. Estaba a cargo del niño desde los seis
hasta los dieciséis años, y era responsable de
vigilar su comportamiento en todo lugar al
cual iba y de llevarlo y traerlo de la escuela.
La ley separaba a los judíos de los gentiles,
porque a las personas no circuncidadas se les
impedían diversas prácticas de Israel
(Éxodo 12.48).
12. Exodo 12:48 Mas si
algún extranjero
morare contigo, y
quisiere celebrar la
pascua para Jehová,
séale circuncidado
todo varón, y
entonces la
celebrará, y será
como uno de vuestra
nación; pero ningún
incircunciso comerá
de ella.
Efesios 2.14–15 nos dice:
Porque él es nuestra paz, que
de ambos pueblos hizo uno,
derribando la pared intermedia
de separación, aboliendo en su
carne las
enemistades, la ley de los
mandamientos expresados en
ordenanzas, para crear en sí
mismo de los dos un solo y
nuevo hombre, haciendo la
paz.
13. 1) En Colosenses 2.13, Pablo aseveró que
nuestros pecados (en plural) fueron perdonados.
«quitándolos de en medio y clavándolos en la
cruz”
2) La tesis principal de Pablo, al escribir a los
Colosenses, era la superioridad de Jesús, en
quien estaban escondidos toda la sabiduría y
todo el conocimiento (Colosenses 2.3).
14. 3) No solamente perdonó Jesús los pecados de
ellos, sino que también quitó de en medio las
ordenanzas escritas que había contra ellos.
4) Pablo escribió en Efesios 2.15 que Jesús
abolió «la ley de los mandamientos expresados
en ordenanzas [del griego dogma]».
5) Jesús clavó estos decretos en la cruz y exhibió
públicamente Su victoria sobre las autoridades
(Colosenses 2.15).
15. Cuando Pablo viajó a Corinto, «me propuse no
saber […] cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste
crucificado » (1 Corintios 2.1–2).
El mensaje de Dios para
nosotros en esta era
cristiana, nos ha sido dado
por medio de Jesús
(Hebreos 1.1–2).
A Sus seguidores
se les ha de
enseñar que
guarden todo lo
que Él ha mandado
(Mateo 28.20).
16. Los que tienen Sus mandamientos y los guardan,
son los que lo aman (Juan 14.15, 21, 23; 15.10)
Juan 14: 15. Si me amáis, guardad mis
mandamientos.
21. El que tiene mis mandamientos, y los guarda,
ése es el que me ama; y el que me ama, será
amado por mi Padre, y yo le amaré, y me
manifestaré a él.
17. Para los cristianos, la salvación no puede llegar
por medio de la ley —solamente por Aquel que
nos libró de la ley por Su perfecto sacrificio.
Nuestra fe reside en Jesús y en Su enseñanza, no
en Moisés ni en su ley.